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No soy joven ni soy vieja Depende de quien me vea Si alguien que quiere un consejo Pueda ser que parezca vieja Si alguien que quiere alegría Puede ser que parezca niña
Soy la juventud envejecida Soy la vejez rejuvenecida Soy como niña que ríe Al ver a un gato corriendo Soy como vieja que llora Al ver a un hijo sufriendo
Soy inocencia y experiencia Soy candidez y malicia Soy el agua de la roca Fresca para beberse Soy el sol del desierto Abrasador inclemente
Soy todo y soy nada Soy ambigüedad dudosa Soy lo que soy Sin reloj pero con tiempo
Sin parsimonia exijo De la vida lo que es mío De la muerte nada quiero Pues ya se que es lo certero Joven o vieja no importa Esperando lo que espero A cualquier edad es bueno Saber que soy lo que soy Saber que soy como quiero
©Vicky Toledo
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Poeta
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Desesperación...Helada voz
Permaneció la voz, la llama. ¡El bosque!, Parado, transformado. Bello. Inmóvil en el cielo. Con el rocío de los claveles. Los abriles. ¡Marzo y mayo!. Ojos. ¡Primaverales!. De nieve, buena y gentil. ¡Piedra!. Con alma noble.
Cayó hermana de la tierra. La pena. ¡Sin padecer!. La llamada. Noche. Fiel al cielo. Llorando cada estrella. El tiempo, sagrado compañero. Día pendular___ Entre momentos.
En circulares estaciones. Mil quejas, amores. ¡Pasiones ardorosas!. Pedazos. Latidos del corazón.
En los imposibles que persiguen. Lo transitorio de la vida. Más. ¡Más!. Fantástico que perenne. Profundo mal. Perdida la consciencia. El mundo mudo. (No muda, ni cambia, ninguna palabra). El mundo. Inmundo. (Ahora, se inclina, declinando su consciencia). ¡Antes, cárceles, del alma el cuerpo teme!. Morirse. ¡Como cuándo! (Nadie sabe). El mundo se inclinaba. Cada día. Con más problemas. Y... Permaneció parado inmóvil. ¡Con los ojos de piedra!. Cayó la noche. Llorando el día. En mil pedazos. ¡En lo más profundo!. En el mundo. ¡De lo inmundo!.
Uno solo nada ha aventajado. Dos. ¡Después buenos!. Ven, sí. Dos. Tres. !Pasados candados. Ser, eres. Cuatro. Futuros dudosos. ¡Dentro!. Cinco. Mañanas encima. ¡Fuera!.
Imposibles. Sin hacerse. Uno mismo. En cada día. ¡Arenoso bosque!.
Una hoja en mil. Otoños. Mil retoños. Sin raíz. ¡Zarpa ninguno disperso!.
Nada. ¡Después!. En los pasados. !Futuros! Entre las cinco mañanas. Las Cinco mañanas. ¡Cinco otoños perdidos!. Imposibles. ¡Bosques dispersos!. Y... ¡Encima buenos candados!. ¡Dudosos!. Uno a veces. De pasado. Cada día hace.
En la desesperación. Hielo en la voz. El hilo pierde (Hiel, hilo, hielo). Helada en el bosque. En éste mundo, inmundo, con desesperación.
La voz, hila, hiel, helada en el bosque. Desesperanzada espera sólo un árbol. La voz. Labios. Secos ecos desesperados. En la voz. La Voz, el hada en el bosque, alada y salada desespera.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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UNA HISTORIA URBANA
En la ubre abre la leche. El camino. La sandalia. El jardinero. El banco. De leche. El. Niño... Llorando su camino. La vaca, el pasto, campo verde. Abre vientos. Limpia Urbes. Mejores verdes. Caminan las sandalias. Del jardinero. En el banco, verde, el niño. Llora y reza la madre. Por la leche, verde, pasto. En la ubre.
En la Urbe. La madre. Del niño. Del jardinero... Pobremente. Abriéndose, un bolsillo. ¡Nada encuentra verde!. Ni el camino su sandalia ni una vaca...
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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te extraño,te siento,te pienso sos deseo y pasion de horas ya vividas de momentos como estepas estelares en tu mirada llevo guardado mi corazon herido por tu ausencia por tu sentimiento por tu amor que volvera siempre volvera
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Poeta
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te extraño,te siento,te pienso sos deseo y pasion de horas ya vividas de momentos como estepas estelares en tu mirada llevo guardado mi corazon herido por tu ausencia por tu sentimiento por tu amor que volvera siempre volvera
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Poeta
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PACÍFICO ATLÁNTICO
No velas en los barcos. Las lunas, los domingos. Cada semana... Semilla. Un mes, una milla... ¡No nudos desnudos!. No veles las flamas. Velando los rostros. Las caras son risas. ¡Son cantos, sonatas, sinfonías!.
No flamas en velas sin barcos. ¡Novelas!. Del mar, ballenas, delfines. ¡Principios submarinos!. En el mar tez de pescado. De verduras baratas y gatos. ¡Qué quita un jarabe por el aire!. Una vez. Cada seis horas cucharadas. O gotas de lluvia, trenzada. En el bosque. Mudo el mar, tez de miércoles. Y lechugas.
No velas, ni flama. El gas inflamado. ¡Ceniza, cenizo!. Ceniza, ceniza, ceniza. La bandera como la paz de novela. Bandera Como La Paz De... No vela... No barco. Ni en la paz de lengua. ¡Paloma!. Blancasi no, fuera gris en el mar. Atlántico, pico, pacífico. ¡Solo muerto!. Candado, el dado cadenear cualquier barco.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Perdona Amiga
Quisiera sacudirte el cuerpo Hasta dejarte temblando Sacudir tu alma obstinada Y hasta darte una bofetada Intentando despertar tu conciencia Ciega de algo que ya no es amor
Perdona amiga mi violencia Pero es que me desespera Ver como arrastras tu vida Por el lodo de la ignominia Todo en nombre de un hombre Que nunca te dio valor
Perdona amiga mi vehemencia Pero pienso con tristeza Que la mujer que tú eras Se ha convertido en guiñapo Con el que limpia el fulano Sus deslices y traición
Perdona amiga mi exabrupto Yo también he sido herida Y por ser mujer y amiga Me duele tu pesadilla Que un día fue sueño de amor
©Vicky Toledo
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Poeta
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Hubo momentos en que no sólo me olvidé de mí, sino también de lo que soy. hoy dia, es uno de ellos, en los que perdido en la nada, no encuentro paz ni en las manos ajenas. Sí, en mi vida, si se puede llamar así, hay tres cosas: la incapacidad de hablar, la imposibilidad de estar en silencio, y la soledad, que es lo mejor que he hecho.
-Me interrumpo para señalar que me siento extraordinariamente bien. Quizá sea el delirio. -
DEPLORABLE MANÍA
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Poeta
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Este humo raticida que me enfria por dentro y por fuera, fumando la absurda tonada de un necio incomprendido, sin ganas de comprender. Veo el amor esparcido al azar como granos de luz sincera Esta noche no habrá bocas abiertas, ni sangre dilatada rodeando apendices.Estos ojos flacos y lejanos de un sueño confuso que se apaga frente a mi como miedos palpables, sorbiendo a tragos el olvido me uno a las filas desamparadas de la razon comunitaria, convencionalista, verdadera, común… Considera la tortura de la tarde como la camisa desgarrada de una noche con manos de mujer.
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Poeta
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¡Y bien! aqui estás ya... sobre la plancha donde el gran horizonte de la ciencia la extensión de sus límites ensancha.
Aqui donde la rígida experiencia viene a dictar las leyes superiores a que está sometida la existencia.
Aquí donde derrama sus fulgores ese astro a cuya luz desaparece la distinción de esclavos y señores.
Aquí donde la fábula enmudece y la voz de los hechos se levanta y la superstición se desvanece.
Aquí donde la ciencia se adelanta a leer la solución de ese problema cuyo sólo enunciado nos espanta.
Ella que tiene la razón por lema y que en tus labios escuchar ansía la augusta voz de la verdad suprema.
Aquí está ya... tras de la lucha impía en que romper al cabo conseguiste la cárcel que al dolor te retenía.
La luz de tus pupilas ya no existe, tu máquina vital descansa inerte y a cumplir con su objeto se resiste.
¡Miseria y nada mas! dirán al verte los que creen que el imperio de la vida acaba donde empieza el de la muerte.
Y suponiendo tu misión cumplida se acercarán a ti, y en su mirada te mandarán la eterna despedida.
Pero, ¡no!... tu misión no está acabada, que ni es la nada el punto en que nacemos ni el punto en que morimos es la nada.
Círculo es la existencia, y mal hacemos cuando al querer medirla le asignamos la cuna y el sepulcro por extremos.
La madre es sólo el molde en que tomamos nuestra forma, la forma pasajera con que la ingrata vida atravesamos.
Pero ni es esa forma la primera que nuestro ser reviste, ni tampoco será su última forma cuando muera.
Tú sin aliento ya, dentro de poco volverás a la tierra y a su seno que es de la vida universal el foco.
Y allí, a la vida en apariencia ajeno, el poder de la lluvia y del verano fecundará de gérmenes tu cieno.
Y al ascender de la raíz al grano, irás del vergel a ser testigo en el laboratorio soberano;
Tal vez, para volver cambiado en trigo al triste hogar donde la triste esposa sin encontrar un pan sueña contigo.
En tanto que las grietas de tu fosa verán alzarse de su fondo abierto la larva convertida en mariposa;
Que en los ensayos de su vuelo incierto irá al lecho infeliz de tus amores a llevarle tus ósculos de muerto.
Y en medio de esos cambios interiores tu cráneo lleno de una nueva vida, en vez de pensamientos dará flores,
en cuyo cáliz brillará escondida la lágrima tal vez con que tu amada acompañó el adiós de tu partida.
La tumba es el final de la jornada, porque en la tumba es donde queda muerta la llama en nuestro espíritu encerrada.
Pero en esa mansión a cuya puerta se extingue nuestro aliento, hay otro aliento que de nuevo a la vida nos despierta.
Allí acaban la fuerza y el talento, allí acaban los goces y los males allí acaban la fe y el sentimiento.
Allí acaban los lazos terrenales, y mezclados el sabio y el idiota se hunden en la región de los iguales.
Pero allí donde el ánimo se agota y perece la máquina, alli mismo el ser que muere es otro ser que brota.
El poderoso y fecundante abismo del antiguo organismo se apodera y forma y hace de él otro organismo.
Abandona a la historia justiciera un nombre sin cuidarse, indiferente, de que ese nombre se eternice o muera.
El recoge la masa únicamente, y cambiando las formas y el objeto se encarga de que viva eternamente;
La tumba sólo guarda un esqueleto mas la vida en su bóveda mortuoria prosigue alimentándose en secreto.
Que al fin de esta existencia transitoria a la que tanto nuestro afán se adhiere, la materia, inmortal como la gloria, cambia de formas; pero nunca muere.
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Poeta
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