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No quiero saber nada... Ni de esa luz incierta que retrocede vaga ni de esa nube limpia con perfiles de cuento. Tampoco del magnolio que quizá aún perfume con su nieve insistente... No saber, no soñar, pero inventarlo todo.
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Poeta
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No fue para mí... Ya lo suponía. Pero sé engañarme tan bien con mentiras y jugar al juego de la falsa dicha, que a veces me olvido -ya ves si soy niña- que estaba jugando a que me querías.
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Poeta
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¡Los árboles contigo! Masas de hojas verdes traspasadas de luz y mi nombre allá lejos, murmurando allá lejos a la orilla del mar por voces que no saben qué página de un libro me estalla entre los labios.
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Poeta
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La tarde gris y triste me agobia, tengo sueño; estiro lentamente mis dos brazos abiertos que se prenden al aire; quieren cazar el tiempo, aprisionarlo pronto, robarle su secreto, deshacer bruscamente sus límites estrechos. Quiero llorar: no sé; quiero reír: no puedo. Los deseos se estrellan contra la inexorable inercia del silencio; sobre mi corazón rueda grávido al peso de la existencia toda. Al fin me desperezo. Logro romper el cerco del malsano sopor, pero apenas lo venzo ya me torna a invadir quedamente su tedio. Luego... Ya no sé más; suspiro, me paseo, exprimo el tormentoso lagar de mi cerebro, destilo el elixir de su inquietud en mi pecho... Sujeto en mi memoria repite el pensamiento; la tarde gris y triste me agobia, ¡tengo sueño!...
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Poeta
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Búscame en ti. La flecha de mi vida ha clavado sus rumbos en tu pecho y esquivo entre tus brazos el acecho de las cien rutas que mi paso olvida.
Despójame del ansia desmedida que abrasaba mi espíritu en barbecho. El roce de tus manos ha deshecho la audacia de mi frente envanecida.
Navegaré en tus pulsos. Dicha inerte del silencio total. Ávida muerte donde renacen, tuyos, mis sentidos.
Ahoga entre tus labios mi tristeza, y esta inquietud punzante que ya empieza a taladrar mi sien con sus latidos.
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Poeta
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Inercia de la muerte. ¡Qué distancia me aleja ya, segura, de lo humano! Aquella rosa que murió en mi mano será pronto recuerdo de fragancia.
Silencio de silencios. En mi estancia diluye su perfil lo cotidiano y retorna sin hieles a su arcano esa amargura que la vida escancia.
Nada será de todo lo que ha sido. Voy a ofrecer al sello del olvido mis párpados febriles y mis labios
que inmoviliza el rictus de lo eterno. ¡Quiero escapar indemne del infierno que arde en la trama de tus besos sabios!
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Poeta
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Hay algo -gota a gota- que nos llena el vacío ¡Hondones del deseo! ¡Qué colmo de esperanzas! El oleaje arrastra caudales sin objeto y hay muchos anaqueles que ningún libro ocupa. ¿A dónde vamos, dime? Aún nos quedan paisajes con frondas ignoradas y orquídeas que navegan en busca de su nombre. Quisiéramos al fin la belleza absoluta que rebosa verdad porque la luz es nueva. Se borran las fechas del momento incendiado, pero nos grabarán como inicial las sienes. Es el fin o el principio de las augustas ruinas circulares. ¿Se pierde o se gana? Hay manos que triunfan al quedarse vacías y otras como puños que no conservan nada.
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Poeta
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Y estás: en el vacío y en la ausencia presente, en la que es y vive sin dejar de ser única oquedad invisible con raíces eternas. No hay mundo que la llene pero sí algo vivo que la besa y la calma.
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Poeta
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Iré a tus manos, limpia, indemne, sin memoria, renacida de ti y ajena a lo tuyo, iré a tus manos casta, desnuda de tus besos.
Sentirás al ceñirme que una rosa de nieve insinúa en tus palmas su gélida caricia. Seré para tu cuerpo el lino apaciguante que sana y que perdona.
¡Deja que vaya en ti más allá de lo mío, que abandone mi ser por la gloria del tuyo! ¡Aunque me huyas siempre, iré a tus manos, muerta!
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Poeta
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Es escribir a alguien o lanzarse al silencio, a nadar en lo oscuro, a encender una llama aunque ahoguen las dudas. ¿Carta a lo que no existe? Hay buzones alados que se disparan solos y un correo sin pistas ni trayecto seguro.
Eludir el camino que todos conocemos. Seguir hacia adelante ruta de los que intentan lo que nunca pensaron y se sienten felices porque hay algo distinto, porque se desvanece de pronto lo que sobra y no existe el vacío si queremos colmarlo.
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Poeta
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