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“De su misoginia insana . . .”
Amlo muestra otro detalle como “farol de la calle y oscuridad de su casa”, por supuesto se desfasa.
En actitud distractora recibe a la fundadora de “Las Abuelas de Plaza de Mayo”, así, que abraza.
A una mujer argentina y en tal acto desatina, ya que, en su real palacio se ha mostrado siempre reacio.
En dar audiencia a mujeres mexicanas, lindos seres, sí, a las madres buscadoras de sus hijos, imploradoras.
Las puertas les ha cerrado, en la calle se han quedado el mismo día diez de mayo casi casi en el desmayo.
A las de niños enfermos de cáncer, ¡odios eternos! a las damas activistas, críticas y periodistas.
A las líderes de opinión les ha dado el descolón a las víctimas del crimen, no deja que se le arrimen.
A la misma Xóchitl Gálvez, ¿les tiene miedo, tal vez?, les ha puesto cerca y valla el “presidente” canalla.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 21 de julio del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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El tentáculo asomaba por el terraplén no sabia deslizarse no era su hábitat se agarraba con saña si no se suelta no tocará el agua y la axfisia consumirá su vida Nadie se acercaba lo tenia que resolver el sólito pero la desconfianza era tal Estaba tan cerca su salvación y al mismo tiempo tan lejos La inseguridad mata tanto como la valentia y no es cobardia sino saberse perdido para la vida El no saber es como no tener memoria pero peor porque hubo un tiempo que sabias La agonía atrapa el miedo y el desconsuelo hasta agotar los restos La angustia deja fuera de juego al centro de operaciones para completar el cuadro negro Un apagón general a veces seria el remedio para evitar mayor sufrimiento Tambien tomárselo a chiste hasta que la carcagada desatasque el enredo y esperar mejores momentos que seguro cada día asomaran menos El final se vestira de halloween tenebrosa pero fiesta a fin de cuentas porque sin mí el mundo seguirá girando y dará vueltas y vueltas con mis mejores deseos en ese proseguir de la inteligencia
0107/2023 ©Dikia
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Poeta
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A veces llegan…
A veces llegan cartas, unas de emociones y otras de ardientes y acaloradas pasiones A veces llegan vacías, sin letras, llenas de miedos y espeluznantes temores A veces llegan en blanco, arrugadas y manchadas de lágrimas, de sufrimientos y dolores Cartas que hablan o enmudecen, a veces de alegrías, a veces de tristezas, de oscuridades o a veces de rayos luminosos, llenos de resplandores
A veces llegan tardes esplendorosas, de aires refrescantes, que alegran la vida y los ardientes corazones Vienen cargados de bellos colores de arreboles, de sueños y de bellas imaginaciones Tardes maravillosas y brillantes, llenas de arcoíris con el rocío de ópalos de satisfacciones A veces esparcen lloviznas de alegrías y otras veces de lágrimas del alma y sus desesperaciones
A veces llegan aves a los árboles, con sus cánticos de alegrías y sensación de libertades Unos entonan melodías de regocijo y felicidades y los cuervos con su graznido de miedos y oscuridades Cuando las aves no llegan, la naturaleza entristece, presagiando temores, caos y atroces enfermedades A veces se ven cruzar el horizonte en bandada, surcando el cielo, alegrando la vida y de Dios, sus agradables bondades
A veces se ve la vida, placentera, elegante, cariñosa, amorosa y dulcemente vestida Se ve y se aprecia en el alma y en el rostro y en el corazón de la mujer amada y querida Los años pasan y el tiempo no se detiene, a veces de tristezas, a veces de alegrías y de felicidades vividas A veces la vida pasa dormida, a veces con afanes y otras veces herida y desapercibida
A veces llegan plagas cargadas de sombras, de maldades atroces, y de crímenes espantosas Plagas terroríficas y pavorosas, manchadas de sangre y lágrimas dolorosas Seres escalofriantes, llenos hasta los tuétanos de corrupción y muerte, de estupor y pánico asombrosas Plagas que perjudican la hermosa y placentera existencia, llenándola de dolores y pánicos, sabiendo que la vida es placentera, bella y muy hermosa
A veces llegan lágrimas de sufrimiento, afligiendo el cuerpo llenándolo de debilidades Derramando llantos de incertidumbre, que azotan la vida de tristezas y espeluznantes soledades A veces se torna el horizonte de oscuridades, llevando a ciegas la preciosa vida, al precipicio de sus profundidades Lágrimas y llantos, soledades y olvidos, que entristecen el alma, llenando el corazón de palpitaciones y ansiedades
A veces surcan el cielo, sombras huracanadas, llenas de penumbras, de relámpagos y atemorizantes nubarrones A veces se ven caer rayos y centellas, que iluminan la naturaleza, el hogar y las calurosas habitaciones Truenos, que hacen vibrar de miedo, de terror y estupor los ardientes y palpitantes corazones Vientos y aires huracanados, de lluvias torrenciales, que inundan hasta la altura de los florecidos jardines y el nido en los balcones
A veces llegan amores de pasiones y otros en un caos de trifulcas, en peleas convertidas A veces llegan ramos de rosas y orquídeas, de tulipanes, para aquel amor, con ansias seductoras prometidas A veces llegan quereres en tardes de arreboles, con paisajes de arcoíris y de lloviznas coloridas A veces llegan noches alegres, de tragos, de bailes y de amores, hasta el resplandor del alba en sus frías amanecidas A veces llegan flores blancas al melancólico funeral, en la agónica y triste despedida.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 01-2023
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Poeta
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Yo nunca, nunca Llamo primero Tampoco me intereso a la primera.
Y ahora resulta Que te llamaría Mas de veinte veces.
Yo no hablo En diminutivo Ni tampoco doy besos bajo la lluvia.
Y ahora me fascina Hablarte en diminutivo Y ser cursi contigo.
No me interesa el dinero No importa llegar al altar Y mucho menos me ilusiono.
Y ahora hasta he pensado En llegar al altar Contigo.
Yo nunca, nunca Escribo cartas Ni poemas.
Y ahora te escribo poemas Cartas y canciones Hasta un libro te estoy escribiendo.
Tampoco llevo serenatas Ni mucho menos Dedico canciones.
Y ahora mi guitarra Canta tus canciones Todas las noches.
Yo nunca, nunca Me había Enamorado.
Hasta que una noche De octubre Te conocí, Meiririh.
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Poeta
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Cuando de niño trabajaba, el sol brillante me acompañaba, mi imaginación iba en vuelo, soñaba despierto, viendo el cielo. Sentía el viento en mi rostro, mientras trabajaba con alegría, sin pensar en el cansancio ni en el frío, solo disfrutando del paisaje y su armonía.
Con mis manos pequeñas y ligeras, cada labor era una aventura creaba castillos en cada fantasía con lo cual se alegraba mi día.
Ahora adulto, recuerdo aquellos días, cuando de niño trabajaba con alegría, donde cada labor era una aventura, y el mundo era un lienzo de pintura.
Mis labores cambiaron de rumbo, y mi imaginación se desbordó, hoy un lápiz y una hoja en blanco, son mi herramienta y mi tesoro. Hoy escribo poemas de ilusión, de mundos mágicos e infinitos, donde los sueños se hacen realidad, y la infinitud se aloja en mi corazón.
Enrique Canchola 31 de julio de 2023
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Poeta
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Unidos por la paz del mundo El poeta y su perrita Sant Cugat del Vallés Barcelona :: España 31/07/2023 LUCES Y SOMBRAS No ves que el cielo te mira tu también serás juzgado antes que la sombra caiga de tu fin, seré testigo Ten tu voz y no hagas daño y no mientas sin recato que es torpe cosa ensañarse con aquel que está vencido He de verte estremecida por un Dios que no perdona tú, que hiciste tanto daño quién te protegerá ahora No quiero decir tu nombre pues se me ensucia la boca que nada importa la herida cuando el daño ya está hecho Y tú te irás poco a poco dando la espalda a la nada pues te mató la avaricia enterrando en vida a un viejo
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Poeta
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En tu nido reposas los huesos con calma serena que da la seguridad de lo conocido El aire hace vibrar la brisa como una música que resucita tu cuerpo El ritmo seduce al movimiento todo se dirige a tu plexo el baricentro que mantiene ergido el ser que clama dentro Propicios los auspicios las estrellas brillan señalando el camino de la sencillez hecha carne Triunfa el creador transmitiendo perfectamente al receptor sus deseos La esmeralda triunfa en una mano y el agua marina reluce en la otra El encuentro señala la unión de los instrumentos de la orquesta suenan como ángeles que hacen temblar al corazón trayendole la salvación Levitando de este pesar de la tierra que agota la luz celestial Seres animales sin desarrollo lento en crear buenos cimientos porque en tierras movedizas levantamos gigantes castillos con más soberbia y orgullo que cerebro La puerta invisible transita alrededor del misterio pero imposible de distinguir de nuestras narices El puente cruza con la oración la musica, el canto y la naturaleza que se entrega a tus pies Descarta tus mezquinos defectos y resuena con la respiración que marca tu paso Suelta, suelta hasta pisar esas nubes blancas y descansa en ese algodón con total confianza Acaricia tu peluche y sueña
30/07/2023 ©Dikia
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Poeta
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Dice el Salmo treinta y nueve: “todo hombre es un suspiro”, en el espejo me miro de la muerte que conmueve y atormenta, por ser breve, a mi vida irrelevante, buscando quien me levante a veces me tiro al suelo porque anhelo algún consuelo para esta alma de tunante.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 28 de julio del 2023 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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La máscara La máscara es la representación simbólica de la personalidad es la forma en que una persona se presenta ante los demás o incluso es la manera en que se percibe a sí misma.
La máscara representa motivos, es el refugio del miedo al rechazo, la necesidad de agradar a los demás es la búsqueda de aceptación social.
Es donde se oculta el verdadero yo para evitar el dolor emocional. la máscara es la representación virtual se desarrolla a lo largo de la vida como resultado de experiencias traumáticas falta de apoyo emocional o inseguridades.
La máscara es la defensa del alma Y el refugio del verdadero ser Que ha querido y no ha podido ser. Enrique Canchola 28 de julio de 2023
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Poeta
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Oda a la muerte Muerte, inevitable destino que todos compartimos, Hoy, quiero alzar mi voz y dedicarle una oda, porque, aunque aterradora y misteriosa, eres también parte esencial de la vida.
Oh, Muerte, cruel y hermosa a la vez, siempre presente en nuestras vidas, con tu apariencia fría y eterna, nos recuerdas nuestra fragilidad.
Eres justa en su máxima expresión, no discriminas a ricos o pobres, jóvenes o viejos, fuertes o débiles, todos somos iguales para ti.
En esa igualdad yace también la advertencia, al recordarnos nuestra propia finitud, que nos invita a vivir plenamente cada día, y aprovechar cada momento y valorar la vida.
Tu presencia nos llena de preguntas sin respuesta, nos invitas a reflexionar sobre el sentido de todo, alimentando en nosotros la búsqueda del significado, recordándonos que la vida es efímera y preciosa.
Te rindo homenaje, Muerte querida, porque sin ti, nuestra existencia sería incompleta, eres la sombra en la que brilla la luz, el contraste que destaca la belleza de la vida.
Por eso, no te temo, sino que te abrazo, como una parte inseparable de mi existencia, y espero enfrentarte con coraje y dignidad, cuando llegue mi momento de partir.
Así, alzo mi voz y te dedico esta oda, Muerte, eterna compañera de nuestras vidas, gracias por recordarnos nuestra temporalidad, y por enseñarnos a valorar la vida que nos queda.
Enrique Canchola Martínez 27 de julio de 2023
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Poeta
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