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Como cristales de lluvia, cayendo en la ciudad. Deje mi corazón escrito en una canción que lleva tu nombre tatuado en mi piel.
Ayer, corrí hacia la misma nada para encontrarte en ninguna parte.
Septiembre se fue, dejando tu pasado en mis pies, Octubre llego, tus cadenas aún arrastran tu nombre en mi sien.
“¿Es qué acaso no lo ves? ¿Es qué a caso no lo ves? ¿Acaso no lo ves?”
Es más fácil reparar un corazón cuando no hay nada vivo dentro.
Esa sensación en el pecho a la que sueles llamar amor, yo la llamo dolor.
Árboles perennes lloran nostalgias, al pasar del viento sus penas caen al suelo.
Ella digo: “¿Es qué a caso no lo ves? ¿Acaso no lo ves? ¿Acaso no lo ves?"
Ella digo...ella digo, ella digo. Ella digo...ella digo, ella digo. Ella digo...ella digo, ella digo. Ella digo...ella digo, ella digo. Ella digo...ella digo, ella digo.
“¿Acaso no lo ves? ¡Déjate querer!”
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Poeta
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Cuando el corazón es destrozado, mejor olvidarlo, seguir aunque este dolor, sea insoportable.
No puedes mas, con este dolor y sufrimiento, estas desesperada, buscas consuelo, en los brazos de alguien mas.
Ni una palabra has dicho, estas empapada, con la lluvia tus lagrimas ocultas, aún así, estas abrazándome.
Entiendo tu dolor, tu alma fue apuñalada, por un amor falso y vil, que nunca te supo apreciar.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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lety tus besos no me bastan tu boca no es completa porque esconden interes porque no eres sincera tal vez hoy sea la ultima vez que te vea tal vez sea tu ultima compañia porque estamos cerca delo final porque no todo es material adios lety que seas feliz
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Poeta
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¿Cuántas evasivas hacen ya, que en espera de tu atención, mi sentimiento pernocta en el umbral de tu corazón?
¿Llevas tú la cuenta? ¿No? Te lo digo: Tuyas, intercalado algún esfuerzo de ternura extra o clemencia caritativa, hacen exactamente doce dolores de cabeza, veintidós cansancios, dieciocho prisas y catorce discusiones. Y míos: siete desintereses por orgullo y estrategia.
Todo suma en total: ciento cuarenta y seis pretextos hipocresía con hipocresía y espalda con espalda, por los cuales, melancólico mi anhelo, se arrebuja allí, a la vera de tu desquicio, en el umbrío marco de tu corazón y, sumiso, dormita sin atreverse a llamar, por dos temibles razones: comprobar su hermetismo definitivo, o que tras canceles, haya alguien más. Si así fuese, ¿por qué no sales de tu especulación, increpas mi tedioso anhelo y lo echas como a un paria? Mira que aquí afuera el destino está enfriando y antes de tu primera cita formal ajena, mi aporreado sentimiento debe hallar refugio lejos de tu desdén. ¿O me quedo a pedir limosna? ¡Vamos, libérate y libérame! O “ámame cuan único soy”; según tus ardientes palabras de un tórrido ayer.
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Poeta
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Sabes que eres el motivo de mi vida, mas, si mata tu desdén mi gran cariño, te juro que para mi alma: será el infierno tu olvido, será mi edén tu añoranza.
Por ello, mi amor, te pido que pongas en la balanza desenfreno y buen sentido; pues, para el lado que caiga: será mi cruz tu extravío, será tu merced mi aura.
Sin embargo, envanecido por mi centenar de hazañas de amores correspondidos: ¡Si ésa no te rinde palmas, -me grita el orgullo mío- mejor no le pidas nada!
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Poeta
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Una vez se vive, mejor no hablar, no decir nada, cuando el corazón se ha destrozado.
Una vez se ama, pero también duele, demasiado dolor, de una cruel ruptura.
Una decepción amorosa, lo que comenzó como una historia de amor, terminó en tragedia, no queda nada.
Esos recuerdos, quiero olvidar, quiero borrarlos, pero es difícil.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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La oscuridad me abraza, me da consuelo, me olvidaré del amor, por el resto de mi vida.
Lo único que me ha traído, es solo dolor y problemas, esas heridas emocionales, fueron por una bella mentira.
Llorar en silencio, es lo único que hice, el enamorarme fue doloroso, por una bella mentira, que me ha envuelto con sus tentaciones.
La soledad me acompaña, me envuelve con odio, hacia ese sentimiento tan vil, lo único que me trae son solo problemas.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Asesinado por los Ángeles.
Arcángel malo con ala de frío Con sus manos te hirió, con su mirada, Su cuerpo todo entero era una espada, Y era hermoso y daba escalofríos.
Sus ojos eran verdes como un río, Su cuerpo tallo de esbeltez sagrada Y al poseerte violento como estío Dejó tu alma como flor ajada.
Estuviste en el cielo un cuarto de hora, Te rodearon estrellas y luceros, Y de ese paraíso te expulsaron.
Y viste sol y viste roja aurora, Mas los ángeles perfectos que te hirieron Después de usar de ti, te abandonaron. .............................................................. Francisco Antonio Ruiz Caballero.
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Poeta
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Yo te escribí un verso Y termine abrazando a los relojes El brillo de tu ausencia Ilumina momentos mejores
Salí de madrugada Sin importar a donde Solo buscaba un lugar Donde todos se esconden
De compañera soledad Apoyada a la barra Me recordaba que en este bar Se brinda por olvidar
Mientras agitaba la copa Pensando en otro mar Vi que hasta el hielo se derrite Cuando lo dejan de abrazar
Y mis pies ya están cansados De tanto subir y bajar Por esta cuesta de la memoria Que no me hace mas que recordar
Que hubo un tiempo en que no necesité Hundirme en el culo de un vaso Que era fuerte a tu lado Y que ahora solo soy por ser
La vida es transitoria Siempre está de viaje cargada de equipaje Y sin querer te encontré Eso fue un momento,ya pasó tu tren
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Poeta
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A veces, vuelven súbitamente a mi memoria, cosas, hechos y personas que olvidé durante años como si nunca hubiesen existido.
¿En qué gaveta de mi mente las archivó el tiempo? ¿Dispuso él de mis gratos o malos recuerdos? ¿Cuánto de bueno que hoy me haría mal y cuánto de malo que hoy me haría bien, habré olvidado?
No sé, lo mejor es dedicarme a lo afectivo que tengo: A mi gata, por ejemplo, que anda por ahí maullando, pidiéndome algo insistentemente como niña callejera, como todo el mundo.
Ronroneándome su propósito cariñoso y traicionero; tan buena como malvada ella, pobrecita, como tú, como yo. Espero no olvidarla un día como a ti para recordarla veinte años después con todo el amor conque, tarde para todo, te recuerdo.
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Poeta
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