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Cual boya estaba la luna a mi anzuelo aparejada procurando en agua oscura mi sustento en la jornada.
Pescador, yo conocí, en la margen enfrentada, a una moza que de allí, con cautela me miraba.
Y tal como sauce verde di raíz a mi barranca, esperando muy paciente que pez o pasión, picaran.
Amarla, yo conseguí, pues consintió ser amada y tres veces más la vi y me juró que me amaba.
Mas enredó mi ilusión como entre juncos mi tanza y me llevó el corazón como si fuese carnada.
Nunca más la volví a ver a no ser en mi nostalgia. ¿Comprometida tal vez estaría, o desposada?
Ciertas noches me aproximo al borde de la cañada con el pobre anhelo mío de ver su faz reflejada.
Al ser un pez liberal que mis anzuelos burlara con mi pasión por solaz, del amor, mucho ignoraba.
Sauce mustio me torné ante el agua desganada, donde la luna es lo que es…
Sólo una boya olvidada.
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Poeta
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Llame su nombre, y no responde Podrá ella oír, o responder Porque mi amor no me responde No sé porque! Serás esto a su placer?
Yo veo que ha sido todo en vano Cantarle a ella mi canción Que mi guitarra ahora trate Que ella oiga su cantar
Grita, o guitarra grita Con todas tus tonadas negras Que tus cuerdas enuncien, en tu adolorida voz Al llamar el nombre de mi amada
Dile que aún le adoro Y que espero que regrese a mí Si tú no puedes traerla aquí, Tú sabe que yo, seguramente muero
Guitarra que interpreta mis lamentos Con tan doloroso refrán Mis lágrimas caen en tu madero Aplácame estas penas, si ella no regresa
Por favor Cuerdas de mi guitarra, canta Con todos tus dolorosos tonos Pon, mi corazón en pleno vuelo Para tocar su corazón con los tonos de mi amor
Guitarra que interpreta mis lamentos Con tan doloroso refrán Mis lágrimas caen en tu madero Acompáñame en mis llantos, si ella no responde
Dile que yo aún la adoro Todavía espero su regreso Si tú no logras, convencerla que regrese Tú sabes que yo simple muero
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Poeta
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Que buscas corazón, en este mundo Cruel, cuantas veces te herirán Y vos con la esperanza, de un día Ver los sueños hacerse realidad. Amores han llegado, y se han ido Promesas de amores perfectos Ladrones que solo mintieron Llevándose consigo ah pedazos Ese corazón que ya roto ah quedado. Han robado parte del tesoro Que habías guardado con tanto recelo Dentro de ti. Siempre esperaste aquella persona Especial, que te cuidara, respetara Escuchara y amara, y cuando creíste; Se fue llevándose consigo parte de Tu vida. Aun se escucha tu palpitar lento Casi muerto, un halito de vida queda aun En ti; pon muralla alrededor de ti, así Vivirás y yo podre seguir escribiendo de ti Y poco a poco llenar de letras ese corazón hueco. Con las letras ESPERANZA……..
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Poeta
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Corazón dichoso que hoy es triste Compartía caricias con su amante Anhela ahora las épocas lejanas. Llena de días de ilusión Festivos y contentos
Frías noches en negra soledad Anhela una simpatizante alma Para compartir las inquietudes Y cambiar la solemne actitud Aliviando la dolencia paulatina
El aroma del amante Habita dentro de la mente El dulce olor de agradables noches Pasados en cálidos abrazos Envuelto en interminable sueños
El tiempo hoy pasa. En triste soledad. Dejando el corazón vacío. Atravesando el desdén pasado. Recordando amistades y épocas pasadas.
Cuando más alegre estas El brutal destino rasga el corazón Te deja en oscura soledad Morando en las miserias del amor Indigentes y afligido
Anhelando el ayer perdido Esos días de júbilo y deleite Días ceñidos en memorias Y embellecidas fantasías Hoy codicia un nuevo día
Es difícil confrontar el fallecido amor, No hay cadáver que enterrar No hay foco que convoque el luto El pacto ha sido traicionado La fidelidad, ha perecido
Y ahí la tristeza está La historia del corazón herido ¿Quién habita en la soledad? Anhelando alegrías pasadas Y que nunca más serán.
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Poeta
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Cuando me querías, yo llegaba sereno y desde lejos, me sonreían tú y tu casa.
Llegaba al atardecer: Rescoldos por la calle, mi cigarro y el sol entre las cañas.
Comenzaba noviembre y el amor me henchía las venas con turbulencia de parra.
Entonces, a pasional labor y férvida cadencia, vendimiaste, racimo y zumo, mis ansias.
Divisé, cuando me dejaste, guarecida tu sonrisa desde lejos. Tu casa: ¡como tapiada!
Entonces libré mi otoño y el tedio de tu amor desfallecido, ¡barrí envuelto en hojarasca!
Y me fui como no vine: Rescoldos por la pena, mi fracaso y el sol entre nostalgias.
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Poeta
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La noche puntual... Al ocaso se asoma... Misteriosa, inquietante, Sonriente y juguetona...
Luchando en el horizonte... Se mezcla, Infame e inocente... sentía volver abrir las puertas del amor, Sucumbiendo ante la oscuridad, se despedía.
Falacia, no podría... El látigo del olvido, a el poseía... Tonto e ingenuo... Al amor no pertenecía... A sus muros, él Jamas entraría.
Autor: Miguel Ramon Focil Jimenez
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Poeta
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Tengo que dejar de quererte, dejar de extrañarte, dejar de pensarte. Tengo que intentar asesinar este sentimiento que siento por ti, antes de que esté termine asesinándome a mí. Tengo que apagar el amor que siento por ti.
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Poeta
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Las notas musicales Del fango, La neblina… mancha que dificulta El camino pedregoso, atestado De obstáculos… Que impiden el paso firme… Todo se vuelve sinuoso.
Ahí, rincón; Frio, gris, borroso, Adolorido, agonizante y tenebroso; Flecha que rasga el viento, Llena del veneno del desprecio, Desgarrador dolor, provoca… En herida fatal, que llena ese vacio… Quien la muerte impera… Y reclama en la agonía, su premio.
En sus ojos el desconsuelo plasmado, Al sentir la separación, irremediable… De la carne con la esencia de la vida… El alma, Que hace explotar al corazón, Agotado, mutilado… El caudal de las gotas de llanto, En la herida arde, quema y no hay mas…
Como fénix, la muerte arrebata ese suspiro, Ultimo, lleno de vida.
Autor: Miguel Ramón Fócil Jiménez
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Poeta
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Nada queda, nada...
Es después de este amor que nada, nada queda. Nada del vendaval que sesgó con locura, las sombras de la noche, los días de su albura, cual rosas que se arrancan de una gran rosaleda.
Nada me queda, nada… Sólo giro en la rueda de la tierra y sus montes, de la mar y su hondura, de la tersa dureza, de la amarga dulzura, del manto más opaco, de la más clara seda.
Tu luz se desvanece, volátil añoranza, como un astro distante en sueños sumergido. Pasan… pasan los días y, desde que partiste,
asfixio la razón, remato la esperanza, expiro en el recuerdo, sucumbo en el olvido. Y nada queda, nada… más que la vida triste.
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Poeta
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Hubiera ido allá, tenlo por seguro pero me pierdo en mis temores de no encontrarte, de verte ajena o simplemente a ser rechazado.- En un corazón de sangre amarga los años van pasando en vano en la inmensidad de la carabela que se impone al mar manchando el horizonte por andar anclada en tierra.- Ha pasado el tiempo mas creo yo me quede en él el destino jugó a la verdad ganando la mentira sin causa que se impone.- Quien guarda tesoros para olvidarlos y tratar de volver para gozar el premio, si olvido la ruta donde lo escondió quedando en el ocaso del tiempo.- El paisaje lo cambio la lluvia movió todos los elementos, como no dejo señal para recordar busco sin encontrar para quedar en pena.- En alguna parte quedó ese tesoro quedó en la mente, en el corazón y en la razón más la ubicación es un enigma, sepultado por siempre, en la vida que se acaba.-
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Poeta
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