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Pequeño réquiem
Tuvo un instante un poco enterrado. Amanecer imposible Del sol, ocaso, hambriento. Nada, era ya libre, de alberca. Barca de vidrios viajeros ¡Vamos, de los nuncas, a los tal vez!.
¡Pequeño, pequeño, réquiem!. Réquiem. Réquiem... ¡Muy pequeño!.
En el invierno que arde. Nieve a nieve en cada faro encallado... Con el silencio enfrente Con los muros transmutados Inmensamente momentáneos ¡Quemados los fuegos!
¡Pequeño, pequeño, réquiem! Réquiem Réquiem... ¡Muy pequeño!
Otra vez, y muchas más ¡Helados los hielos! ¡Quemados los fuegos! Tuvo un bailarín su turbio amanecer de alberca hambrienta La falda, el volcán, la espuma. Del sol viajero-De lo mismo ¡De viejo a nuevo réquiem!. Pequeño requiem, pequeño Tan pequeño de nuevo.
Pequeño, réquiem y viejo. Del anónimo inocente ¡Débil chispa sin más pasado!. ¡Quemada flama!. ¡Hilo deshilado!. Imposiblemente. Desenterrarse.
Réquiem. Pequeño réquiem. ¡Muy pequeño!
Del Sol ¡Qué tuvo un tubo! En la nuca... Del nunca volverá..
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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¡ARTISTEADOR MECIDO!
Arte artero el qué se vende Con adorno panteonil embolsándose ¡De la caverna que pende! Encarnado un pobre anzuelo Arte de compromiso aprisa Ingenua brisa inflamada...
Inflamada brisa ingenua Brisa ingenua inflamada
De agudas notas yeguas rumiantes ¿Hay música en ésta túnica Yo sé, me dices, del fuego fango ¡Disecadas las esperanzas! ¡Dónde solos están los espejos! ¡Dónde sólo ellos se miran! ¡Solos, solos, en sus ladridos!
En sus ladridos, solos, solos ¡Solos cada ladrido y ladrido!
Arte embaucado órbita arañada Red redonda alba ausente El ente ante lentes lentos Ostras, astros sin naranjas ¡Así, unánimes y magnánimos quedan!. Las aristas Del artista absorto... ¡Corcho!
¡Las aristas del artista! Absorto, absorto de corchos.
Olor de gestos frescos Arteramente en blanco Una bala ovejó su abeja... Suave Con enredados redentores... Y ¡Cómo quedaron estertores! Así, así... Artesano, ¿enfermo? Artesano digestiva hamaca...
¡Hamaca, digestiva, artesano! ¡Digestiva, hamaca, artesano!Por aquí, por allá... ¡Mucho más! Hueca mueca chueca Hecatombe de subsuelo El cielo artero resortero ¡Un colchón, un coche concha ! Del chocolate en lata luna... ¡Artisteador!--- ¡Mecido!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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GOTA SEDIENTA...(II)
Con la fría sed de los desiertos apagados. Y los óleos espesos de los pies camino. ¡Hay naceres nacarados y emplomados!. ¡Hay intactos matices incompletos!. Rayos y reflejo]s circulares. En la sola soledad qué huele.
¡Gota, gota!. ¡De sed gota!. ¡Una sed gota a gota!.
A entraña extraña del consigo. Mismo cambio acumulado. En el volátil encuentro. Del vacío compañero. ¡Despedida!.
La presencia de finales mañanas. En la sed del saber, ser sólo. ¡Lo único qué somos!. Siendo instantes detenidos. Mitad aquí, mitad allá,fragmentos.
¡De sed gota!. ¡Una sed gota a gota!. ¡Gota, gota!.
Una vez en la totalidad plena. Y otra, inmensos fragmentos. ¡Sólo simples infinitos!. De plenos planes y picos planos. ¡Al sabernos avernos arcillas!. ¡Burbujas qué se creen eternas!. Egoístas relojes del tiempo. ¡Espacios inconscientes!. Adorando divinas ignorancias. Del sueño espía, espiga, espina.
¡Sed de una sola gota!. ¡Gota de sed!...¡Gota qué gota!.
En La Sed, sed, lo qué somos En El Agua, sin ahogar nuestra gota.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PRINCIPIO PÓSTUMO
En un principio. Interminable cadáver era. La esquina asombrada del siglo. ¡Pasado, pasado, pasado, oh, muertes del pasado!. Lenguaje. Del... ¡Corazón vacío!. ¡Bello hongo de bombas!. ¡Solo lodo latiendo!. Y aún hoy respiran. ¡Póstumos de principios!. De Principios y finales. ¡Falsos, falsos!.
Principio salvaje. Del fino fracaso ritual. Experiencias obscuras. ¡Prólogo y réquiem!. Entrañas de médano y maleza. ¡Taimado marrajo!.
¡Póstumos, póstumos y solo póstumos!.
Los años tejieron cada monstruoso fracaso. En la tempestad agrietada. En cada pueblo no escogido. En cada pecho deshecho, ellos son los buenos. En cada empantanado aliento, ahora siguen iguales. Loa años extraviados, lánguidos, fueron blasfemia.
¡Iguales, ahora cómo hace milenios!. Dos póstumos principios y finales. ¡Iguales cómo ahora!. Nada han cambiando.
Los principios quedaron en amargos riscos. Y los rosarios partos de solo partidas. ¡Alimento de púas cada almohada!. ¡Entrañas de afilados alacranes!. En todos los cielos una inmensa tumba. Cáscaras estériles hay en cada nube. Y el retorcido cráneo exhala escamas.
Principio. Principio mudo de arrecife. ¡Solo maquinal carcajada!. ¡Preso lame el hueso ofuscado!. Sangrientas. Cavernas... ¡Sangrientas cavernas!. Y callan, su lenguaje, y matan la consciencia.
Principio póstumo bajo el pellejo. ¡Son, fueron, y lo seguirán siendo!. ¡Vean, vean, vean!. Añejo. Polvo. ¡Añejo polvo!. Urna póstuma de ínfimos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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SUEÑO DE FANTASMA
El fantasma. Seco del agua. Sueña tenaz. ¡Sus gotas!. ¡Cuerpo del antes!.
Luz. Del nunca. Sueño de fantasma. ¡Espejismo siempre!. ¡Accidente desértico!.
Del horizonte. ¡El fantasma calla, triste!. Secos pájaros. De hierba. ¡El cielo de polvo tenue!.
¿Será como debe ser?. ¡Oh, dios del gatillo!. Todo prisma, rincón, orilla. Un camino... ¡De murmullos y sorpresas!.
¡Fragmentos, fragua, fuego!. Fermentos del fango. ¡Somos!. El sueño. Del fantasma.
¡No, No...No! Dijo el agua dormida. Ninguna gota escuchaba. ¡Cuerpo era!. Su luz vana.
Desiertos fantasmas y espejismos. Aridez del nunca humedad. Del tal vez. ...Tormenta...
Ignorancia y arrogancia. Poder podrido. ¡Raíz y ocaso!. ¡Ése fantasma, ése fantasma!. Nos sueña.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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DETALLES DE UN INSOMNIO
Sí, sí, sí. Te digo que el agua. Sabe A sed. Y la lluvia. Perdió la humedad. ¡Humana sequía!.
Arpa y vuelo submarino de camello. ¡Sí, te digo, creo, callando!. La lluvia seca. ¡De la pluma!. Palabras sedientas de sal y sol. Los ladrillos del cerillo.
¡Sí le digo... Al fuego... Dulce frío. ¿Dónde está ahogada la sed?. En la pluma paralítica. En el canto de la piedra. Aquí. Está. ¡La solución!.
Humano. Dije. ¡Ayer sentías!. El vuelo del sol soñado. Sí. Te digo. ¡Calla hermano!. ¡El agua sabe a sed!. ¡El sonido del perfume!.
Sí. Te digo. ¡Dime, escucha ¡Qué la lluvia es seca!. Y las cenizas. ¡Ladran gallos!. Las piedras escriben con arenas.
El polvo.¡Dulce!. Del arpa y carpa emplumada. ¡Aquí. Sí.!. Ésta es la solución.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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AMNÉSICOS NECIOS
Por los círculos y masticados ángulos. ¡Son víctima y verdugo tres olvidos!. Más cautivos que millones, y masivas las agujas. Ya reptan sus captores, los castores, en la sombra metálicos discursos.
¡Tan amnésicos, tan necios!. ¡Necios como amnésicos!.
Por los triángulos desnudos humos, las coronas amasan los collares, en las nieves, las tiernas hojas. ¡Son las muchedumbres escombro!. En cada hombro. ¡Puntos suspensivos!. ¡Ríen deshabitados!. Sin manos.
¡Tan necios, tan amnésicos!. ¡Amésicos como necios!.
Salir por los inmediatos intrincados, pocos bosques raspan. Muchas cabras sin dalias quedaron. Muchos proyectos comen mitos, con la multitud de huesos y semillas, entre tiendas secas y descoloridas.
¡Tan amnésicos, tan necios!. ¡Necios como amnésicos!.
¡Cuánta división agrupa guantes!. En la cuna que perdió su rostro. En los trenes de corderos. En la lengua de los cerdos. ¡Hay cardos, espinas, cedro y gusano!. ¡Y el futuro, añicos hecho, solo llora!.
¡Tan necios, tan amnésicos!. ¡Amnésicos como necios!.
En la mitad, y la fiebre de paloma, una campana esculpe una navaja, con cemento irremediable, y estrujado, el perfume maniatado. Más allá, la pureza es frágil. Y los insectos compran cualquier lombriz.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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APALABRADAS TINTAS
Conmovidas las palabras por sus sílabas ¡La voz de los arroyos orquideaba! Arrobadora, dulce cada letra. Indistintamente, cristalina, fresca... La mañana El amor a nuestras muertes Entre ¡La humedad desierta!.
Pluma, lágrima. ¡Lágrimas de pluma, lágrimas!. Lágrimas sólo de palabra Palabra teñida de campanas ¡Campanas de solo vacíos!. Tintas teñidas.
Pluma lágrima teñida de campanas, haciendo señales, de cobre y granito. ¡Escritura profunda y magnánima tierra!. Las palabras, las palabras. ¡Vendidas, vendidas con su consciencia!... ¡Sólo descendían!.
¡Apalabradas tintas vendidas!. A los lejos, en la profundidad se escuchaba. Me lo dices tú, alfabeto sordo, sordo, cómo los renglones, del que por ahora lleva el cuaderno.
¡Apalabradas tintas!. Óseas, térmicas ¡Musculares!. Alojando corpulentos monolitos, en sílabas tempestuosas y lujosas, vergüenza, del papel de la vida.
Tempestuosas y lujosas Letras de lustre y pacotilla ¡Sílabas, sólo sílabas vanas!. Sacrificando letras en cada renglón. ¡Hojas frenéticas, volúmenes abstractos!... Pobres extractos.
¡Palabras vendidas!
Apalabradas tintas, escombros en hombros y dorados... ¡Combustibles!. Así, se desgranó la tinta sonámbula. El vidrio en las pestañas. Y los corales en diálogos perplejos.
Conmovidas las colmenas, fueron... ¡Fueron falsos! Los islotes y libertad en puntas Las letras... Las letras. ¡Callaron sus mañanas! Entre.. ¡Entre desintegrados rostros!
Y Conmovidas ¡Las verdaderas palabras!. Se perdieron en las tintas En Las Tintas apalabradas... ¡De todas las apalabradas tintas!.
Autor: Jel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ÍNTIMOS LABRIEGOS Agitada horizontal en el fondo. Tan invulnerable que alarma. El mismo centro aceite. La espiral enardecida de colores. Verticales matutinas perla a perla. Con la forma que transforma. ¡El señuelo del anhelo!. Horizontales, plenos, radiantes. En el fondo de los cielos. Mutuos.
Ocultos vencedores de los tiempos. Imposibles-¡Profundamente altos!. Platas-¡Movimiento fresco!. El día verdoso pasa, vuela y siente. Letra a letra, piel a piel. Fieles al cambio de las huertas. Libres primaveras de los arroyos. En la rama una misma gota pintan. Vencedores de los tiempos ocultos.
Ellos como nosotros. Esperando estamos faros íntimos. Flamas avenidas y brisas abriles. ¡Cómo nosotros dejamos el porvenir!. En--Las playas--¡Interiores!. En--Las dulces--¡Explosiones!. Esperando Esperando... Cualquier destino. De cualquier espera, de los infinitos. Presentes en todo el futuro de los destinos. Llamas. Llamas, espumosas. ¡Recreándonos!. Verticales. Agitados. ¡Entre arados labriegos!. Verticales, amor amor, íntimos horizontes. Horizontales esféricos de los triángulos celestiales. ¡Intimos consigos, y de cada cual sus universos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Niñez niña Vamos vamos niño niño ¿Qué ayeres los recuerdos rompen? Niño en mis días detenido En los primeros gritos de la plaza Sigo al amarillo Otoño niño del invierno. En el pueblo blanco En la memoria de aquéllos soles ¿Encendido estás allí mismo?... ¡Sol! Sol como aquí mismo yo niño Te recuerdo blanco el piso nieve Viento, hojas, juegos de otros colores De otros días niños de gusto viven.
La niña infancia es cantera, tiempo detenido sucesivo. ¡Ser qué no la evita!. Que levita en solitario.. De ninguna parte parte solo. Un completo consigo sigue. El hoy del yo qué no termina. Del ser qué todos es ninguno.
Niñez de mis cajones llena. El día que no pasa ni pesa distinto. En el paraje arbolado arroyo alegre, la niña niñez vive apenas en muchos, de los sueños olvidados en el polvo, secas flores, abejas, destino hormiga. En la tormenta audible, ausentes muchos, del fondo propio, ajenos enconchados, la niña niñez visible, siento siempre.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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