|
Que jueguen a inventar la noche o a desarmar la realidad en un espacio imposible, es lo de menos. Que asciendan al milagro por escalas invisibles o que vuelen en extrañas naves sostenidas en la mano y visiten remotos e ignorados planetas sin siquiera moverse del rincón del patio, es lo de menos. Incluso poco importa que edifiquen una ciudad sin fronteras en el andén de la casa. Lo que urtica y de veras es que en la danza del sueño me invadan con sus uñas afiladas, que insistan en traspasar mi pecho y colocar mi cabeza en el tronco de los condenados, que me desgarren, que me descoyunten, que me amputen brazos y piernas y se vayan saltando al son de un materile mientras quedo suspendido de un delgado hilo de sangre.
|
Poeta
|
|
Não quero viver ao Deus dará... Sei que aqui, em se plantando tudo dá.
Mas também não quero ficar sem dormir, sem sonhar... Preocupado com a queda na bolsa, com a alta no mercado;
Com a inflação com a deflação a crítica a política a linguística...
Quero viver minha vida artística. E nada mais.
A.J. Cardiais
imagem: google
|
Poeta
|
|
CLAUDICANTE CLAROR
Entre los techos que caminan Y nos dirán como fuimos Bajo el zapato Y dirán por lo dicho Los dolores qué nos buscan Por de pronto antigüedad Incrustando mariposas en el fuego. ¡Antiquísima novedad!. De la nieve musitando al vacío Paisaje transparente qué abriga piedras Del milenio en el misterio. Ya veremos proseguir las cosas. Que no se hicieron queriéndolas olvidar.
En la magra carne quel humo alumbra Del momento duro del viento quieto Claudica Ante El calor claror claudicante... Porqué Muere al vivir en el recuerdo Del morirse a diario Del recuadro. Del sentirse sólo acompañado. ¡Al desolar la misma noche!.
Claudicante Al enlunar amaneceres claror ¡Qué mueve de máscaras al ayer en la mañana sin llegar! Por estarse medio muriendo Temerosamente yerto. Alargando cien gramos cada cuadro ¡Como esférico es un triángulo, sacado al cubo helado sin destino!.
Por Estarse desviviendo claudicante En lo qué muriese fácil claror Si lo viviere dificultoso Son cantares silencio son.
Del claror claudicante Las aves del cantar triste midiendo de la tormenta las pulsaciones tembladoras cuevas de conchas mansas tristes llevan las hojas los otoños infinitos consigo al amarillento desencanto ¡Entre los techos que caminan!Bajo el zapato los dolores qué nos buscan incrustando mariposas en el fuego de la nieve musitando al vacío
paisaje que abriga piedras del claror claudicante al cantar el desencanto al enlunar amaneceres.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Se canso de esperar, conmigo, el agua de la fuente. Se confundió, su cristal claro, con lo oscuro de la noche. Creo que estas ahí, aunque no la veo, porque oigo su lamento, que me acompañaba.
Pero, ya no la veo, como en la tarde. Ha partido, creo, con los colores del patio. Pasaron muchas gentes, por el camino, y se movían rápido, como si las esperaban, como si eran esperados, por otros, otros, como yo, en mi espera por ti. Al menos, esos otros, tendrán el consuelo, de una llegada, de algún amor que llegaría y habría de consolarlos, sus manos llenas de amor. Y, ¿que tengo yo en mis manos? solo las horas que llegan vacías; el tiempo que apremia, y se acumula en mi, sin ti a mi lado. *** **** *** ****
|
Poeta
|
|
(Fragmento de un poema-zaga titulado “Allegro andante para el caminante” que hace parte del libro “SINFONIA DE LA ERRANCIA” – Editorial Etcétera-1987)
…alguien sigue golpeando en la roca en busca del milagro que no es preciso demostrar ahora. Alguien quiere despojarse del bullicio y sigue empeñado en conducir hacia ninguna parte un rebaño inevitablemente solitario.
¿Eres tú, Le-unam?
Ya que posees el don de la nostalgia, déjame que arroje un poco de púrpura sobre tu hombro. A cambio sólo pido que abras tu alforja y saques para mí el amuleto que da protección contra el olvido. Bien sabes que mi gozo -mi único gozo- es habitar este paisaje y contenerme en el río y su murmullo y en ese caos de verdes y semillas que se prolongan más allá del horizonte.
¿Oyes crepitar el tallo de la cebolla cuando crece?
El relincho de la yegua recién preñada es un sueño de mi infancia galopando a llano abierto.
¿Sientes el temblor de la rama al contacto con la lluvia?
el silbo de los mirlos a punto de emboscarse es la señal de alerta que me va indicando prudencia.
Mírame como soy aquí: pleno de la serenidad que otorgan los crepúsculos, abierto a la calma que impone la brisa detenida en una fruta, tercamente aferrado a la tierra, exageradamente esquivo al alboroto de las máquinas y al chirrido de las ruedas engranadas pero nunca indiferente al perfil de los tiempos que se comportan según las leyes del cuarzo.
¿Adviertes esa rebelión de insectos en la punta de la espiga?
Pero alguien sigue golpeando con su vara aunque ya no sea posible arrancarle milagros a la roca que hace poco mitigó la sed de todo un pueblo. Y sigue aguardando a que retorne la señal que emprendió el vuelo hacia deseos demasiado altos sin preocuparse por grabar la ruta del regreso.
|
Poeta
|
|
Boca Amarga Agujero que se abre camino Rise retraso o abre un camino? Hacer un análisis de lo que calcula Pero, ya sabes, ¿qué somos?
Somos inmutable Y en esta historia que ta en la rueda? ¿Por qué se nos dice algo así como que no importa Y tú no me gusta tu pelo, Pintar, cortar o dejarla crecer.
Se puede cambiar, no tiene que ser palabra ya que cuando es una palabra, no el placer, Porque es tan aburrida sesión de análisis.
Se detuvo para hablar con quien te importa Slit que corta nuestro destino ¿Quién nos ha pegado? Pintar, cortar o dejar que crezca Pero ya sabes lo que somos? Algo que siempre se habla Y entonces se produce un retraso o una ruta Somos extranjeros solo en el nido.
|
Poeta
|
|
VACANTE LÁCTEA
En La Nebulosa en la vía. De las ecuaciones voluptuosas de los cosenos. En La superficie helada desfilaba un féretro. Mientras llegaban tres aires tristes. A los pies cubiertos del camino. Noches caídas al filo de una hoja. Sombreando de amarillo el paisaje.
Otoño bajo de estatura descansando. El dodecaedro resbala extasiado. En paz completa la esquina enorme. De la voz carnal de los cajones. Al peso algebráico del sueño variable. Bruscamente estremecidos palpitares. Antes enamorada conmutativa.
Con la visión sumergida interrogante. En los suspiros rectangulares. Contemplando estaba la curiosidad esquiva. Al momento magnético del cortejar. Llegó húmeda sin ser la cosecante. El tumulto del diapasón que emana. El amor a su lado en paralelo. Los cándidos rostros etiquetados de improviso. En la pasión de la curva por el cilindro.
¡Láctea la vía vacante!...Astro y cometa. Otra vez, los dedos lanzan las manos. En la mesa al hombro envuelto en fichas. Por el solemne reproche que rebotan. Los rincones sucios al derrumbarse. La indiferencia oficinista lenta. Con todo el yo que nos sepulta. Por el áspero alfiler inesperado. ¡En el tú que olvido a diario!. ¡En el hacer un relámpago grisáceo!. Por el aparador de las terrazas meciendo. ¡Quedan campaneados mil silencios!. Anegadas las ausencias ignoradas. ¡Al desdoro del afilado fondo!.
Vacante. Láctea. ¡Vía desastrada!. La superficie. Un féretro. Desfilaba. Helada.
Del cuento, desalada historia, secreta del azúcar.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
No preciso ataduras con lazos de papel, que requieran promesas de viento y oropel; Solo preciso estar atada por tus besos, y declararte mi amor... en versos confesos!!
Claudia Alhelí Castillo 22-10-12
|
Poeta
|
|
La estrella de tus ojos me guía. Tus suaves palabras reconfortan mi alma y llenan de alegría mi corazón. Tus dulces y cálidas palabras resuenan en mi mente donde siempre estas presente. Eres mi sol. Eres mi paz. Eres el pan que alimenta de mi alma y la estrella que me guía. Eres mi inspiración, el motor de mi corazón. Eres alimento de mi pasión. Eres la dueña de mi corazón y razón. Eres la princesa de mis sueños. Eres mi ángel velador. Eres la guardiana de mi corazón. Eres todo lo que llena mis días de paz y amor.
|
Poeta
|
|