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El sol estaba Y con ella Una porción del día.
Ave María comenzó ...
Que una brisa suave Con la esperanza de que correspondo Citando a su poesía.
A.J. Cardiais 10/12/2011
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Poeta
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Ilusiones absurdamente coherentes
Te pienso, nos pienso. Te veo, nos veo. Mañana triste Mañana gris Que hace aflorar mis emociones más profundas
Un té de Boldo, una sonrisa, un ave, un sueño, Todo parece atentar contra mi frágil alma Nada, todo. Todo, nada tiene sentido Depende del punto de vista de quien lo observe
Lluvia, lágrimas, Agua con la misma forma en fin Ambas provienen de un ciclo diferente, Una llena de sentimientos, la otra no o viceversa.
Todo es tan confuso, tan contradictorio. Tan simple y complicado a la vez. ¿Esto es posible? Parece que si
Brisa con aroma a primavera Flores, amor, ilusiones, y desencantos Están a la orden del día. Esperando expectantes.
Una mirada tuya vale más que mil piropos. Mentiras, verdades, desconfianza, realidad. Edad, ¿Quién piensa en la diferencia de edad? Yo, vos, ellos, todos, y aun así no nos importa.
Lo que para uno es bello o normal Para otro puede que no Vos a mi me gustas Y sé que yo a vos
Ilusiones absurdamente coherentes. Realidades realmente increíbles Amores correctamente correspondidos Verdades falsas que por lo tanto son mentira. ASÍ ES EL MUNDO, ASÍ ES LA VIDA.
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Poeta
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Resumen…triste resumen de esta soledad
Me molesta pensar que en tus pensamientos te molesto Me duele que mi dolor no te duela en lo absoluto Me conmueve una foto, solo una o tal vez dos Me inmuta verte, escucharte
Cuatro palabras al partir Tres lágrimas cayeron desde el balcón Dos personas Una promesa desgajada
Lamentos, ¡Cuántos lamentos! Llanto, ¡Cuánto llanto! Llamadas, ¡Muy pocas! Sonrisas, ¡Ninguna!
Resumen, triste resumen de la soledad. Abrazos ajenos repletos de todo menos de ti. Otros, “amor “temporario, efímero. Zozobra, sentimiento de angustia que insiste en invadirme.
Tantos días tantas noches Tantas lluvias tantos soles Planes, sueños, proyectos, deseos Olvido inyectado en la sangre y ya está, todo a la basura.
Un cuento ya ideado, una historia ya contada Una película con un final inesperado. Mi vida, tu vida, ya no son una Si no dos o cuatro.
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Poeta
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RIMA XII
Porque son, niña, tus ojos verdes como el mar, te quejas; verdes los tienen las náyades, verdes los tuvo Minerva, y verdes son las pupilas de las huríes del Profeta.
El verde es gala y ornato del bosque en la primavera; entre sus siete colores brillante el Iris lo ostenta, las esmeraldas son verdes; verde el color del que espera, y las ondas del océano y el laurel de los poetas.
Es tu mejilla temprana rosa de escarcha cubierta, en que el carmín de los pétalos se ve al través de las perlas.
Y sin embargo, sé que te quejas porque tus ojos crees que la afean, pues no lo creas.
Que parecen sus pupilas húmedas, verdes e inquietas, tempranas hojas de almendro que al soplo del aire tiemblan.
Es tu boca de rubíes purpúrea granada abierta que en el estío convida a apagar la sed con ella,
Y sin embargo, sé que te quejas porque tus ojos crees que la afean, pues no lo creas.
Que parecen, si enojada tus pupilas centellean, las olas del mar que rompen en las cantábricas peñas.
Es tu frente que corona, crespo el oro en ancha trenza, nevada cumbre en que el día su postrera luz refleja.
Y sin embargo, sé que te quejas porque tus ojos crees que la afean: pues no lo creas.
Que entre las rubias pestañas, junto a las sienes semejan broches de esmeralda y oro que un blanco armiño sujetan.
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Poeta
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RIMA I
Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifra capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, cantártelo a solas.
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Poeta
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Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha a contemplar, aquellas que aprendieron nuestros nombres... ¡esas... no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde aún más hermosas sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío cuyas gotas mirábamos temblar y caer como lágrimas del día... ¡esas... no volverán!
Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón de su profundo sueño tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido...; desengáñate, ¡así... no te querrán!
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Poeta
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REMINISCENCIA DE MOYOCOYANI
Oh!___Gran deidad de los Mexicas. ...El verdaderamente invisible. ...¡Qué va y viene por infiernos!. ...Cielos y tierra.
Oh!___El qué se inventa a sí mismo. ...Y no lo afectan el fausto ni pompa vana. ...Ni necesita palabras inútiles ó vanas. ...¡De ti recuerdo ahora mi espejo!.
Humeante. Aún hecho de polvo. Aún ilusión insubstancial. ¡Pienso sí también me invento!. A mí mismo de ficción y fantasía. Espejo y reflejo del instante. Del que me alejo...
Y En la sombra debo entrar, donde se abren como flores, los olvidos y los silencios.
Moyocoyani habitante del todo. Estás en mis fragmentos. ¡Del humo ahora polvo del mañana!. Y como el todo está en el interior. de cada fragmento. ¡Ahí va mi memoria!.
Con la fragancia del sueño. En la distancia del remoto futuro. En la estancia del cándido pequeño. Con la infancia del monstruo libre.
Moyocoyani... Moyocoyani. ¡Ahora te invento en mi invención!. A pesar del sufrimiento. Ardiente. Con los alegres cálices de ensueños. Evaporados. Con las tristes palabras enterradas.
Ya El reflejo soberano y maternal. ¡Es la ruina en germen!.
Allá donde la espina muere sola. Y la vida barre las últimas ternuras. Y son inútiles los días y noches. Allá dónde los siglos perecen.
Moyocoyani____¿De ti quién se acuerda?. No lo sé. Muchos hay. Hombres y mujeres que creen todavía. ¡Para enriquecerse solo!. Del fausto infausto y ostentación vanidosa. ¡Sin espejos y sin humear!.
De laberinto blando y débil noche. Del último pañuelo claro. Solo reminiscencia. La fuente de la vida inquieta seca. ¡Moyocoyani!. La madrugada de la paz extinta es.
Por Rebasar los límites, olvidados, de la historia. ¡Qué otros muchos antes!. ¡No se atrevieron a franquear!.
Reminiscencia del quizá. ¡Inventado dentro!. Lo que quizá haya sido la esperanza, de las sienes. (Y de muchas frentes). Reposar. ¡Para siempre!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez Información útil: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?s ... d=S0185-62862017000100009
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Poeta
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Desgirasolado...Globo
Ceñía umbrosa la rosa venturosa El intento del momento tormento Himno ¡Qué a la vida llegó tarde! Himno Hermano de la vana música Himno ¡Que a la muerte alumbra!.
Arpegio egregio prodigio subterfugio Tormento Del espejo, del afán envés soez Barroso Alabancioso del fétido cubículo.
Por el hambre del azufre vencedora. ¡Cubriendo velos con ausencias!. De mil inmensidades ínfimas. Simple. Topo y garrapata___Alevoso bandolero. En la orilla húmeda del segundo sueño. Eclipse de piel apolillada. Desgiraslado despilfarro. Vergüenza. Carne y hueso donde el espejo perece. ¡Hueso y carne donde la ceniza vive!.
Globo_____Ese nadie ignorado. Globo_____De sueños vacuos. Desgirasolado____De la mano amiga. Desgirasolado____Ese inmenso conocido.
El globo asolado gira. Y___Por comer el bloque, se resbala.
El globo asolado gira. Y___Por arder el rótulo, se jactaba. Congreso del don de las tarifas. Englobados. Girasoles en reversa.
Pobre globo gime lastimado. Con el amor. Desarmado. El alma cáncer tiene. El Alma... ¡Cáncer, cáncer tiene!. Las últimas sirenas del espejismo. Los primeros harapos del firmamento.
Globo. Siniestro y telescópico. ¡Humillado abismo resucitado!. El diestro féretro hermosea. El látigo verdugo moribundo.
Desgirasolado. El globo estéril palpita. El abyecto armario desvestido. Globo. De sombras y estrellas. Sedientos sedimentos. ¡Los girasoles se han petrificado!. Se Han Petrificado... En él, por él... ¡Globo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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La tarde es gustosa y clara, arde como un mocito enamorado y tu… conviertes un gesto frugal en primorosa impostura, sutil señuelo que me vence con tus pantaloncitos cortos de verano.
Caminamos… a través de la luz llana, junto al bronce de tus rodillas que espío ausente mientras conversas.
Las miradas nos arrastran sendero abajo junto al río, purpúreo arrullo que asoma del agua en cada salto descalzando el aire.
Tomo tus blancas manos y me siembras… a tu lado todo se empapa lento como mullidas nubes migrando perezosas al confín del horizonte.
Lamiéndonos bajo la piel brota una abisal gravedad que ya es algo lejano, azar que nos devuelve al mismo umbral de la inocencia.
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Poeta
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Peldaños cincelados en mi pecho caen hasta la debilidad profunda de un amargo cuerpo abierto… quebrado por aquellos primeros sueños que paso a paso los años fueron cumpliendo.
A la deriva entre muros que avasallan se inundan mis pulmones cansados y aturdido, ansío gritar… rugir hasta rasgar mi boca marchita.
Hoy sé… que me seduce tu atajo, el final obsceno del silencio partiendo en el último tren… para tropezar con los latidos perdidos de mi negro corazón inanimado.
¿…Y que nace de las sonrisas? pasa la gente aliviada con su piel preñada de vida… la respiro al cruzar, ansío su vehemencia y la inhalo con el ímpetu instintivo de quien se sabe culpable cayendo al vacío.
Al enjuagarme en los charcos se esfuma el reflejo y solo deseo seguir huyendo, solo huir ahuyenta los recurrentes murmullos que afilados hieren mi cabeza.
http://teyalmendras.blogspot.com/
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Poeta
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