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He recibido tu carta, diciendo lo que sentias, "que de mi estas jarta, y que ya no me querias" seguí leyendo adelante lo que textualmente decia: "lla me boi de ti tunante, otra bida sin mi inisia" "pd te mando mi fotofrafía, para que no me olbides, si es que aserlo puedes". Cuán bueno hubiese sido, que menos sandeces escribiera, que mucho mejor se viera, si tuviera mejor ortografía.
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Poeta
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Los hombres no lloran. Muérdete. Coquetear es un arte. Sonrójate.
No juegues a las muñecas. Lucha. Si te hablan de sexo, horrorízate.
Alardea el hombre: Impónte. Sé doncella de blanco: cuídate. Tus fiascos y tus tientos, cállalos. No te toques, no palpes. confiésate. Falo en ristre, sedúcelas. Exceptuando tu virginidad, explora.
A las desvirgadas, lapídalas. En el momento justo, arrepiéntete.
A la que elegiste, fecúndala. Disimula tu gozo: llora.
A tus amantes, fináncialas. Si provee todo al hogar, resígnate.
Las oportunidades, aprovéchalas. El sexo como el pan, restríngelo.
En tu anecdotario, enuméralas. A tus hijas, censúralas.
A buey viejo pasto tierno. Auscúltate. Con el marido de la prójima, desquítate Agua que no has de beber: mójate las manos…
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Poeta
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HIPOCONDRÍACO
A veces intuyes un final muy próximo y comienzas, con el dolor al pecho, a preguntarte qué se han hecho los amigos de antes y los buscas en obituarios de pasquines, aunque sabes que andan todavía, repartidos, por diversas estaciones y ramales, destilando, los menos, saludos invernales.
Y al dolerte el pecho te creas taquicardias, tiritando el albur de un último instante sorpresivo. Entonces, empiezas a fornicar en pensamiento o subes al vino espirituoso arrepentido. Con el dolor al sacro, luego, temes no poder amar a más mujeres y te entumeces en el crujido del menopáusico macho, que abriga sus pies por el resfrío o ungüenta sus dedos amarillos.
Los espacios de sol te ofrecen escenarios celestiales, que rehuyes, inmerso en tus achaques, temeroso de las corrientes de aire.
Lo que justifica en conciencia, plenamente, tu furtivo ingreso a las casas de masajes.
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Poeta
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!Cuántas fantasías evolucioné, sudoroso, luchando con las rodillas apretadas de Edelmira¡
Hasta alcanzar, locuaz, grotesco o cibernético, su casto jeroglífico.
Hasta ascender, ilusionado, el penúltimo camino, esgrimiendo los besos más furtivos.
Hasta quedar, pétreo y mordido, suplicando conclusión del compromiso.
Porque ella, mi Edelmira enamorada, prisionera de atavismos ancestrales, en algún estoico aliento victoriano, censuró mis embestidas alocadas…
!Virginalísima Edelmira apasionada¡ con la organiza crepitante en clarines constreñidos, esquivó mis estocadas bizantinas, alejándose tras hosca despedida.
Y fue así, con Edelmira acalorada, que aprendí, vía orgullo macerado, y en escandaloso latín languidecido, el punzante significado del: “coitum interruptus”.
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Poeta
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¡Gómez!, una amiga chiquilina de la infancia la que conocí en inicial siendo muy niña de quién hasta hoy conservo, su amor y su cariño me saludaba a diario… ¡con un pellizco! Era como un… ¡Buenos días! pero como verán… para mi empezaba mal Gómez me tenía dominado, me llamaba y me ordenaba ¡Yo era como su marido!... Tenía que hacerle las tareas, en primer lugar llevarle emparedados, en segundo lugar y “soplarle” en los exámenes, en tercer lugar espigada y delgadita… pero iba creciendo. Y a ella… ¡todo le crecía! al comienzo odiaba sentarme a su lado pero después, peleaba por hacerlo ya no me maltrataba y se había vuelto linda. Ya éramos como de quince, pero ella tenía veinte en todo, que le delineara los ojos y los labios, era mi obligación que le pusiera rímel y le pintara la boca… ¡Casi me vuelvo maquillista, y todo por ella! La confianza me animaba a llamarla: ¡Gómez! volteaba y me decía: “Gómez no, ¡señorita Gómez! pero ya me había enamorado… ¿Y quién no? alta y muy guapa… ¡me dejaba ser su amigo! Le llevaba el bolso y la mochila de cuadernos ella siempre adelante, abrumado pero contento… ¡yo la seguía! pero ya me miraba con otros ojos… ¡de compasión! ¿Estás cansado Cueva? ¿Se cansó mi amor?... ¡se reía! Un feliz y agraciado día que estaba de maquillador la pinté para mí y la dejé muy bonita, se miró al espejo se levantó coqueta… me agarró la barbilla y no pude más… la besé y me besó. Han pasado los años y ya tenemos tres… ¿Qué quieres amor? ¿Te falta algo mi vida?... se ríe, nos miramos los ojos y nos dejamos llevar, mientras los tres chiquilines corretean por ahí. Delalma
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Poeta
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Bien, te diré lo que tú quieres oír, ya puedes ir sonriendo puedes alegrar tu corazón… me dejaste llorando, sin consuelo. Sí, tienes razón… yo nunca te olvidé, ya puedes ensanchar tu pecho para que puedas reír… pues a burlarte es que has venido. Pero más vas a reír… cuando sepas toda la verdad; no es por ti que no te olvido, es que te llevaste mi consuelo. Y no te olvidé, lo acepto, porque me dejaras la casa vacía no de ti, ni de tu amor que yo sabía, ya no lo tenía. Aquella triste noche al volver a casa, ya te habías ido… nadie me recibió, ni con hipocresía pero te llevaste a quién más yo quería. ¿Acaso no pensaste que ella sufriría? que por todo el amor que le había dado y por los años a nuestro lado… ¿Ella también me extrañaría? Y lo hiciste por venganza… ¿de qué? ahora vivo… sin consuelo, y era tan pequeña y amorosa… que aún conservo su cunita. Tenía esos ojos de gata… que brillan en la oscuridad; ahora ya sabes por qué no te olvidé, ¡Por consuelo… mi linda gata! Delalma
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Poeta
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Las veces que voy al campo hablo con animales, y no me refiero a los naturales si no a los pencos, asnos y canes. Me he ganado fama de loco pero por loco algo me gano, y no puedo curar mi locura porque se muere mi amigo el cura. Ha embarazado a una creyente de todas… la más ferviente iba a rezar fiel devota… más la sotana también se vota. Después de una confesión al cura le subió la pasión y no halló mejor opción que llevarla a su habitación. Ella tiene veinticinco y el cura cincuentaicinco, me ha buscado con ahínco pues solo tengo treintaicinco. Me he prestado para ese juego conmovido por tanto ruego, yo seré el amancebado y el cura, mi fiel aliado. Ella es Chana, y para todo servía pero es hija de policía, que si se entera la feligresía… “cana” y calle con la hipocresía. Emborrachado me hablaba, llorando por la tal Chana, dejaba seca la damajuana y a comprar más vino por la mañana. El hambre nos ha vencido y las hostias nos hemos comido; me ha pedido que me declare marido de la Chana, para ser consentido. La gente me mira con mal talante pues ahora soy acólito y del coro cantante más parezco alcohólico, choro y tunante… como mi “amigo” que es un pillastre. ¿Limosnas? sólo el sencillo, el resto está mi bolsillo ahora que hablen del monaguillo no blasfemaré, diciendo que no soy pillo. Para evitar más descontento no quiere que a Chana despose , ofrece llevarla al convento “pa’ verla” cuando él descanse Qué bien se come en el domo solo churrasco, asado y lomo… pero ésta semana, ahí, no como creo que vuelo como palomo. Tengo repleto el bolsillo y el cura ni calzoncillo, pero si sigo con éste pillo voy a terminar en el banquillo. Velando por mi mejora compré mi pasaje a buena hora para el sermón se queda el cura yo, con billete; curé mi locura. Delalma
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Anoche estuve pensando. mientras tú estabas durmiendo, que yo me estaba perdiendo, lo que tú estabas gozando.
Que tú me estabas tocando. mientras yo estaba durmiendo, y que tú te estabas riendo, y yo sólo estaba mirando.
¡Y era yo el que estaba tocando! y tú si te estabas riendo, pero yo estaba durmiendo, y tú me estabas mirando.
Anoche si estabas gozando. y yo me lo estaba perdiendo, porque tú no estabas durmiendo, ¡pero yo si estaba soñando!
Juan Carlos
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La mañana sorprendió a dos amantes dándose todo tras una cortina la noche atisbaba curiosa... buscando un rastro... una huella para saber de sus nombres... para contar de sus vidas... El sol caballero muy enojado partiendo la bruma con ardientes rayos a mandado a dormir a la noche para que no ande de celestina, y aprenda a quitar la cortina. El adusto y serio caballero escudriña en el aire la huella un sonido… una onda, un gemido cualquiera y busca como quién no quiere en el mar, en la tierra; en el aire y en la internet… La pareja de amantes se ha ido… le han ganado en astucia y sonrientes lo miran, el sol se está sonrojando y busca esconderse guarda sus rayos para que salga la noche y turbado piensa: “mañana será otro día” Delalma
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Después de mil peripecias, lidiando con toda clase de tentaciones al fin pude decir albricias, dominando mis emociones… ¡Me ordené de cura… y con honores! Y desde ya les diré con orgullo que a mí me espera la Gloria, entera y plena, sólo para mí. ¿Quién es ella?... una mujer alegre y divertida que entró como novicia, introvertida y recatada media tonta y hasta tarada eso parecía… hasta la entrada pero terminó enamorada, y antes de que algo pasara la regresaron cargada para que de mí se alejara. A la primera que tuve, la visité en su departamento una semana pasé con la dama en suave cama, como las nubes; de cutis suave como la pana... ¡Y vamos que tenía un peluche…! para calentarse cuando yo no estaba. Nadie podrá quejarse, de mi paso por el monasterio, soplan nuevos aires de frescura por los jardines, el gimnasio y el campanario basta tener el alma pura, para llegar a ser cura. Dueño ahora de mi destino con un rebaño para cuidarlo me convertí en el pastor, de sus vidas y sus agobios entré de nuevo en lo mío la renovación y los cambios busqué ordenar el santuario poniendo reglas a los usuarios. A mi diestra cada semana una tenía que dar lectura de las escrituras que ordené tuvieran siempre a la mano, de las propiedades que poseyeran de terrenos casas y coches, y de las joyas que ellas tuvieran. La primera vez, la misa, fue gratis llevé una botella de Borgoña seco y un par de panes, uno para mí y el otro para el monaguillo, el vino me lo acabé y ya no hubo para el acto de fe. Absolví a todos sin preguntarles nada, pero a ninguno di la eucaristía. Mi antecesor se llevó hasta la última hostia y se fugó con Sor Presa. Cargó con vasos cuadros y santos… ja! como si yo fuera a hacer milagros. Tenía los asientos numerados y cuotas fijas con derecho a picnics cada mes, por sus óbolos voluntarios, descontados del importe de sus propiedades. La vida no era tan mala, pronto pude adquirir un lindo pent-house, algo lujosos diría pero a mi investidura correspondía, también un coche del año, para mi vocación revivir. Así me vi envuelto con Gloria y su traje blanco de novia, aquí les dejo la foto del martirmonio de la Gloria y yo, y de mi departamentito. Tal vez un día vuelva como la noria porque nos vamos de luna de miel a Varsovia, con tristeza me alejo pero os dejo concordia pues aquí se acaba la historia. ¡AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS! Seguid hermanos por el camino del bien y las bienaventuranzas. AMAD AL PROXIMO BIEN AMADO SIN FALSEDAD NI ENGAÑO. EL, OS ESTA MIRANDO. P: D: Si alguien está interesado en saber cómo me va Escriban a mi correo: [email protected] cuando llegue a ser papa responderé por orden de de llegada. Y no se olviden de enviar una cuota voluntaria de $10.00 dólares por mail. Servirá para mantener a mis hijos, perdón… ¡para el mantenimiento de mi fe! Delalma Jueves, 17 de junio de 2010
http://ligcueva.blogspot.com/
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