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Mis horizontes, son largos, mi vista no los alcanza, el corazon sí. Aun que no lo piensen, sin ellos no se vive.
Cuanta gente anda sin rumo, sin ganas de vivir, por no tenerlos. Se alimenta el cuerpo, se tiene que hacer lo mismo, con nuestro pensamiento, solo somos felices si nuestro interior lo está. Lo cuido, lo dejo libre, no molesta a nadie, me calma, me da esperanzas, la sonrisa es su espejo.
Me doy cuenta, que quien vive solamente, la rutina, cambia su semblante, se transforma, caras cerradas, enfadadas, parece que quieren conflictos, sin razón alguna, buscan problemas donde no existen, ¿merece la pena? Creo que no.
Por veces, tengo ganas de dar un abano, para despertarlos, son infelices, porque quieren. La desconfianza es otra maldición, corrompe el alma, la razón, ciega la verdad, salen palabras, como clavos, lastiman. ¿Y que resuelven? Nada
Grises quedan, dejan de aceptar se a sí mismos, nada quieren, no saben qué camino seguir. Turban el raciocinio, quedan, sin acción, vulnerables, a sugestiones, que solo terminan por perjudicarlos
Últimamente, con atención, he comprobado que todo esto pasa, para infelicidades de ellos y que sin tener manera de evitarlo, rasca, como laminas, a los demás.
Hay que tener discernimiento, pensar y hacer con claridad de ideas lo mejor para ellos y por los otros. Herir a quien no merece, no deben de hacerlo, por veces no se dan cuenta que no dejan respirar su interior y pagan muy caro, pues son infelices.
La vida es una pasaje, corta y rápida, hay que disfrutar lo que de bueno tenemos, desde el nascer der sol hasta la noche con su oscuridad y silencio.
La vivencia es un todo y con todos tenemos que compartir, dejar los corazones libres, de malos sentimientos, parece difícil, pero no lo es, basta que busquéis vuestros horizontes e ir mas allá de que vuestra mirada vea, pero el corazon sí.
Oporto, 2 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Quería de regalo, oír siempre palabras de admiración, por mi juventud, que los que no saben mi edad, queden en duda, por mi alegría, agilidad y porte.
Sin querer, tengo vanidad, en sentir que soy una incógnita, mirar sus miradas un poco, confusas, no sabiendo lo que pensar.
Me pasa todos los días, mismo en el parking, donde dejo el coche, cuando ando por los grandes almacenes, donde todos me saludan, las funcionarias me dan un beso, los directores se acercan de mí, con una sonrisa, es impresionante el atendimiento que tengo, no soy una clienta de muchos gastos, pero siento que soy querida.
Dicen que mi bueno humor les hace bien, unas veces se juntan cuatro o cinco y terminamos a carcajada limpia.
Quien por alguna razón le lo que publico, no lo entiendan, pues me quejo mucho, parezco triste y abandonada, es cierto, que estoy pasando, como siempre un poco mal, por injusticias y otras cosas más. Desahogo, normal hacerlo,
Eso es de dentro de mi sentir dolorido, de tanto que aguanto sin echar una lagrima, o tener discusiones. Otra es mi vivir plenamente, todo lo que pueda y tenga nascido conmigo, la fuerza de sonreír, siempre y como si fuera dos personas, cambiar de la dolorosa, verdad de mi vida a otra que soy la niña, la mujer, mas radiante del mundo. Quiero mirarme al espejo y ver el fulgor, la vivacidad en mis ojos. Yo quiero ser la juventud, en mi edad, pues para mí no la tengo. Sé que nascí, que tengo un carnet de identidad, pero no tengo edad. Ni la quiero. Quiero si pasos ligeros, mi andar derecho no con joroba, subir y bajar escaleras aun que sea de veinte pisos. Ascensor solo en grandes superficies y si estoy con prisa, hasta las escaleras rodantes subo, como si estuvieran paradas.
Deseo que mañana sea como hoy, sienta que tienen admiración por mi manera de ser y que por muchos años aun me envidien por ser como soy.
No es vanidad, es aceptar que con mi esfuerzo, he conseguido, ser una casi vieja, muy joven y es bueno, ¡oh! ¡Si es!
No se porque me siento leve como una pluma, feliz y tranquila, segura de mi, quizá porque alguien me ama. Debe ser eso.
Que pueda aburrir a mis lectoras, por muchos años con estas cosas, sin valor, o con valor en demasía. Soy una vencedora, he derrumbado, la edad, el tiempo, los enemigos y he ganado amigos, familia lejana, que no conocía, que, me acompañan y me dan cariño. Salud, eso sí, quiero que Dios me la de, pues solo El lo puede hacer, así como años para disfrutarla. Estoy pidiendo mucho, esta Navidad, pero algo vendrá con los Reyes Magos
Un poco mas de mi ya sabéis, ¿verdad? Así poco a poco, me conocéis, mejor, lo deseo, de corazon, para que podais entender lo que entre líneas, digo sin exponer con crudeza, lo que es mi vida en realidad.
Oporto, 23 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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Poeta
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Por la mañana, muy temprano, parece que algo invisible anduvo limpiando el aire, olor a fresco, a cosa acabada de refrescar, vuelan gaviotas, que suben del rio, donde se mescla al mar, paz, aquí arriba, tan cerca del cielo, casi olvido mis preocupaciones, casi, soy libre.
Dentro de un rato, hacer la maleta y volver a casa. Lástima que sea así, esperanzada que un día pueda sentir esta libertad, para siempre, sin presiones, sin preguntas, sin tener que aguantar mi vivir, sin ser lo que quiero, tener los míos de mi lado, haciendo su vida y yo la mía, sin problemas, me voy.
Si supieran lo cuanto, me siento como si fuera gente, sin presiones, sin tener que cansarme, para no lastimar a nadie y que sepan que tengo sitio en mi corazon para todos y que podemos ser familia, independientes, pero unidos, ahí, si, en plenitud, estaré a gusto.
¡Es tan fácil! Así lo quieran, mi deseo y mi regalo de Navidad era eso. Vivir y dejar vivir.
Tanta complicación, para nada y por nada, todo es tan sencillo,, solo tienen que aceptar que quiero vivir un poco más un trocito de felicidad, tengo ese derecho.
Haciendo cuentas a mi vida, hice mi trabajo, todo lo que podía, fui buena hija, he tratado de mis Padres, he tenido hijos, los he educado, alimentado acompañado, dejando casi de vivir mi mejor tiempo de la vida por ellos.
He sido dentro de mi manera de ser una esposa fiel e impecable. Nunca he deseado mal a nadie, si tenía un poco de pan lo repartía por los demás. Si compraba una prenda para mi, otra cogía para todos. He dejado de hacer miles de cosas, por todos. He trabajado como loca, sin horas de acostarme, he atendido a quien lo necesitaba, todo lo que tenia lo repartía. Nada era mío, lo compartí, sin esperar recompensa.
Algo, está errado, algo no encaja, en mi vida, algo falló. El qué no sé.
Si fue culpa mía, no me doy cuenta, pienso hasta quedar exhausta donde he fallado y no sé.
El corazon tiene vida propia, es independiente, su sentir es único, nunca debemos intentar obligarlo a que no viva.
Imposible, dominarlo, su fuerza es inmensa, por mucho que lo intentemos, él es quien manda en nuestros sentimientos, en la alegría y la tristeza, en el amor o en el odio, en la envidia, en la bondad, en ser o no ser integra en la carencia de afectos, en los deseos, en todo, lo que es nuestro vivir, para no ser autómatas.
El mío ni sé como cabe en mi pecho, ¡es tan inmenso! Cabe dentro el sufrimiento del mundo, el dolor de todos, el querer dar lo que falta a quien lo necesita. Por favor dejarlo vivir, no lo hagan sufrir, es lo que más deseo y que Dios me dé siempre, tanto materialmente, como moralmente lo necesario para repartir.
Así, en plenitud, es bueno vivir, sentir que somos útiles a los demás. Ahora que mi corazon tiene otro como amigo, dejarlos que vivan y sean felices, no es pedir mucho, es casi nada, un poco de piedad y comprensión. Es solo esto que pido, era un bonito regalo de Navidad.
Oporto, 23 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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Poeta
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Frente al bingo, el allí estaba en su silla de ruedas, vendiendo lotería, lluvia, me acerqué y cogí un decimo, por casualidad, tenía la terminación y mi amigo cogió otra, de nuevo otra terminación, cogió otro decimo.
Me había dado cuenta que era muí difícil al Señor coger y entregar, la lotería, pues sus brazos y manos eran deficientes. Hoy, mi amigo, fue de nuevo a mirar si tenía premio y comprar para el sorteo de Navidad.
El no estaba, otro vendedor se acercó y entonces, mi amigo le preguntó por el Señor en silla de ruedas.
Entonces, como un rayo, fulminante, dijo, “era el compañero parapléjico, el no viene, su Mujer también, con poca visión, lo llevaba todos los días, para que pasara con seguridad las calles y hace dos días fue atropellada y murió”
Mi ansiedad es enorme, tengo que saber si el también está herido, que va a ser de su vida sin la compañera que lo ayudaba a vestirse, a salir de casa a hacer la comida, mismo con sus limitaciones. Me he quedado helada, sentí en la voz de mi compañero, un freno de llanto, ¿cómo? Volví a preguntar, no lo creía, era demasiado infortunio, para los dos. Aun nos quejamos, de cosas sin importancia en nuestro pedestal de que no merecemos de cuando en vez sentir la mano de Dios llamándonos la atención para nuestro egoísmo.
Iba a salir y ya no fui, si tuviera lágrimas seguro que lloraría, así quedé pensando donde estará como será su Noche buena y que va a ser de su vida.
¡Si pudiera, hacer algo por él y por tantos otros, que mismo con infinito sacrificio intentan ganar la vida con sus deficiencias! ¡Si pudiera haber pedido a Dios, que no llevara su mujer! Qué triste me siento, deseo del fondo de mi corazon que esté bien y que tenga algún hijo que lo recoja. ¡Es tan tortuosa la vida! Me sentí avergonzada, por mis quejas, total es por ganancia que me hacen comer el pan que el demo a amasado. ¿Eso importa? No, delante de tanta desgracia, es una gota en un océano de sufrimiento, que por bondad de Dios no lo tengo.
Quien me diría que a mi edad, me arrepentiría de aburrirme con cosas sin importancia, en realidad, soy ingrata.
Ahora a intentar saber, lo que ha pasado, con el vendedor, vida ya no se puede dar a su mujer, pero dar un poco a él, si puede ser.
Es un cuento, es verdadero, es una cosa para pensarnos, que hay millones de seres, que están muchísimo peor que nosotros.
Solo esto quería decir, para algunos una insignificancia, para otros quizá piensen un poco en su alrededor.
Pido perdón, por mi simplicidad, no hablo de nombres pomposos, pero de gente con nombre sin que nadie los llame para darle una ayuda.
Oporto 17 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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Mas una Navidad ha pasado, para unos con alegría, con niños corriendo, por la casa, con familiares que de muy lejos, mismo de otros Países vinieran.
Otros, tristes, por tener, alguien enfermo, o porque, se han despedido, de alguno, para siempre.
Seguro que de todo hubo un poco, cada uno ha vivido a su manera, esa noche, que es la más larga del año.
Lástima, que todos no la pudieran pasar felices, pero la vida es todo esto, no hay nada que se pueda hacer para cambiar el destino de cada uno.
Yo lo he pasado bien, como mi consciencia me ha dictado, he desistido de ir fuera, para quedar con mis niñas, mujeres ya hechas, pero para mí serán siempre niñas.
En realidad, mi pensamiento, estuvo lejos, en otro sitio, muchas veces, me pasó por la cabeza, un montón de veces, como sería bueno, tener más alguien junto a mí. Aun no ha llegado el momento. Tengo que estar donde más me necesitan, no puedo, por mi manera de ser, dejar el egoísmo, se apodere de mi.
Ya tendré, la compensación. Me he dado cuenta, que no puedo cortarme en dos, tengo que elegir la mejor manera de dar mi compañía, a todos. No había necesidad, de hacerlo, si un poco de buena voluntad existiera y aceptaran y ayudaran un poco, a quien tanto los quiere. Cada uno tiene el corazon que tiene, si no hay capacidad de ser más condescendiente, tengo que rodear las dificultades y vivir estas fechas, un poco triste.
Por miedo, o celos, no debemos frenar la vida a nadie, sabiendo cuanto los quiero. Deberían de aceptar, mi voluntad, mi felicidad, mismo que no fuera en la totalidad, por lo menos un poco de aceptación, no quedaría mal y era esa su obligación. Como sé que es por recelo a quedar sin mi junto a ellos, intentaré que de una vez por todas, tengan la certeza de que nunca dejarán de tenerme, por veces, por mucho amor, no vemos el mal que hacemos, eso es lo que está pasando, pero yo que estoy en el medio, sufro.
Con sentimientos no debemos, jugar, nadie sale ganando, todos pierden. Con tres amores, tengo que vivir, están en mi corazon, cada uno en su sitio.
Solo falta que lo crean y me dejen ser feliz, ¡tengo, tanto para regalar! Sin darse cuenta me están rechazando, por su falta de razón, yo no quiero nada de eso. Solo quiero amar a mi manera, ser libre y juntar, aun que con distancia física, a todos los que me son queridos. Esperanzada en el Nuevo Año, aguardo con calma y serenidad, que la razón, sea más fuerte, que los celos o miedos.
Soy, afortunada por un lado, porque me quieren, por otro, infeliz porque no consiguen ser razonables, la vida tiene de estas cosas. Voy con esperanza, adelante, no quiero ser ultrapasada por el tiempo, ni quiero que mi manera razonable de ser, cambien y me transforme en un ser, desnudo de voluntad y coger lo que quiero, lastimando a sin piedad.
Agradezco la comprensión de mi amigo, es el primero a darme fuerza, para que consiga cambiar la manera de pensar de mis niñas.
Oporto 26 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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Poeta
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La distancia es como el tiempo. No nos deja olvidar. En estos días, he encontrado muchas personas que ya no vía hace muchos años, algunas desde muy jóvenes, pero me han reconocido, bueno sentir en su mirada no lastima por los años que pasaran por mí, ni por los cambios, pues siempre hay algunos. Solo sentí cariño y amistad, pienso que tengo una montaña muy alta, que el cume no se ve porque está tapado por las nubes. Hubo ocasiones que ha quedado destapado, donde están, la alegría y felicidad, no fueran muchas veces, pero aún perduran.
En este momento casi está a cielo abierto, besando su color azul, desde que alguien me dio la mano y me quiere, desde que sentí que soy algo para alguien, que me acogió en su corazon, las nubes de espacio se van alejando.
Es bueno, es algo que me da vida y fuerza, la belleza del cume es las flores salvajes, de múltiplos colores, que me saludan moviéndose con el viento, aun puedo subir y coger con placer su olor.
¡La vida es tan buena! Es un préstamo que solo pagamos con la muerte, no tiene plazo.
¡Soy tan rica tengo tanto! Para qué llorar o sufrir con palabras duras, con hipocresías, faltas de respecto de quien no se respecta a sí mismo. ¿Merece la pena? No, soy mal agradecida, no tengo derecho a sentirme una triste o infeliz.
Tengo que ser como agua corriendo, por el valle, de espacio, porque si es rápido su pasaje, no lava, ni quita la sequedad de la tierra de sus márgenes.
De esperanza en esperanza, con confianza en mi futuro, tengo todo y ¡tengo la amistad de tanta gente!
Cerré más un capitulo de mi vida, empecé otro, distinto, mejor, más bello y dulce, ya no me hace mal lo que dicen, mis enemigos o envidiosos.
Nada me demuele de lo que quiero, es poco, es mi montaña donde puedo abrazada a alguien y mirar mis flores salvajes.
Todos tenemos una, solo que no sabemos dónde y porque lado tenemos que subir.
Sin temor ni miedos, tenemos que avanzar e coger el destino en nuestras manos, con cuidado no podemos abrirlas para no perderlo.
Imperfecta, con muchos defectos, soy lo que soy y nada más.
Pero tengo gusto en mi, en lo que son mis valores morales, no quiero cambiar, estoy bien así.
Que más quiero, si ya tengo una montaña que pasa arriba de las nubes, te tengo a ti, amigo, tu compañía y tengo la seguridad que muchos van cambiar, la razón es poderosa y será reconocida.
Cerrado un triste capitulo de mi vida, abierto otro, viviré de manera distinta sin perder mi identidad y mis principios.
Oporto, 22 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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Pies pequeñitos, morados de frio, van por la acera, paran delante de un escaparate de una confitería, piensa como será su sabor. Dentro amas de casa y hombres compran los dulces tradicionales de estas fechas. Nadie se fija en el.
Más adelante una niña, con sus ropitas ya gastadas, mira otro escaparate lleno de juguetes, ni se da cuenta de quien dentro espera que empaqueten lo que compraran. Ella solo quería la muñeca de trenzas rubias y ojos azules, con su traje rosa y zapatitos blancos. ¿Qué sensación tendría si la pudiera coger y llevar para su casa?
Una mujer, cansada de trabajar con su bolsa de restos de comida que le han dado, camina arrastrando casi los pies, su casa aun está lejos y ella no puede coger un transporte, el dinero le hace falta, para comprar algo mas para la cena.
Un viejo sentado en una escalera de un edificio, mirando para el suelo, está vacío, nada piensa, en nada tiene que pensar, ha aceptado su destino, puede ser que le regalen un abrigo, como el ultimo en Navidad, cuando un señor salió del coche y lo ha mandado ir a su casa y le ha regalado alguna ropa, usada, pero en bueno estado.
En la Iglesia, fría de piedra, unos bultos sentados, rezaban o dormitaban, con sus mantones y pañuelos en la cabeza, esperando que cerraran las puertas para marcharen, para sitio alguno, sin nadie esperándolas.
Algunas miraban el Belén, ¿que estarían pidiendo? Los que corriendo para comprar cosas no se daban cuenta de estos seres humanos, que deambulando al acaso, por las calles, querían algo un poco un casi nada, unas sobras, para su cena de Navidad.
En estas fechas, ando triste y atenta, dentro de lo que puedo, sin hablar les meto en las manos unos euros sin esperar que digan nada, no quiero, tengo vergüenza de no poder dar más.
Me gustaría poder hacer un poco más, no tengo como.
Si todos dieran un poco un casi nada, mucha alegría, pondrían en corazones apretados por el infortunio de ser hijos de segunda de Dios.
El Cielo ya tiene un sitio para ellos, pero tenemos que aceptar que sufren mucho en la tierra.
Esta semana no te olvides de dar un poco mas de atención a ojos tristes, a niños con los pies morados por el frio a los viejos que miran para sus manos vacías, sin nada, si supieras que cuando regalas un poco de ti, estás dando a Dios, seguro que el sabor de tu cena era mucho mejor y tu intimo, estará mucho más feliz.
No esperes que te pidan, mira con atención, regala, no esperes que te supliquen. Seguro que no va hacer falta, al revés tendrás el doble mas tarde o temprano. Lo digo, porque lo sé.
Hagamos que estas Navidades, sean de todos, no importa si unos tienen mas que otros, importa que todos tengan un poco.
Seamos hermanos, en verdad y intentemos dar un poco de felicidad, a quien no la puede tener, aun que sea una muñeca, o un dulce a un niño.
Que sea realidad, mi deseo, nada cuesta, solo un poco de amor al próximo.
Oporto, 23 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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Poeta
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Sabía que ayer, iba a haber una lluvia de estrellas, estaba esperanzada en que el cielo estuviera sin nubes, mismo acostada la podría ver, pero como siempre había nubes, desilusionada, me dejé quedar muy tapadita, y he quedado dormida.
Soñé, que una vino contra los cristales, en miles de estrellitas se transformó, tenían sonrisas de felicidad, como si hablaran conmigo, creo que la estrella antes de explotar, me dijo “yo soy tu estrella y vine para alegrar tu camino.”
Que me levanté y fui junto a ella, abrí la ventana, con los brazos estirados y manos abiertas, cogí el polvo dorado, en que se había quedado y sentí, su dulzura, como si nieve fuera pero caliente.
Tiempo estuve jugando con el polvo, mis pies se levantaran, mi cuerpo no tenia peso y me fui con él para muy lejos, tan lejos que solo volví por la mañana al despertar. La portada estaba abierta, la cortina también y miré el cielo gris anunciando un día de lluvia. He quedado un buen rato pensando en mi sueño, ¡qué bonito fue!
Me gustaría tener una estrella, o poder ir junto a ella, no lo sé decir, pero tengo la impresión, que tengo una, lo que aun no sé donde está.
El firmamento, me atrae, ya soñé que estuve sentada en la luna cuando está en el cuarto menguante, sentada en su medio y como en un columpio, sin hacer fuerza, me bamboleando, como niña en un jardín encantado.
Quizá sea la necesidad de escapar de esta vida, sin sentido, donde los días parecen sin fin y la noche tarda en llegar, para poder soñar, con lo que tanto placer me da.
Todos soñamos, seguro, algunos ni cuentan con qué, o por vergüenza o por miedo que le tomen el pelo, pero no es así, soñar hace parte de nosotros, sin ellos no sabemos lo que es alcanzar lo que tanto deseamos.
Si sueñas, eres feliz, si vuelas para sitios que no sabes dónde y lo que son, también, si sientes que te abrazan con amor, si unas manos te acarician con suavidad, eres feliz. Si tienes compañía en noches frías y tristes mismo soñando, también lo eres. Nunca te olvides que la noche es el principio del nuevo día y se despiertas, de un sueño bueno, mas fuerzas tendrás, para batallar. Deja que tu pensamiento, descanse, dale un poco de esperanza, déjalo volar y tu vete con él, no hace daño a nadie, solo el bien para ti.
Yo quiero soñar, yo quiero tener, sin quitar a nadie el suyo, solo quiero mis sueños, mis estrellas, mis alas invisibles, para volar para allá del horizonte, donde vuelan ángeles vestidos de blanco tocando sus harpas celestiales y pueda bailar, contigo, dulcemente la música de la felicidad.
Vente conmigo, juntos seremos el sueño hecho realidad, no salgas de mis sueños, te necesito, para acompañarme en mis momentos de ensueño.
Oporto 16 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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En el decimo cuarto piso de un hotel, donde veo toda la ciudad, en la habitación confortable, después de cenar sola, deshice la maleta, todo puesto en sus sitios, enchufé el ordenador, en la secretaria, con uno espejo delante, me miro y pregunto” ¿Qué hago yo aquí?” Sola, oyendo el ruido de fondo del aíre acondicionado, mesclado con la televisión en tono bajo, me viene al pensamiento, la triste realidad, en que me encuentro. ¡SOLA!
Puede ser que consiga poner en orden mis pensamientos, estoy un poco confusa, he dado pasos que no quería, olvidar o intentar, poner de lado, lazos de sangre, ir para delante. Quitar de mi pecho el dolor, que todo lo que me está pasando, me lastima. Pero nada ya puedo hacer, si no aceptar.
Sí más joven fuera, marcharía para muy lejos, como emigrante, buscando nuevo futuro, pondría la inmensidad del mar, por medio, entre este vivir y esta tierra, por otra, desconocida.
De todo hice para que la razón, ganara, no se han dado cuenta de lo que me hicieran y hacen, Me pregunto cuando en mi vida dejaría, que a mi Madre pasara lo que me pasa.
Mi hija es una joya, inconmensurable, pero no se da cuenta que Madre hay una solo, que nadie en este mundo la quiere tanto como yo. Pero soy humana y tengo mi vida. No quiero estropear sus sueños, pero tampoco los mios.
Hice mis obligaciones toda la vida, quizá más de lo que debía, de eso estoy segura. En fin sorpresas desagradables. Con que nos deparamos por el camino de la vida.
No quiero mal a nadie, ningún mal deseo, ni perdonar puedo, porque sé que fue inconscientemente que me hicieran tanto mal.
Solo temo un poco por el futuro de quien tengo en mi corazon, actos inconscientes tienen por veces resultados tan negativos, que quedo inquieta por el mañana de quien los hace.
Mi conciencia está limpia, todo y por todas las maneras, he intentado que me entendieran.
Pero no ha valido de nada, en este cuarto de hotel, sola y sin rumo, pienso lo que puedo y debo hacer, por mi.
Con amargura, solo tengo un amigo, que me oye, pero no comenta, no quiere, y se disgusta por quedar con las culpas que le echan sin razón.
Sin ganas de ir para mi casa, sin nada que me espere allí, sin ilusiones que todo mejorará, ni tengo el sentido de Navidades, estoy entregue a mi propia, a mi alrededor, incertidumbre, de lo que quieren de mi.
Como tres dedos de mi mano derecha, dos cayeran se rompieran, por nada, que valiera la penas, solo por incomprensión de su parte.
Es Domingo, con un sol brillando, por encima de la ciudad, de lejos es preciosa, como en la vida, la distancia encobre la basura de las calles, los edificios en ruinas, los mendigos, la miseria y porque no, la gente por las calles buscando un regalo para dar en Navidad, haciendo cuentas, a los gastos, mas este año, de tanta dificultad económica.
Que todos vivan, lo mejor que puedan y que nunca se arrepientan de cosas, que sin pensar, lastimaran a quien no debían. Mi futuro está quedando corto, por lo tanto con el poco tengo que hacer mucho y deprisa, quien lo tiene aun largo, que sea lo que desean.
Oporto, 18 de Diciembre de 2011
Carminha Nieves
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¿Te acuerdas tiempo, de mí? ¿De cuando nascí, en medio del nada, sin nadie, a no ser mi pobre Madre y mi Padre?
¿Te acuerdas, del sufrimiento que he dado para nascer? ¿Y para qué? Quizá para pagarlo todo durante mi vida, sin haber tenido culpa, no he pedido para nascer, no he pedido para vivir, no elegí la Madre, ni el Padre, ni la hora, nada tengo que reprocharme, como en una dictadura, vine sin opinar, sin elegir, sin que me preguntaran nada.
Camino que recorrí, hasta hoy, sin pedir, camino agreste, difícil, con momentos que ni tiempo tuvieran, para ser felices. ¿Yo soy el tiempo? ¿Invernizo, frio, agreste, des confortable, con unas resteas de primavera, una vez por otra?
Te pregunto, tiempo. ¿Aun tengo alguno más, para recoger las pétalas de una flor que era y está marchitando?
¿Será que tendré que andar de rodillas cogiéndolas del suelo? ¿O las pondrás en mi regazo, suavemente y su olor me despierte y sienta que es realidad mi vida de ahora?
Piensa, tiempo, si hay alguien sin culpa soy yo, me transportaste a través de los años, casi siempre a tropezones, mis quejas, fueran lagrimas en silencio, se que tuve razón para ellas, ya secaran, mi deseo, también, mi s sueños, se fueran, ahora te pregunto, ¿“que tiempo fuiste tú”? ¿De dónde has venido, tan crudo, y deshumano, que cuando pétala ya marchita, me mandas cosas, que no se si las puedo tener? Por lo menos, dame flores frescas, llenas de perfume, que duren un poco hasta que pueda saber si aun tengo un poco de ti para vivirlas, no es pedirte mucho, mi tiempo, que no me lo has dado, para vivir en plenitud.
Dicen que en el tiempo todo queda, que desaparece, cuando te marchas, yo te necesito, ya que no estuviste durante tantos años conmigo, ahora viene y queda, un poco más, como una primavera.
Es mi crespúsculo, es mi última, oportunidad, por favor, lo merezco, tú lo sabes mejor que yo.
Oporto, 16 de diciembre de 2011
Carminha Nieves
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