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Aquele olhar, aquele olhar, Que me fulminou e me chocou, Foi um olhar, que eu creio de amor De tristeza ou de um pedido, Creio de clemencia para eu a salvar. Aquele olhar, aquele olhar, Que não mais o poderei esquecer Mas que fazer? Ela estava a sofrer E teria que ser eu a tomar a decisão Palavras que tremendo pronunciei Porque elas me feriram o coração. Aquele olhar, aquele olhar Que viu as lágrimas no meu rosto Que teria ele pensado? me teria julgado Pensando que a abandonei? não sei. Naquele momento muito sofri E ainda hoje continuo a sofrer Não sei se tinha o direito, não sei, De lhe tirar a vida para não mais sofrer. Aquele olhar, aquele olhar, Era um olhar amoroso, piedoso Tão meigo que ela possuía, Não sei se naquele momento Na verdade seria um olhar acusador. Aquele olhar, aquele olhar, Que eu queria esquecer Que que eu queria afastar da minha memória Mas não posso seria decisão inglória E a nossa Amanda, não merece que esqueçamos Aquele olhar, aquele olhar. A. da Fonseca
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Poeta
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Dia de sol, passeio na areia e admiro o oceano. De tempos em tempos uma vaga chega até mim Molha-me os pés me provocando, fica a espuma Espuma, que fez ficar triste pensando ao nosso amor.
Assim, os meus pensamentos voltaram ao passado Um passado que tantas saudades deixou em mim Desses momentos de loucura, de amor em liberdade Das noites em que os nossos corpos se entrelaçavam.
As nossas lágrimas corriam de prazer, também salgadas Como esta água do mar que teima em me provocar Como tu o fazias com o teu sorriso de felicidade E eu me perdia nos teus braços, esquecendo o Mundo.
Hoje as lágrimas também correm mas não de prazer Correm para o mar o tornando assim mais salgado As vagas que vão chegando pouco a pouco até mim, Não são que a espuma de um amor jamais esquecido.
A. da fonseca
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Poeta
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A veces te recuerdo y me resguardo en tu silencio, fingiendo que nada pasó, que todo es un mal sueño y que pronto despertaré; Sé que no es correcto, que hacerlo no está bien, pero es que a veces, tan sólo a veces, sin ti no sé que hacer o a donde ir.
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Poeta
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Para onde vais criança? Caminhas em estrada sinuosa Numa caminhada perigosa Tentando dar rumo à vida. Eu sei, eu sei que tu procuras A felicidade que outros têm Mas para ti ela não vem E porquê? Todos temos direito ao Sol Todos temos direito à educação E temos também o direito à indignação!. Não te deixes abater Não te deixes cair num abismo Donde dificilmente sairás. Pára de parar nessa estrada da vida Procura outra, a que te é devida. Levanta a cabeça, mostra a tua dignidade Caminha de peito aberto Grita, grita, reclama Que queres uma estrada sem lama Que queres viver a vida com amor Sem miséria e com pudor.
A. da fonseca
SPA Autor nº 16430
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Poeta
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Las tragedias tienen como sombra, como asa, la tristeza… desgarradora, ruin, desoladora y, por algún enlace terrible, siempre consigue… provocar orfandad en el alma, ojos perdidos, secos de tanto llorar, extraviados, buscando la vital esperanza entre escombros, en el agua…
Harteras saetas impregnadas de miedo, angustia, vuelan entre ondas, y torrentes, y súbito fuego, también se esconden y atacan desde el hambre, entre las armas del irracional, del mercenario, los destrozos empiezan gangrenando ilusiones, exterminando sueños y soñadores púberes…
Cómo no reventar de impotencia, de furia, por no interpretar con toda la celeridad posible, los perversos suplicios de la naturaleza, del odio, cómo evitar encrespar las manos áridas de paz, cómo conseguir dibujar con restos de ternura aunque sea una mueca de sonrisa que resista…
Cómo no conjugarlas bajo el mismo gris manto, de destrozos, dolor, muerte, de fríos números, de terribles imágenes volcadas como bofetón, lacerando hasta las lágrimas el yermo anhelo… cuitas viles, ponzoñosa tristeza, siguen perdiendo, nunca alcanzarán la infinita vida que nace y crece, siempre lo hará… como emerge la esperada aurora.
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Poeta
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A todo peregrino
Todo me hastía peregrino, todo es nada.
La lámpara eterna que alumbra, es la misma que siempre oscila.
La pausa imposible en que todo cavila.
Sigo este ritmo de angustia que me obliga a mirar el horror que miro.
Toda la paciencia del cielo contra el desquiciado pensamiento de los hombres que se aniquilan.
Y comen su pan creyendo que todo está bien en el letargo de sus vidas.
Pero todo es nada y nada son. Y sólo engaño siembran en la desnuda tierra.
Sufrimiento y muerte es la vil cosecha.
Hay una mueca que se esconde de alarma y pesar en sus almas inciertas, al presentir que se acerca el día de tinieblas.
Ingrid Zetterberg
Todos los derechos reservados S.C. Cta. Nº 1006080193112
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Poeta
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Tristeza... turbia y seca canción del espíritu... paz dolorosa... que hiere, solitaria queja de la noche deshaciéndose en mi carne. Ya no es eterno aquí el amor hay un abismo entre el sueño y la idea... sueño, que eras tú idea, que fui yo. Sólo hoy cuando el alma descabalga del cuerpo y el corazón rueda por los laberintos del desamor y la nostalgia puedo entender que necesito más de una vida sujetado al tiempo, espacio y luz para recuperar lo que ya ... irremediablemente perdí.
Abad
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Poeta
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Para Rosa Baena. Corregido en el foro Metáforas de Diana Gioia (c) María Teresa Inés Aláez García. Mayte Aláez. Mtiag. Pernelle.
Duelo.
Estamos contigo. La luz, en nosotros, despunta del alma, surgida por ti.
Tu voz no enmudece pensada en el sueño; añora, anhelante, la vida feliz.
Deseos de dulce, fugaz travesía. El aire se cierra rindiéndose, al fin.
Sentidos abrazos, amores sublimes venciendo el temor al otro existir.
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Poeta
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Dedicado a todas aquellas personas que han perdido la vida practicando alpinismo.
Corregido en el foro Metáforas de Diana Gioia.
(c) María Teresa Inés Aláez García. Mayte Aláez. Mtiag. Pernelle.
Arañan los montes. Son los dientes, bocas mudas, de los astros. Cordilleras. Cumbres terribles, inexpugnables. Serruchos de inmóvil mal. Dolor fijo. Pétreo.
Los hombres anhelan escalar sus picos. Cimas atrayentes. Cielos en el fin. Ansias sudorosas de la altura.
Útiles mohosos. Cuerdas destrozadas. Vanidad. Anhelos de victoria. Heridas de mosquetones.
Caen. Su derrota. Alas extensibles buscan la muerte. Razón postrera: el orgullo. Luego, el llanto de sus hijos.
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Poeta
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Corregido en el foro Metáforas de Diana Gioia.
Tú, la persona que se encuentra al revés de la pantalla o que deambula por la calle enfrente del porche. Te descubres junto a mí, silencioso, anodino.
Tú, que desconoces lo que buscas, la felicidad que tienes. Visitas el muro a diario. Sigues mis historias.
O tú que quizás te marchaste. Olvídame. Reconvertiré el humo de tu recuerdo.
Os lleváis mis besos de nubes, la firme sonrisa, los abrazos de mi espíritu.
(c) María Teresa Inés Aláez García. Mayte Aláez. Mtiag. Pernelle.
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Poeta
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