Porque ya no estás Ahora rasgo las cuerdas de mi corazón fibrilado Esperando escuchar nuevas notas… ¡Pero él, no sabe decir otra cosa…. Más que tu nombre!
Y por eso ya... le he peleado algunas veces Pero me vence, sin más argumentos… que nombrarte Dejándome el alma al aire, haciendo más grande la herida con el hechizo de la espera, porque tú, jamás volverás…
¡Hoy tu amor me está costando la vida, pero antes Un millón de lágrimas vertidas!... Y creo que no fueron tantas alegrías las que me diste Como pa’ devolverte en cada lágrima, cada una de ellas.
Y ni siquiera he tenido tiempo de odiarte… como pa’ maldecirte Y no creo que algún día lo tenga… Porque sigues llenando el espacio que, en tu caso por ejemplo, Por mí, ya con otro… lo llenaste.
Y mis rezos son que… cada suspiro que doy Llegue al fondo de tu corazón, para que nunca me olvides… ¡Mira lo que has hecho de mí, voy pidiendo migajas… Cuando tuve el trigal, a punto de siega, en mis manos!
Delalma 11/02/2013 11:46 a.m.
Algunos poemas en verdad me cuestan lágrimas el escribirlos, como este por ejemplo. Por los recuerdos... no?... en fin.
Amor, no sé qué bicho, en la cabeza te picó Porque eso de andar preguntando Que si te quiero o te he dejado de querer Es insanía que alguien siniestro sembró En el más limpio de los corazones Que para mí suerte, me ama a muerte.
Y como no habría de quererte mujer si tú eres la luz que inunda mis días la fuente que calma mi sed la estrella que Dios me dio y no preguntes cuanto ni como te amo, con que lo sepas... te basta.
Llénate de alegría y esboza tu mejor sonrisa que tu cara refleje mi amor... mata la envidia con tu mirada y entiérrala lejos de tu corazón. Tú: mi cielo y mi reino Yo: tu penitente esclavo. y qué?
Un saludo cordial, apurado, no basta para los amantes Y tenemos que apagar miradas incendiarias a los ojos de la gente, Enmudece la voz, pero los sensuales meneos, hablan Y dicen ardientes, lo que las palabras callan…
Una mirada, un brindis… ¡todas la noches no bastan!… Para llenarnos el alma de un amor que nos late en la venas Cimero, preciso; es el altar que ignoramos… Y ahora entre el amor y el dolor, lo lamentamos.
Por dentro, la sangre agitada nos quema dos veces Y amamos primero desde la tierra al cielo Envueltos en la piel del amor que hacemos nuestro, Y nos olvidamos del mundo y sus ásperos aquelarres…
Luego… la paz que sugiere el olvido, y no de este amor, Más bien del que ansioso nos espera en casa, Que asoma su cuerpo a la puerta por ver si llegamos, La que alborozada corre al encuentro, sin preguntar nada.
Es allí cuando más quema la sangre Porque sabemos que ella sospecha, aun así nos recibe amante Y le entregamos palabras vacías carentes de sueños, Mientras otro que ya la saluda y espía, apático, cierra su ventana.
Ella tiene en sus labios el sabor de mis besos, y yo sigo regando de su aroma a café, Tiene la piel encendida y el alma partida… Esperando caricias… que ya no daré.
Ella guarda un tesoro escondido… Un ramo de flores, metido en su pecho Son palabras amantes que a su oído dijera… Y ya no diré.
Semana a semana lava una prenda que luce orgullosa Esa que eróticamente lucía su cuerpo de Venus Mi camisa a rayas y cuadros azules, Que también ella usaba…y que ya no usaré.
Ella tiene mi corazón en sus manos Acariciándolo con su voz tierna y sus besos secretos Cantándole versos como una oración… Los que ya no oiré.
Ella se lleva los cotos de mis primaveras Dejándome echado en la espalda el otoño Un camino de martirios y lirios cuando llegue el invierno Por el cual, ya no volveré.
Pero no puede llevarse mis lágrimas ni su recuerdo Son cosas guardadas con celo en mi alma, Porque soy seguro que tarde o temprano Por ella, lloraré.
[size=small] Corazón… debiste cantar cuando podías Y debiste llorar cuando debías, Hoy la dicha pasajera ha dejado eriales En los antes fecundos campos de tu ser.
Una tragedia griega se abate sobre ti Y libras la batalla, fiero, con ganas de vivir te quiebran los brazos, te cortan las alas mas la desgracia extrema cede, ante tu férrea voluntad.
Ya no hay tiempo de pensar, ni de sentir Sólo resistir, a los embates de la cruel humanidad ¡Vencer por coraje… porque no te da la gana de morir Resurgir violento, matando, allí, donde se muere por dudar!
Morirás tal vez, en esta cruzada desigual Pero se acordarán de ti, y de todo lo que diste por ganar Valor, no te faltó; arrojo, te sobró; dignidad, hasta el final Pero aun sabiendo que la suerte ya estaba echada, fuiste.
Ya que no hay nada más ruin y bajo, que rendirse Antes de empezar; huir sólo al rumor de que algo viene Sin saber siquiera, si es amigo o enemigo Tirios y troyanos hablarán de ti, pero yo ya hable contigo corazón.
Te quiero mucho mi osito, colibrí, mocosito y corazón
Besos.
..
Yo pudiera si así quisiera… Escribirte versos, los más bellos que jamás tú leyeras Hacerte dueña de un gran amor Excelso y verdadero, que más nunca conocieras.
Podría poner en tus manos Pétalo a pétalo mi corazón deshojado; Y si en el desierto sedienta te viera, darte a beber De mi sangre… hasta la última gota, para tu sed mitigar.
Si yo quisiera y el tiempo lo permitiera Llenaría de rosas el firmamento, y en cada una tu nombre Eternalmente grabado quedaría Para que el mundo de ti supiera y de cómo te ha amado un hombre.
También podría en el mar sembrar Aquellas fragantes y blancas flores que un día me regalaras Diciéndome que era más que amistad Dándome en ellas el corazón, y prometiéndome amor sincero.
Yo pudiera si así quisiera Cubrir de verde, uno a uno los desiertos del mundo entero Llenarlos de primavera… de flores, colibríes y mariposas ¡Y pedirle a un manojo de ellas, que me acompañen cuando yo muera!
Delalma 27/01/2013 10:41 p.m.
Personalmente este poema me ha gustado mucho, me parece que encierra mucho amor. Lo brindo para ustedes con todo el corazón.
Hoy quise escribir un poema y no acordarme de ti y de lo mucho que perdí Mas nuevamente asaltas mi mente Y ya no sé si esto es vivir o morir.
Porque el sol asoma con máximo esplendor Inflamando mi corazón de calor e ilusión Pero al lado, justo ahí donde no quiero Aparece la sombra de tu amor.
Y la alegría, la risa… trocan en pena y sufrimiento Muere el canto de las aves apenas al empezar Y los violines otrora alegres Rompen en llanto porque no estás.
Es que te fuiste sin un adiós Eso alimenta aun mi ilusión Y a la vez lacera muy hondo mi corazón Una palabra, una, una sola te pido…
Dame de una vez la alegría, no me des esta cruel agonía Creo que no la merezco, porque aun siento amor por ti quien te amó más que a Dios, no merece la indiferencia tampoco el olvido de nuestro amor.
Luego mi sino dirá, si debo vivir o morir Creo que ya nada más podemos perder… Porque perdiendo este amor, perdimos los dos; Pero por favor, dame la paz antes de partir.
Para qué ser otro si mi corazón te sigue amando En mis noches ávidas de amor y de ternura con un cariño que no termina nunca Aunque el lago de mí amor, ahora sea, un secano lacrimoso.
Inhumano tu amor queda en mí alma Encerrado en la capilla del destino Donde lúgubre marcha el desatino Por haberte amado como mía, cuando tú, ya eras ajena.
Pero tú no dijiste la verdad, eso te condena Sin embargo yo también arrastro la cadena de tu pena… Porque queriendo o no, nunca pude decir… ¡no! Y te erigiste como reina, en la miseria de tus melados besos.
Piensa en la belleza, eso es un azar Y la juventud sólo son lágrimas… Escurriendo lentamente por las manos Bañadas de angustia y soledad, en las noches plañideras.
No hallarás cobija que te oculte de mis pensamientos Ni calor humano más ardiente que el mío Porque yo no hallo brebaje para olvidarte Ni ardor que no desee más que el tuyo.
¡Buenas tarde Gerard! (ella estaba de pie, mirándolo de frente y sonriente) Olga era una rubia muy hermosa, con unos ojos azules encantadores, y por su acento al hablar se notaba que era europea. -¡Buenas tardes señorita! (Gerard terminaba de subir las escaleras hasta el segundo piso y entre sorprendido y nervioso, miró rápidamente a sus costados y alrededor suyo)…
eh!... Perdone Ud. señorita… ¿nos conocemos?
-¡Bueno, tal vez me conozcas tú, si me soñaste un día, pero yo te conozco de toda una vida. -¿Me conoces? (Gerard se puso aún más nervioso porque en su trabajo anterior, había realizado operaciones impuestas por su jefatura; ahí donde las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones, o se es traidor. Impulsivamente fue deslizando la mano hacia atrás, a la altura de su cintura buscando...) -No te asustes Gerard, mi nombre es Olga y tengo dos buenas noticias que darte hoy, primero: Yo seré tu personal trainer y tu esposa si un día lo quieres… jejeje!! (Una sonrisa coqueta, instantánea le brotó de los labios), y la segunda buena noticia es que: hoy no tienes ejercicios, por tanto puedes invitarme a tomar un café en algún Snack bar o en tu casa, o en la mía si prefieres. -¡Mucho gusto señorita! (estupefacto y tenso saludó con un beso en la mejilla a Olga)… - Si claro… un café… Bueno… ya que tuve la suerte de conocerte y aún no logro procesar todo lo que me has dicho, por favor… quisiera que fuera en tu casa. -¡Encantada... será un placer prepararte el café que tanto te gusta, tomaremos un lunch con quesos de mi país, y quizás hasta nos podamos tomar unas copas de vino! Bueno, sígueme, vamos en mi carro (Olga lo cogió de la mano fuertemente como si temiera perderlo). HORAS DESPUÉS… -Gracias Olga, todo muy rico y esas dos botellas de vino como que nos alegraron… jajaja!! Y ya que estamos ahora en confianza… pues quisiera llevarte a mi casa para pasar la noche contigo… Después de todo lo que me has contado… entonces creo que si nos casaremos… ¿no te parece?...
¡No!... (a Olga le cambió la cara) No por gusto treinta y un años de mi vida cuidé mi castidad, treinta y un años de mi vida, le fui fiel a Dios, a mi palabra y a mis valores… para que en cinco minutos de debilidad yo caiga rendida en tus brazos y deje de ser lo que quiero ser para ti… y tú te conviertas en un miserable cualquiera...¿acaso confiarías en mí después? Hace dos años que estoy aquí por ti, sabiendo que vendrías para ser mi esposo, el padre de mis hijos, mi rey, dueño de mi amor y de mi vida. Cuando te cases conmigo… tendrás esta virginidad, este cuerpo, que sólo a ti voy a entregar, me tendrás para siempre, y para amarnos en la forma que mejor queramos. No eches a perder lo que has dicho: “el amor espera, la pasión desespera; mejor esperar para después… no desesperar”, y son tus palabras. Y esto no es un capricho, ni es casualidad; esto es predestinación, que te quepa eso en la cabeza, porque ya desde los quince te soñaba en estas tierras lejanas, así como ahora te veo, te veía… serio, adusto, de mirada triste, pero ojos muy bellos, y una sonrisa que no me convencía; por eso créeme, con tranquilidad me preparé para ser tu esposa, estudié, esperé, y algunos lugares del mundo visité; más sabía, que aquí era dónde te había de hallar. Y ayer sin verte lo presentí, sentí tu presencia, sentí que habías llegado y paré el entrenamiento cuando llegaste a inscribirte. Yo ti vi desde la ventana del GYM y me dije: ¡él es… quise correr a tu encuentro, pero me contuve sabiendo que hoy vendrías! (Olga era una mujer de origen ruso, del distrito oriental de Bor, de la capital Moscú) -Está bien… no te insisto, pero vienes a cambiarme la vida… con ese porte europeo y caucásica personalidad. Ni soñado ¿sabes?... ni soñado. Si yo me conformaba con una mujer latina y su inteligencia, claro que además buscaba que fuera bella. -¿así?... y qué te estoy cambiando?... -¿tienes novia? -Yo… -¡No tienes!... ¿tienes esposa? -Pues… -¡No tienes!... ¿tienes hijos? -No… -¡No tienes! Lo que tienes son ganas locas de amar y de acabar con tu soledad. Yo ya no tengo apuro, te encontré y no te voy a dejar… Yo estoy segura de lo que quiero, pero tú dices que hay que esperar, muy bien…. Esperemos pues. Sólo hay algo que me tiene inquieta… ¿Por qué no te encontré hace dos años… cuando recién llegué?... Siento que ese lapso quedará en blanco en mi historia porque tú nada me vas a contar. -Mira amor, la historia empieza y termina contigo, esa es la única historia que hay que contar. - ¡¡¡AMOR... al fin me llamaste amor… mí amor!!! FIN.
Te amo por tu sonrisa, Porque sencillamente eres tú Con tu alegría y felicidad Con tus sollozos de nostalgia Y tu mirada iluminada de esperanza…
Te amo porque me amas. Te amo amor por tu fortaleza, Comprensión y atención. Porque en ti me encontré de nuevo Acabando con mis aflicciones.
Realmente no sé cómo ni cuándo ocurrió Pero ocurrió, Sería que viste en mis ojos la mirada pérdida La sonrisa vacía que mi cara fingía O la lluvia en mis ojos de tanto esperar…
Sin previo aviso mujer Te has adueñado de mi corazón Sólo con palabras amables, con una sonrisa Una mirada entre pícara y dulce Y la promesa de amigos.
Yo lo sabía, y cerraba mis ojos pensando en ti Intuía que algún día te encontraría Pero en cambio, me has encontrado tú Nuevamente a las cuerdas pegado estoy Pero ahora no lucho más, vénceme cuando quieras.
Tú eres mi pilar, mi fortaleza, mi forma de amar Eres mi refugio, mi paz, mi bien, mi todo. Es a través de tus ojos, que veo el amor Y un cielo eterno para los dos… ¡Dios!... ¿Existirá esta mujer?