No sé cuantas veces sólo para verte a la verja de tu casa me acerqué, atisbando prudente, a distancia bajo la sombra de un árbol sin que me vieras, te miré.
Te he visto salir a danzar alegre, descalza sobre el césped en etéreo vestido rosado, como las rosas que adornan tu pelo y el rosa de tus mejillas.
Mientras al viento desplegabas tus alas coreabas feliz en tus cantares a capella… bellas canciones de amor. Segura de no ser observada... mariposas tus pies... en el aire te elevaban.
He visto callar sus trinos a los pajarillos para aprender de tu voz... las notas que a su canto faltaban, y hacer armoniosas melodías después... con lo que tú le enseñabas.
Te he visto cansada alimentarte de un opíparo sustento de capullos en flor, saciar tu sed y endulzar tu canto con la miel que para ti, ellas guardaban.
Has dejado de ser la guapa vecina danzarina para convertirte en Hada de las avecillas, cambiando con la magia de tus besos sus desafinados piares, por gorjeos celestiales de pequeñas mortales criaturas.
A tu cielo no he querido asomar para no quebrar con mí presencia el hechizo que tienes mujer, de convertirte en Hada de los más caros sueños.
Será tal vez que yo siempre la quise pero el amor no es humano, llega del cielo abriendo sus alas con música celestial, que sólo el corazón escucha.
Hay en el cielo cantar de primores… cuando pronuncio su nombre, callado, en silencio… es que los ángeles que saben de amores arreglan mis versos y los hacen canciones.
Los ángeles, escogieron algunos vivir en la Tierra, otros en Venus… y en diferentes planetas… pero uno sólo, el más bello… eligió estarse en mi corazón.
La felicidad se hizo evidente acunado en mi pecho recibió amor y yo amé como nunca lo había soñado… más, era un ángel, y desplegando sus alas un día marchó.
Le quedé mirando remontar el vuelo y aun queda el recuerdo de haberla amado, pero me he prometido que seguirá siendo… la más amada de la tierra.
Hubiera querido decirle al oído las cosas bonitas que un día quisimos, entrar en su mundo, en su cabecita… y despertarla quedito por las mañanitas.
Pero el amor no es humano ¿Quién entiende al amor? daría mi vida por estar a su lado, pero ya no la tengo, ni tengo de sus ojos el candor...
Las más bellas armonías fluían de la calidez de tu cuerpo y de tu aliento, del hechizo y de la magia de tu amante corazón.
La piel de mis manos se tornó de seda al acariciar la tuya, que era terciopelo… tienes el hechizo de las hadas todo lo encantas, con un beso.
Las delicadas formas de tu bella figura voy cincelando como el mejor de los orfebres, honrándote en el fino mármol de Carrara, para que seas admirada, para siempre.
He buscado en la caricia de tu aire en el aura que besa tu cuello, en tu flamígera estadía en mis manos el evidente secreto de un amor callado.
En mutis absoluto, tu cuerpo danza agitada, cálida, en la noche calma tus giros son premonitorios como cuando el cisne canta.
Vanamente busqué en tus labios la inhiesta palabra amor, envuelta en mis brazos, apenas te sostengo…
Se inclina tu cabeza, tu cuerpo se desmadeja se te ha ido ya la vida… dejas abierta en mí una herida.
Todavía queda por plasmar en lienzo la palidez de tu hermosura, se fueron las rosas de tu cara te cubro con la tela, y pienso…
Les pido disculpas por la demora en publicar pero es que tuve algunos pequeños problemas. Les traigo ahora un bonito poema que espero les sea de su agrado. Gracias.
Descenderé a lo más profundo de mi mundo subterráneo. ......................................... Allí, en la negritud de mi soterrado mundo, desde lo más ignoto de la oscuridad y el silencio fijo, desencadenaré notas musicales con el credo de las armonías.
¡Desde el vórtice de mi vientre haré vastas melodías, con las manos crispadas elevaré... cada una de las destellantes partituras!
¡Sonarán las cuerdas, la percusión y el viento, crearé ondas musicales de celestiales voces... y las enviaré a que alcancen tus oídos!
¡Retumbando en sus entrañas... portentosas melodías abrirán la tierra, en haces de luz, brotará la sinfonía y surcará espacios universales!
¡¡Los ángeles abrirán el cielo para que hasta Dios escuche ésta amalgamada locura mía… parida, pensando en ti!!
¡¡¡Los tambores gritarán tu nombre, te cantarán los pianos, y un violín gitano... llorará por ti!!! ¡Escuchándolos... tal vez, me vuelvas a querer!
Buscaré un lugar muy lejano... para escribir de tu desdén y de tu olvido donde no haya ni por atisbo, huella alguna de tu paso. Con la luz de algún lucero conmovido me inventaré otros nombres, otros versos, otros amores... palabras nuevas que no me hablen de ti.
Me inventaré un mundo sin sol, ni lunas, ni estrellas para escribir bellos poemas del alma y se los daré a la nada, porque nada soy sin ti. Bogaré por las insondables profundidades del infinito buscando alivio para mi pena para ver si así olvido, lo que olvidar no quiero.
Si después de tanto errar, sin vida y sin muerte, siento que mi corazón aun no te olvida le devolveré la luz al mundo para emprender como Ícaro, un vuelo hacia el sol, para quemar mis plumas y quemar también mi corazón.