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En una aldea, vivía en el monte, un matrimonio ya mayor, todos los días a la misma hora, muy temprano el hombre, venia fuera, echaba comida a su perro, a las gallinas.
Más tarde, bajaba, con su bastón de madera, hecho por él y caminaba hacia el rio que atravesaba el pueblo, pasaba por entre los pinares, y siempre en el mismo, paraba, allí quedaba mirando el rio. Recostado al tronco del pino, con el perro sentado junto a él. Así pasaba parte de la mañana. Un niño que iba a la escuela se había fijado en aquel hombre, tan solitario, ni siquiera sabía su nombre, cosa rara, pues todos se conocían, ¡el pueblo era tan pequeño!
Le entró la curiosidad y empezó a seguir de lejos el hombre cuando no estaba en la escuela.
Al regresar un fin de mañana, miró la casa y vio una mujer sentada en una silla de ruedas, cogiendo sol cerca de la puerta, la sombra del hombre apareció a la puerta, dio unos pasos y empujó la silla para dentro.
El niño, se fue para casa a comer, ya era hora del almuerzo y no quería que su madre le riñera por ser tarde.
Sin comentar nada, comió ayudó a levantar la loza, hizo los deberes y pidió permiso para dar una vuelta de bici, la habían regalado en los Reyes.
Así montado en ella fue en dirección al sitio donde podía observar la casa del hombre. Por las cuatro, el salió, bajando el monte, por el mismo camino, con su bastón y su perro. Andando, fue hacía el rio y paró junto al pino, se sentó en la hierba y allí quedo mirando el rio.
Así pasaran los días, siempre igual, Llegó el verano, un día el hombre no bajó. Intrigado, al llegar a casa comento a su madre, que era muy raro el señor que vivía en el monte, la Madre le dijo que la mujer era paralitica y el había sido marinero, habían tenido un hijo que murió en la guerra, por lo menos era lo que comentaban en la aldea y que la mujer había muerto en la noche anterior.
La madre le dijo que tenían que ir a visitar una prima que había venido de Alemania y así todo bien arreglado el acompañó a casa de su parienta la Madre.
Al regresar por la noche ya con su Padre que fue junto a ellos regresaran, al pasar miró la casa del hombre, una claridad muy tenue, salía por una ventana, seguro que era luz de una vela, pues no tenían electricidad.
Durante unos días el solo vía el viejo a dar de comer al perro y a las gallinas, se metía en casa cerraba la puerta y así se pasó algún tiempo. No daba el paseo hasta el rio.
Iba en la bici, y se dio de caras con el hombre, entonces lo saludó” Buenos días Sr.” El no oyó, andando un poco corcovado, siguió el camino de costumbre, El chico salió de la bici, la puso recostada en un árbol y siguió el hombre, este al llegar al pino donde paraba siempre, quitó de las espaldas un bolso, con cuidado lo puso en. En suelo, hizo una fiesta en la cabeza del perro empezó a andar para cerca del rio. No paró, se metió de espacio en el y fue andando rio dentro, el agua subía cada vez más por su cuerpo delgado, el siempre andando hasta que desapareció bajo el agua.
Con los ojos abiertos de espanto y la boca el niño miraba, el perro se acostó y lloraba a su manera como si estuviera con dolores. Pegado al suelo sin reacción, sin tener descernimiento, quedó así mucho tiempo a ver si el hombre aparecía, solo el sombrero, suavemente iba al sabor de la corriente rio abajo.
Cuando empezó a raciocinar, miró el bolso y por curiosidad, lo abrió, dentro, tenía una bolsita con una mecha de cabello rubio, una foto de una mujer joven y de un chico con ropa de militar.
No lo entendió, fue corriendo hasta casa, olvidada la bici, gritando por su madre para contar lo que había pasado.
El niño no podía saber, pero yo sé que fue al encuentro de sus seres amados, ya nada lo prendía a la tierra y como marinero que había sido, en su barco de dolor, marchó para junto de quien fue su vida.
He puesto un nombre al hombre, se llamaba Sr. Solo.
Oporto, 19 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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¿Nunca has llorado sin lágrimas, cuando sola/o oyes una música que despierta tu corazon?
Que sin saber porqué, sin pensar en nada, ¿entra una tristeza dulce en nosotros?
Junto, una nostalgia, que te lleva ni sabes dónde, solo tienes ganas de un hombro amigo para recostar tu cabeza, cerrar los ojos y sentir.
Es mentira que somos, cenizas polvo y tierra, mientras vivos, somos mucho más, somos algo tan valioso, que no nos damos cuenta, del tesoro interior, que tenemos.
Si pudiéramos mirar para dentro, ¡cuánta cosa veríamos!
Felices ha los que llaman soñadores, eses encontraran la esencia de nuestro ser, viven en pleno, sueñan, sienten, tienen el don de mirar adentro, hablar con su alma, serán, un todo pleno.
Quería nunca cambiar, poder como hoy y siempre salir de la rutina y marchar a otra dimensión, que nos lleva, cerca de Dios, del infinito, de sentirnos, que nuestra mente es más que pensar en cosas terrenas.
Quiero al sonido de mi música, tener la ilusión que puedo volar sin alas y que puedo tener mi alma en manos del Señor, es mi manera de rezar, pedir perdón y confiar en mañana.
Que pueda, siempre ser así, lo que critiquen, no importa, soy feliz, en mis momentos fuera de la tierra.
Quiero, tener en una mano, felicidad, amor, salud, alegría y cosas buenas, en la otra tendré que aceptar desilusión, tristeza, desamor y alguna enfermedad, de vez en cuando. Es el compas de la vida, si fuera todo un cielo, olvidaríamos el infierno.
No podemos. Solamente, aprovechar, todo lo que la mano buena tiene y vivir con fuerza, un minuto de felicidad, vale más que una hora de tristeza.
Por eso lloro sin lágrimas, con los acordes de mi música suave y bella, me siento afortunada, tengo unos ojos oscuros que me miran con cariño, un corazon, dulce y inocente que llama por el mío, alguien, que para algunos no es nada, por no tener fortuna, ¡que torpeza! ¡Si supieran la riqueza que tiene interior y bondad!
Quizá lo sepan y no consigan aceptar, que nunca serán como él. Oír mi música, prestándome su hombro, para reposar mi cabeza.
Hace frio fuera, calor en mi corazon y en mi alma, como nota de música, en medio de montañas su eco pasa y no desaparece, por mucho hielo, que haiga.
Oporto, 17 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Se tengo todos los ingredientes para ser feliz, ¿por qué no lo consigo? Si soy bien recibida en todos los sitios, si siento que me quieren, si nunca me han dado un disgusto, si soy confidente de tanta gente, si tienen confianza en mí. ¿Qué pasa para sufrir solo en mi casa? Extraña esta manera de ser.
He terminado de mostrar mi casa, la estoy vendiendo, me está doliendo hacerlo, pero tiene que ser.
Seres hay que viven en nuestros corazones, por toda la vida, es por ellos que no hago las cosas de otra manera.
Quizá piensen que los estoy poniendo en segundo plano, mas equivocados no podrían estar. Si pensaran un poquito, sabían, que por ellos estoy viviendo una vida, incomoda, hasta el punto de abdicar de mis perteneces y
Sufrir con una sonrisa, la amargura de no poder vivir como quiero y con quien deseo.
En este momento, hago de cuenta que existe una enfermedad crónica, dentro de las cuatro paredes de mi casa y que tengo que esperar por una medicina para curarla. No quería que fuera así, nunca me paso por la cabeza nada parecida, pero, son cosas que nos transcienden y solo Dios puede arreglar.
Mirando hacia atrás el camino que he recorrido, tan largo que se pierde en la niebla del tiempo, estoy segura que no merecía esta etapa, tan dura. ¿O sí? No lo puedo decir, no me acuerdo de nada hecho con maldad, a nadie, viví siempre, como niña, como niña me casé, como niña fui madre, como niña, aun vivo hoy, no quiero mi corazon adulto, se endurece, hace mal al alma.
Como un aislado dejado a suelta viví y crecí, en mi mundo, rodeada de familia, pero sin atenciones.
Siento que ha llegado mi hora de cambiar, de ir con alguien que me sujeta una mano, la otra la segura Dios con fuerza, nunca me ha abandonado, por eso hay dos uno de cada lado.
Así por, falta de humanidad, humildad, terquedad y falta de educación, tengo una curva en mi camino. Que estará para allá de ella no sé. Depende de mi paciencia y de conseguir lastimar a quien, por falta de carácter no resuelve su vida en función, de lo que debe hacer, para que yo no tenga que quitarla de mi corazon y sangrar con dolor, el resto de mi vida, tenía obligación de intentar todo por mi felicidad.
Como no lo intentan, lo hago yo. Que me perdone a quien va sufrir. Ya tengo mi dosis, llega.
Oporto, 15 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Hace frio, helado el viento, transparente el aire, las estrellas brillan, la luna como balón de jugar, parece que le dan pequeños toques y ella se va para cerca del mar. Toda la gente fumando, pues su respiración parece humo de cigarro. Bufandas rojas, y de mil colores, tapan las caras, son nuestras burkas, guantes, todos encogidos, así andamos, fuera de casa. Abrigos, que no calientan, mejor diciendo, son blusones, ¡la moda manda!
Medias gruesas, minis pantalones, jerséis, cortos, tres dedos de carne sin cobertura en la cintura. Pero van felices, están a la moda.
La otra cara, son las cafeterías, transformadas en salas de conciertos de variados timbres de toser. Los pañuelos andan en una rueda viva, saliendo y entrando en los bolsillos, después de acudir a la nariz.
Por lo menos andan de botas, pero si no son los pantalones cortos y si mini falda, cuando se sientan me da la impresión, que se olvidaran de terminar de vestirse.
Mas de mitad de las casas no tienen calefacción, si la tiene no la ponen a funcionar, el gas es caro, muí caro. Me confunde, no conseguía vivir temblando de frio, dentro y fuera.
Me acordé de una casa, donde estuve en Noviembre, imagino la chimenea, llena de fuego, el perrito, delante en su cojín durmiendo, sus dueños, cenando y hablando.
Cuando he entrado en la casa, su salón agradable, imaginé una tarjeta de Navidad, con la nieve cayendo y las ventanas iluminadas, con la luz media amarilla, no dije nada, ni he comentado, solo cuando estaba en el coche ya de salida para mi piso hablé con mi amigo sobre la dulce impresión, que traía de la casa, tan acogedora, donde hay cariño amor y paz.
Gente buena, sencilla y que valen oro por su sabidora y de raíces, con historia, con pergaminos, tesoros que vienen de muy lejos y que no los afectan, en su delicadeza, para con todos.
Generaciones distintas, antes, pasaban años, para cambiaren, hoy es casi instantáneo, cambian las costumbres, la moral, la educación, de un día para otro. Tengo pena, ¡se ha perdido tanta cosa! Me acuerdo cuando era joven, se que era un poco distinta de mis amigas, pero había respecto, educación, no forzada, pero cogida en casa, seguían el ejemplo de los mayores, ahora estos solo estorban.se refieren a los Padres “diciendo mis viejos” solo tienen algunos cincuenta años o menos. Es triste, muchos les llaman “fósiles”.
Críos, sin empleo, compran pisos, vienen de las aldeas para la ciudad, los Padres, venden sus tierras y sus casas, para dar como entrada, vienen con los hijos a apartamientos, al fin de cinco años, estos los venden y los Padres quedan en la calle. ¡Sé de tantos! Así estamos, así vino la crisis, gastar más de lo que tenemos. Han regalado tanto los gobiernos, a algunos con lo que descontamos de nuestro trabajo, ahora dicen que no hay empleo, tampoco hay ganas de trabajar, solo un empleo y tener sueldo con poco trabajo. Ni todos son así, aun existe juventud, consciente, trabajadora, pero es poca, para tantos que viven sin serlo.
Me lastima la demandada de gente que marcha a otros Países, como fue posible este descalabro en tan poco tiempo, no lo entiendo.
Mi alrededor está incierto, parecemos que vagueamos, sin destino, por eso, me acuerdo de aquella casa, tan acogedora, en que los hijos trabajan, visitan a sus Padres y es todo tan calmo y sencillo, que transporto el mundo para ella. Mi agradecimiento es enorme por la acogida que me han regalado y a mi amigo, más el recuerdo inolvidable que se ha entrañado en mi corazon.
Sin nombres, sin sitio, sin fecha, ellos saben si por casualidad leen estas líneas, que me refiero a mi pueblo a gente pura de corazon.
Oporto, 12 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Querían estropear, por palabras, querían aplastar, por acciones, mi fin de año no lo consiguieran, de manera ninguna.
Por muy alto y grande que sea todo, no tapan la belleza del sol, el ocaso, no quitan el perfume a las flores, no tapan las estrellas ni sacan de mi corazon el cariño que tengo por alguien y por tantos.
Mucho menos mi voluntad de vivir mi vida, pueden mentir levantar falsedades, decir cosas que quien me conoce sabe que son mentiras, pueden esconderse, para llamar por teléfono a amigos míos, pueden ser una mentira silenciosa, pueden ser lo que quiera, tanto me da. Ya he dejado de importarme, ya no es casi nada para mí, nunca perdonaré la falsedad, la mentira y cosas que solo viendo, se puede creer. Como no tienen nada a apuntarme, ahora dicen ¡que ando de mini falda y legues! En mi cara alguien dijo que” envejezca con dignidad", siempre la tuve siempre la tendré, solo falta decir que tengo tatuajes y pendientes en la punta de la nariz”. Todo lo que quieran inventar, desconfianza la tienen, parecen piratas escondiendo el tesoro, que no valen una perra. Siempre tuve una casa fuerte, la llave y el secreto, era de mi Marido, nunca le paso por la cabeza, desconfiar de mi ¿y vienen, sin razón desconfiar? Veneno, solo veneno, en cabezas huecas, egoístas, falsos amigos. Pasa que me dan más fuerza. En cambio tengo muchas más personas que me dan animo, magistrados, abogados, gente sencilla que me apoya y saben la verdad.
He tenido unas Navidades tristes, un pasaje de año en un hotel, donde fui acariñada, por mi amigo e todos lo del hotel, desde directores hasta los más sencillos empleados y aquí estoy, como siempre a escribir lo que no quieren que haga, pero no lo conseguirán, nunca, tienen que asumir lo que son y lo que hacen.
Comí las uvas frente al televisor mirando la plaza llena de gente, de mi País, una hora menos de este donde vivo, pero fue bueno, tenía una enorme ventana donde vía la ciudad toda alumbrada y con mi compañero, también solo como yo, brindamos al nuevo año. Volvimos para el comedor enorme, lleno de gente, terminamos la cena, que la habíamos dejado a medias, no sin antes pedir perdón y explicar el porqué de nuestra salida de la mesa y al sonido de la orquestra bailamos hasta las cuatro de la madrugada. El hotel era una maravilla, estaba todo cinco estrellas, nos quitaran fotos, en resumen, hicieran todo, para que no sufriera, por tener que dejar mitad del corazon, en mi casa y tener que salir, por mi voluntad,” más vale sola que mal acompañada.” Y por felicidad estaba y bien, con quien me quiere, de verdad. Y así fueran mis fiestas, deseo que las próximas, ya esté a gusto, sin tanta falsedad a mi alrededor, con la consciencia limpia, que no hice mal a nadie, ellos lo hicieran a mi e a ellos mismos. Cada uno elige lo que quiere, así será.
Que mi nuevo año sea como un salón de baile, con música y cariño de mis amigos y fuerzas para bailar al compas de la vida.
Oporto, 2 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Todos los días, se aprende algo, nos obliga a reflexionar, todo está encadenado, no damos cuenta, solo no podemos leer lo que Dios escribe en el infinito, pero como qué por magia nos damos cuenta. Por veces un poco tarde, pero aun a tiempo de cambiar, nuestra manera de pensar y quedar con más riqueza interior. El papel donde escribe es invisible, solo con nuestra alma lo vemos.
Lo que me ha lastimado, ya no lo siento, lo que he llorado ya secó, por caminos, del cielo, viene todo, solo hay que esperar, tener confianza y hablar con El todos los días, al despertar.
Siento que tengo su mano protegiéndome, no se olvida de mí. ¿Si así no fuera como y de donde vendría la fuerza interior que tengo? Esta manera de amar, de mirar las cosas de una forma un poco distinta de los demás, de no querer venganza, de dejar que la vida me llene, de alegría mismo con problemas y solo pensar en tanta cosa que tengo de bueno.
Mis manos tienen callos de haber trabajado, pero al mismo tiempo son suaves como seda, con mi llanto quité la sed a quien sufrió y sufre más que yo. De mi boca he quitado alimento para quien tenía hambre y aun lo hago. Con mi ropa en maletas la he dejado a las monjas que cuidan con cariño a los mayores, que no tienen un abrazo de los hijos.
También he pecado, por pensar mal, de algunas personas, ya por líneas cruzadas les pedí perdón.
Perjudicar sea a quien sea, nunca lo hice. Esto se aprende todos los días, mejor diciendo, me doy cuenta.
Arrepentida de algo, si que estoy, dudas de no haber hecho lo que debía, sin pensar, el malo es que solo después de pasar algún tiempo, una sombra entra en mí y me arrepiento. Tengo culpa, si, pero nunca con premeditación, solo por querer hacer todo rápido.
Esto es una confesión, ya que tanto he pedido, en estas fechas, mi obligación es desnudar, un poco mi alma, delante del tribunal de mis lectoras y lectores.
Aun no consigo perdonar, a todos, ni cosas graves que me hicieran, ni tampoco olvidar, no les deseo mal, ni bien, solo que cambien para mejor.
Así, aquí dejo mi testimonio de mi sentir, en estos tiempos, en que tengo algo que me hace feliz, me limpia mi alma, quiero pedir perdón por no ser perfecta y agradecer las bendiciones que estoy recibiendo de mi Dios.
Oporto 7 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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El tiempo no tiene edad, esta es el que la hace, el termina con la vida y continua, sin edad.
Todo queda, en las noches y días, que pasan, en momentos de alegría, o tristeza, todo pasa, sin darnos cuentas, de el porqué de tan poco tenernos para vivir, desde que nascemos, ya empezamos a descontar, lo que nos ha prestado.
Los niños casi no lo tienen, para serlo, rápido se transforman en mayores, muy temprano empiezan el colegio, con horarios apretados, sin poder jugar libremente, la vida de los Padres, se transforma en correría, contra el reloj, al final, si pensamos, dentro del tiempo, no lo tenemos para nosotros, es injusto.
La edad nada tiene que ver, es distinto, elegimos la que queremos con nuestra manera de ser. Podemos ser jóvenes siempre o viejos, el tiempo no, ese no conseguimos que pare. Implacable, nos, quita la vida, aun que se no muera, no nos deja vivir.
Fui una explotadora, corrí mundo, subí montañas, desiertos atravesé con sed y sudando, desorientada, en barcos frágiles, hice frente a mares enfurecidos, en pensamiento, quise llevar mi vida por delante y al tiempo también.
Luché, unas veces perdiendo otras ganando, pero he suplantado todo, menos conseguir perdonar, no puedo, cuando lo que hacen es pensado con mala fe.
Hoy me siento, como guerrera descansando, ya no oigo lo que dicen para lastimarme, no dejo entrar en mi mente actitudes, que antes me lastimaban, simplemente, ignoro.
No tengo edad, ni la quiero, solo tiempo para vivir como me hace feliz y ser yo misma. Lo demás es paisaje, miro y sigo adelante mientras el tiempo me deja.
Mucho ya lo tuve y no viví, ahora, lo que queda, lo aprovecharé y viviré a tope, para compensar lo que ha quedado en mi pasado.
Con la ayuda de Dios, solamente, contaré y sé que me ayudará, a ser feliz, El manda en el tiempo, por eso mi confianza, en que aun puedo vivir el sueño que me ha acompañado siempre en mi vida.
Oporto, 10 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Quería tener poderes, para entrar en el ordenador, como un e-mail, ir a visitar todos mis amigos que en tierras distantes, me acompañan. Poder visitar mi Familia, abrazar a todos. Quería ser como la luz y alumbrar quien me quiere de verdad. ¡Quería tanta cosa! Tener un comedor inmenso, e sentarlos a todos en una cena, un salón, para chalarnos, quería estar junto a vosotros. La paz que hoy tuve, sin nadie, en el silencio de mi casa, mismo con obras, fuera en el jardín, me he sentido relajada, hoy he visto lo mal que estoy haciendo a mí misma, continuando este vivir que no quiero. Ya es un poco tarde, la noche ya está avanzada, pero, fue buena esta pausa, para ser lo que soy, poder sentir el silencio, recordar lo que me hace sonreír.
Como deseo, vivir mi vida, sin interferencias de nadie, como deseo la paz en mis sentidos, tengo tanta esperanza en este año que empezó atribulado, con trabajo insano, pero que casi ya pasó. Sé que no me irán a comprender, me reprocharan, pensaran que no me gustan, pero no es verdad.
Solo fueran treinta e seis horas, pero un bálsamo para mí, he meditado, pesado, los contras, mi conclusión es sencilla, quiero mi vida de vuelta, es prestada, pero por ahora es mía y como tal, la quiero. Estoy un poco harta de tener que quedar en hoteles para poder respirar, estar con quien quiero, sin maldad ni compromisos, como niña en un parque infantil, andar en columpio, en los caballitos que andan a vueltas, bajar por el tobogán y caer en el césped. Tener alguien que me haga compañía y me acariñe, me envuelva con sus brazos y quede dormida como niña en la cuna.
Pero no tengo poderes, soy normal, solo sé que quiero y poco más. Algo vendrá, algo bueno me mandará mi Dios, lo sé El puede todo, el es mi Ángel de Guardia, me acompaña noche y día y sabe que lo que tanto deseo es humano y no es imposible. No todo, pero algunos deseos sí.
El me ha dado el pan de cada día, me ha dado un amor inmenso, que lo quiero repartir, me ha dado salud, tengo lo que tanto he deseado toda la vida. Un corazon que sea igual al mío. No pueden quedar separados, es maldad del destino que extraños intentan por todos los medios que nunca se junten.
Confianza en el mañana, la tengo, solo falta, un poquito y nada más, para ser feliz. Y así será, bajo las alas de mi querer, inmenso y fuerte.
Oporto, 6 de Enero de 2012
Carminha Nieves
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Poeta
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Sintiendo, los días, creciendo, oscurecen un poco mas tarde todos los días, en verdad el tiempo no es nada, pasa tan rápido que ni damos cuenta. Los carnavales pronto llegaran, unos días antes el día de San Valentín y como si una siesta hiciéramos, estamos en Pascuas. Algunos tendrán su cumpleaños, la ropa de los niños quedará pequeña, una talla mas necesitaran, los arboles empezaran a despertar, ya es Primavera. Me pregunto, si hicimos todo lo que debíamos hacer, si disfrutamos el tiempo que como flecha vuela, echada por alguien, que no sabemos quién es.
¿Me pregunto, ha valido la pena tanta ansiedad, tanto pensar en el mañana, tanto trabajo, tanta incertidumbre, tanto examen de consciencia para no aburrir a nadie?
¿Sera que no hay etapas de la vida que no podemos ser hormigas, pero si cigarras?
Si, tenemos que ser apresurados, pero con nosotros, aprovechar al ínfimo, el tiempo que no para.
Mirando a mí alrededor, mi obligación esta echa. Ahora tendrán que ser nuestros Hijos a trabajar, a ser hormigas,
Mientras miro el cielo azul, en vísperas de los Magos, me recuerdo de mi hermano, que me cogió de la mano, por la noche, para que mirara las estrellas, con mucha atención, para ver se conseguía verlos a venir, para dejar las prendas en nuestra casa, yo inocente estuve casi una hora, con los ojos fijos en las estrellas. En mi cabecita de niña me dio la impresión que venía flotando por la vía láctea. Cosas que nunca olvidamos.
¡Tantos años ya pasaran! Parece que fue ayer, pero no una vida está por el medio. Así es el tiempo, así es nuestra pasaje por este mundo, parece que solo tenemos pasado.
Ahora, como siempre dije, de berza en berza voy saltando, para no picarme en las ortigas del camino, ando descalza, solo con la verdad, no tengo botas, de fingimiento ni de mentira, la pureza tiene muchos colores, una grande variedad, no hay que ser monja, ni santa, mismo absorbiendo lo que hay en la vida, lo podemos ser.
La castidad la representa, nuestro pensar, nuestra manera de ser humana, entera, con responsabilidad y sin malicia.
Mi blancura, es como el hielo, quema si la coges y no resguardas tu cuerpo con ropa, sé que estoy quemando a algunos, no importa, que se vistan de buena voluntad y buenas intenciones.
Aprovechemos nuestro tiempo, todo lo que de bueno tiene, yo lo he empezado a hacer, desde algún tiempo atrás,
Lástima que no lo hiciera desde que empecé a vivir, desde que mi pensamiento madureció y era una mujer.
Fui pisoteada, obligada, esclava, de mi pureza y soledad.
Hoy, sola, de una manera y acompañada de otra, si puedo, no dejaré de vivir ni un milésimo de segundo, del tiempo que casi no tiene hoy, solo mañana y el de ayer.
Oporto, 8 de Enero de 2012
Carminha
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Poeta
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Está terminando más un año, un poco menos ya queda para vivir, me entristezco, nada se puede cambiar, solo desear que el que viene sea uno más para mí, que no tenga que despedirme de nadie, que tenga mis amigos conmigo, todos con salud y felicidad.
Quien como yo, vivió por nacos, sabe a poco, el tiempo que tengo o tendré, se que quiero mucho y deprisa, pero tiene que ser, si no llega mi tiempo.
Como un grande fuego de artificio, quiero ser, que la noche se vuelva día con la luz, que su ruido despierte consciencias, que no termine los festejos, que sea eterna la fiesta de la vida, que siento dentro de mí.
Quería parar el reloj, quería ser como soy, por mas unos años, quería poder vivir todo muy deprisa y saborear, lo que vislumbro en mis deseos, quería volver atrás por lo menos los años que he dejado pasar sin darme cuenta.
Mejor no pensar y despertar, alegre y con tenacidad, para sentir que ha valido la pena, mi vida.
No busqué nunca, lo que no sabía que existía, me he anulado, por inocencia, por ignorancia y por pensar que tenía que ser así.
¡Que lastima! Soy realista y sé que lo que ahora tengo, es por poco tiempo y eso me hace mal, sufro impotente, sin remedio.
Ya poco me importa, o mismo nada, lo que piensan, lo que dicen, quiero solo vivir y como retrasada para un banquete, comer lo que ha quedado, sobre la mesa de la vida.
Tengo que hacer del minuto un día, de este, un año, y de este diez años. Seguro que lo haré, me conozco bien para saber que así será.
Nunca más dejaré pasar un único segundo, sin vivir, cogeré todo que pueda con mis manos y mi corazon, solo así tendré perdón por haber desperdiciado la vida que Dios me ha prestado y tengo que dar cuentas de lo que he hecho. Quizá sin culpa, pero lo hice o me obligaran a hacer.
Pasaran muchos años, sé que habrá alguien que pensará en mi con los ojos húmedos y tristes, pero una sonrisa tendrá al recordarme.
Lástima que no pueda sentir mis abrazos yo los del. Por eso, quiero vivir ahora abrazada, siempre y feliz siempre sin descanso, ni parajes, aprovechar el calor de sus manos y de su corazon.
Es mi promesa para el nuevo año, no pienso que es el último, pero quiero tener lo que ya debería ter tenido hace muchos, muchos años.
Somos cómplices, nos admiran, pues por donde pasamos, como cometas dejamos un rastro de luz, que se siente y se transmite a quien está cerca.
No puedo explicarlo mejor, es imposible, es algo que ultrapasa el normal.
Por seres pobre, viviendo de tu trabajo, por seres suave y dulce con tu apariencia de hombre fuerte, cuando en realidad eres la persona más desprendida de los bienes materiales, más atenta a mi persona, por otras cosas más, que es difícil de de explicar, encontrar en alguien, como tú. Es casi imposible. Quiero de corazon, poder estar junto a ti, es lo que más deseo, me haces tanta falta que no podría decir cuánto.
Vamos a entrar juntos, en el año nuevo y será para siempre, por mucho que tengamos que luchar, nunca desistiré de ti, solo si tú quisieras desistir. Es nuestro contracto, no dejarnos de ser independientes y siempre sinceros.
Oporto, 27 de Diciembre de2011
Carminha Nieves.
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Poeta
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