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No, no fue extravagancia el beso dado,
ni desvarío por robarte el tino,
quizás solo fue un poco libertino
culpa mi corazón, de haberte amado.
No sufras por haber sido robado,
lo sentí por mi boca tan divino,
y, aunque si disfruté el sabor del vino,
¡que dolor de cabeza me ha causado!
Yo que tanto soñé con este beso,
nunca pensé que para ser logrado,
todo un descuido y ¡zaz!, beso robado.
Y he de seguir robando lo confieso,
aunque por ello me juzgues avieso,
yo, pillo que jamás seré tu amado.
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Poeta
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Cuando yo muera y este mi cuerpo inerte,
conmemórame amor y nunca llores,
y pon sobre mi tálamo de muerte
el hermoso cantar de ruiseñores.
Y si tus ojos la amargura vierte,
deja que la embriaguez de tus pesares,
en viento de sosiego se revierte,
al fin mi barca cruzará otros mares.
Porque aquél que acabó con sus condenas,
solo podrá ya ser simple mestura,
olvidado entre nardos y azucenas.
Déjame en mi serena positura,
que yo reposaré en las almenas
del alma solitaria, siempre oscura.
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Poeta
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Esta amargura que mi alma revela
este cansancio en el que estoy perdido,
este escozor que me mantiene herído,
la tristeza que recorre mis venas.
Este ver pasar las noches en vela,
en eterno pensar cosas sin sentido,
no sentir ya del corazón latidos,
y el sentir siempre en mi vida penas.
Sin ilusión el corazón espera
terminar la angustia y la fatiga,
y en las pupilas detener el llanto.
Si bien en mi locura voy sintiendo,
que aunque la vida siga maldiciendo,
termino siempre por desearla tanto.
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Poeta
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Siente correr mis ansias por tus venas,
puedes sentir mis besos en tu boca,
puedes despertar en mi ansiedad loca,
y sacarme la miel de mis colmenas.
De tus senos estan mis manos llenas,
y de tus placeres,mi cuerpo evoca
aquella sensasión de tu alma loca
colmando mis anhelos y mis penas.
LLevo por dentro el fuego que te quema,
que invita a tu boca provocante
incitar que algo en mi se levante.
Y te abrazas a mi, como las olas
se abrazan a la playa,que desnuda
al beso de la brisa se acrisola.
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Poeta
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Cabuliwallah
Tagore hablaba un día de un mendigo en Calcuta
con un saco nostálgico y un recuerdo sombrío,
la pesadez del hambre colgaba en su atavío
como la escarcha sórdida al final de la ruta.
De porcelana el hombro y los pies de recluta
probó a ser transparente como el agua del río
y en la conciencia clara de un puerto sin navío
acabó siendo el reo detrás de una disputa.
Somos el papamoscas que busca en el sendero,
mas allá del instinto de la burla o la risa,
montañas de coraje con la esperanza en vano.
Hambre que azuza el vientre no tocará el pandero
en las transpuestas sombras del agobio o la prisa.
Mendigos de Tagore sin su samaritano.
Max
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Poeta
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Rastreo oculto en la arena tus huellas,
simples pisadas trato de encontrar.
Hasta aquí me guiaron las estrellas,
pasos lentos resultan al tratar.
De tu aroma respiro solo pellas.
¡Si el olor de tu piel me deja entrar
al lugar donde moran las doncellas,
quiero un amor incógnito encontrar!
Te vas dejando marcas en el alma,
ocultas en el inaudito mar.
Sabor amargo deja el cruel destino.
Cuando falla el amor, tolerar calma,
quiero contigo estar, volverte amar.
Te cruzarás de nuevo en mi camino.
Julio Medina
26 de mayo del 2011
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Poeta
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Una vez tuve un sueño
me daba fe y esperanza,
era la estela de un ensueño
vestía de luz mi añoranza.
Deseaba con empeño
realizar esa acordanza,
donde yo sería el dueño
de tu amor y confianza.
Pero nada fue cumplido
se metieron otras manos,
que tus sentidos cambiaron.
Ahora me encuentro dolido
por sentimientos sananos,
que de tu amor me alejaron.
Julio Medina
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Poeta
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Con el amargo sabor de las penas
del silencio imponiendo la barrera,
yo, sin fuerzas rompiendo esas cadenas
para estar oculto en la madriguera.
Llegaron los errores por docenas
de afiladas púas en la alambrera,
derramando sangre, la de mis venas,
el sosiego consume y desespera.
Me escudo en el silencio que está oculto
padeciendo de dolor y de llanto,
lastimado, pero no te interesa.
Destino, a tu recuerdo lo sepulto
muriendo en la tristeza de este canto,
que termina cuando el amor confiesa.
Julio Medina
18 de marzo del 2011
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Poeta
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SONETO DE GRATIDÃO
(José Antônio Gama de Souza-Balzac)
Louvo aquelas mulheres que me amaram
Aquelas mestras das quais nunca esqueci
Que de formas diferentes me ensinaram
Que tive apenas o amor que mereci...
As mesmas mãos que um dia me afagaram
Deram-me o adeus que tristonho recebi
Com sutileza e justiça me mostraram
Que tive sempre o amor que ofereci...
Com as lições devidamente aprendidas
Sigo na vida procurando outras guaridas
Na esperança de florir os dias meus
Pois o amor de uma mulher apaixonada
Encanta o homem que a torna bem amada
Tanto e tanto que o faz sentir-se um deus!
Leopoldina, MG.
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Poeta
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Esa mujer está hecha de madera
no siente ni provoca a la tristeza,
así ella ha estado por la vida entera,
no habrá quien le perturbe la cabeza.
No será del amor la prisionera
ella todo lo hace con aspereza,
me ha dejado esperando en la escalera,
en su alma está abrigada la rudeza.
Al olvido enterró sus pasiones
y se deshizo del amor que sentía,
su corazón las puertas ha cerrado.
Sigo atrapado a sus pretensiones
si pudiera dejarla, feliz sería.
La mujer de madera, yo la he amado.
Julio Medina
30 de marzo del 2011
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Poeta
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