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UN CUENTO DE HADAS En un reino lejano de eterna primavera, de ríos con cascadas y campiñas sembradas de trigales y flores, con bosques habitados de pájaros cantores y animales que puso el señor en la tierra, vivía un joven príncipe que no aspiraba al trono. Su sueño era tener el amor de una hermosa doncella, casquivana y coqueta que ignoraba sus fogosas miradas. Y ete aquí que un buen día en que el príncipe estaba lamentando su pena a la orilla del agua, a la sombra de un árbol, sentado en una piedra, pasó por el sendero un hada en bicicleta. Se detuvo al ver al joven que lloraba y con voz cariñosa le preguntó. – Qué os pasa…que dolor tan profundo atormenta tu alma, que haces crecer el río volcando en él tus lagrimas?... Sorprendido el mancebo, levantó la mirada de sus ojos celestes cubiertos de rocío. Con sus rosados labios esbozó una triste sonrisa, y conteniendo el llanto exclamó. ,- ¡Oia ..Voto a dios… Sois un hada!... .- Para serviros Señor… Perdonad mi presencia, mas te vi acongojado y me atreví a interpelarte para curar tu alma. .- Sufro de mal de amores por culpa de una ingrata que desdeña mi presencia, que ignora mis miradas y me tiene cautivo de su amor imposible, llorando acongojado y matándome a paja. Hay señor, cuanta pena me causan tus palabras!...Pero yo te aseguro de que serán curadas, cuando un día tus ojos capturen a los suyos, te ofrecerá sus labios, te besará en la boca y sabrás en tu cuerpo que se cumplió el milagro…Dicho esto le tocó la cabeza con su varita mágica, y le llenó el cabello de bellas mariposas. Y fue un día en que paseando por el bosque, en una encrucijada sus cuerpos se encontraron, a ella le causo gracia ver volar de su pelo cientos de mariposas multicolores, lo contempló extasiada, lo besó en los labios… Y el príncipe feliz se volvió sapo.
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EL LOBIZÓN El Evaristo Tapera nació una noche de luna llena. Los aullidos de los perros comenzaron cuando esta apareció en el horizonte y no pararon hasta el amanecer, los paisanos pusieron en cruz los cuchillos, las viejas se persignaban, la lechuzas chistaban, pero fue inútil, ellos no creen en supersticiones como los humanos, así que tuvieron que aguantarse el lúgubre concierto. Nadie en una legua a la redonda, pegó un ojo aquella noche. Porque esa noche… esa noche no solo había luna llena, aullaban los perros, los paisanos hacían una cruz con los cuchillos, las viejas se persignaban y las lechuzas chistaban, sino porque esa noche todos sabían que iba a parir mi abuela su séptimo hijo varón, bueno en realidad no sabían si iba a ser varón o mujer. Pero digamos que lo presentían, nunca había nacido una mujer en toda la historia de los Tapera y nadie esperaba la excepción. Y así fue … Varón dijo la partera, cuando vio salir aquella criatura marroncita que dio su primer vagido esa noche de luna llena, cuando los perros aullaron, etc., etc. Se había cumplido el temido presagio de aquellas mentes incultas y supersticiosas, ahora solo cabía esperar … En la siguiente luna llena no pasó nada, bueno sí, en realidad, como ocurre en estos casos aullaron los perros, se repitieron los ritos y nadie pego un ojo, pero el Evaristo dormía en su cuna a pata ancha, dentro de una jaula que le habían hecho por las dudas, ante la la mirada expectante de los padres, el comisario y algunos curiosos corajudos. Nada anormal se manifestaba en el rostro, ni el cuerpo del niño, ni siquiera le crecía un pelo, y hago alusión a esto porque si algo diferenciaba a Evaristito del resto de los niños, era en que no tenía un solo pelo, ni una pelusita, lampiño total el Evaristo. Pasaron muchas lunas llenas, aullaron muchos perros y el Pelao Tapera fue creciendo. Cuando llego a la adolescencia le sacaron los dientes y le hicieron una prótesis, que le sacaban en esas noches, por las dudas nomás…Pero como la gente seguía sin dormir por el ruido infernal, alguien tuvo la idea de hacer el baile del lobizón. Se hizo tan popular esta fiesta que venía el paisanaje de todos los pueblos vecinos a participar. Hasta que una noche de luna llena, varios años después, una hermosa chica, Caperuza, que fue a visitar a su abuelita no volvió al día siguiente a su hogar. Los padres hicieron la denuncia, se movilizaron los vecinos y se hicieron rastrillajes. La abuela dijo que ella había estado, pero se había marchado temprano con su canasta en el brazo, porque quería ir al baile. Se hizo un allanamiento en la casa de Evaristo, principal sospechoso, y mis abuelos dijeron que este había ido a visitar a su abuelita y no regresó a dormir. La gente indignada, temiendo lo peor, le incendió la casa a la abuela, a los padres, a los hermanos y a cuanto Tapera vivía por la zona y salieron en búsqueda del Pelao, dispuestos a hacer justicia por mano propia, pero no encontraron rastros de él, ni la chica. Como si se los hubiera tragado la tierra. A partir de entonces comenzaron a desaparecer ovejas, gallinas, lechones y terneros en las chacras de zona aunque ninguna persona. El terror invadió la vida del apacible lugar donde nunca había pasado nada. Inútiles fueron las marchas de protesta reclamando seguridad y mano dura. Rejas electrificadas suplantaron a los alambrados, los habitantes estaban prisioneros del temor, se acabaron los bailes y poco a poco fueron emigrando de la zona en un éxodo desesperado. Años después, cuando todos se habían ido, nací yo, el Neco Tapera, hijo del Pelao y la Caperuza, en la estancia “El Lobizón”. neco perata
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CON LA MARCA EN EL ORILLO El Beto miró el reloj, giró la cabeza hacia la puerta de entrada y murmuró como para sí, pero lo suficientemente alto como para que Cachila y Cotolo lo escucharan… .- Las diez y media… No viene nadie hoy… .- Cómo que no viene nadie…¿Y nosotros qué somos…Estamos pintados nosotros ?...Lo oiste Cotolo ?... Nos está ninguneando, el boludo. El aludido cerró el bostezo, tomó un sorbo café y respondió flemáticamente como para bajarle los decibeles. . Pará Cachila…lo que el Beto quiere decir es que a esta hora ya tendrían que estar el resto de los contertulios. .-Los qué… ,- Los con ter tulios, los participantes de una tertulia, son contertulios. Porque las reuniones como estas, se denominan tertulias. ¿Entendés ?... .- Mirá vos !...No sabía…dame una birome que lo anoto. La verdad vos tendrías que estar en la mesa de los “inteletuales”. No sé qué haces con la mersada…Sos un tipo leído vos. No me acuerdo de qué laburás. Sos gráfico vos,,,Nó ?... .-Cómo leído… Bestia, en todo caso seré un tipo que ha leído. Pero para que pierdo el tiempo con vos, si sos feliz así… Y no soy gráfico, soy enfermero. .- Enfermero !...Mirá vos, no se me hubiera ocurrido. Hay que tener vocación para ser enfermero. Y estómago, pienso yo, para laburar de eso…Y sabés qué…No parecés enfermero….Se enganchó el Beto, mirándolo fijamente, como buscando el enfermero qué el no veía. .- Pero vos te crees que los enfermeros andan con la jeringa, la chata y el tarro para las enemas encima ?...Cómo son, a ver, decime ?... :_ No sé boludo, pero no parecés… Decime Cotolo…¿ A vos te parece que Cachila tiene pinta de enfermero ?... .- Y, no, yo pensaba que era gráfico. Pinta no tiene. Por ay con el uniforme , puede ser, pero así hasta olor a tinta le siento. .- Son dos bestias prejuiciosos, ahora resulta que uno tiene cara de plomero, taxista, médico o verdulero, que hay una tipología para cada profesión. Porqué no se van a cagar… .- Y sí, no te digo que no haya excepciones, como en tu caso, pero hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada, la manera de sentarte, de junar, de estar parada…Si es un tango, pero es verdad. Haber, yó, decí, cara de qué tengo?... .- De boludo, hermano, de boludo. .- Viste, acertaste… Tiró Cotolo que aprovechó para chicanearlo al Beto , que la dejó correr y continuó. .- Vos dirás lo que quieras, pero acaso, la mayoría de modistos y peluqueros, no se la comen, los arquitectos no son medios raritos... A los camioneros, los botones, los funebreros, no los deschava la pinta?…Decí la verdad…Y los colectiveros ?... Querés prueba más más clara…Son todos iguales, amargos, jodidos, mala onda. Siempre con cara de orto. Antes pensaba, y bueno no es fácil, manejar, cortar boleta, cobrar y dar el vuelto, estar atento al timbre, abrir la puerta, cerrar la puerta…No es joda, los justificaba. Pero ahora, con la tarjeta cambió todo. Lo que no les cambió es el carácter de mierda que tienen, hay chabones que nacieron para eso, es genético viejo, es genético. Me acuerdo del tema de Les Luthiers en "Candonga de los Colectiveros!...Tal cual…Y del cuento del tipo que tenía tres hijos, los dos primeros suyos, el tercero de una relación de infidelidad de su mujer. Cuando el mayor termina el secundario le dice, “papá quiero ser ingeniero” y el padre lo manda a estudiar ingeniería…Viene el segundo y le dice, “ papá quiero ser médico” y el padre le dice, “bueno hijo serás médico”. Cuando le toca al último, y le dice, “papá quiero ser abogado”, el viejo le contesta, “No, vos por hijo de puta vas a ser colectivero”
neco perata
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YETA Y MUFA SON ALGUNOS DE LAS PALABRAS CON QUE SE ETIQUETAN A LOS QUE TIENEN FAMA DE TENER Y TRANSMITIR MALA SUERTE. CARLOS SAÚL MENEM EX PRESIDENTE ARGENTINO LLAMADO EL INNOMBRABLE PORQUE SE CONSIDERABA HASTA DE MALA SUERTE DECIR SU NOMBRE, SE LO HACÍA TOCÁNDOSE EL TESTÍCULO DERECHO O HACIENDO CUERNOS CON LA MANO. OSVALDO PUGLIESE UNO DE LOS MÁS QUERIDO MÚSICOS DEL TANGO, DIRECTOR, COMPOSITOR Y PIANISTA DE SU ORQUESTA. BAUTIZADO SAN PUGLIESE A QUIEN SE LE ATRIBUYE TRAER LA BUENA SUERTE, CIRCULAN TARJETAS CON SU FOTO Y UNA ORACIÓN ANTI MUFA. HAY OTRAS PALABRAS DE USO COSTUMBRISTA, PERO SE PUEDEN ENTENDER EN EL CONTEXTO
EL YETA
Unos nacen con estrellas y otros nacen estrellados, dice un refrán popular. Y yo creo que es así, hay gente de suerte esquiva, bueno digamos con mala suerte, o mejor dicho con una suerte de mierda, no creo que sea el destino, un mandato divino, el carma, el signo zodiacal, ni ninguna de esas falsas creencias, supersticiones las llamo yo, tan de moda…Nó, yo no creo en esas cosas. En realidad nadie cree en ellas, por más fatalista que sea, nadie cruza la la Avenida 9 de Julio con los ojos cerrados. Lo que pasa es que algunos piensan que estas creencias les dan chapa de místicos. En lo que sí creo, es en la suerte, el azar, lo aleatorio. No como determinista, sino porque… como te puedo decir?..., Viste que si tenés miel te siguen las moscas?... Bueno, algunos tienen algo que hace que los meen los perros… Mufa, yeta, que se yo…A unos les pasan cosas peores que a otros, porque de eso se trata, en ver cuantas cosa buenas y malas te ocurren en la vida. Y no hay antídoto, porque el diagnostico, lo dan la sucesión y el balance de los hechos Esto es lo que yo pienso en general, pero en realidad, es el prólogo de la historia que te voy a contar. El fulano en cuestión, fue séptimo hijo varón, y este hecho fortuito fue el comienzo de una constante. Vos pensás que te voy a venir con que nació lobizón?...No, nació sanito y normal…Tanto así que su madre no sufrió ni los dolores del parto. Iba caminando por el pueblo, de calles de tierra después de la lluvia, pego un saltito para no pisar un charco y se le cayó “Imprevisto”, ese fue el nombre que le pusieron, porque La Ponedora, como llamaban a su madre, tenía la vagina tan dilatada de parir seis hijos, que ni se dio cuenta, sintió un tirón pero no hizo caso, lo llevó como diez metros a la rastra agarrado del cordón umbilical, como haciendo sky acuático, hasta que la paró un milico de protección de la fauna que andaba persiguiendo cazadores, y boleta en mano le dijo, haciendo la venia correspondiente. .- ¿ No sabe señora que no se puede tener monos de mascota? … Señalando a Imprevisto. Ahí fue que ella lo vio, se miró la panza, y tuvo conciencia de lo ocurrido. .- Es mi hijo !...Exclamó sorprendida, mientras lo levantaba, le cortaba el cordón con los dientes y lo lavaba en un charco. .- Dea gracias a la suerte que soy yo que la conozco, que de no, se lo llevan al zoológico. Dijo el uniformado, tratando de justificar su error. Cuando despojado del barro, constato que efectivamente, se trataba de un bebé humano. Cuando llegó a su casa, su marido, de quien no voy a decir su nombre porque no va volver a aparecer en escena, le abrió la puerta a su mujer, que tenía sus brazos ocupados. .- No te puedo dejar salir con plata que te venís con alguna basura…La Ponedora no le hizo caso, ya estaba acostumbrada a los chistes metafóricos de su pareja. En realidad Imprevisto no era feo…Bueno, no era demasiado feo. Morochito pero no negro, medio marroncito, color mierda clara digamos. Digo esto porque ya escucho a los progres, atribuir a su portación de cara la suerte que le toco en la vida. Tampoco pertenecía a una familia pobre, inculta, marginal, razones sociologistas que lo justificaran. Vuelvo a repetir, su mala suerte se debía al azar, a combinaciones casuales y fortuitas, que en todo caso podrían encuadrarse en una reacción química-física no probada. Volviendo a Imprevisto, ya sabemos que es el séptimo hijo varón de la Ponedora, por lo tanto le corresponden los beneficios de la Ley 20.8431, que garantiza el padrinazgo del Presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo. Esta ley tiene sus raíces en la gran inmigración rusa en la Argentina y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja. Y este hecho doblemente fortuito, muestra los inicios de su mala gamba, Porque para esa fecha…sabés quién era presidente?...Carlitos…Si,tocate un huevo, Decime si no es mala leche!...Más le hubiera valido nacer lobizón. En el pueblo se rumoreaba sobre esa posibilidad y en las noches de luna llena estaban todos en alerta, sobre todo su familia, que lo encerraba en una jaula y se quedaba toda la noche en vela temiendo la transformación. Pero nada, no le crecía un pelito, ni aullaba, roncaba a pata abierta el Imprevisto. No obstante sus padres le hicieron sacar los dientes por prevención, se los pusieron postizos y se los sacaban en esas noches. Con el tiempo ese temor desapareció, no sufrió ningún acto de discriminación ni bullying, y vivió una infancia feliz de un niño normal en un pueblo de provincia. Recién en sus últimos años, cuando cobra fama de yetattore, comienzan a aparecer anécdotas no comprobadas de esta característica. Algunos afirman que en los picados en los que participaba se pinchaba la pelota, que alguién le pegaba un voleo y desaparecía, que alguno se quebró la pata o que el equipo que integraba perdía por goleada, pero son cosas menores que no aportan. Lo que sí es fehaciente es que en su adolescencia tenía fama de buen cantor, lo que lo hacía muy seductor con las pibas quinceañeras, pero él se enamoró con todos sus andrógenos, de una chica que veía en la vuelta del perro, de la cual solo sabía dónde vivía. Allí iba por las noches a cantarle románticas serenatas, sin ninguna respuesta, hasta que una noche se abrió la ventana y apareció el padre que le dijo. .- Che boludo, déjate de joder con los cantitos…No sabés que la Pepa es sorda?...Esa fue quizás la primera vez que él se dijo, qué mala suerte. En el pueblo se convirtieron en dichos, el “andá a cantarle a la Pepa” o “tenés menos suerte que el Imprevisto”. Ahí puedo decir que comenzó su historia. La recopilación de hechos, me muestra algo curioso, en algunos casos la mala suerte parece una respuesta a la buena. A ver si se entiende, te pasa algo bueno por azar, por ejemplo, te ganás la lotería, alguien te ve con dinero y para robarte te golpea mal. También puede ser a la inversa, que un accidente te permita conocer al amor de tu vida. Está claro?... Y puede ocurrir que ese amor te cague la vida, y así se pueden sucederse, alternancias casuales concatenadas hasta el infinito. Pero yo no quiero escribir un ensayo sobre la casualidad, por lo menos en este momento. La que según mi opinión es la responsable más importante de la felicidad y la desgracia. Así que mejor sigo contando… Cuando Imprevisto cumplió diez y ocho años, gracias a la beca de la ley de padrinazgo, entra a la facultad de psicología, allí se encuentra con Freud, Piaget, Lewin, Lacan…No por casualidad, sino porque estaban en el programa de estudio. Hago la salvedad para que no me tilden de delirante. Al que conoció por casualidad fue a XXXL, lo llamaban así por su tamaño. , Con él le tocó compartir la pieza en una mugrosa pensión de San Telmo, quien le presentó a su novia Romina. Imprevisto quedó deslumbrado por ella, pero tenía sus códigos y evitaba cualquier situación que le fogoneara las ganas, pero mirá lo que son las cosas, un día va a tomar un colectivo, se equivoca de parada y se pone en la fila. Delante de él una chica. .- Yo a este culo lo conozco…Se dijo, le preguntó la hora para verle la cara, pero no, nunca la había visto. Era bonita la piba, tenía buenos faroles, paragolpes y un radiador brillante. Desde su época de mecánico le quedó esa costumbre de comparar a las minas con los coches. .- Las veinte y treinta. Le dijo ella con una sugestiva sonrisa. .- Gracias…Mirá vos, creía que era más tarde… ,. No, es temprano, bueno depende para qué… Ah mira, ahí viene el colectivo. Ahí Imprevisto se dio cuenta de su error, pero como si algo le sobraba en su vida era tiempo y lo que le faltaban eran mujeres, así que subió a la aventura, Se sentaron juntos, bien juntos, como para sentir su pierna y su brazo pegados y siguieron hablando. Algunas paradas más adelante levanta la vista y ve caminando hacia el fondo…Si, adivinaste…Decime si no es casualidad. Se levantó de un salto, dejó a la piba hablando sola y fue tras ella… .- Romina !... . Carlos !... Exclamó ella y se arrojó a sus brazos. Aquí se hacía llamar por su segundo nombre, a Saúl no lo usaba, no le caía bien. Sonaron violines, luces de colores iluminaban la escena, el perrito del parabrisas decía sí con la cabeza. Bajaron abrazados, a la sombra de un árbol cómplice se besaron furiosos. Se perdieron los códigos, barridos por el deseo descontrolado. Cuando de pronto, de atrás del árbol aparece él…Loco, loco, loco…Es XXXL que lo revienta a golpes, se lleva a la Romina, y un ángel, un soldado y una niña, les dan un valsecito soñador. Tiempo después, se encuentra con un amigo del pueblo, que recordando su berretín de cantor lo entusiasma a presentarse a un concurso “Buscando la voz del tango”, el ganador firmaría un contrato con Don Osvaldo. Se presenta y gana por aclamación, “el sueño del Pibe”, se dice el muchacho. La noche del debut, imagínate la tensión, emoción, suspenso, expectativa, y cagazo que tenía Carlos… Comienza a sonar la orquesta. Carlos avanza con paso firme hacia el micrófono, mira al maestro, el maestro lo mira a él, le hace un guiño, brota su voz y el maestro lanza un grito de dolor… y sus manos son dos garras, que se agarran y desgarran a su corazón. Ni San Pugliese pudo con su mufa. Pero yo pienso que fue casualidad, le podría haber pasado con cualquier otro.
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LA INTRUSA El día en que la colorada entró al gallinero se acabó la armonía. Hacía tiempo que las gallinas tenían una convivencia construida a partir fundamentalmente de que todas eran batarazas, eso les daba una pertenencia de raza y conciencia de clase por su condición de ponedoras. Ellas cumplían con su misión de poner huevos, y a cambio recibían una ración de alimento adecuado y el servicio sexual del gallo Cocorito, que las atendía sin ningún tipo de preferencia, ni privilegio. El hecho de vivir en una comunidad con sus necesidades básicas satisfechas, bien comidas y bien cogidas, las relacionaba socialmente como iguales, con los mismos derechos y las mismas obligaciones, eran solidarias al punto que cuando una cacareaba todas lo hacían, y cuando una se rompía el culo poniendo un huevo de dos yemas, allí estaban todas para festejarlo. En la empalizada que servía de dormidero, la ubicación en el palo más alto era rotativa, con lo que se había abolido la principal causa de la ambición y lucha entre iguales, la perversa y disociante ley del gallinero. Pero un día la mala idea del dueño del gallinero, sin consulta previa ni medir las consecuencias metió en el corral a la Colorada y se pudrió todo. La Colorada era una de esas que habían dado mala fama a la especie. Con plumas brillantes, andar seductor, buenas carnes y un portentoso culo, fue la causante de la discordia en el gallinero. Cuando Cocorito la vio entró a patalear en un baile desenfrenado, se le pararon las plumas del cogote y comenzó a cantar como un descocido. Ella selo pasaba todo el día corococó, corococó, pero no ponía un solo huevo, Cocorito la perseguía lujurioso picoteándole la cabeza y clavándole los espolones sin descanso y terminaba exhausto con la cresta y el cogote caído hecho una piltrafa. Las pobres batarazas, no solo sufrían la abstinencia sexual sino que también debían soportar los desplantes y la soberbia de la intrusa, que hacía alarde de una situación privilegiada. No Solo el gallo había sucumbido a sus encantos, sino que hasta el adolescente hijo del dueño la miraba con cariño. Lo que les llamaba la atención es que hasta tenía una comida preferencial, mientras a ellas les daban un alimento balanceado berreta, a “esa” le daban una suculenta ración de maíz pisado. Por las noches dormía en el palo más alto, sin respetar la rotación y sin ningún tipo de pudor regaba a las de abajo. Mientras las batarazas se consumían en la depresión que les provocaba la discriminación , la Colorada estaba cada día más linda, con sus apetitos satisfechos. Pero como dice el refrán, no hay mal que duré cien años, este no duró más de quince días., termino cuando el dueño entró al corral, agarró a la Colorada del cogote y se lo cortó de un tajo. Mientras su cuerpo aleteaba y su cabeza rodaba por el suelo, la colgó de las patas en el alambrado y se fue desangrando a borbotones. Al día siguiente les dieron el alimento mezclado con sobras de fideos. Estaba rica la salsa!...
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DOÑA PANCHA "LA SANTONA" - Continuación
Cuando llegó el padre Mario, el cura párroco, se lo comenté, pero me dijo que ya se lo habían dicho en la Chancha Renga, ( un boliche cerca del puente, donde acostumbraba a ir a tomarse unas ginebras, jugar un truco y tocarle el culo a la hija del dueño, el gallego Bermudez.) Lo vi medio en falsa escuadra y no se habló más del tema. Ese domingo, serían las diez de la mañana, estaba llegando a la iglesia y me llamó la atención la cantidad de gente en las placitas, pensé que estaría la banda del Ejército de Salvación, que solían ir a enganchar fieles de rebote entre los que escuchaban la música. Pero nó, estaban ahí en los bancos, a la sombra, charlando en grupos. A muchos los conocía del barrio, pero no se me ocurría que podían ir a misa. Saludé de pasada a los conocidos y me mandé para adentro. Preparé los hábitos para la santa misa, mojé unas ostias sin sacramentar, en el vino sin sacramentar y al rato la voz del padre Mario: .- Pirulo, abrí las puertas para que entren las viejas… No lo podía creer… Viejas, viejos, jóvenes y niños, entraron en malón empujándose para conseguir asiento. Tiraron a la mierda la pila bautismal…yo pedía calma y literalmente casi me sientan de culo, parecía una cancha de futbol la parroquia. La chusma de Doña Rosa se me acerca y dice… .- Vienen por la loca…Se está poniendo linda la cosa!... Y bueno, me dije. Los caminos del señor son inescrutables, y me persigné. Adentro era la joda loca, un festín pagano, tipos empinándose la botella de vino, comiendo sanguches de mortadela, tirando migas de pan y cascaras de fruta. Hasta había algunos vendiendo pochoclo, churros y empanadas. Yo convocaba a Cristo para que sacara a los mercaderes del templo, pero no creo que pudiera con esta jauría. Pobre flaco lo iban a sacar Comenzamos la misa. El cura en sordina me dijo. .-Por qué no te dejás de romper las bolas con la campanilla…Tenía razón, yo temblaba, del cagazo parecía que tenía parkinson. .- Por qué no te metés las campanitas en el orto?... Gritó un zarpado, con el festejo de la turba. De a poco se fueron calmando, hasta parecía que estaban en éxtasis, o durmiendo el pedo, qué sé yo. Pero calmados. Cuando el cura levantó el cáliz, ahí se pudrió todo de nuevo. Yo me tenté de risa, el cura también, se atragantó con el vino y escupió todo el altar. Hay que ver lo ocurrente que son los reos de barrio, te hacen cagar de risa… Cuando de pronto, una voz como un clarín llamó a silencio…Y el silencio se hizo. Venía del fondo, del lado de la entrada…¡ Cagamos, (me dije), la loca!... .- Señor, hoy no vengo a decirte mis pecados. Hoy no vengo a pedir que me perdones, reconozco los muchos cometidos y por ellos llegué hasta flagelarme…Hoy te vengo a señalar los pecadores que no piden perdón, no se arrepienten y vienen a tu casa como limpios. Yo no vengo a juzgarlos, solo vos podés hacerlo, por ser amo y señor del universo, padre amante y juez supremo…Como fiscal te pido los condenes, como defensora te pido los perdones… Yo te diré Señor quienes son ellos, yo te diré sus nombres, te diré que pecado han cometido, vos sabrás si es verdad lo que yo digo… Hizo un silencio reflexivo. En la iglesia, donde minutos antes reinaba la chabacanería más pagana, solo se oía la ansiedad que esperaba su voz. La voz de esa mujer, clara y vibrante y los ojos de los fieles y los infieles, que expectantes esperaban de su boca el testimonio. Ella miró a lo alto, junto sus manos y continuó de rezo :- Yo te pido perdón Señor por Sebastiana, Guadalupe, Eugenía y Bernardina, que han cometido el pecado de lujuria burlando el sexto mandamiento que prohíbe fornicar… Fue notorio que la mayoría de los presentes no entendía el significado de lujuria, ni fornicar, porque había consultas entre ellos y respuestas no muy semánticas, pero si comprensibles como, coger, garchar, fifar, culiar y algún españolísimo “follar”, reforzadas con obscenas mímicas ilustrativas, que rompieron el clima místico y reiniciaron el chacoteo. La mujer se levantó con cara de fastidio, se persignó y con paso firme salió de la iglesia. Tras ella salió la abigarrada concurrencia. El padre Mario desde el altar gritaba… .- No se vayan que la misa continua … Kirye eleison, Chistre eleison ¡…Toca la campanilla boludo. Lo último iba dirigido a mí. Yo respondía. .- Et cum spíritu tuo, et cum spíritu tuo!...Y le daba a la matraca, pero el rebaño descarriado ya estaba en estampida, solo quedaban las cinco o seis habituales viejas devotas . El padre Mario las bendijo, tapó el cáliz y las dejó esperando la hostia. En la sacristía no hicimos ningún comentario, el cura agarró el porrón de ginebra, se mandó unos tragos, dijo “ In nomine Patris , et Fillii, et Spiritus Sancti, Amén …Se besó el pulgar en cruz y se fue arrastrando los fanguyos. La ansiedad por saber cómo había seguido la cosa me llevó a la calle, en la vereda y la placita corillos de gente permanecían hablando. La primera que me interpeló fue la Doña Rosa, que se convirtió desde entonces en informante permanente de los sucesos. .- Hay Pirulo, qué bochorno!...Y me entregó una tarjeta que estaban repartiendo unos pibes. “Doña Francisca, Pancha Santona, Fiscal de Dios en Alsina”, Denunciá a los Pecadores – Jean Jaures xxxx - T.E. xx-xxxx – Valentín Alsina. Eso cerraba su presentación. Y eso me hizo pensar que esta mujer no era una loca, que tenía un plan elaborado, que recién comenzaba y tendríamos que esperar para conocerlo. .- ¿Y la gente que opina ?... Pregunté a mi informante. .- Y…La mayoría está muy decepcionada. Su debut no fue muy exitoso, dio datos imprecisos, hay muchas con esos nombres y hay muchas atorrantas en el barrio. La gente esperaba algo más picante. Usté me entiende… Sobre alguien importante…Usté me entiende, Pirulo. Sí, yo la entendía a Doña Rosa y también la entendía a Doña Pancha, si queríamos que esto funcionara tendríamos que aportarle algunos datos. “ Los caminos del Señor son inescrutables “. Me volví a decir, confieso que esa frase me gustaba, y yo estaba al servicio del Señor…Entonces recordé que sabía, a propósito de meterme en el confesionario en ausencia del cura, de muchas historias personales que daban para una radio novela, o dada la situación para convertir la parroquia en un lugar de concurrencia masiva…Los caminos del Señor… Así comenzó mi relación con Doña Pancha. La fama de la iglesia y La Santona, trascendió las fronteras. De Pompeya, Fiorito, Avellaneda venían a la misa de las once, en poco tiempo se convirtió en una manifestación de carácter nacional, con tours turísticos y acampes de devotos que hicieron famosa a Valentín Alsina. Esto no solo fue un aluvión de fe, sino que aportó grandes beneficios económicos a la iglesia, el comercio del barrio y el mío propio. Fue la época de oro. Pero todo se acaba en esta vida rea…Un día, la voz de una mujer en el confesionario me dice, creyendo que yo era el padre Mario, que lo de ellos debía terminarse antes que los escrachara la Santona. La tranquilicé, simulando su hablar. La voz de la mujer me resultaba conocida, pero no podía identificarla, así que cuando salió, hice lo mismo para ver quién era sin ser visto. Fue como un puñal en el corazón lo que mis ojos vieron. Era Esthercita, la mujer del panadero, mi novia más querida cuando estudiante, que alegre repetía los versos de Rubén. Me había dejado calentito a pura paja…Se casó con el tano por el vento. Yo sabía que era medio trampa, pero nunca penséí que con el cura. Desfalleciente llegué a lo de Pancha, ansioso por contarle lo vivido. La Pancha me escuchó y pegó el grito. .- Se cumplió el sueño del pibe!...Ahora sí que lo agarré al hijo de puta, se llenaba de guita a costa mía y no quería tirarme ni un morlaco…Nos salvamos Pirulo, nos salvamos !... Y la cosa terminó como te cuento, La Santona chantajeó al cura Mario. Que con sus influencias la ordeño de monja, la hizo Madre Superiora de la Monjas Carmelitas en Pelotas, le construyó un convento en Recoleta, que fue el primer Quilombo Shopping de Argentina. Yo quedé como gerente, me casé con la Pancha y vivimos felices desde entonces, hasta su muerte Nunca supe que fue del cura Mario … “Los caminos del Señor son inescrutables”.
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DOÑA PANCHA "LA SANTOMA"
Todos en Alsina habrán oído hablar de Doña Pancha, “ La Santona”. Aunque no tengan una referencia precisa de quien fue, sabrán de su existencia al menos por el apelativo. Para contarles, parte de su historia, porque la totalidad solo la sabe ella y está muerta, estoy yo y mi testimonio, como un aporte a su memoria y de aquellos que de una forma u otra, tuvieron relación con ella. Todos los nombres , apodos, direcciones, teléfonos, imail, etc., que pudieran dar datos sobre la identidad de esas personas, han sido modificados para no perjudicar su buen nombre y honor, si lo tuvieran . Por lo demás doy fe que los hechos son reales. que acaecieron entre los años 1960 y 90, en Valentín Alsina, Partido de Lanús, Provincia de Buenos Aires. Ustedes naturalmente se preguntarán, quién soy yo. Una razonable pregunta porque no es cuestión de creer lo que te dicen, si la persona, el medio gráfico, radial o televisivo no acredita una autoridad moral que justifique esa confianza. Porque no falta el pelandrún que tira fruta y no falta el gil que compra y lo pega en Facebook, como de buena fuente. Bueno, tampoco la pavada, si es por eso nadie haría periodismo y tampoco se puede ser tan desconfiado…No?... Lo que hay que preguntarse es en qué se beneficia o qué intereses defiende el que instala un chisme, historia u operación de prensa. ..Por ejemplo, ustedes piensan que la Nación, Clarín, TN, Canal 13 o Lanata tienen segundas intenciones, cuando venden carne podrida en los medios?...Nó, definitivamente nó…Hay que creerles, porque sus intereses son históricamente los del pueblo. Y yo, en este caso, en qué me puedo beneficiar?...Me lo pregunto y la verdad, no se me ocurre nada, si a alguien tiene una idea que me chifle, no voy a ser tan moralista como para rechazarla. Entonces digamos que yo soy Pirulo, monaguillo, sacristán o chupa sirios de la Parroquia El Buen Pastor de Alsina, queda claro que también me acojo a los beneficios de reserva de identidad Y quien figura como autor, es un profesional que solo da la estructura literaria, quedando libre de toda responsabilidad por lo dicho. Pero vayamos al grano, que esto se hace largo y puede acabar sin empezar (eyaculación precoz literaria, que le dicen) Doña Francisca, alias Doña Pancha, alias “La Santona”, no era oriunda de Alsina, su documento la daba como nacida en Elortondo, provincia de Santa Fe, el 25 de diciembre del año 12 (¡Cuánto simbolismo premonitorio expresan estos datos !...Obviemos Elortondo sería una chabacanería, nos quedamos con “Santa Fe, 25 de diciembre y 12”, los apóstoles ) Su llegada al barrio se estima entre los años 50 y 52, o sea ya tenía su vida hecha, mala vida decían las viejas, que presumían de tener referencias ciertas de sus antecedentes juveniles de prostituta en los cabarutes de Villa Fiorito, como protegida de la Rubia Mireya y Ruggierito y última amante del Tigre Millán. Pero vaya a saber… A mí no me consta… Y de última ya se sabe…”Joven puta, vieja santa” El caso fue que un día estando despuntando los pábilos en la sacristía, oí una voz potente y femenina que venía de la nave principal. Una vieja loca, pensé sin alarmarme. Pero luego presté atención y noté como una letanía, como un rezo, un rezo en vos muy alta, pero un rezo. No sé se entiende lo qué digo, Un discurso hacia dios, algo de eso… Me asomé. En los bancos poca gente, los habituales de siempre que en las últimas horas de la tarde venían a rezar un padre nuestro. La voz de la mujer venía del fondo, los pocos fieles tenían la cabeza vuelta hacia ella. Me fui acercando, disimuladamente, tratando de entender lo que decía porque el eco de la bóveda y la nave casi vacía lo hacía dificultoso. La penumbra del lugar no me permitía distinguir su figura ni su rostro. A esa hora en la iglesia todo es color mierda. Cuando estaba a algunos metros se levanta, Una genuflexión. Se persigna y se retira sin dar la espalda, hacia el atrio que lleva a la salida. Allí me quedé yo, esperando el retiro de los fieles que me dieran alguna versión de lo ocurrido. La primera en salir fue Doña Rosa, que atornillándose la sien con el dedo indice, vino rauda hacia mí y mientras decía. .- Escuchó lo que decía la chiflada ?... . No, solo oí a una mujer que rezaba en vos alta… . Bueno, rezar…rezar no rezaba, ella le hablaba a Dios. Que iba a ser su fiscal aquí en Alsina. Que todos los domingos en la misa de las once iba decir en voz alta, los pecados no confesos de sus fieles, para que él los perdonara… Muy loco!… Nó?... Amagó seguir hablado pero yo la corté. .- Y usted, sabe quién es?... .- No tengo idea. No creo haberla visto por el barrio… Este fue el comienzo de la historia. Cuando llegó el padre Mario, el cura párroco, se lo comenté, pero me dijo que ya se lo habían dicho en la Chancha Renga,( un boliche cerca del puente, donde acostumbraba a ir a tomarse unas ginebras, jugar un truco y tocarle el culo a la hija del dueño, el gallego Bermudez.) lo vi medio en falsa escuadra y no se habló más del tema. Ese domingo, serían las diez de la mañana, estaba llegando a la iglesia y me llamó la tención la cantidad de gente en las placitas, pensé que estaría la banda del Ejército de Salvación, que solían ir a enganchar fieles de rebote entre los que escuchaban la música. Pero no, estaban ahí, en los bancos, a la sombra, charlando en corrillos, A muchos los conocía del barrio, pero no se me ocurría que podían ir a misa. Saludé de pasada a los conocidos y me mandé para adentro. Preparé los hábitos para la santa misa, mojé unas ostias sin sacramentar, en el vino sin sacramentar y al rato la voz del padre Mario: .- Pirulo, abrí las puertas para que entren las viejas… No lo podía creer… Viejas, viejos, jóvenes y niños, entraron en malón empujándose para conseguir asiento. Tiraron a la mierda la pila bautismal…yo pedia calma y casi me sientan de culo, parecía una cancha de futbol la parroquia. La chusma de Doña Rosa se me acerca y dice… .- Vienen por la loca…Se está poniendo linda la cosa!... Y bueno, me dije. Los caminos del señor son inescrutables, y me persigné. Adentro era la joda loca, un festín pagano, tipos empinándose la botella de vino, comiendo sanguches de mortadela, tirando migas de pan y cascaras de fruta. Hasta había algunos vendiendo pochoclo, churros y empanadas. Yo convocaba a Cristo para que sacara a los mercaderes del templo, pero no creo que pudiera con esta jauría. Pobre flaco lo iban a saca a él del forro del culo. Comenzamos la misa. El cura con sordina me dijo. .-Por qué no te dejás de romper las bolas con la campanilla…Tenía razón, yo temblaba, del cagazo, tilín tilín tilínm parecía que tenía parkinson. .- Por qué no te metés las campanitas en el orto?... Gritó un zarpado, con el festejo de la turba. De a poco se fueron calmando, hasta parecía que estaban en éxtasis, o durmiendo el pedo, qué sé yo. Pero calmados. Cuando el cura levantó el cáliz, ahí se pudrió todo de nuevo. Yo me tenté de risa, el cura también, se atragantó con el vino y escupió todo el altar. Hay que ver lo ocurrente que son los reos de barrio, te hacen cagar de risa… Cuando de pronto, una voz como un clarín llamó a silencio…Y el silencio se hizo. Venía del fondo, del lado de la entrada…¡ Cagamos, (me dije), la loca!... CONTINUARÁ
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Ni de hadas ni de sapos A Ludwing Varela
Supongamos que yo soy un escritor y que está, es una elevada narración donde no hay errores ni espantosas pausas de aburrimiento, donde solo habita el ritmo y la creatividad. observará por lo tanto, que aún no he comenzado con la ironía de este lenguaje mal trecho y reventado, que soles onomatopéyicos o hadas o sapos aún no besan a quien tendrían que haber besado. Diré como premisa, que esta narración es, sin duda alguna, sobre las redundancias de cómo escribir o más bien en como rodear lo que parece una narración. Pero bueno, al fin y al cabo, esto de los juicios en cuanto a designar lo que es y lo que no es, no nos concierne a nosotros. Bueno quizá Tendrá razón querido lector, tiene Ud. la insoluble responsabilidad que no apremia de equívocos, ante tantos enredos que lleva implícito esta miserable palabrería, juzgarla como bien le parezca o disfrutarla parcialmente. También perdonará Ud. bajo el manto de su gracia, mi torpeza al escribir. Y alabaré sin embargo su nobleza al leerme. De igual manera excusara las encrucijadas que abundo bajo este revolver enmontañado de rusas tinieblas, pues comprenda que no hablo de finales, ni de principios y mucho menos de ciegos nudos para esta narración que tiene la mirada puesta en un punto fijo. Gozar de la vida. Hablo de tropezar y caerse en los finales. Hablo para comenzar de nuevo sin pensar en la maldad. Hablo de usar la soga para otro crimen. Por lo tanto regresemos un poco al contexto de lo que yo supongo, es una narración genial, entiendo que se encuentre un tanto desconcertado y posiblemente perdido, pero vera Ud. que a veces me pierdo y escribo laberintos, que acaban extraviados en su propio nombre. Pero entro en razón y propongo un final ilógico para todos. Este podría ser el final: opción (1) deja de leer este cuento sinsentido, tomando en cuenta que sería el final de su autoría y el sinsentido en ese caso no fuese yo sino Ud. O (2) podríamos enterrar al sapo y suponer que el hada, se perdió en el camino como se pierden la cordura o algún libro que prestamos. Ahora bien, esto nos llevaría a proponer que Ud. es un muy buen lector lleno de paciencia por haber soportado leer esta aberrante acumulación de letras y absurdos pensamientos. Y que yo, un pésimo narrador, ha copado en ocio para lograr escribir este insensato experimento.
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EL HOMBRE DE LA ALPARGATA ROSADA “En las pilchas del paisano, se ve el amor de la china”. Desde el día en que la Parda Flora conoció esta sentencia la tomó como un mandato para demostrar su amor por el Matrero. Se habían conocido en un baile en la Leopoldina, pero ambos ya sabían el uno del otro por sus mentas. El Matrero, de los encantos físicos y espirituales de la Flora, la prenda más deseada desde Blaquier a Villa Saboya, la hija del vasco Arriague. Ella soñaba con conocer a ese hombre al que los dichos habían llenado de atributos que alimentaban sus deseos , fantasías y esa obsesión por conocerlo. Y fue aquella noche, en aquel baile, en que la luna faroleaba el piso de tierra, que entre la bruma de la polvareda de los bailarines , como una sombra recortada por un aura, la presencia del Matrero enmudeció la fiesta. A su paso se abrieron las parejas, a paso firme se acercó a la mesa donde la Parda, con el vaso de naranjada que se detenía en el camino a sus labios, miraba congelada y anhelante, al hombre que emergía como un sueño. ¿Qué fue lo que les dijo que eran ellos los buscados, quién guió los pasos del Matrero, por qué la Flora levantó sus ojos cuando el vaso iba camino hacía sus labios?...No podemos saberlo… El hecho es que así se conocieron… Bailando al compás de un ranchera se fundieron sus cuerpos, sus ganas, su aliento. Ajenos a miradas ajenas, se untaron de besos. Así se cuenta por aquellos pagos, como unieron sus vidas la Flora y el Matrero. Levantaron un rancho de barro y paja al reparo de un monte de paraísos, que les dió el viejo Arriague, allí vivieron una pila de años, con algunas vaquitas para el ordeñe, unas ovejas, chanchos y gallinas, con la única ambición de ser felices. La Flora to tenía hecho una pinturita al gaucho, le bordaba las camisas, el pañuelo de cuello, la blusa corralera, el sombrero, la rastra, las botas de potro, hasta el cuero bordado tenía el Matrero… Y fue una vez, en que se quedó sin hilo por no poder ir al pueblo … El Matrero se había comprado alpargatas blancas, para lucirlas en la fiesta patria. La Flora ya tenía como un vicio de ponerle su toque personal. Y ahí fue que al no tener más hilo, degolló una gallina y se las tiñó con sangre. Las puso a secar el alero del rancho, pero a la noche las agarró un aguacero y amanecieron secas, pero rosas. El gaucho mañerió pero la Parda le hizo unos pucheros y allí fueron. La fiesta era en la escuela rural, había carreras cuadreras, de sortija, de embolsados, de chancho engrasado y palo enjabonado, asado con cuero, empanadas fritas, vino, cerveza. No faltaba nada, ni nadie, estaba todo el gauchaje de esos pagos y estaba él, con sus alpargatas rosas. Fue verlos entrar y el comentario: .-¿Dónde se á vido, alpargatas rosas?... Decían las viejas y se persignaban. Los paisanos lo miraban extrañados. ( Ni siquiera a los puebleros habían visto con esas alpargatas en los pieses) Pero era tal el respeto que tenían por ese hombre y su valentía, que nadie amagó ni una sonrisa. La cosa terminó sin incidentes, cada cual tomó el rumbeó para su rancho y en la siguiente fiesta, se pusieron, todos los gauchos, alpargatas rosas.
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NOSTALGIAS DE LA INFANCIA
Buenos Aires hierve, estamos soportando un comienzo de verano agobiante, nos estamos convirtiendo en un país tropical. Mientras en América del Norte están viviendo unos de los inviernos más fríos de su historia, los del sur nos derretimos en sudor . Será por eso que nos dicen sudacas ?.." Lo que mata es la humedad", una frase reiterada en La Reina del Plata que tanto es aplicable para invierno como verano. Y es verdad. La humedad ambiente es tan alta, que hace que el frio y el calor sean penetrantes y se te metan hasta los huesos. La sensación térmica, que le dicen, siempre está entre cinco y siete grados, sonbre o bajo la real.
Pero mirá el spiche que te bato para prologar una de las charlas de café, que en este caso y en esta noche de verano, tiene lugar en la vereda del bar, porque los boliches de barrio no tienen aire acondicionado y adentro hace un calor de cagarse. En su interior solo queda el gallego en la caja y el mozo de mostrador, que también es gallego, como corresponde, pero no es dueño, aunque es posible que tenga algunos puntos en la sociedad, como también corresponde. Las mesas, sillas, mozos y clientes al aire libre, que siempre parece más fresco que el envasado. Donde la consumición tiene un recargo,” para pagar los impuestos de la Alcaldía”, argumenta el patrón, que no reconoce el termino Municipalidad y que a los inspectores los arregla con cuatro pesos y un café con leche.
¿Pero qué me pasa hoy, que no entro en el tema ?...Me engancho en giladas, me voy al carajo y la hago larga al divino botón. Porque fíjate vos, que el tema no tiene nada que ver con el calor, la humedad, ni los gallegos. Cuando vuelva a colgarme, chiflá para que la corte, pero seguí leyendo que ya viene el cuento. Con lo que tiene que ver, es con esta costumbre mía de andar dándole vueltas a las cosas. Fue el que surgió, en la “Reunión se los Inteletuales", cuando el Beto le dijo a Cachila, que no se decidía a pedir gaseosa, cerveza o café :
.- Dale boludo, tenés más vuelta que una calesita, vos…
Al pique se enganchó Copete, que tiene una particular habilidad para tirar centros y poner un tema en el área:
.- La…ca…le…si..ta !... Dijo como rumiando y agregó en voz alta para habilitar a todos: Qué loco, oyeron lo que el Beto le dijo a Cachila, “ tenés más vueltas que caballo de calesita”…
.- Yo no dije caballo…
.- Pero así es el dicho, boludo…
.- Sí, el dicho boludo, porque podría ser el avión, los autitos o los chanchos…
.- El dicho no se refiere a los accesorios, sino al caballo que antiguamente la hacía girar,. ignorante.
.- Qué lo parió …Lo que uno aprende de los viejos !...
.- No me rompás las pelotas , quiero contar lo que pensé el otro día cuando paseaba por Alsina y vi las calesitas en las plazas,... ..
.- Siempre haciendo turismo de aventuras, vos. Dijo el Beto que tenía ganas de joder. .- Está bien, seguí dale.
.-Sí, sigo y vos cortala que me tenés hinchados los higos…Cuando vi las calesitas llenas de pibes, pensé, que si alguien hubiera dicho, “inventé un juego para dar vueltas”, y mostraba el prototipo, se le hubieran cagado de risa y no habría nadie que se interesara en el proyecto. El pobre tipo sr hubiera ido arrastrando los fanguyos, derrotado ante tantos “ no va a andar” . Pero el tipo lo hizo y anduvo. Tal vez porque no consultó a nadie, o que se yo… porque así son las cosas simples que soñaron los genios, que perduran en el tiempo desde el anonimato. Me hubiera gustado dar una vuelta, pero el pudor me lo impidió y me quedé mirando a los chicos, buscando en ellos el que fui.
.- Muy buena reflexión , Copete. Te escuchaba y pensaba…no se entiende como un juego tan boludo, siga sobreviviendo en la era de la tecnología y la cibernética, y se mantenga sin cambios en el tiempo, excepto el caballo. Que sea el juego colectivo más popular en los niños…y se me ocurre que no es solo un juego, que vendría ser un desafío, eso, el primer desafío. Como un test de la personalidad del niño. Porque, fijensé, ahí se manifiesta, como en ningún otro caso lo que seremos en nuestra vida de adultos En este caso sacar la sortija, que sería, según Freud, el objeto del deseo movilizador del juego. En él se vislumbra al luchador, que la pelea arriesgando una caída. El seductor , que pretende conseguir el favor del calesitero con sonrisas. El simulador, que muestra desinterés , para dar el zarpazo oportuno del arrebato. El perdedor, que ni lo intenta, y un montón de otras actitudes dignas de un estudio del comportamiento del hombre social… Cerró su intervención Petete, un estudiante de psicología social, que chapeaba de sicólogo, semblanteando en el panel, el efecto de sus palabras.
.- ¿ Eso lo escribió "freu" ?...Preguntó el Beto, con tono irónico.
.- ¿ Froid ?...Nó, eso pienso yo a partir de mis conocimientos analíticos.
Se siguió hablando del tema con nostalgiosos comentarios, hasta que cuando parecía que ya estaba agotado, Cotolo, con la voz quebrada y los ojos llorosos dijo:
.-Los escuché emocionado. No saben lo que hubiera dado por vivir esa experiencia…
.-¿Qué, nunca anduviste en calesita, vos ?...
.- No, sí… Me lo pasaba arriba de la calesita. Pero nunca saqué la sortija…Mi viejo era calesitero… Y se le cayó una lágrima.
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