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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Entre Cisnes de Cristal transparente sobre Pedestales, bajo potentes Reflectores de Luz Blanca o de Luz Ultravioleta alternativamente, en un Salón del que cae Agua del Techo como si lloviera, con Grandes Pantallas de Televisión Emitiendo la Fachada de una Casa Señorial Ardiendo como en la Película Rebeca.
Son los muchachos cisnes delgadísimos de un cielo de frutas exóticas, Soberbios gallos de pelea desnudos, atletas de maratón, gimnastas bellísimos, Débiles panteras blancas o negras, priápicos luzbeles, De torsos de luna o noche, ¡¡¡¡¡jazmineros de dulzura¡¡¡¡¡¡.
Afrodisíacas madreselvas premian a los sátiros de los parques Que buscan entre los arbustos al muchacho confundido Con su exquisito aroma de caramelo profundo, ¡¡¡¡qué peligro y qué cisne¡¡¡¡ Y en los baños de las saunas gays de Sevilla la luz ultravioleta
Pone morenos a los despiadados maricas, sin un átomo de amor, Piñas tropicales, mangos y papayas, limones acidísimos. Y la Casa de Rebeca arde y arde y arde, y ella se vuelve loca porque se queda en la ruina,
Y llueve para que los cuerpos sean como cintillas de agua florecida, Y si el agua es templada las tremendas seudoerecciones Se mostrarán como cohombros marinos gigantescos o trompas de elefante.
Hay quien podría enloquecer de tanta gloria.
La cruel realidad es que las saunas están llenas de gordos. .................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Espolvoreados en la Piel con Polvo de Oro, con Collares de Esmeraldas en los Cuellos, entre Pavos Reales Azules y Verdes, Entre Grandes Bandejas llenas de Cráneos Humanos estilo Pol Pot de Camboya, en un Salón con Grandes Pantallas de Televisión Emitiendo o Proyectando la Agonía de una Trucha fuera del Agua con el Pez Asfixiándose al Aire.
Exquisitos y dorados adolescentes pervertidos, Belcebuítos de fantasía, Con los culitos al aire y los grandes vergajos, carísimos de oro, Con grandes cucarachas verdes reluciendo en los cuellos, frenéticas, Frenéticas de tanto brillo y de tanto relámpago. Iridiscentes.
Pavos reales mayestáticos, serenos, esplendorosos, azules, con crestas berilas, Entre grandes bandejas de oro llenas de cráneos humanos, asesinados a miles, Con el orificio en la sién del tiro de gracia, con los dientes amarillos, Para una fantasía de magníficos chaperos jovencísimos.
Y en las pantallas de televisión una trucha de plata, ahogándose, asfixiándose, En una agonía durísima, como un Cristo sin memoria, con argénteas escamas, Igual que emigrantes negros africanos en una ciudad europea.
Y los cráneos humanos, felices, con su tiro en la cabeza, ejecutados por Pol Pot, Despellejados y totalmente marfileños, deliciosos para un horror esmeralda, Entre putos de orgía dorada, que tienen los ojos lilas,
Con los cráneos en las pupilas como un grabado de Escher.
Y la trucha dando sus últimos coletazos, esparciendo el agua, con ahogo.
Media hora de vídeo de agonía de una trucha. Con Putos de escándalo. ............................................................................. Francisco Antonio Ruiz Caballero. (media hora de vídeo de agonía de una trucha).
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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, espolvoreados en la Piel con Polvo de Oro, con Monos Tití, con encantadores monitos Tití en los brazos, entre Bustos de Emperadores Romanos de Lapislázuli, en un Salón con Grandes Pantallas de Televisión Proyectando una Casa en Llamas, la fachada de una casa señorial ardiendo, como en la película "Rebeca".
Cerditos asquerosos con rabitos colosales, grandes falos púberes, Grandes pollones, en los Porkis de oro, débiles tallos de jaramagos, Espléndidos muchachos de escorzo atlético, gallos de pelea, Sublimes cisnes, delgadísimos gorilas áureos. Caros Narcisos.
Carísimos chaperos asquerosos, brillantes de aurora dorada, Encantadores muchachitos de culos redondos, manjares afrodisíacos, Para una bacanal de Césares lapislázulis iracundos, Heliogábalos azules Podridos de atardeceres sevillanos, Calígulas de cielos.
Y los monitos, superguays, con las cadenitas al cuello, saltando sobre las cabezas de los césares, Supergraciosos, superbonitos, superdescarados, con sus ojitos negros en antifaces, comiendo platanitos, Saltando a los brazos de los muchachitos, endebles como ramas de claveles, Con los labios rojos como cerezas, y el cuerpo de oro puro, igualmente descarados.
A los monitos Tití poco les importa que sus dueños vayan en pelotas, Con los testículos colgando y los penes al aire, pero no se defecan sobre las estatuas, Que lloran por un beso de Apolo lágrimas de sangre granate y mientras tanto
La casa se quema en los televisores, y arde la mansión de Rebeca
Que enloquece ante la perspectiva de quedarse en la ruína sin casa.
De la Ostia que le iba a dar a Dios lo iba a dejar sin cara. ................................................................................ Francisco Antonio Ruiz Caballero. (de la ostia que le iba a dar a Dios lo iba a dejar sin cara).
Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Follando con Chavalitas de Dieciséis Años, sobre Sofás de Terciopelo Verde, Entre Pavos Reales Azules y Verdes, Entre Bustos de Emperadores Romanos y Motores de Coche, en Un Salón con Grandes Televisores, o Cuadros, Proyectando Soberbias e Impresionantes Naves Espaciales. Esta vez la película es un poco distinta.
Si todos los chavales del mundo fueran homosexuales La raza humana se extinguiría en un par de generaciones A menos que se recurriera a la inseminación artificial. ¡¡¡¡¡Es necesario que mis putos follen con chavalas¡¡¡¡¡.
Exquisitos nenúfares rosas, violetas, y blancos, se mezclan Con rosas rojas y pensamientos amarillos, Oh grata fecundidad, Y he aquí los misterios de Eleusis, en los Templos griegos demolidos, Mientras los chavales besan a las chavalas en la oreja.
Y los cisnes retuercen sus cuellos en ese, y los pavos reales Agitan sus colas ciclópeas, azulísimos como ponientes. Y un oriente de jades preciosos se refleja en los ojos
De las estatuas de los Heliogábalos sobresalientes y archiducales. Los Motores de coche están en el poema Para que la película o la escena sean impresionantes.
Y las soberbias naves interplanetarias, increíblemente magníficas, Os llevarán a Marte, a Pandora, o a Xión. O harán la guerra a los extraterrestres, desesosos de acabar siempre con la estirpe humana.
¡¡¡¡¡¡¡Que se jodan los que no me quieren¡¡¡¡¡¡¡.
Esta vez la película tenía que ser un poco distinta.
Y unas chavalas guapas follando con ángeles No creo que se suiciden de asco. ............................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, sobre Sofás de Terciopelo verde, comiendo Racimos de Uvas. Entre Bustos de Emperadores Romanos de Oro o de Cristal Verde. En un Salón con Grandes Pantallas de Televisión Emitiendo Continuamente la Película “Un Perro Andaluz” de Luis Buñuel.
Los muchachitos, viciosos como ellos solos, realmente puercos, Se dedican a fellatios placenteras y enculamientos múltiples, Y comen grandes uvas, rosadas y gordotas, como sus propios carajos, En racimos perfectos de una Judea asombrosa como tierra prometida.
Son ángeles de un cielo prohibido a los gordos, carísimos chaperos, Bellos como torres de nácar perfumado, sobre sofás de terciopelo algunos Hacen pompas de jabón que estallan sobre las cabezas De hieráticos Marco Aurelios de oro puro o sobre Calígulas verdes.
Rabian los Heliogábalos de esmeraldas por el beso de un chaperillo Que tiene los labios teñidos por el mosto de uva, y en los ojos un cielo De lilas de chocolate violeta, de lilas de azúcar negra, efervescentes,
Ausentes asesinos de toda piedad hacia las estatuas. Y en las grandes pantallas de televisión con una navaja barbera Le sajan un ojo a una muchacha morena y hay hormigas en las manos.
¡¡¡¡Pero qué mala leche hay que tener para ocultar el sol¡¡¡¡. ....................................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Espolvoreados en la Piel con Polvo de oro, entre Pavos reales azules y verdes, entre Máquinas de Metacrilato de la Lotería Primitiva con los Bombos con las Bolas dando Vueltas, entre Grandes Macetones Barrocos Llenos de Rosas Azules, en un Salón con Grandes Cuadros de Fotografías de Leprosos.
Son los chavalines estacas florecidas de Jacintos, claveles reventones, lirios, crisantemos, geranios, Hermosos como plenilunios de nácar amarillo, soles radiantes de ámbar puro, Pequeños diosecillos caprichosos, muñequitos de porcelana fina, icebergs de hielo, Crueles gatitos de uñas pequeñitas, perritos encantadores, pajaritos,
Y en los ojos tienen curvos firmamentos llenos de agrias tardes de verano, Y en la boca ramas de hierbabuena y menta, y colmillos de vampiros sublimes. Y los bombos de la lotería primitiva dan vueltas y más vueltas, transparentes, Repartiendo miles de millones para los pobres del mundo.
Son los muchachitos pequeños libros pornográficos deliciosos. Biblias sagradas de una Judea soberbia, un nuevo Testamento de dulzura, Y las rosas azules han robado de sus ojos lo que tenían de firmamento.
Y están diciendo ¡¡¡¡¡¡suicidaos, ancianos¡¡¡¡¡¡, somos tan caros como un milagro. Y los pavos reales, extásicos, brillan fulgurantes, como esmeraldas negras. Y los cuadros en las paredes, del salón fastuoso, afirman macabros sin embargo:
¡¡¡¡¡Ay de vosotros, muchachos, como lo hagáis sin condones¡¡¡¡¡¡¡. ................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Hermosos Putitos de Dieciséis años, Delgados y Desnudos, Espolvoreados en la Piel con Polvo de Oro, con Collares de Esmeraldas en el Cuello, entre Pedestales llenos de Muñecas de Porcelana o Plástico, entre Grandes macetones Barrocos llenos de Rosas Negras, en un Salón con Grandes Pantallas de Televisión con una Operación a Corazón Abierto y El Corazón Palpitando en las Pantallas.
Apolos diamantinos y Apolos áureos, Narcisos de oro puro, Endebles cervatillos de complexión atlética, delfinillos o tiburoncillos, Magníficos arcángeles, nenúfares exquisitos, corolas de orquídeas, Lirios selváticos de una selva de oro fundido, sáficos muchachos,
Dorados como un atardecer verde, espectrales como un anochecer lila, Entre muñequitas de porcelana con sombreritos rosas, entre muñequitas de porcelana, Con sus caras con rasgos orientales, chinos, y sus ojillos azules, Con sus vestiditos de seda amarilla, roja, o verde,
Y entre grandes macetones con ampulosas rosas granates, casi negras. Exhalando atormentadas su sacratísimo perfume, Mientras los médicos tocan un corazón defectuoso, que palpita débilmente,
Repugnante como una víscera de cerdo, tambor tocado en Calanda, Golpeando el aire, con una mano con bisturí fino rasgando el músculo, A un segundo de entrar en el reino de la muerte, aferrándose a la vida,
Y los chavales riendo y gozando, fornicando, fantásticamente ricos, Con collares de esmeraldas carísimas, y sus culitos de oro, y sus grandes pollones.
Un espanto de gloria, sadismo, y perfume....... ................................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. Un día en un sex shop de Madrid me metí a ver una porno gay, y después de ver a un tío comiéndose tres pollas visioné en la misma pantalla un corazón humano palpitando y sanguinolento. Ni más ni menos.
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Hermosos Putitos de Dieciséis años, Delgados y Desnudos, Con Tripas Sanguinolentas de Cerdo Alrededor del Cuello, entre Pavos Reales de Colores Diseñados por Ordenador, y un Soberbio Jesús del Gran Poder de Sevilla Convertido en Vampiro Mediante el Ordenador. Una escena más de la película.
Son los chavales sombras de un paraíso celeste, Y en sus ojos lilas hay un poniente de madreselvas naranjas, Como negros cactus entre juncos de río Arcángeles divinos ¿qué llevan al cuello?.
Las tripas de algún poeta que se atrevió a desafiarlos, De algún poeta que quiso mirar el sol de frente Y quedó deslumbrado, las tripas de algún poeta Chorreando sangre desde los cuellos a los ombligos.
Soberbios pavos reales naranjas y dorados, fucsias o diamantinos, azules, verdes, Observan a los muchachos con sus tripas de cerdo sanguinolentas, Moverse como lirios agitados por el viento, dulcemente asquerosos y salvajes. Oh belleza cruel, ¿quién podría detenerte?.
Y un Soberbio Jesús del Gran Poder de Sevilla, convertido en vampiro, Sobre un estrado con claveles, con la cara arañada, Enseña sus colmillos de Drácula terrible, realmente prodigioso,
Con sus Potencias de oro en la cabeza, su corona de espinas despiadadas, Y su cruz, que arroja al suelo, mientras se rasga la túnica violeta. .......................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. (es difícil que se haga esta película porque la Imagen del Jesús del Gran Poder de Sevilla es marca registrada y no se puede alterar mediante infografía, pero podéis gozar con la imaginación de este poema igualmente).
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El Viaje Espacial.
En la negra ergástula el bello animal Con vides saciaba su cuerpo desnudo, El cruel calabozo, opresivo y mudo, Tenía el encanto de lo más sensual.
Bajamos a verlo con puñal fatal, El bello animal pedía la muerte, La muerte le dimos con puñal inerte, ¡¡¡¡¡¡temblaban las cuerdas del arpa letal¡¡¡¡¡¡¡.
Clavé mi artefacto en su línea dura, Sentí estremecida mi espalda y cintura Y muerto aquel monstruo o ángel o lirio
Regresé confuso de un baño de luna. Solo había estado media milla o una De llegar desnudo a la estrella Sirio. ...................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero. (un poema muy malo pero ese día disfruté como un enano, ja ja ja ja ja).
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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, En un Salón lleno de Globos de Plástico de Color Rosa hasta la Altura de los Pechos de los Muchachos, y Ellos Reventándolos con una Aguja en la Mano, Entre Estatuas y Bustos de Emperadores Romanos de Cristal Verde.
¿Qué hay en los ojos de las estatuas Béticas?. Un porvenir de muchachos como cisnes, de muchachos como cactus, Furiosos nopales florecidos, guerreros de alfileres de acero, Majestuosos atletas gacelas de penumbra. Arcángeles de hielo.
¿Por qué un Marco Aurelio de vidrio verde solloza como una fuente? Porque sus ojos ven gallos de pelea en una espléndida fiesta, Porque sus ojos contemplan delfines de música celeste, Soberbios tiburones de línea estilizada
Divertirse fecundos y gloriosos, y enormes, bellísimos y alegres, Y él en su cárcel de vidrio no puede poseerlos.
Son los ojos de los muchachos antorchitas verdes, jazmineros azules, Ponientes delicados con sabor a limones, agrias garzas del Coto. Y sus labios de cereza muestran un azúcar incontenible.
Y terribles chumberas, magníficas de cisnes, hacen romper los globos, Y se desnudan perfumadas para espanto de poetas.
Se verán los falos de los adolescentes preciosos, y los censores torturados Querrán vaciarse los ojos con tijeras de oro. ............................................................................. Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Con Collares de Tripas de Cerdo Alrededor del Cuello, entre Estatuas y Bustos de Vidrio Rojo de Emperadores Romanos, Entre Grandes Macetones Barrocos llenos de Claveles Fucsias, en un Secadero de Jamón Serrano con los Jamones colgando del Techo. Entre Cerdos de Pocilga.
Una Fantasía de aspecto sanguinolento y cerduno. Los muchachos, bellísimos y asquerosos, guarros y soberbios, encantadores, Llevan las tripas de cerdo como si fueran collares de flores Hawaianos, La sangre cae sobre los ombligos, los penes, y los muslos, gota a gota.
Maravillosos jamones de Jabugo o de Guijuelo exudan su grasa porcuna Sobre un Calígula rojísimo y violentísimo con el rostro enfurecido, Hierático rostro de la soberbia macabra, tirano espeluznante, Que hubiera practicado el canibalismo con un niño recién nacido.
Los cerdos hozan en la pocilga ligeramente agobiados, Pues los muchachos llevan las tripas de sus hermanos al cuello Y aunque no tienen entendimiento quizás vislumbran El porvenir de tormento salado al que serán sometidas sus patas.
Los jamones son esplendorosos, ya quisieran los chilenos y argentinos Comer el buen jamón serrano que se come en Sevilla, ¿será acaso el motivo de su odio inconsciente hacia el reino de España?.
Los claveles, como condilomas o herpes en los labios de un Sidoso De cuando no había tratamiento al Sida, florecen gloriosamente fucsias y bellísimos.
Los putitos bailan una chacona de Buxtejude, o algo adaptado a los tiempos, Con un Hawai de sangre repugnante y muy vistoso, qué asco por Dios, Y los Marco Aurelios de vidrio rojo gritan y lloran escandalizados. ........................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, con Uñas Superalargadísimas, con Collares de Esmeraldas en el Cuello, en un Salón con Estatuas y Bustos Azulgranas de Emperadores Romanos, con Canarios Timbrados Españoles Verdes Sueltos, y Con Cuadros en las Paredes de Cardenales Dibujados por Sir Francis Bacon. (las estatuas azulgranas son un Guiño al Fútbol Club Barcelona).
A Francis Bacon le temblaba el pulso al dibujar el rostro De sus cardenales de traje lila, rojo, o rosa, y deformaba Las caras arzobispales en un rapto de locura terrorífica. Los putitos con sus uñas tocan los ojos de las estatuas.
Las uñas son cuchillas de afeitar, navajas de tigres, tocan los ojos De Marco Aurelios azulgranas dualmente divididos Entre un firmamento de sangre y un cielo imposible. Francis Bacon no se atrevía a dibujar las caras soberbias.
Le temblaba el pulso, no se atrevía a mirar los cuadros, son los chavales bellos Como atardeceres de verano en la playa, llevan esmeraldas verdes Como orillas de ríos bajo el sol y los sauces.
Y los canarios timbrados, sublimemente verdes, revolotean y cantan, Como una miríada de grillos diamantinos, en una noche sin luna Con estrellas silentes, como una sinfonía al clave de Bach o Scarlatti.
Quisieran los amadores arrojarse al mar, cortarse las venas, dormir un siglo, Morir, O beber un vino tan amargo y tan dulce como la muerte Antes que soportar tanta belleza deslumbrante.
Grotescos los Cardenales asesinarían un millón de poetas. ............................................................................................. Francisco Antonio Ruiz Caballero. (Viva er Betis manque pierda). Ja ja ja.
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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, con el Bigote de Adolf Hitler, la Gorra de Adolf Hitler, y la Gabardina de Adolf Hitler, haciendo de Adolfos Hitleres, en un Gran Salón con Inmensos Mapas de Cataluña en las Paredes.
Son los chavales bellísimos genocidas, espléndidos tiranos, Soberbios dictadores de hermosura payasa, endebles agentes de la GESTAPO, Preciosos son sus ojos como candelas azules, estrellas fijas, Que miran un porvenir sin un solo negro en Cataluña.
Maravillosamente ejecutados, bellísimos cervatillos, con sus bigotes de Hitleres, Aspirantes a lobos, defensores de Cataluña, sin un solo negro en Barcelona, Con sus gabardinas grises y sus gorras con las calaveras. Alguno abre su gabardina y enseña la hermosa polla empalmada.
¿Qué para qué queremos la Independencia? Pues para qué va a ser?, coño, para que no entre ni un solo Andaluz más en Cataluña. Ni andaluces, ni moros, ni Gitanos, ni negros.
Y para que el Barza gane todos los años la liga, con Messi o sin Messi.
Y ellos son sublimes alemanes catalufos, maravillosos Adolfos. Con ojos azules como atardeceres sevillanos.
¡¡¡¡¡Que no entre ni un solo negro más en Cataluña¡¡¡¡
para eso queremos la frontera. ¡¡¡¡¡Visca Cataluña Libre¡¡¡¡. ..................................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Hermosos Putitos de Dieciséis Años, Delgados y Desnudos, Reducidos a un Tamaño Infinitesimal como en la Película “El Increíble Hombre Menguante”, Luchando contra una Araña de Aspecto Gigantesco.
Delicia de adolescentes, de ojos verdes y azules, Firmamentos planetarios de la Nebulosa Orión, Brillo de colibríes en la mirada soberbia, Brazos de almendro florecido, mirtos y arrayanes.
Y la presencia maligna de la araña iracunda, Con sus ojos negros y sus maxilares asesinos, Con sus patas peludas, grotescamente dañina, ¡¡¡¡¡¡quisiera el demonio arácnido devorar siete arcángeles¡¡¡¡¡.
Y ellos como limoneros florecidos, con labios de nectarinas, Con ojos de ámbar dulce, clepsidra de las lágrimas, Exquisitas flores de sublime perfume.
Con una aguja de coser los muchachos se defienden Y matan a la araña, Belcebú fastidioso, antítesis de un cisne. Orquídeas iridiscentes hay en un verso de deseo.
Ningún productor de Holliwood se atreverá con la película.
Pero verlos desnudos sería sencillamente delicioso. ................................................................................ Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Hermosos Putitos Negros de Dieciséis Años, delgados y desnudos, con Collares de Pinchos en los Cuellos como Perros Rotweiller, entre Árboles de Navidad con Lucecitas de Colores, en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles.
Eyes Wide Shut con Versalles ardiendo, gotas de champagne y gotas de granadina. Eyes Wide Shut con Putos de escándalo negro, arcángeles de antracita. Versalles iracundo como una Feria de Sevilla. Dulzura de cuerpos magníficos, Rotweillers de Nigeria.
Llevan pinchos y zarzas al cuello los querubes, quienes quieran estrangularlos Se herirán las manos con dentelladas de espuelas salvajes, Aunque ellos pudieran matar sólo con la mirada, arcángeles de Africa, En bañadores de luna, para una Navidad de lirios iridiscentes.
Multiplican los espejos la belleza demoníaca, Oh perros soberbios y rabiosos, Abiertos cactus de escherzo Apolíneo, negros gallos de espolones de plata, En escorzo sublime, en cueros y danzantes, entre abetos de fantasía Con bolas doradas y verdes, con lucecitas azules y amarillas. Oh Belcebúes.
No mostréis vuestros cuerpos para una bacanal de oro, ¡¡¡escondeos, marchaos¡¡¡ Vuestra belleza de dioses es aceite de coco, aceite de palma, zumo de pomelo.
¡¡¡¡¡Llorad poetas feos, jamás podréis alcanzarlos¡¡¡¡¡.
Alguien, demasiado maligno, hizo una aleación de Uranio Radiactivo y Oro. ......................................................................... Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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