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¿Que necesitas para confiar en mi? ¿que te gusta? ¿que te disgusta? son muchas preguntas, de las cuales tendrás que responderme.
Al momento de verte, al momento de estar junto a ti, aún sigo buscando el verdadero amor, que tanto escondes en tu oscuro exterior.
Mi amada Carmila, ¿que deseas? ¿que quieres? para satisfacer tus instintos, que están por estallar.
¿En realidad me amas? dime que si, o un tal vez no, solo espero que esto resulte bien, si no es así, encontrare a otra alma oscura, que esté enamorada de mi.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Los días pasan, el tiempo corre sin piedad, busco a aquella mujer, de quien yo me he enamorado, con su belleza me ha hipnotizado.
Busco por tierra, por mar y por aire, por todos lados, pero sin resultado alguno.
Espero poder verte de nuevo, mi bella dama, donde quiera que estés, estaré contigo, hasta el fin de los tiempos.
Te amaré hasta el final, daría todo lo que fuera, para seguir enamorado de tu belleza, tu encanto y alma, estaré contigo hasta la eternidad.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Vivo, del obraje de estío de mi suelo: el motorcito del obseso mangangá que taladra de la siesta su puntal, y el colérico violín de la chicharra.
El brindis copa en alto de las calas, vivo, y cada fogonazo colorido del atónito motín de los hibiscos. ¡Ah!, y la verde marejada del parral.
Vivo la regia inmodestia del rosal, y allende el caserío, en ese campo, los braseritos azules de sus cardos y el corvo pestañeo de sus palmas. Del limonero, su dádiva gualda vivo, y contigo, nuestro solar y lecho; los dos a ritmo como espiga y viento bajo el rayo complacido de la luna.
Vivo..., donde no me dejes nunca.
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Poeta
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Una ráfaga de viento y teru-teros, roza la casa ceñida de garúa, digita las mil dagas de la palma y se aleja dando paso al aguacero.
Éste impone su dinámico solfeo al tosco 'piano' de zinc acanalado, y debajo, entre sábanas se abriga, la dócil placidez del amor hecho.
Mientras mimo tu perfil y tu cabello, tú divagas enlazada a mi costado, y en mi mente, quimérica, incesante, como ráfagas, golpean estos versos.
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Poeta
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Un azul pertinaz de cielo escuálido con su rastro de llanto en las mejillas, me desmenuza el alma en nubecillas, que desvaído sol, orea menguado.
Y me entristecen, en súbito gemirse, desde el enhiesto juncal de la rivera: el ave acuática y la rana plañidera, en su congoja quizá, de tan felices.
Y más triste, más triste me lastima, el leve arrullo confortado en el ocaso, de la torcaza, su amor acurrucando entre las ramas, sin mi melancolía.
Y más quebranto aun, es estar solo y confrontado por intrínseco sentir dilucidando que tu humano devenir, jamás descifrará mi anhelo ignoto.
Pero de pronto, con júbilo y sosiego de tus caricias, mi pena se resarce: ¡Por fin!, tu arribo emancipó la tarde cuyo esplendor hirió mi desconsuelo.
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Poeta
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Fecha: Perpetua.
Amor: doquiera que te encuentres, te cuento que el repecho con asfalto de nuestra callecita sensiblera, (nuestra rampa a la luna) sigue intacto. El plátano seco con sus tres pálidos dedos, como guardia-civil con guante blanco, sigue dando señal de alto a mi nostalgia bajo el foco cabizbajo de la esquina. El firmamento sí, se me hace más redondo y percibo más filoso, aunque sereno, como con rabia de tu ausencia, su lucero.
Yo sigo como siempre: divagando y dando largas a mi vida, y a los hechos, de escribir el gran poema o que tú vuelvas. Y, aunque consciente de tales imposibles, me gusta imaginar que por quimeras, merecen rondar mi alma complacidos de dispensarme, ilusa, su inocencia.
Como siempre, amenizando mi desvelo, apronto el mate amargo en la cocina y, sobre ‘el vidrio que esmerila con su vaho trinando cadenciosa la caldera’, dibujo por ejemplo: tu silueta, o alguna telaraña cristalina, donde dejo suspendido tu recuerdo cuando salgo a proveer mi otra existencia.
Sin más, me despido esta vez yo, y al no saber de tu secreto paradero, será una intrínseca carta que me escribo y deposito esperanzado en la fisura que le abriste sin querer con tu renuncia a mi puntual y enamorado corazón. Quizás, un pico de paloma compasiva o la flechita de algún ángel solidario, deje caer entre tus manos, mi misiva.
Te mando besos por si acaso consideras catar al menos uno, de los nuevos.
Sólo tuyo, más allá de que envejezca:
Juan Querencio.
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Poeta
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Tú eres la medida justa la naranja completa el sueño hecho realidad la poesía de la misma vida.-
Cantan al viento diciendo te quiero siendo tú el cielo y el mismo paraíso para que ir a otro lugar si donde estés siempre estoy pretendiéndote a ti.-
Si no lo sabía, hoy lo se una flor plantada que creció en mi alma hoy germino para recibir sus gracias.-
Lo llaman amor y llego como un torrente que movió todo para posesionarse.-
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Poeta
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lety el sentido de amarte es hoy de quererte tanto de sentirte tanto en tus manos y en tu boca alumbran nuevos deseos se siente tu corazon que me da razones para seguirte para amarte para tenerte aqui juntos los dos de tener tus besos de mirar tus ojos y tu sonrisa que nunca se extingue, es un amor del eterno presente es tu magico despertar al sentimiento
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Poeta
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lety amor de siempre,amor de hoy en tus ojos y tu sonrisa deseo cumplido deseo por cumplir te amo te quiero en un beso en un abrazo que es amor y luz que es sentido de lo exahusto en tu mirada de amor en tus ganas de estar conmigo ahora ,aqui y siempre porque te quiero porque te siento mi novia que tanto anhele
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Poeta
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Se marchito como la flor, Lentamente se le fue su color, Combatió y combatió, Con su espíritu y con su dolor, Su sonrisa se apago, Su mirada ya no destello, su corazón no renuncio, Siguió irradiando amor, El cáncer se la llevo, Dejándonos con rabia y dolor.
Sergio A Hincapié Arenas…Antar
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Poeta
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