Algo hirviente como el cielo apachurrado, la vida de la araña gigante, el monte escalonado bajando, violeta, el anaranjado cielo, una cáscara incuestionable, la cabeza espiralizada donde se abre el espejo débil, atravezable del vientre vertical y las redecillas orquilladas, Frases cautivan las cenizas hembras, las cucharas solemnes en tibio derrame sensorial, casas en las yemas de cerreñas nubes, una plomiza desviación en el eje, las latas llenas y empaquetadas, muchas y compulsivas ideas las llenan, su lugar en la luna podría asemejarse al paréntesis discontinuo en el espacio tiempo, sostenimiento impactado que jadea, poco, oscuro, desanimoso, conectivo. Estómago del dado sorpresivo, sus eclosiuones reveladoras de fantasía iridiscente elevan su hueso de luz decisivo. El suave y desbaratado líquido anímico, la boca desconocida aulla, sus destancias tocan un semi contacto, sus planicies giratorias, el extremo seco donde hubo entregádose el naufragio, psicobiótica sinergia, la gimnasia polarizada. Tantas alejamientos dejan intentos afuera de su respiro seco y tembloroso. Luminiscencia acuática y voladora, la reja con olor a desuso, sus patas alargadas y casi esculpidas en sal y orina reciclada, su miramientos conocidos por la erupción bermellona del sol de la amapola, suben sus excepciones vitales, a la piel interior poseída por los caballos de helio. Boca a boca el corazón y la espora la hélice solar hacen trébol. Y llora el trecho luminoso, el fugaz y elástico partir deslumbrado. Ahora desnivelada lengua la pista extensa y curvada, los prometidos códigos alfabéticos para saber el empezar humano. Una peluca roja en las urgencias tan jalonadas en el retiemblo, fiebre branquial en el labio.
Deshojando lunas en la inmensa noche. Los sueños hilando en los latidos. La balada gorjear de hojas. Está, en la corriente subterránea inagotable. Está, en las riberas pasadas de las horas. En el piano suave, en el palacio del destello. En las impaciencias madurando huertos. ¡Miel y piel, espinas y alabastros!. Deshojando, atrapados porqués desmadejados.
Contemplando los después de las mañanas. En las pupilas del instante que se fue. ¡Quedando adherido al viento!. En la mano furtiva de la esperanza. ¡Con la sombra del barniz de las colmenas!. Contemplando la jornada del sembradío. ¡Cultivando almacenes de aleteos!. Los recuerdos de los pasos incendiados. Las llanuras de los anhelos trenzados.
Contemplando. Las caricias de los siglos, de los minutos. Contemplando. El sacrificio de los relojes, de los viajeros. Contemplando. La ruta de las espinas y los algodones.
Va Mos Contemplando Las Pro Mesas, en las rodillas vegetales, mordiendo al fango, al cuello arqueado, al clavel amurallado.
Recuerdos Ambulantes Aves de las arenas. En las ramas de la fuente atravesada. Ambulantes estaciones de los jirones. ¡En las bonanzas idas, habitaciones heladas!. Recuerdos. Ambulantes.
Pudiera Ser Aquéllo. ¡Qué nunca pudo ser!. Embalsamado. ¡La misma muerte fugaz inmóvil!. Pudiera. Pudiera. Ser, ser, ser. Aquéllo. ¡Qué siempre fue! En el árbol de las lámparas y los volcanes. Una ilusión que fluye, un templo en el barro. Un recuerdo empurpurado y perenne inamovible.
Cuando La Misma noche duerme, cobijada por las nubes. ¡Brilla el mirto en lenta procesión!. Príncipes marmóreos del abismo. Con el recuerdo borroso de las tardes, y el ocaso tormentoso de una aurora. Cuando Están Escalando pórticos los tréboles, En La Caña, delicia de la playa. Apagando valerosas, ánforas. ¡Qué agujas, hermosas, parecen!. ¡Los anhelos, como sirenas y callejones incendiados!. ¡Del ensueño diamantino, en rosa pedrería!.
Flama Ama Amante mirto, vivo, brilla, aún en la bruma misma, aún en la mansión solo soñada.
¡Hay amor, al secreto escuchas!. Al Pequeñuelo ¡Del anhelo, al anhelo de lírica y de gracia!. Al Regazo. ¡Qué los prados prolíficos defiende!. Al Breve instante presuroso. ¡Tesoro, áureo, de mágica riqueza!.
Flama Ama Amante mirto, uno va, viene y vuelve, indemne, al tiempo, en los iris de los caminos por andar, en la fragua de los litorales serpentinos, anda.
Una vez, violín, guitarra y paja. Otra vez, sombrero laudable. ¡Antes cruel destino!. ¡Filtro de las puertas!. El amanecer recostado de las plazas, el amor sumergido que despierta.
Ahora En un presente, de llamaradas matinales. ¡Fuego, rumor de noches blancas!. ¡Cuál luciente y bella perla al viento!. Aún así, así aún. ¡La flor se marchita, se marchita, marchitándose!. Quedando, quedándose. Luego, eterna, eterna. En La Memoria del perfume, esencia oleosa del sentirse.
Mirto, amante, flama, en la voz de los umbrales.
El suspiro inagotable de los clamores, flores, vive, ríe y escucha, la tierra de los latidos, canto redondo balcón, abierto, en el corazón de los parques del ser.
Está En el verde multicolor de la vida. Está En el cuerpo del mismo viento. Y ¡Más allá de las espinas, de la muerte, prudente!. Muere, sin duda, lo que luego renace, mejor.
Mirto, mirto, flama, ama, ante la vida.
Cruzando va y viene.___Por el pasado adverso. Seco y sereno eco.___Entra y sale ágil. ¡Por el ágil canto, que la vida escancia!.
Flama ¡Muchas veces, donde se desdoblan los pañuelos!. ¡Donde los anhelos son unánimes en los campos!. De ciertos escarabajos, que quieren cambiarlos. ¡Solo matando, con la lengua y por la espalda!. Del Pensamiento Al sentimiento.
Flamante mirto, mirto que vivir puede. ¡Sí, sí!. ¡Se hace un sentimiento noble, honesto, nunca antes dicho, solo hecho, y hecho transparente sólo!.
Flama, ama, la viva fragancia, excelsa. Del Flamante mirto En Medio dúctil. Insinuante. ¡Con la inquietud!. Inexplorada que salpica. Al manantial espumando.
Me dicen que estoy viejo Que mi sangre No debe florecer en primavera Que no deje a Satanás Dios no permita ¡! Me incite ambicionar bienes ajenos Arriesgando a perder el cielo eterno Y negando mi entrada al paraíso pero mienten ¡! Lo que quieren decir y significa Que no debo de mirar a las mujeres Cuando pasan cimbreando las caderas O los escotes desbordantes, que prometen Temblores a mi entraña adormecida Mas si van a lapidar los pecadores Acusen con razón, quien lo merece! Son mis ojos los curiosos! O mi mente !! Aburrida, fantasiosa, hasta demente Que imagina , con lujos de detalles Que se desliza cuesta abajo por breteles De turgentes colinas perfumadas O que bebe sedienta en los ombligos Y que deja en las gargantas como huella Un collar de mariposas azuladas Me dicen que estoy viejo yo lo entiendo!! Porque es tanto, pero tanto más sencillo ! El sentarme a esperar de que la muerte Me arranque de una vez estos suspiros !
Pensaras en mi, tal vez sin proponértelo me asociaras con la rutina diaria mis cosas de afeitar, el cenicero la almohada sin usar el eco de mi tos por las mañanas el libro aquel con la punta de la pagina doblada marcando con incógnita, un final que ya nunca leeré alguna ropa que ha quedado por ahí, olvidada Y en esas tardes lánguidas de otoño cuando el frío se cuelgue en la ventana me ofrecerás café sin darte cuenta aun que te has quedado sola en esa casa que ahora parece tan grande y solitaria Te vestirás de luto con recuerdos de viejas carcajadas compartidas y en la comisura de tu sonrisa tibia de tu sonrisa buena se colgara una lagrima irisada seré yo, mi alma en esa lagrima el beso liquido que rodara en tu cara