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Habito invisible
"Con el hábito habitamos el hábito invisible"
Clama el clima ser un clarín. Clarín de paz... Va el veloz huracán. ¡Pincel, cincel, pluma y cuerda!. Curvas en la vida, curvas en el arte. ¡Anhelantes armonías bajo el viejo lago!.
Con el hábito tenía una piel de domingo. Y girasoles en el sombrero, cubierto. Cubierto de viernes lunes, por las frenéticas sombras. ¡Primaveral y dulcemente teñido!. ¡Por la tarde tibia y majestuosa!.
¡Invisible habitar la vida!.
La muralla fuerte cabalga noblemente. Invisible. Él, fiel vencedor de duelos crueles. ¡Hábito qué habita!. Las flores vibran encendidas. Las frutas espumando platas.
¡Dulces confidencias derramando al viento!. Él, huracán, adorable peregrino. ¡Por el arte!. Hábito invisible, monje del destino. ¡Creador!. Doblando las maderas de los cielos. Doblando las rendijas del salitre. Él, incubador, del follaje melodioso.
¡Invisible habitante del destino!.
Fecundo, insinúa la bóveda estrellada. ¡Cuál canto incomparable del zenzontle!. ¡Huracán creador de fantasía!. Apacible enamorado. Él, artista, monje del destino, con el hábito. ¡Invisible, encarna, encarando las pasiones!.
¡Altares vigorosos y existencia ardiente!. La helada realidad y los ensueños abandonados. En el fondo de ásperas mañanas. ¡Qué funden lágrima y sudor del cuerpo al alma!. El huracán, huraño, del interior, humano.
¡Sentir invisible hábito!.
Cuando, heridas todas las calles buscan, la creación en paz, un frasco de fresas, pinturas monumentales, poemas musicales, entre el negro fango, del sufrir inútil.
¿Porqué, porqué?. ¡Cuántas escaleras hay!. ¡Cuántos cielos faltan por llenarse!. Innúmeros cadáveres caminan, y en las torres, desayunan cucarachas. Hablan y hablan. Hablan detrás de las cavernas. ¡Con el remedio de saliva!. ¡Con la garganta salvaje!.
¡Invisible sentir habito!.
Insensibles hay, mil tambores y tabernas, en las últimas pirámides, de liana. En el papel, tintas, cinceles, dolores, sabores. ¡Carnes de todos colores!. Acuarelas, piedras, águilas desplumadas, óleos, nopales, y secos senderos perdidos, en degollados futuros.
Y de postre, un león sodomiza una lombriz. ¡Una lombriz!. Si, una lombriz de caverna. Dicho han, uno y otro día, mil veces. Mil mismos, las mismas cabañas.
¡El creador invisible habita!.
Día tras día, siglos astronómicos. Dolores del océano, cielos rojo sangre. ¡Rojos de muerte, llantos rojos!. ¡Cómo perros disecando cada ladrido!.
Y los monjes, decorando de aleluyas mil campanas. Dorando grillas lenguas y nobles iguanas. ¡Si habla el veneno, callan las pestañas!. ¡El arte extinto, pinta al pálido mañana!. Con el hábito invisible. ¡Día con día, igual, invisible!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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El final inicia y por las calles se oye el caminar de la milicia, los revolucionarios buscan justicia sobre aquellos que destrozan vidas por codicia, la batalla empieza y las balas vuelan, golpean cabezas mas no importa cuántos mueran la guerra continua y la muerte no sacia su sed de sangre, la cultura moribunda y la sangre solo la lava el llanto de una madre, un corazón se parte en mil pedazos al tiempo que otro deja de latir, un arquitecto repara lo destrozado tan solo para que lo vuelvan a destruir pero con un objetivo, un joven toma un arma y en su mente pensamientos de rebelión, tatuado en su alma el plan de acción de aquella revolución, toman ciudades y puestos de avanzada, luchan contra el gobierno y contra su guardia armada, se prepara una emboscada contra un equipo de rescate, tienen la calle minada y solo esperan el ataque, después de varias horas llega un convoy militar y en silencio los rebeldes esperan oír el detonar, las minas explotan y mientras vuela el humo se oye un silbido segundos antes de que se abra un fuego enfurecido, en el suelo rebotan balas al tiempo que un soldado se desangra y un líder huye pidiendo a sus soldados que sean fieles, ciudad por ciudad su gobierno comienza a caer, mas la sangre de los soldados no purga la de los rebeldes y mientras la contingente avanza en Trípoli, la larga lucha se acerca a su final, mas solo le espera una lucha aun más difícil al pueblo libio mas la voluntad incorruptible de aquellos hombres será la fuerza que ayudada de conocimiento sacara adelante aquel país
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Poeta
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TAL VEZ DE NOCHE
Una noche con la muerte de diez años, vi las cosas equivocadas. Cuando recuerdo tus secretos sueños, veo danzando los olvidos. ¡Vivo, helecho, rebaño, balando!. Un corral de ceniza, de raíz establo. En la transparencia de los bosques. Los dos, ciruelas, acostados. En la playa del remedio. Deformado, dolor, sin rostro, sin rostro. ¡Cataratas de sangre muda!.
Tal vez de noche.
Los dos secretos recuerdos. Los dos sueños olvidados. Del compañero, polvo mañana. Igual al mío. Mañana, mañana. ¡Tal vez de noche, sueñe!. En el morir. ¡Qué muero vivo!. En el vivir. ¡De los gusanos qué ríen!. ¡Qué las mentiras decoran dulces!. ¡Cuánto Venus olvidado!. Y Marte, fornicando húmedo. El piso sangrando auroras. Con la danza de la lanza. ¡Los sueños son secretos!. ¡Y tus transparencias bosque!.
Tal vez de noche.
Una noche, de lágrimas cadena, vi más cosas, equivocadas. ¡Luces retorcidas de palabras!. ¡Palabras retorcidas de luz!. Unos ayudantes de su dios. Otros abiertos, publicistas. ¡Del rebaño indiferente!. ¡Esclavos del perdón!. Deforme inmóvil. En el corazón, hielo, que olvida ser. ¡Libre, agua turbia y seco desierto!. ¡Esperando!. Gratuito su edén. Tal vez, tal vez, siempre ha sido un tal vez.
Tal vez de noche.
Dos millones. Añejos espejos. Ven las dos. ¡Dos humanidades!. Y el fracaso del diluvio. Y glaciación. Las cavernas son distintas. Y distintos los lenguajes. ¡Pero!. Las dos humanidades siguen iguales. Sin mover un solo dedo, justo, hueco, diario, que camina, que injusticias vende. ¡Un eterno esclavo de sí mismo!. ¡Un sí mismo!. ¡Qué no existe!. Cuando recuerdo las vidas, que se han ido.
Tal vez de noche.
Las dos ciruelas y planetas. Veo tanto secreto olvido. Tus danzas por la vida. ¡Hombre sin remedio!. Sueños de millones. Años. ¡La historia sentida!. La involución sin sentido. Dos secretos. Tal vez de noche. Dos secretos olvidos. ¡Tal vez de noche, las dos humanidades! Una noche. Con la muerte. ¡Vi las cosas equivocadas!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Si en un adiós se pudiera resumir todo lo vivido con sentido… la vida sería un jolgorio distendido de amores, pasiones, cuitas y emociones Sería como tener el día y extrañar la noche tener la noche y desear el día… saltarnos a la garrocha un bello atardecer y no disfrutar del celestial sonido del amanecer. Pero el amor no aprisiona, el amor libera aligera el camino para que el amor encuentre al amor para que la felicidad sea, lo que el corazón quiere y sobre ese querer… nada puede el saber. Hoy la tristeza embarga mis horas… y en cada pensamiento divago en tus sueños. Y en la maraña de tus devaneos... perdido espero vuelvas a mí amorosa, no importa que vengas… en un viejo tren. auris/Delalma Sábado 27 de agosto del 2011
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Poeta
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Con el miedo de necesitarte, aullo a la luna de tus ojos quebrados, de costado y sin honor respiro tu espalda afilada de semblantes narcisos y féminas plumas blandas. Me embriagan tus silencios de tumba, dejando bajo llave el dios de tus andares. Le sudo en tormenta a tus sueños de los que no soy dueño. Me sumaste a tu lista de fracasos pendientes, mientras te castigo con el ardor de mi ausencia. Pasan las horas ni me olvidas ni te olvido, ya no tienes donde rasgar tus uñas, se te a terminado el vicio vacio de amarme. Ya me aprendí de memoria el perfume de tu ignorancia: mujer.
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Poeta
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La noche que nació de entre tu pelo vacío viene atascada de mareos y de humos, la sonrisa hiriente de mi piel clandestina hoy murmura tus latidos de mujer regalada. Con la luz incendiada de estas manos tocando todo y no queriendo nada rinden tu homenaje en horas en desuso. Jugando con tus latitudes en caricias ególatras te alcanzo a comprender, te logro absorber. Eres dulce amargura que envenena las tardes, dejando caer la ropa, el peso de mis engaños y mi saliva. Eres mujer de lo que aun no pide mi lengua atormentada, de lo que aman estos vasos transitados. Te espero desde el odio, aquí, en el hombro izquierdo tengo la huella de tus quebrantos. La duda evaporada de los corajes a contraluz.
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Poeta
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EN UN PEDAZO DE PAPEL
En un pedazo de papel se abarata la vida. Cerezo el pecho mil ventanas quiebra. Enterrando el hambre de otro consuelo. Miel inviernos terrazas e infiernos. Con cada noche que teme su carrera. Recién nacidos paisajes, alfileres vendiendo. Años de suelo, llorando vulgares ensueños. ¡Tarántulas jinetes de cobres cabras!. ¡Ocurra lo que ocurra!. ¡Ocurra lo que ocurra, en un pedazo de papel!.
Lugares vacíos, sin brillo la mirada. Tiemblan espejos a lo lejos, pardos. Odios hipnóticos, bestias sin mezcla. Tocando apagados faroles. ¡Comedidos!. Sorprendidos. Entre diestros. Siniestros. Entre cortinas. Sombras. Entre cristales.
Diques intactos del eco, queja sin ayuda. Blancas estremecidas, las faldas, volcánicas. Un regalo de frente arrugada. Entierran de plata cada polvo. En el gozo de lo terrible, quitando la vida. Verde campana, roja cien veces. En el altar quedaron los sueños enredados. Azul eco, de tonos erizados peces. ¡Mudos desvelos con ojos ansiosos!. ¡Donde relucientes muerden sus colas!.
En un pedazo de papel, en un pedazo de papel. ¡Donde panderos fruncen la gaita!. Negros destinos, canción del olvido. ¡Qué larga fatiga, susurran las paredes!. Nidos de breves instantes. Palabras de puerta en puerta. ¡Del uno tras otro, cara a cara!. Horizonte sin vida, rígida espera. ¡Donde pasan las horas punzantes!. Y los jardines doblan las sombras.
En un pedazo de papel se abarata la vida. En el nuevo mundo del miedo, de túnica blanca. Y ufano degüella palomas, claros lirios. ¡Sobre holocausto que se repite!. Pétalos de acacia. Un adiós para siempre.. ¡Ave del gran osario!. En un pedazo que al ser abrasa. En la madrugada de labios rojos. En el hambre, lacerada fértil. ¡Alimento de estúpidas cifras!. En un pedazo de papel se abarata la vida.
Óleos. Jardines encarnados. Terciopelos. ¡Deslumbran sin piedad!. Vespertinos. ¡Al inerme plasma!. Infames. Crepúsculos cactus. Virus. ¡Descarnadas agonías!.
Se abarata la vida. Se enriquece la muerte. En un pedazo de papel. Al arbusto labial, de todos los murmullos. ¡Más allá de monosílabos, brillan los insectos!. Amorosa conciliación de vegetales alambres. ¡Aglutinantes, erosiones, algebraicas!. ¡Perceptible conmoción apenas!. En un pedazo de papel. ¡Se abarata la vida, se enriquece la muerte!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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[img align=center]http://www.latinopoemas.com/uploads/img4e5fb20027ef1.jpg[/img] Alfarero de letras soy, creador de fantasías, porque donde quiero que voy encuentro elementos para mis poesías.
Constructor de pensamientos, de frases y oraciones, que describen mis sentimientos y a veces conquistan corazones.
Moldeador de anhelos, creyéndome poeta soñando por arriba de los rascacielos, con imaginación viva e inquieta.
Las letras son la arcilla, constituyen la materia prima, que dan vida y simetría a los versos de mi rima.
El tiempo ha sido el torno donde he esculpido mis ideas mi corazón ha puesto el adorno para que hoy tu las leas.
La vida me ha dado el matiz de los colores, Dios la sabiduría para crear versos a la musa de mis amores o diversas cosas que me han de inspirar.
No soy un Loarca, Borges o Neruda, quizá soy un poeta del montón, pero sin lugar a duda, lo que escribo nace del corazón.
Por que su lugar en la historia ya han apartado apellidos como Mistral y Otero que hermosos versos nos han regalado y emularlos yo quiero.
Por ahora soy solo un soñador, que admira al Amado Nervo, alguien que quiere ser escritor y aunque pasen los años la fe en eso conservo.
Soy un loco enamorado de los grafemas, de ascendencia latina, empeñado en escribir poemas, en esta tierra chapina.
Soñando con ser conocido y mi huella en este mundo dejar, no pasar desapercibido, para que en el futuro alguien me pueda recordar.
Alfarero de letras soy, pero aun no soy maestro, siguiendo esa ruta voy pero el tiempo dirá si para esto soy diestro.
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Poeta
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Se puede mirar, sí hay luz en tus ojos.
El destello de un arco iris ilumino el espacio reflejante de mi alma enamorada, una iluminación que no produce calor, solo la sensación de no estar solo, ¿pero como estarlo?, si hay millones de estrellas en el firmamento, millones de almas queriendo encontrar, tal vez una oportunidad al amor; y entonces el retumbe de mi voz que implora -¡quiero vivir, amar!- y es cuando el brillo de tus ojos me muestra lo inalcanzable que puede ser la luz, esa que se puede mirar a través de todas las cosas que nos unen y que resaltan cuando tú me miras a mí.
Y más y más cosas sucederán y yo…y yo, ya no estaré ahí!!! ® ALEK666 ® TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
® ALEK ® Puedo decirte mil formas de amarte… Pero ninguna se comparará con el estar realmente contigo.
© Copyright 2011 – All Right Reserverd © Todas las cosas cambian, y el amor hace cambiar a las personas!!!
h t t p : // a l e k 6 6 6 . e s . t l / H o m e . h t m
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Poeta
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Cuando llora el sol lagrimas de oro y tu intentas calmarlo con un verso, cuando la luna tiñe de rojo el mar con su luz iracunda y tu intentas usar tu alma para reflejarla con la pureza de esta, cuando el viento grita de dolor y su caricia se ha vuelto áspera mientras tu intentas devolverle su calidez con tus sentimientos, cuando el rio detiene su andar sobre su lecho y tu intentas remar en él para que retome su empresa, cuando el cielo te da la espalda y tú te alzas con tus alas de libertad para perseguirlo , cuando el suelo no sostiene más tus pasos y tú haces del cielo tu sendero, cuando sientes que el mundo se está terminando pero aun quieres hacer algo por él, cuando recibes un saludo vacio y respondes con tu mejor sonrisa, cuando el papel esta en blanco y plasmas en el lo que sientes, cuando tu realidad se siente incompleta y tú fusionas tus sueños con ella, cuando miras soledad en el rostro de quien amas y rompes sus preocupaciones con un abrazo, cuando notas en quien amas una sed de amor y tú le regalas un beso, cuando ves a alguien cuya esperanza se desangra y tú la curas con palabras de aliento, cuando alguien derrama una lagrima y tú la limpias con la más suave de tus caricias, cuando ves a alguien caminando por el laberinto de silencio violento y rompes sus muros con tu voz, es en estos y en otros tantos momento en los que siento que la vida vale la pena
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Poeta
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