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Verano va, llega el invierno, una estacion mas, que se retira.
El verdadero amor dura para siempre, te imagino en mil destellos, luz de luna que me mantiene a salvo, y se que estas aqui.
Amor de verano, inicio de otoño, las estaciones cambian, el amor durara por siempre.
El eterno resplandor de tus ojos, la luna brillando en la noche, el cielo lleno de estrellas, en una noche de verano.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Sincroniza el flujo de intersecciones, cataloga todo aquello que aún late, certifica las maquinaciones de las ensoñaciones burguesas, vanamente ornamentadas.
Destellando en extravagancia, renuncia al cromo sólido, la oposición óhmica es inútil, e impide las ideas que valen la pena.
Existencia alterna, realidad distorsionada, todo se cataloga, como algo clasificado.
El exilio comienza, la noche acaba, el tiempo sigue, nada se detiene.
Seminarios en escaleras mecánicas, enredadas reuniones con traductores silenciosos, un flashback de distopía, advirtiendo en sueños con un vestigio, recurrente todos los fragmentos y segmentos, de secuencias fluidas, la pretensión de una carrera universal, no hecha de metal es discutible.
Blanco y negro, vida y muerte, luz y oscuridad, el equilibro se agota, el tiempo no se detiene.
Ralidad alterna, mentes distorsionadas, dentro de una espiral, que conduce a un vacío existencial, a un profundo exilio a las sombras.
Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Voy a tatuajes de mi cuerpo, no su nombre, pero el registro fue consciente de que mi actitud hacia esta empresa processo.Continuo y conectada a tierra.
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Poeta
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Siento tu ausencia como mismo me perturba tu llegada porque desembocas en mí verano ardiente temporada de ciclones y aguaceros revolviendo implacable los recuerdos renovando fantasioso mis desvelos Porque llegó contigo, en la mañana de tu séptimo día con mirada de impúber caprichosa que derrama travieso la alegría empuñaba un estetoscopio como espada y como escudo la mentira todavía. Porque no fue un día cualquiera, fue un veinticinco tuyo, septiembre, en que dejo que su cuerpo fuera mío y sentí por fin, los labios más ardientes. Porque quizás trajo tu olor para cedérmelo y eternizar en mí su anhelo porque quizás, también, pude quedármelo para darle todo lo que tengo Por eso y más, septiembre es que te siento.
NiNi, 25 de Septiembre de 2004.
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Poeta
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En el espejo me reflejo, veo mi rostro y repito...
Soy luz, brillo etéreo. Soy musa de mi pensamiento. Soy alma en movimiento. Soy bella en el silencio.
Soy tangible en el resplandor, de mi cuerpo latiendo. Soy alegría que emana, simplemente el el viento.
Soy lo que quiero ser, en este hoy sin tiempos. Soy lo que mis ojos ven, en este mismo momento.
Soy un alma libre, volviendo a sentir de nuevo. Soy yo simplemente , quien se refleja en ese espejo.
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Poeta
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ÉXODO ESPECTRAL
En un trozo de agua hecho de vestidos largas medallas al relampagueo de la plazuela, al rumor perforante de mil setecientos caballos, de cabellos somnolientos dejan de perfil al codo, un brazo realzando desconchados muros desaparecen, de par en par una caverna, la estrechez a la sombra del pirul, luciente, vago y magro, mago meridiano, catastrófico el cortejo, el conejo, murmurante.
Arrastrando calles, huertos, en la red de los canales largos, carretones fugitivos y opulentos, esplendor melodramático, agolpando callejones, empedernidos seis años, de míticos sobresaltos, manojos pálidos, confines esparcidos semidesnudos.
La boca de los retratos infecundos, aún después en los recuerdos petrificados, los insípidos escalofríos, en los oídos prometían hermanarse al replegar los techos, trechos, batas blancas, marcadas en la franja de los dolores coloridos, las rodillas duelen a las ánimas. ¡Al partir!. Ya... Vuelve la cantera emigrando, en el anís, del vaso dramático y profundo, al viajar del verso al puente, áspero, al centro del punto hexagonal, con el marco de la segunda mitad. En las emociones impresas.
Ya... Espectrales las sombras brillan. En las románticas herramientas. En las cajas del sastre. Desastre. ¡Dónde despegan veintisiete leguas!. En la lírica distante. ¡Flautas, tomate y cebollas!.
Con El Movimiento de las ollas Los frijoles. Los tambores. ¡Encantados doblando!. La belleza pura estrangulando, la sencillez, indistinta, deshidratada, la risa encuadernando, efímera.
Vuelven, vuelven, los perros volando, al pantano centenario vuelan ya,
auténticos, anillos y pistones. ¡En pocas semanas una copia!. Sexuales y cromáticas las posiciones, en el castillo del círculo excesivo.
Ya, la inestabilidad marchando, absurdas y declaradas noches, sobreviviendo ritos enigmáticos. ¡Paralelos, nocturnos y primigenios!.
¡Espectrales!. Cuando lo instantáneo transfigura, al éxodo celeste del subsuelo, del inframundo, con la vitalidad, al punto, repentino, lo panorámico primario, heredera, obra rara, al poblado intensamente. Opaco Lo más cercano Eterno ¡Al estilo adoctrinado!. ¡Trina y trina!.
Allá Donde Fingen los quiméricos recortes. ¡Un selecto y verbal silencio!.
Emblemático y flemático. ¡Automático!. Objeto al visual secreto, tradición capaz estrecha, la mirada, serena, del viaje pleno. Por el éxodo. Del campanear correspondiente. Receptor directo. Del mismo palabrear elegido. ¡Un fracaso fresco!.
__¡Será!__ Un Iniciático precursor de los ratones, las menudas agujas de las retinas, los salvadores alfileres, despuntando, hilo, única probeta. ¡Con el buque vano!. Al pintor del margen, mudanza encima.
Espectral. Nunca copia de otros, sucesos, iguales. El éxodo. ¡Al seso seco, la reseña convocando!. Del vecino a su manera. Entre. ¡Las insanas esperanzas del colapso!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Nave
Hundida en la locura de un día más de vida, de un día menos tuya, de un día menos mía. No tengo más palabras que la triste condena de reemplazar la pena por la melancolia.
Cuando esta nave parta y mire hacia adelante un día más de vida sabrá que ya es bastante.
Cuando el último puerto reciba mis naufragios podré quemar la nave anclar no es necesario.
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Poeta
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Tengo las manos curtidas por el peso de tantas caricias no cedidas; los dedos rigidos que florecen besos; los brazos cansados de estar extendidos y no hallar a nadie a quien ofrecerlos.
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Poeta
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Lametable
En el azar de los posibles, los valores grafican bifurcaciones, originales deformaciones, informes de límites homónimos, homúnculos, montículos y detractores, de la simbólica métrica esquelética, el caminante remediar de los remiendos, el reír, rígido, abiertamente. ¡Laberíntico y punzante!. Mas, y más. ¡Cada vez, un mayor, menos!.
La Menta Ble, bla, bla. ¡Más inútil al menor mensaje!.En primera fila, de un total atónito, distónico, monótono.
¡Del recitado, ausente!. De audiencia involuntaria, el prosaico propósito. ¡Espolón de pirámides, laureado!.
El susurro, sumergido. ¡Imperturbable, la menta, ble del bla, bla!. Con las arpas viudas, del almíbar, por sembrar, artillerías.
¡Natural y coloquial!. El teatro trágico, las palabras entrecortadas, rítmicos, énfasis, pausas escuchando.
Al sol, de manchas, críticas, hilos, péndulos, recientes. ¡Omisión trabajadora, de disculpas!. Un Monarca Oficio De Alcancía
De Alcoba Curvo. Un traje usado, del retorcido navegante, del parásito zapato. La menta, ble, del blá, blá.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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No sé cómo mirar para encontrarte, horizonte de amor en que me excito, distancia sin medida donde habito para matar las ansias de tocarte.
No sé cómo gritar para llamarte en medio de mis siglos de infinito donde nace el silencio de mi grito movido por la sangre de buscarte.
Mirar sin que te alcance la mirada; sangrar sin la presencia de una herida; llamarte sin oírme la llamada;
y, atado al corazón que no te olvida, ser un muerto que tiene por morada un cuerpo que no vive sin tu vida.
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Poeta
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