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Extraños valores cultiva el hombre del mundo moderno
Todo esta a la venta
Todo tiene precio
Todo es consumo
y el consumo reclama dinero
Dinero, consumo
Consumo, dinero
Por dinero se mata, se roba, se miente
Se vende a la madre, al hermano y al perro
Por dinero se queman los bosques, se secan los mares
El aire no es aire, es casi veneno
Extraños valores cultiva el hombre del mundo moderno
Todo esta a la venta
Todo tiene precio
y el consumo reclama dinero
Dinero consumo,
consumo dinero
Por dinero vendemos,
La sangre, la vida,
el futuro y el tiempo
Todo esta a la venta, el amor, el odio, la patria, las mentes y el cuerpo
Ya no hay abstractos
Todo es concreto
Extraños valores cultiva el hombre del mundo moderno
Creado 7 de Marzo de 2010
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Poeta
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No hablemos de prudencia -angustia calcinada-,
tu estrategia ha caducado por descuido -casi muerta-
¡Qué una despedida más nos acompañe...!
Lo reclamas -sin sentido- apostaste a lo prohibido.
¡Qué el juego sin problema lo ganarías...!
Ingenua pretensión que invocabas -anochecer vivido-
Huellas encaminadas de cálida existencia
del recuerdo que no admite olvido de momentos.
Música de composición ufana -perdida-
versos hilvanados con fulgores primitivos.
Imágenes recurrentes que delatan la nostalgia
no se ha fijado en tiempos ni argumentos.
Una lágrima recorre desaforada tu universo,
vacilante pronunciación, -tu despedida-
Un campo arrebolado de sensaciones ganadas
se interponen -umbral- que no admite discusión.
¿Qué te vas? pregunto cual sentencia,
aturdida réplica -te vas-, al fin -te fuiste-
Autor: Quituisaca Samaniego Lilia
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Poeta
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De reojo creo ver algo,
algo tan evidente,
una realidad que se cubre
de mantos invisibles,
de nieblas intangibles
Mantos que cubren la verdad
con gritos y silencios,
presentimientos
de oscuros sentimientos,
sensaciones entresueños
siento que es tan simple,
que es tan fácil,
ocultar la realidad,
con fachadas,
con charadas
donde la verdad
pierde su esencia
y la razón su estado
de conciencia
encandilada, obnubilada
La realidad se pierde
cubierta de engaños,
endémicos camuflajes
sociales, culturales,
crímenes perpetuos
y el miedo paralizante
que todo lo domina,
convirtiendo la promesa
del “Hombre”
en bestial ignominia
Creado 10/05/12
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Poeta
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A diario nos encontramos en el camino;
nos encontramos en nuestros sueños,
directamente, nos encontramos, hacia
lo largo de un encuentro.
Nos encontramos y nos amamos
a lo largo de vivir.
Amándonos a lo largo de abrazarnos;
a lo largo de medirnos
cuerpo a cuerpo.
Con la esperanza de tu labios en un abrazo;
con la esperanza de la alegría, en el deseo;
amándonos sin hacernos daño.
A la espera de decirnos “te quiero”
así vivimos los dos.
A lo largo del día, caminando; a lo largo
de la noche, en la cama, nos encontramos,
en un abrazo que culmina en un beso
a lo largo de tus labios.
Al alcance de nuestras miradas nos vemos;
al alcance de nuestros brazos,
caemos, en lo posible,
a lo largo de querernos.
A lo largo de seguirte queriendo;
lo estoy pidiendo,
llamándote, rezando,
a lo largo de donde te espero;
a lo largo de donde tú me espera:
sueño afuera, alma adentro.
En nuestras vidas existe el amor.
El amor existe lo sabemos,
y no podemos negarlo a lo largo
de los días, a lo largo de los años,
a lo largo de nosotros dos.
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©Rafael Pérez Derechos Reservados
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Poeta
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DESCARNADA JUSTICIA
Si escuchas todo, mira las estatuas.
Tal vez palpes las penas dulces,
y digan cuan salado es el viento,
cuan metálico el aliento del espejo,
en la flor que guarda mil jardines,
y el vapor del tiempo con sus ecos.
¡Justicia descarnada!.
Procurando respetar la obscuridad,
cultivando ambigüedad y caracoles,
en la violeta áspera y primaveral,
en la métrica del diáfano rosal,
una visión aproximada,
versión del frágil humo,
en el hermético calamar,
una recurrente hormiga sonríe,
entre cuatro direcciones,
y facilidades de arena,
de la deliberación irreparable.
¡Justicia descarnada!.
Siendo como el polvo el matorral,
terrestre aureola que figura incluso,
en los mensajes intermedios del ejemplo,
llamativa embarcación de pastilla vigorosa,
la proliferación del castigo del tigre del pelo,
del elefante como una jirafa siente siempre,
la sexualidad manchada del atributo arrogante.
¡Justicia descarnada!.
Fabrícale. ¡Oh, sueño!. un vaso al mar,
en la nube pintada al óleo,
tan grande como un alfiler maduro,
que teja la espuma al viento.
Fabrícale. ¡Oh, noche!. Un vestido,
a cada estrella sobre la frente,
tan pequeña como una ballena antigua,
que anude montañas al sol.
Y cuando todo esté listo
escribe con almohadas pensativas
del movimiento sin la hierba
de la espina en agonía
y el hambre de las sombras
con los dedos esmeraldas
del rubí de clavos puros
del camino de los halcones
del reclamo ardiente del olvido
en la memoria estremecida
del follaje bajo el suelo
y de sus hemáticos sabores.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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EL ALTO VELERO
__Salvatore Quasimodo ( Italia )
1901-1968.
Fué poeta y profesor de literatura, Premio Nobel de Literatura 1959. Esta es versión de : Carlo Fabretti. De ¨Nuevas Poesías ¨.
El alto velero
Cuando vinieron los pájaros a mover las hojas
de los árboles amargos junto a mi casa
(eran ciegos volátiles nocturnos
que horadaban sus nidos en las cortezas),
alcé la frente hacia la luna
y vi un alto velero.
Al borde de la isla el mar era sal;
y se había tendido la tierra y antiguas
conchas relucían pegadas a las rocas
en la rada de enanos limoneros.
Y le dije a mi amada, que en sí llevaba un hijo mío
y por él tenía siempre el mar en el alma:
«Estoy cansado de estas olas que baten
con ritmo de remos, y de las lechuzas
que imitan el lamento de los perros
cuando hay viento de luna en los cañaverales.
Quiero partir, quiero dejar esta isla.»
Y ella: «Querido, ya es tarde: quedémonos.»
Entonces me puse a contar lentamente
los vivos reflejos de agua marina
que el aire me traía a los ojos
desde la mole del alto velero.
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Poeta
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É domingo...
O sol surgindo morno,
um cheiro de mato,
de plantas silvestres.
Os bem-te-vis cantam,
o sol se mostra nos prédios,
nos carros, nas plantas.
O silêncio é cortado
pelo barulho de um carro.
Fez-se o silêncio...
Pássaros passeiam
pela calçada,
à procura de alimentos.
Um assum preto ¹
canta seu canto,
preso numa gaiola
em um canto qualquer.
Eu ouço, vejo, sinto,
admiro tudo isso,
e penso: É a vida.
AJ Cardiais
16.08.1981
imagem: google
¹ Veja o vídeo
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Poeta
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Del tiempo pasado contigo,
me queda tú,
en mis adentros.
Me quedan cenizas,
en las manos,
de aquel ardiente fuego;
me quedan las manos vacías,
me quedan recuerdos
y fragmentos.
Del tiempo vivido contigo,
me queda
el tiempo pasado contigo,
el tiempo ufano vivido,
el tiempo circundado
por limites de su duración
en el tiempo vivido.
Del tiempo pasado contigo,
me quedan,
pasados, presentes,
en mis adentros;
me quedan las horas vivientes
que no se han
robado las manos del olvido.
Del tiempo pasado contigo,
me quedan,
los besos,
las caricias y
los recuerdos,
de tu tiempo pasado conmigo.
© Rafael Pérez
Derechos Reservados
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Poeta
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Desde qué el "ya no importa" se volvió un amuleto, todo caminó sobre una delgada capa de humo. Sin encontrarme conmovido los andares sobre el cuello se volvieron el desfile de dos labios en desierto.
Todo se percibe austero con un abrazo que no cubre, con una sonrisa que no finge, con una encantador delirio de persecución de tu cuarto a la cocina. Las ambigüedades del piso de volvieron la religión de mis talones, no se cuanto tiempo esperé acribillado por el fantasma de sus muslos, por la cruz de su mirada.
A cada estación le imprimí mis perversiones sin darme cuenta del libro en carne que cada noche me pedía cobijar. Con ánimos de afición toda la aflicción se trasladó al desencuentro, al destiempo, a la policromía de sus mareas mientras dormía.
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Poeta
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Tento não contaminar-me
com a ideia de “sucesso”...
Sei qual é o preço
de perder o endereço.
O que é ter sucesso?
É fazer o que eu gosto,
e ganhar o que mereço?
Não vou correr atrás da fama,
para não dar tropeço...
Se eu tropeçar,
aí é que vou me prejudicar,
pois não estarei nem no fim,
nem no começo.
Então sigo o meu caminho,
mesmo caminhando sozinho.
A.J. Cardiais
imagem: google
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Poeta
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