Poemas de amor :  Las Únicas Estrellas (poema pastoril 5)
A la noche se le volcó su perol de luciérnagas,
y allí quedó: de bruñida boca para la tierra,
salpicadas sus crías de luz en su túnica negra.

¡Menos mal que algunas cayeron a la huerta!
Recoge las que guiñan, amor. Y yo, aquellas;
que como alcanzables, serían las únicas estrellas.
Poeta

Poemas de amor :  Disecándose...
DISECÁNDOSE

Entre las olas el viento se baña,
sus lágrimas de flecha y fechas,
en las gotas del pasado cargando,
la pura voluntad pasajera del otoño,
amarillo en la pradera tempestuosa,
negra la paloma desempleada sufre,
verde al cielo ardiente confidente,
enrojecido enmudecido envanecido,
por el agua del metal del campanario.

¡No!. El remedio amargo es el destello,
en la vitrina dibujando en hielo flores,
medallas temblorosas en dulces días,
caminos polvorientos en noches frías.

¡Sí!. Asustando al bosque con gotas,
de aserrín de hachas de fuego de sequía.
¡Qué incuba huevos en la lengua larga!.
Arrugas del tintero entre las uvas flamas.
Veladoras boquiabiertas como estacas,
anudando al zapato escalofríos ligeros.
Entre los dolores redondos en la frente.
E iracundas las paredes hechas hueso.
Silencio.
Las tumbas sepultan las noches,
del humo que muere gritando,
en pedazos de historias del polvo,
en recuerdos que muerden presentes.
Silencio.
¡El viento, disecado, disecado, ha sido bañado en lágrimas secas!.


Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Poeta

Poemas de amor :  cami,el amor y el deseo
cami el amor y el deseo
de tus ojos
de tu piel
a cada instante te veo
a cada instante te tengo
por que sos ilusion de un viejo amor
por que sos amor de los buenos
en tu sol
en tu sentido
que te doy siempre
que te doy hoy
porque es increible lo nuestro
pero es real sensacion
siempre dispuesta a dar pelea
en tu sentido de lo unico
en tu amor unico
que hoy nos encuentra aqui
Poeta

Poemas de amor :  Mañana De Junio (canto pastoril 4)
Se truena los nudillos
frenética la leña
y artificioso el fuego
la mima y la sosiega.

Teñida por la escarcha
la encanecida hierba
espera que su verde
el sol rejuvenezca.

Igual, del astro insigne,
el limonero espera
que a cada fruto suyo
su lagrimón desprenda.

Distingo de la parra,
fosilizada y tétrica,
tullido su esqueleto,
de enracimar estrellas

y sorbo en la cocina
del mate su entereza.
Dibujo un corazón
con iniciales nuestras

al vidrio que esmerila
el vaho de la caldera
y a su través distingo,
en vertical hilera,

cuatro caracolitos
de rigidez hermética;
guardianes con coraza
que acantonó la tierra.

Afín, porque detallo
a metáfora y letra
mi mañana de Junio
rociada de belleza,

desabotona el techo
su acuosa capa gélida
y azota al cielorraso
cada botón que suelta.

Pero golpean las manos
(visita tempranera)
y cae mi última rima,
urgida gota trémula.

.
Poeta

Poemas de amor :  ¿EN REALIDAD ME AMAS?
¿Que necesitas para confiar en mi?
¿que te gusta?
¿que te disgusta?
son muchas preguntas,
de las cuales tendrás que responderme.

Al momento de verte,
al momento de estar junto a ti,
aún sigo buscando el verdadero amor,
que tanto escondes en tu oscuro exterior.

Mi amada Carmila,
¿que deseas?
¿que quieres?
para satisfacer tus instintos,
que están por estallar.

¿En realidad me amas?
dime que si,
o un tal vez no,
solo espero que esto resulte bien,
si no es así,
encontrare a otra alma oscura,
que esté enamorada de mi.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

Poemas de amor :  TE AMARE HASTA EL FINAL
Los días pasan,
el tiempo corre sin piedad,
busco a aquella mujer,
de quien yo me he enamorado,
con su belleza me ha hipnotizado.

Busco por tierra,
por mar y por aire,
por todos lados,
pero sin resultado alguno.

Espero poder verte de nuevo,
mi bella dama,
donde quiera que estés,
estaré contigo,
hasta el fin de los tiempos.

Te amaré hasta el final,
daría todo lo que fuera,
para seguir enamorado de tu belleza,
tu encanto y alma,
estaré contigo hasta la eternidad.

Erick R. R. Torres
(Ángel Negro)
Poeta

Poemas de amor :  Vivo Donde... (canto pastoril 3)
Vivo, del obraje de estío de mi suelo:
el motorcito del obseso mangangá
que taladra de la siesta su puntal,
y el colérico violín de la chicharra.

El brindis copa en alto de las calas,
vivo, y cada fogonazo colorido
del atónito motín de los hibiscos.
¡Ah!, y la verde marejada del parral.

Vivo la regia inmodestia del rosal,
y allende el caserío, en ese campo,
los braseritos azules de sus cardos
y el corvo pestañeo de sus palmas.

Del limonero, su dádiva gualda
vivo, y contigo, nuestro solar y lecho;
los dos a ritmo como espiga y viento
bajo el rayo complacido de la luna.

Vivo..., donde no me dejes nunca.

Poeta

Poemas de amor :  Ráfagas (canto pastoril 2)
Una ráfaga de viento y teru-teros,
roza la casa ceñida de garúa,
digita las mil dagas de la palma
y se aleja dando paso al aguacero.

Éste impone su dinámico solfeo
al tosco 'piano' de zinc acanalado,
y debajo, entre sábanas se abriga,
la dócil placidez del amor hecho.

Mientras mimo tu perfil y tu cabello,
tú divagas enlazada a mi costado,
y en mi mente, quimérica, incesante,
como ráfagas, golpean estos versos.
Poeta

Poemas de amor :  Melancolía De Escampe (canto pastoril 1)
Un azul pertinaz de cielo escuálido
con su rastro de llanto en las mejillas,
me desmenuza el alma en nubecillas,
que desvaído sol, orea menguado.

Y me entristecen, en súbito gemirse,
desde el enhiesto juncal de la rivera:
el ave acuática y la rana plañidera,
en su congoja quizá, de tan felices.

Y más triste, más triste me lastima,
el leve arrullo confortado en el ocaso,
de la torcaza, su amor acurrucando
entre las ramas, sin mi melancolía.

Y más quebranto aun, es estar solo
y confrontado por intrínseco sentir
dilucidando que tu humano devenir,
jamás descifrará mi anhelo ignoto.

Pero de pronto, con júbilo y sosiego
de tus caricias, mi pena se resarce:
¡Por fin!, tu arribo emancipó la tarde
cuyo esplendor hirió mi desconsuelo.
Poeta

Poemas de amor :  Carta De Amor A Tu Abandono
Fecha: Perpetua.

Amor: doquiera que te encuentres,
te cuento que el repecho con asfalto
de nuestra callecita sensiblera,
(nuestra rampa a la luna) sigue intacto.
El plátano seco con sus tres pálidos dedos,
como guardia-civil con guante blanco,
sigue dando señal de alto a mi nostalgia
bajo el foco cabizbajo de la esquina.
El firmamento sí, se me hace más redondo
y percibo más filoso, aunque sereno,
como con rabia de tu ausencia, su lucero.

Yo sigo como siempre: divagando
y dando largas a mi vida, y a los hechos,
de escribir el gran poema o que tú vuelvas.
Y, aunque consciente de tales imposibles,
me gusta imaginar que por quimeras,
merecen rondar mi alma complacidos
de dispensarme, ilusa, su inocencia.

Como siempre, amenizando mi desvelo,
apronto el mate amargo en la cocina y,
sobre ‘el vidrio que esmerila con su vaho
trinando cadenciosa la caldera’, dibujo
por ejemplo: tu silueta, o alguna telaraña
cristalina, donde dejo suspendido tu recuerdo
cuando salgo a proveer mi otra existencia.

Sin más, me despido esta vez yo,
y al no saber de tu secreto paradero,
será una intrínseca carta que me escribo
y deposito esperanzado en la fisura
que le abriste sin querer con tu renuncia
a mi puntual y enamorado corazón.
Quizás, un pico de paloma compasiva
o la flechita de algún ángel solidario,
deje caer entre tus manos, mi misiva.

Te mando besos por si acaso consideras
catar al menos uno, de los nuevos.

Sólo tuyo, más allá de que envejezca:

Juan Querencio.
Poeta