CASCABELES.
Divinos cascabeles son los niños, con una energía indescriptible, cascabeles, que comparten su virtuoso sonido musical, con quien no sea adusto, los ame, tolere, proteja y eduque, son pedacitos de cielo, rayitos de sol.
Frágiles criaturas que no saben defenderse, de todo aquello, que los hace padecer, son seres de amor y en ellos, el clarín se inspira, entonando dulces melodías, con solo sentirlos cerca.
Incansables traviesos, que aman los juguetes, gustan de los caramelos, y adoran rayar con crayolas las paredes, les fascina girar sin cesar en un carrusel, son los que madrugan, cuando los adultos se encuentran exhaustos.
Angelitos bañados de luz, que demandan atención y cariño, los niños con esa inocencia, son sinceros y hablan de frente, pero si les mienten, son tan rencorosos, y dicen verdades, que pueden llegar a ser imborrables.
Sus risas resuenas como cascabeles, son francas graciosas, confían en todo, menos en la oscuridad, debemos recordar, que los niños son bendiciones del cielo, grandes bendiciones, de Dios y del amor.
¡Quien fuera niño otra vez!
FELIZ DÍA DEL NIÑO
Mónica Lourdes Avilés Sánchez. Derechos Reservados
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Poeta
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