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Dichoso el solitario penitente
ardiendo en fervoroso remolino
tachonando la carroza de la noche
con su cante de amor acongojado
Entregado en los brazos del destino
al azar del azaroso viento
que teje las manejas sin saberlo
de aquellos que en el alma penan tanto
Sin orillas ni pausas a que asirse
sobre las horas que han llegado tarde
murmura por lo bajo sin saberlo
o tal vez sabiendo y no entenderlo
Otra vez como ayer perdido el vuelo
otra vez con su carga de los años
y un corazón que destrozado llora
por lo mucho que tuvo y se ha perdido
Es su reflejo indeciso de la vida
es llegar tarde cuando ya se han ido
despierta amigo, tira adelante
que nadie espera por aquel que calla
Dile que la quieres, no guardes silencio
y si su respuesta no te satisface
sigue con tu pena, sigue tu camino
será que entonces has llegado tarde
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Poeta
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