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Ya no más, la estela bastarda desatada, huía, yo, del estío de la prisa, gemían los nuevos vientos entre el matorral de la noche, y el ocaso moribundo danzaba en sed,
castraban las horas tus hombros féminos, y los últimos rayos hacían tu avaricia, cada silencio atrevido yacía certero en la penumbra de las sábanas,
las voces se apagaban, volando, y un verso en órbita pareció fallecer, ya no más, los colores de tu rostro si tu espalda se menea en la ceniza,
los árboles narraban pálidas leyendas mientras agitaban tus bordes llameantes, ya no más, promesas ni mentiras,
quizá la vida te devuelva esa fábula desnuda y la luz no observe mis ojos vehementes, cuando transcurran los labios iracundos en las horas del final,
que no haga, de mí, jirones, este día, y mi boca remendada no ensangriente estos instantes tersos,
zumbará el amor partiendo desde tus pies y la excusa gris nos dictará una nueva soledad,
ya no más, la piel tibia, agonizante, el nuevo cielo se habrá deshecho en sombras de lluvia como en aquella noche en que aullaron hasta las puertas.
Jorge Rosso
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Poeta
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Vienen y van mis pies describiendo sus cánticos, mientras el alba se pasea en la arena inyectada de horizonte,
el mar acredita sus secretos y me los cuenta con pudor,
la niebla digita una palabra y llora entre sus ruinas bajo la falda del alba, y un rostro me trae de la nada, en sus esferas, me fabrica una historia y quizá descrea de la mía,
un duende perezoso precipita en sus ojos que con gestos dramatiza la rompiente,
toda la magia se apodera de un principio, y en el umbral de las campanas hay un sueño que me arde,
luego riman los poemas, porque dicen lo que nunca y hacen lo de siempre,
cuan poca calma a la orilla de este mar desordenado con olas feroces y enigmáticas!,
cuanta fe embebida de viento va forjando fantasías!,
todo parece desaparecer en el movimiento de las dunas y celestialmente, me enervan,
las aves callan su grito ante el suspiro del mar, sembrando desolación bajo mis palmas, y esos ojos gimen un lamento despiadado,
hay un perro que se ahuyenta y su contorno se deshace, me late un precipicio que no está,
y esa mirada transmite y me transporta hasta la semilla de un destino fugaz,
yo soy mi dios y me hablo desde el desierto de mi boca callejera, soy esta palabra sencilla y me vuelvo vulnerable,
una melodía dormida sacude su cabeza y se delata, y el viento del sur corroe mis oídos,
mi soledad ya casi existe, se pronuncia a tientas, y se me rompe el pecho de preguntas entre el frío del invierno,
hay un fuego que no veo y un rayo al caer, hay un tiempo titilando bajo nubes de luciérnagas,
y una mano temblorosa y anónima a la orilla de un rostro, dibujando mi sonrisa, entre tanto su calma me devora con su mirada a cuestas, y la siento, y no sé por que la siento,
es el arte de las almas cuando la mañana se recuesta a morir con su garganta en el suelo,
... y las esferas esperan por ella.
Jorge Rosso
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Poeta
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A mi alma llegaste, inundando con Nitidez y toda la fuerza que jamás imaginé; Gaviota que contagias de tu mágico vuelo a mi corazón y levitas sin fin... En mi piel, en mis deseos, en esta bendita Locura de quererte más, de sentirte mía, Ángela hermosa, ama y señora mía…
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Poeta
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Allá, Donde el atardecer se pierde cauteloso El cielo se presenta iluminado, Y se derrama el púrpura a raudales Tu imagen permanece inextinguible. En ese intervalo, Cuando impera un silencio abrumador Mis pensamientos vuelan a tu encuentro Y amasan ambiciosos la esperanza Donde tu imagen continúa inagotable. Entonces, Mis pupilas coquetean con las sombras Mis oídos ansían los armoniosos sonidos nocturnales Y me siento el último de tus amores. Cuando imagino que tus brazos me rodean. Aquí, Donde el claro oscuro se hace cómplice perfecto Fantaseo con la proximidad de tus pasos cadenciosos Y con el sol justo bajo el horizonte, Tu añorada imagen languidece. Cae la noche, Y pululan frenéticas luciérnagas Los reclamos amorosos se atropellan Y cual espectro púrpura tu imagen se deshace, Pasa el tiempo y sigo pendiente del crepúsculo.
Nini, 20 de junio de 2012
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Poeta
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Nos conocimos
gracias al destino
de la vida
comenzamos una
hermosa relacion
hace 6 años
asi dia a dia nuestro
amor fue creciendo
recibimos la noticia
de que llegarias
decidimos contraer matrimonio y esperar
tu llegada
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Poeta
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La jaula del desamor
En una mañana de primavera llegué a tu balcón para entonar las más dulces notas, al escucharlas tus ojos se abrieron y con delicadeza me tomaste entre tus manos, pero el paso del tiempo con sus manecillas fue marcando tu vida y la mía.
Y así fielmente llegaba en tus mañanas cada día a despertarte con mi canto y mi calor y cada vez regresaba a mi rinconcito para descansar mis alas y así fue pasando los días, hasta que decidiste tenderme tu apoyo y tu protección y me quedé a tu lado.
Así como transcurre la vida así transcurrió nuestra entrega de amor…caricias, pero como todo en la vida termina así se consumió tu interés por mi trinar…por mi calidez y me diste una jaula por casa y quedé presa en ella no sabiendo que moriría lentamente de tristeza, antes bebía y comía de tus manos, ahora… tu olvido llegó y con él la desconsuelo y el abandono, pero te seguía amando hasta que mi canto murió en mi pecho y me dejaste sola y confundida.
Pero en una tarde cualquiera mis alas crecieron, de nuevo y pude escapar de esa prisión donde me tenias cautiva y volví a volar a mi cielo en busca de la felicidad que antes tenía y por buscar tu amor la perdí, ahora comprendí que el poder volar me hace libre y lo principal ya no te amaba…no te necesitaba.
Rafaela
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Poeta
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[img width=300]http://www.shiawasseearts.org/images/iThe_Bird_Cage.jpg[/img]
Frente al portal de mis otoños (L.G.)
Me detuve frente al portal de mis otoños y volví la mirada a los años felices de mi vida donde mis sueños se hacían realidad, ahora duele lo vivido cuando tu adiós me dejó en soledad
La ausencia enluto mi corazón y aunque busco los retazos de mi vivir ya no los pude encontrar, se esparcieron por el viento y no sé a dónde los llevó, ahora estoy herida, me dejaste el alma triste por tu separación, ahora vago con tu recuerdo acuesta donde sólo se escucha el eco de mi dolor siendo la sombra de la desolación.
Mi vida va pasando sin detenerse mirando con nostalgia transcurrir las horas, los minutos, los segundos y yo aquí más sola en cada anochecer…en cada amanecer sin escuchar ya en el sonido del viento un “te quiero”
Y tú…más allá del mar…más allá de mis días de soledad sin tu presencia, sin tu calor y así sigue pasando el tiempo y sigo mirando el mismo cielo, escuchando el mismo sonido del viento, sintiendo los mismos rayos del sol acariciando mi cara y secando las lágrimas que por ti aún brota del torrente de mis cansados ojos siempre buscando en la lejanía tu presencia que cada vez se oculta detrás de las nubes de los sueños que ahora no tengo. Se irá la primavera, llegará de nuevo el otoño y yo te seguiré aguardándote…esperándote…
Rafaela
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Poeta
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Intentar describir cuánto cautivas mi alma es pretender que acariciándote tenga calma, Rauda la inspiración descarga cataratas de sensaciones como torbellino de besos, de ternura y de pasión explosiones Aquí y ahora ambiciono un te quiero tuyo que retumbe en mi corazón, en mi mundo y me haga más tuyo Cómo no cantarte amada mía si llenar de alegría tus días todo mi ser ansía Y que tengamos en la noche de plena luna cobijo de caricias y besos que no deje sed alguna.
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Poeta
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Silueta del alma Inmensidad de recorridas experiencias, Lunas mil de emociones sentidas, Ultimo refugio de tristezas y alegrías, Espejo de una personalidad vestida de sedas, Traga mundos de almas que viven en calma, y Algunas que solitarias penan.
Del alma la silueta, Esencia de la vida y la muerte, La muerte a veces en vida plena.
Alma con silueta Libre de pensar, sentir y amar, Musa de la poesía más inspirada, Alimento del corazón y de escribir las ganas.
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Poeta
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Yo quería que tú fueras el amor de mi vida quería ver tu cara cada día que tu piel fuera mi piel tu mi sueño… ¡mi despertar! Fueras como rio de agua clara el agua que bebo, el aire que respiro amor eterno, cariño mío… ¡mi cielo! de ésta y de otra vida… ¡para siempre! Mi fiel esposa, la madre de mis hijos vida dando vida, amor… ¡Quería para siempre tu calor! ver color en tus mejillas y felicidad en tus ojos ¡Tu mi reino y mi palacio tu cara el espejo de mi vida cada palabra tuya… una melodía! ¡día a día!… eso era ¡lo que yo quería! Delalma
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Poeta
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