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Perdóneme usted amada mía, Pero ya no puedo más; No quiero ser el que sufre y debe callar; El que se hunde en la tristeza Y nada puede hacer, Porque haga lo que haga Nada nunca cambiará, Siempre será… No, ya no más.
No está de más decirle Que no culpo de nada a usted, La culpa es de mis brazos Que siempre le han buscado; Porque no es que tan sólo me gustara, No es que tan sólo le quisiera, No… no era tan sólo eso; Yo le amé mucho antes de un beso suyo O la más sutil caricia de sus manos; Mi amor fue siempre sincero, Yo le amé con todo el corazón. Nunca me importó Esa libra que usted decía tener de más Yo la miré siempre perfecta, Para mí, usted nunca lo fue todo, Para mí, usted siempre fue mucho más, Pero no pude hacérselo entender… O quizá fui el que no entendió Que cada momento Tiene su espacio en el tiempo Y el mío no fue ahora; Al menos no ahora y con usted.
Señorita preciosa; princesa, Ahora sólo me queda decirle Que yo nunca quise llenar sus ojos, Aunque admito que lo intente en mi desesperación, Le Juro que nunca fue esa mi intención, Yo le juro que siempre quise llenar su corazón.
¿Cuánto tiempo he de ausentarme? En realidad, no lo sé, Porque el amor es como un incendio Que, aunque a veces lo creamos apagado, Basta una suave brisa Para que sus llamas vuelvan a arder.
¡Claro que voy a extrañarle! ¡Claro que ahora siento ganas de llorar! Porque sé que a partir de ahora habrá noches en que le sueñe Y qué por eso, en las mañanas, no me quiera despertar…
¡Claro que ahora no tengo ni una estúpida idea De cómo he de hacerle! Pero con el tiempo algo se me ocurrirá. Por un tiempo no miraré al cielo; usted sabe; por la luna. A los días les pediré un poco de piedad Y al destino no encontrarla por la calle Por esos azares de la casualidad.
Preciosa… ¿Alguna vez le dije que la quiero? ¿Le había dicho que le amo? Si, muchas veces, yo lo sé, Pero nunca me importó Y tampoco tengo miedo a repetirlo un millón de veces más, ¡Le quiero mucho y le amo con todo el corazón!
Héctor H. García
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Poeta
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Uma vida sem amor, fica sem sal sem sol e sem cor.
A.J. Cardiais 05.06.2016
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Poeta
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Não sei se tudo que eu faço que eu acho e que eu penso, pode melhorar meu mundo.
Não sei se quando eu fico mudo, eu alimento o bom senso.
Não sei se tudo que eu assisto que eu insisto que eu resisto, pode ser encarado como estudo.
A.J. Cardiais 03.03.2016
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Poeta
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Nas zonas erógenas dos meus sentidos, meus nervos sensitivos causam-me um clímax irreal...
Às vezes eu entro num êxtase mental e tenho sensações emocionais, casuais sensuais e outros “ais” dos sexuais.
Gozo, em plena madrugada com o bafo frio do orvalho em meu corpo... Gozo, em plena praia, com os “chuás” das ondas na areia...
E assim, vou gozando: emocionalmente casualmente sensualmente e muitas outras mentes dos sexualmente aptos a gozarem esta vida.
A.J. Cardiais 26.03.1982
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Poeta
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Sou cantador de arrelia, anarquista do sistema. Dentro de mim o poema faz amor com a poesia.
Sou procissão, sou romaria... Sou uma fé invernada. Dentro de mim a enxada capina o chão todo dia.
Sou choro de Ave Maria. Meu coração é o momento. Sou o agouro, o lamento que deságua na poesia.
Dentro da democracia, mora uma pá de ideias. Fora vivem as alcateias morando na mordomia.
Aqui paro a romaria pois se deixar, varo o mundo. Eu sou só um vagabundo que mora na filosofia.
A.J. Cardiais
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Poeta
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Vive en virtud, sin deseo, en el cementerio, un coro de ángeles, miras al cielo y te preguntas por qué, nadie puede verlos en el cielo.
Es la noche, la oscuridad es omnipresente, matices de color negro, encajes y seda marcados por la noche.
Bienvenida la oscuridad, sombras errantes, tenebrosas y bellas, tu lado oscuro, tu lado luminoso, están en ti.
Justo ahora, cuando las nubes se van a dormir, los ángeles pueden ser vistos, en la guardia del cielo, solos por las noches, en el miedo se preguntan por qué, Dios no maldice a un ángel cuando muere, no contradice ni odia, solo ve las cosas, desde ciertas perspectivas.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Cuando abrazo al amor, abrazo al odio, veo la felicidad, veo la tristeza.
Existe la vida, tambien existe la muerte, las dos caras de la luna, su claridad, y su oscuridad.
La balanza de la vida, en su máximo equilibrio, lo divino, y lo siniestro, conviven entre si.
Siento el romance, siento la tragedia, ambas cosas son necesarias, al igual que la unión entre hombre y mujer, la balanza no debe ser alterada.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Tus labios tenían veneno, cuando entraste a mi habitación, ¿cierto? parece que mi mente y cuerpo, se disuelven dentro de tus besos... Odiándome a los 19 años...
Eres la musa de mis sueños y pesadillas, eres la bondad y nobleza por fuera, eres maldad encarnada y lujuria prohibida, odiándome a los 19 años.
Siento que me enfermaré, aunque tu corazón sea tan hermoso, ¿Por que me besas? ¿Quien puede no hacer algo al respecto? Odiados días de 19 años...
Eres misteriosa, a veces bella, a veces bipolar, un enigma hecho mujer, aún si eres de 19 años.
Eres mi ángel de alas negras, mi bella mariposa oscura, se siente bien, al estar a tu lado.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Eres lo que busco en ti, un alma pura y serena, eres lo que busco en mi corazón, eres todo para mi.
La luna se viste de blanco, las estrellas brillan en el cielo, eres mi destello, eres mi luz.
La sinceridad busco en tu alma, busco en ti ese resplandor, que no se apague por completo, que esa oscuridad no manche tu alma.
Eres mi luz, soy tu protector, eres mi inspiración, eres la musa que busco en mis letras románticas.
Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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Una luz carmesí desorientada, en un sueño de una noche de verano, quizás pueda volar lejos y encontrar el amor, te miras en el espejo de tus pesadillas, al mirar con los ojos cerrados ves tus malas costumbres. En mis memorias te veo, en mis pesadillas te siento, en mis sueños te ausentas, en mi vida estas sin decir nada. La manera en que hablas, en que te mueves, en lo que sientes, me atrae sin piedad. Azota mi alma perturbada, mi fiel cómplice, hazla pedazos sin misericordia, solo eso te pido. Solo estoy aquí emborrachándome de dolor, en el farol de la playa junto al sol depresivo, locamente comienzo a cantar el nombre de alguien, que adorable es este mundo de sueños y donde conoceré el tuyo. Erick R. R. Torres (Ángel Negro)
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Poeta
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