“Soy tuyo, nací en tus entrañas, soy Cenzontle fiel de lo que extrañas.”
Ilumínate, ilustre ciudad bendita, ilumina casas, sus puertas y ventanas, ilumínate, intensa luz necesita la tenue claridad de tus mañanas:
Vuelve a estar en el ombligo de la luna, a venerar la tierra, el agua, nopal y tuna, logra que tu imperial águila, con avidez, dando a oscura ignorancia fatal revés.
La serpiente afín del saber devore, que tu sabia gloria se revalore, que dos nuevas ramas de encino, laurel, enmarquen, coronen, destino de miel.
Retoma la historia de Tenochtitlán, que esa real cultura sea tu talismán, que brille el listón de tres lindas franjas, que, en plazas, escuelas, aromen naranjas.
Cual ave fénix, resurge de tus cenizas, restáurate, serenamente, sin prisas, recupera edificios, fachadas, patios, torna a encumbrarte, ¡oh, Ciudad de Los Palacios!
Bellas Artes, Torre Latinoamericana, arquitectura e ingeniería, mexicanas, reconstrúyete sobre propios cimientos, que, de aquellos tiempos estamos sedientos.
Reinvéntate, metrópoli, magna urbe, se, con orgullo, digno ejemplo en el orbe, reclama respeto a tu Centro Histórico, ajeno de carpas Zócalo simbólico.
Que crezca, al centro, la casta bandera, bajo francos presagios del que espera el renacer memorable de tus hazañas, al mágico tañer de unas campanas.
Que destaquen lo excelso de la Catedral, al lado del regio Palacio Nacional, que brillen Portales, H. Ayuntamiento, Coyolxauhqui saque todo sentimiento.
Del enorme inmenso, serio, idioma náhuatl, invoca a Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, al valle glorioso, al grandioso Anáhuac, águila caída, Cuauhtémoc, Cuitláhuac.
Que los invasores, te rindan sus cuentas, que no tengas guerras, ni tenues, ni cruentas; asume tu condición de ser, con donaire, la otrora región más transparente del aire.
Que, en Chapultepec, alcances los cielos, que la ecología satisfaga anhelos, que mires de lejos volcán Iztaccíhuatl, la cumbre adorada del Señor Itzcóatl.
Vientos cristalinos de mi cielo Azteca, que vuelen veloces rumbo a Amecameca, surcando las nieves del Popocatépetl, tan blancas que asombren al gran Citlaltépetl.
Torna a ser chinampa en un lago escondido, ve que tu cenzontle se instale en su nido, reencuentra el candor de la suave patria, civismo, valores, la moral repatria.
Expía las culpas de malos gobernantes, digiérelas, vuelve a ser lo que eras antes, pero no olvides, aprende bien la lección, que esos errores te sirvan de inspiración.
Haz que mexicanos, todos paladines, siembren con sapiencia tus lindos jardines, que los escritores, poetas, ¡señores!, cultiven con libros a fieles lectores.
Que sus nuevas obras estén en sus mentes, que surjan autores, claros, inmanentes, que Nájera, Rulfo, Velarde, que Paz, que Nervo, Sor Juana, nos enseñen más.
Entronízate, ya, muy noble y muy leal, enseñoréate, al fin, . . . vieja Capital, sacude la conciencia de tus habitantes, los necesitas preparados, . . . pensantes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Dedicado a Don Carlos Fuentes (QEPD) México, D. F., a 19 de septiembre del 2017. Reg. SEP Indautor No. 03-2011-090913353800-14
Marchemos, marchemos, pacíficamente la expresión derecho magno de la gente, la Constitución consagra tal acto en su artículo sexto para ser exacto.
Marchemos, marchemos, tomemos las calles contra dictadura, tú, jamás te calles, ya que el socialismo latente amenaza quiere hacer de México eterno su casa.
Marchemos, marchemos, hagamos historia, el manifestarnos nos dará la gloria, partamos del Ángel de la Independencia de otro monumento, mostrar resistencia.
Marchemos, marchemos, alcemos la voz en esta protesta contamos con Dios reunidos millones de seres humanos caminemos juntos cual fieles hermanos.
Marchemos aliados, pues, hombro con hombro el día de la cita causemos asombro, somos ciudadanos no estamos de acuerdo con el peje inepto “gobierno” no cuerdo.
Marchemos, marchemos, con toda decencia pobres, clase media, ricos, sin violencia llevemos pancartas, clamemos consignas que sean razonables elocuentes, dignas.
Marchemos, marchemos, diligentemente es un privilegio ser inteligente, transitemos la ruta con educación por lograr un cambio total convicción.
Marchemos, marchemos, porque está muy mal el actual “mandato”, marcha nacional, la inseguridad, crisis, mil motivos, sociedad, el pueblo, sentimientos vivos.
Marchemos en paz con la cara en alto, con paso pausado sin un sobresalto dejemos a un lado desidia, indolencia, de forma consciente hagamos presencia.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, . . . Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Yo soy yo, no puedo ser tú. No puedo entrar en tu cuerpo y ver el mundo a través de tus ojos Y sin embargo... Cuando me convences de una verdad dada parte de mi se convierte en tú y paso a ser tú, sin dejar de ser yo.
Yo soy yo, no puedo ser él. Y sin embargo... si él aprende de mí parte de él se refleja en mi yo y sin dejar de ser él, se convierte en yo.
Yo soy yo, no puedo ser otro, Y sin embargo cuando estudio mis libros parte de mi se transforma en mis maestros y sin dejar de ser yo soy todos ellos.
¿Qué es el inconsciente colectivo? Acaso la suma de todos los mitos y leyendas las tradiciones que compartimos las creencias vagas que atesoramos los arquetipos que reconocemos.
Y asi, a través de este Inconsciente colectivo, tú eres yo y yo soy tú yo soy todos y todos son yo sin dejar de ser si mismo cada quién.
Palabras arremolinadas en los charcos con guantes de seda, con guantes de escamas. Persiguiendo labios vestidos con hombres enteros y con mujeres de faldas plisadas. Mordiendo las letras que oculta la rabia, la soledad sin llagas, las horas de manchas baratas. Placer pasajero que la lluvia desdibuja en el suelo con un rayo de agua y una cintura de fuego. Las nubes construyen metáforas con verbos que se transforman en sueños, en hilos de pelos con términos indefensos. Pacto de hojas con renglones repletos de historias, de caballeros con armadura de acero, princesas de cabellos revueltos y hasta de borrachos vomitando diálogos, que se tragan gargantas sin entender el silencio. Hablar por hablar si los párpados siguen abiertos, si los cuerpos no se arrugan en ese baile secreto donde las lenguas parecen besar el aire de los cielos. Las vocales se miran entre ellas, son suficientes para construir un ejército, son las reinas de este juego, las guardianas del tablero. La boca pregunta primero, si ella es la que crea la magia o es solo una figura que atormenta las cuerdas del infierno. La voz se mira el ombligo y se pierde entre los dientes que mastican discretos. Las cabezas giran a destiempo, se escucha una música, son las palabras del alma escritas desde el verso.
Son los pensamientos de la vida, existir en un mundo de sonidos que a veces nos silencia. Hay que escuchar desde dentro para comprender nuestra existencia. Par vivir sin miedos y sin fronteras.
Hay veces que las ideas no fluyen si uno no da el primer paso Y otras en que no paras de escribir hasta que se derrama el vaso Pero el gusto de hacerlo se convierte en un hermoso vicio Aunque a veces lo que expreso son temas que me sacan de quicio
Las variantes o lo versátil es lo que se vuelve interesante El aventarte a caminar en el mar es cuestión de mucha fe Pero a medida que avanzas te hace sentir triunfante Por eso si tengo ganas de escribir aunque de que no se
Dejo fluir las letras y se van formando palabras que hablan De cosas que yo mismo aprendo y asimilo al alba Es cuando descubro mi sentir y pensar, para hacer Y hay veces que imagino cosas chuscas de nada que ver
No dice nada este poema, pero escribir se ha vuelto un emblema Yo quisiera decir tantas cosas, pero no me gusta mentir Mejor escribo novela o cuento, eso no me causa problema Mi estilo son cuatro estrofas por eso solo llegare hasta aquí