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Hermosa tierra mexicana, con tu bandera tricolor, verde, blanco y colorada, que enarbola con orgullo, el corazón!
Hombres y mujeres ilustres, han nacido en mi nación, mujeres como Sor Juana Inés de la Cruz, llamada la "Décima musa mexicana", hombres, como Don Miguel Hidalgo y Costilla, que nos diera Patria y Libertad.
A mi México querido, te invito vengas a degustar, entre pláticas de amigos, un aperitivo a deleitar: un rico tequilita, con su limón y su sal! ...y te puedo recomendar, de sus sabores tan exquisitos: el norteño cabrito regiomontano, los chilaquiles picositos, y el ancestral mole poblano!
Y por último, algo importante, te he de contar, que desde el Cerro del Tepeyac, nos protege la Virgen de Guadalupe, de cariño la nombramos la Morenita, la Guadalupana, que con amor, todos los dias bendice, esta hermosa tierra mexicana!!!
Claudia Alhelí Castillo 16'09'11
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Poeta
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HE VISTO TU PUREZA
He visto tu figura blanca. Pureza que ahuyenta sollozos. Ave dormida entre flores. Ángel de canto alegre. Ángel de tibio otoño.
*******HOY*******
Blanca pureza he visto. Tus suspiros de pronto. Lágrimas y alegrías. ¡Te quiero!. Ruiseñor y melodía.
******AYER******
Campos verdes y arboleda. En mi corazón te visto. Con el rojo apasionado. Verde-azul espuma. ¡Un ramo de jazmín es tu mejilla!.
*****MAÑANA******
Niña de bello rostro. He visto tu alba aurora. Estrella de mis noches. ¡Te quiero!...Melodía de alegría. Sin heridas...Sin espinas.
*****SIEMPRE*****
Corona de laurel y de sonrisa. Tu figura de pureza y de nobleza. Hoy, ayer, mañana y siempre. Te visto y re visto tus perlas...En mis lunas... ¡Pureza, pureza, pureza!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Ya no estás con los huesos de los patos en flor y ya no llevas brazos de noche y pasaporte, la imagen que renueva su recuerdo en la fuente es distancia a la realidad la única unidad.
Hoy no vino el poema con una musa o hada ni con las hojas rojas de luces y corales. Si te cruzas de pronto con luna deformada todo tu cuerpo queda delgado y estirado.
No existe la neblina terca errante asolada en los árboles de revoloteo y de túnel quizá el destino de niñez sin roturas llegue como la dama del arco como tarde fresca.
No puedo terminar esta ortiga de alabanza sin decir además que este puente se sostiene con brazos y con piedras y golpes de cariño ¡Ay qué bien se venden los espejos mentirosos!
José Pómez
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Poeta
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Bello viaje
Dedicado a LATONA.
Llegó a su hora, con el latir tirante. De la música precursora del salterio. ¡Cristalino linternal!. ¡Tapiz de brisa!. En el vaivén de diáfanas hamacas. Resucitando con encantado cincelar. La mano deslumbrante del camino.
Llegó collar de soles. Fluvial flota de nubes. Espejo con lenguaje confortable..
Serena la ventura suena. Diadema musical en miniatura. Manteles blancos a ritmo de campana.
Llegó plantando sonrisas. En el alma de la sorprendida. Alfombra desvestida de memorias impregnada.
Fueron las horas corchetescas. Índigas perlas y bermejas. ¡Pedrería cariñosa de paciencia!. Luz disuelta de la ausencia. ¡Arquitectura y fragante delicia!. La historia del clavel acuoso. Terciopelo distante de cortinas.
Sublime llegada. Laurel. ¡De sonajas intactas!. Alegórica. Ribera. ¡Del espacio!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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COMERCIANDO SEDA
La seda de la gran montaña. Tejen Los caminos las sandalias. Ruedan Los caballos delante, carros. Corriendo Las aguas bajo las aves. Vuelan Los días, soles y lunas son. Iguales...
En la gran montaña. Tejidos ruedan. ¡Sandalia a sandalia!. Los caminos, los caballos. El agua bajo. Vuela igual corriendo. ¡Rueda y rueda!.
Los caminos de la ruta. Seda. Son en el comercio. Blancos cabellos. Esfuerzos, peligros. ¡Alegrías multicolores!. Recuerdos...
Sequía, lluvia, frío. Los días y noches. Siempre. Vivos. ¡Mientras viva!. El Hombre ¡Qué los vive!. Y Hace Con Su vida. ¡Subida la montaña!. ¡La seda!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LA CHARCA TEJEDORA
Antigua charca cerca bordaba nubes. En el polen atardecer del río. Al sentir sus dedos. Miel de luna. Porcelana.
Antigua caída lejos del acantilado. En la franja noble naranja. Al ver sus bordes. Sal de sol. Reflejo.
Antigua calidez y vientos espumosos. En el corazón nacidos girasoles. Al soñar dos soles. Piel de luz. Aroma.
Antigua lluvia. Voz de cielo. Paz de suelo. Luz de anhelo. ¡Jade charca!. La charca tejedora.
Antigua. Y. Tejedora. La. Charca. ¡De nubes bordaba girasoles!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Ilusiones perdidas, Ilusiones encontradas, Ilusiones pasajeras, Ahora duraderas.
Ilusiones maravillosas, Que aún siendo fantasía, Son el Sol, de cada día.
Ilusiones que producen las pasiones, Ilusiones placenteras, Ilusiones que mecen corazones!
Ilusiones a flor de piel, Motivando mis razones, Ilusiones de ambrosía, Por tus besos de miel.
Ilusiones compartidas... Ilusiones por hoy..... !!solo mias!!!
Claudia Alhelí Castillo
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Poeta
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Sonríe para desentonar con el mundo, respira, tomate este mismo segundo, el momento es este ningún otro, para disfrutar el sol en tu rostro,
siente en tus manos el viento soplar, mira a la gente que a tu lado pasa, aprende a ver, aprende a observar, deja que todo lo malo salga de casa,
y disfruta de un buen café en la mañana, corre para tu hogar, para que el corazón lata, no te encasilles en un pensamiento, que fluyan todos, disfruta el momento,
en la medida de lo posible agradece, por estar aquí, por los que están aquí, que esté sueño no es imposible... este sueño es tuyo, solo por ti.
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Poeta
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¡Oh, mis impuntualidades! Las llevo como cencerro, siempre anuncian mi visita. Desde mis idilios me consagré impuntual por doquier. A muchas novias sorprendí recapacitando citas anheladas e increpándome tras sus telarañas.
En mi matrimonio lucí mi impuntualidad más destacada. Mi mujer la colgó en un marco de ira sobre nuestra cabecera y la archivó solemne en su enciclopedia del rencor.
No podía yo ser menos si mi abuelo bucanero perdió su bergantín allá en Papudo, ancló en Salamanca sus amores, sedujo brujas y lució por Aconcagua su impuntual prestancia de corsario galo.
Como él me consagré impuntual por doquier, perdí aviones, en las misas con gran suerte alcancé los ofertorios.
Rechacé con alergia el reloj control. Decidí ser poeta independiente. En el ciclo del aura orbité de contramano.
Mi impuntualidad vistió sus acuarelas. Descifró auroras a mediodía y fue crepuscular rayo de sol en madrugadas.
Mis atrasos me anticiparon a cada minuto, hasta que le hurté al planeta un circuito vital.
Desde entonces me congratularon las gaviotas por mi reencarnación aventurera.
Yo venía del ayer con mis apuros, priorizando lo simple, jerarquizando los besos escondidos. Ellas me pensaron –pobrecitas- portero secular de la mañana.
¡Oh, mis impuntualidades! Tintineantes certificaciones de mi corta burocracia, de mis insensateces blancas, de la cartomancia que distrajo mis deberes.
¿Cómo les explico ahora a los rectores que si llego a tiempo es por traslación de un siglo entero?
¿Cómo convencerlos de mi acierto, si impuntualidad mediante, hoy llegué primero?
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Poeta
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Nunca me gustó
ir a los cementerios
Cuando lo hacía
la vida rebasaba mis ojos
Se prendía a la piel pálida
de las mujeres de negro
en encabritado deseo
que hasta juzgué sacrílego
Me horrorizaba
el campo de lápidas
y la flor agonizando
Siempre quise salir ligero
Prenderme al viento
y soñar frenético
con dos viudas dolidas
Sí,
nunca me gustó ir a los cementerios
Pero eran escala obligada
de las quintas de recreo
Cuando suene la sirena de mi turno
-voy a quejarme por anticipado-
no se les ocurra archivarme
en un frío ambiente de soltero
No me torturen
con el agua mustia
que dejará vuestro olvido
Ahórrense la visita formal
los primeros de noviembre
Déjenme zarpar sereno
hasta el litoral del limbo
Déjenme recalar sin prisa
allí donde me envíe
el gran portero
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Poeta
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