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ANUDANDO SILENCIOS
Sumidos en sí mismo, esponja y monje Más allá de un dios escondido. Pensaba. Violenta, la violeta, rápida. Llegada la palabra. Ultima. Silencia. ¡El hermano, sin culpa!. Y en otro más allá. En otro más allá. ¡Qué desfallece! ¡Olor, dolor!. Olor de nudo. ¡Olor, dolor, clamor!. Están agobiados. La esponja, el monje, tres veces quemados. Envidiosos ángeles y crepúsculos. Compartiendo. Compartiendo. ¡Compartiendo lamentos embalsamados!.
Anudando silencios.
La Misteriosa. ¡Misteriosa pasión multiplicada!. Taciturna cultiva velas en el río. ¡Perdón!. ¡Perdón, vacío sin realidad!. Sombra. En La Fluvial ¡Orilla de un espejo! En La Propia ¡Sombra inmóvil!. Anudando, anudando.
Anudando silencios, en la orilla de un espejo.
En la orilla de un espejo. En la propia sombra inmóvil. Anudando. Sombras. ¡Edad de muchas cosas!. Menores y mayores, retumban. ¡Astilla por astilla!. ¡Cada cincelada, cada pincelada!. Una celada celda. Silencios fervorosos, fantasmas lentos ¡Tesoros imposibles azorados!. Nudos de silencio.
Anudando, anudando, silencios, silencios.
A los lejos. Resbalan las ovejas. Con el horizonte. ¡Desgarrados horizontes!. Con el infinito. Con el infinito perdido. ¡Dulces estertores ignorados!. Silencio tras silencio. Tres graznidos, una rana, nido rojo. ¡Rojo, rojo, rojo todo!. ¡Silencio de muerte, silencio de alfombra, silencio salido de la lengua!. Una daga de mil balas cordilleras. Juramentos sin sentido cada día. ¡Sangre, sangre, sangre en todo!. ¡Prolongado paroxismo de soslayo!.
Silencio y silencio, anudando y anudando.
Del Hombro. ¡Látigo!. Azote cualquiera. Del Cadáver, ofendido, confundido. ¡Ofendido, confundido!. Del pantalón, león, lucero. ¡León, lucero!. Anudando. Los silencios. ¡Los silencios anudando!.
¡Silencio y silencio!.
Violenta gloria. Del. Atraso. ¡Desgranado estiércol!. La ceniza viste- Andrajos. Atrás irremediable- Desmesuradamente. Amargos remolinos-Desmembrados. ¡Pura gota en sangre!-¡Salivas del bolsillo!. ¡Abstracta geometría de huesos huecos!. Violenta. ¡Violenta gloria!. ¡Agua viva y sol encima!. Temeraria. ¡Temeraria ola de gesto, indigesto!. ¡Lenguas tragando la consciencia!
Esponja, monje, familias, y cualquier hombre.
Los Silencios anudando, y muriendo en los silencios. Los Honores. ¡Afilados y borrados!. Violeta dicha. ¡Cuánto cuento innúmero!. De sonrisa, mueca. En. El. Mismo. En el mismo abismo, ensimismado.
Anudando silencios. Silencios. Anudando. Esponja, monje, hombre. ¡Sangre, sangre, rojo, rojo todo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Que no se apague el silencio y no se aparte de mí. Siendo parte del recencio estalactitas me rodean aquí.
El murmullo del tumulto con mi paz quiere acabar, a mí mismo me consulto si debo dejarle entrar.
Que el silencio no se muera, mi acompañante indiferente, con su impenetrable barrera me hace distinto a la gente.
¡Silencio no me abandones, no dejes salir mis penas! En el sosiego de tus dones no descubras sangrar mis venas.
Escúchame, silencio que callas siempre en la soledad aguardas, no te importa adonde vaya todos los secretos guardas.
¡Qué el silencio no perezca, el celador de mis culpas! Infinitas serán las veces que amanezca, pero no abordaré disculpas.
Julio Medina 30 de agosto del 2011
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Poeta
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Diluvio armado
En la tempestad de párpados tiranos El pozo escucha frente a frente En la pequeñez del instante inmenso El reclinarse sereno fresno En la cotidiana médula dispersa En la tempestad el pozo En la pequeñez el reclinarse Un espejo tiembla tímido Un encuentro niega abismos En un sonámbulo molusco.
Con el fúnebre sosiego en conchas Exterminan despedazada cada esperanza Los paupérrimos concéntricos perímetros Las trisílabas brújulas coníferas Con el imposible agudizado del cincel
Entre los entusiasmos fugitivos Entre sístoles algodonosas Cruzan los dinásticos fracasos Cruzan los acústicos colores ¡Entrecruzan vidrios bosques!
Las infancias enresinadas navegan Congeladas barcas de silencios rojos El brutal tumulto de metálicos sonidos Los obsidiánicos fragores homicidas ¡Del hombre desalmada tempestad!. Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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En algún final Cuando las inválidas ausencias acarician, los fragmentos caóticos escuchan, las manos hundidas en la muerte, cuando las inválidas ausencias acarician.
Amargan. Los estigmas enterrados. Los dígitos agónicos. Amargan.
Sed de los océanos-----------Por azúcar Amor de los latidos----------Por pasión Olor de los párpados---------Por frutos Sed de los océanos-----------Por azúcar
Todo termina, barro intranquilo imperecedero, en un tal vez, mañana del quién sabe, profunda cúspide purificada. La vertical recrucificada, otro comienzo, en la luz de la nada, cuando aparece. Fragmento en mano. ¡Caóticos hundirse!. Cuando escuchan de la muerte, las ausencias acariciando, los inválidos estigmas, todo termina. Cuando las inválidas ausencias acarician, los fragmentos caóticos escuchan, las manos hundidas en la muerte. Cuando las inválidas ausencias acarician.
Amargan Los estigmas enterrados Los dígitos agónicos Amargan
Sed de los océanos-----------Por azúcar Amor de los latidos----------Por pasión Olor de los párpados---------Por frutos Sed de los océanos-----------Por azúcar
Todo termina Barro intranquilo imperecedero En un tal vez Mañana del quién sabe Profunda cúspide purificada La vertical recrucificada Otro comienzo En la luz de la nada Cuándo aparece Fragmento en mano ¡Caóticos hundirse! Cuándo escuchan de la muerte Las ausencias acariciando Los inválidos estigmas Todo termina.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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ENSELVADO ROJO SOÑAR
Enselvado Rojo Suelo ¡Infame retorna! Enrojecido sueño selvático perfiló cada semilla y ceniza el tiempo verde lejano y tranquilo. Ayer de paz, encantadoras nubes Ayer De paz... ¡Encantadoras nubes!.
Rojo de muerte, roja pesadilla ¡Roja como todas las inocencias muertas!. En los infiernos azules En los pasados huesos.
Enselvado. Rojo suelo. ¡Infame retorna!. ¡Zanjando turbias incertidumbres!. ¡Acariciando nobles esperanzas!. ¡Pero ya no!. ¡Nada será jamás igual!.
Nadie de sano juicio. ¡Cruza los brazos!. Crucifica su fe. Ni las rodillas inclina. Menos. ¡Oh, menos!. Ninguna memoria. Nadie de sano juicio. ¡Nadie que tenga alma!.
Rojo muerte, rojo selva, rojo infame. ¡Pesadilla roja de azulejos, los infiernos!. Las fresas goteando. ¡Secas fragancias inocentes!.
La vida preciosa. ¡Perdió su valor!. El honor un vago. ¡Vapor sepultado!.
¡Lenguas multiformes que deforman!. ¡Lenguas de sepulturero!. Por el honor de los cerdos. Por toda. ¡Adefesiogénesis!.
Selváticos balcones de cerdo y perla, divertidos tejen huecos mañanas, al compás de los venenos, con sus lenguajes absurdos.
Absurdos invasores. Infames fracasos. De los... ¡Últimos tiempos!.
Turbulento, sediento y extinto. ¡Enselvado rojo soñar!. Rojo muerte, rojo azulejo. El exterior mana. Tempestades humanos fracasos.
¡Pobres visiones, en los espectros del hambre!. Maldición de los cielos, bendición del infierno. Rojos azulejos, rojos muertos, rojos suelos. Enselvado, salvado en sueños. ¡Amor de pesadilla!.
¡Pobres visiones, pobres consciencias, si algo tienen!. Consciencias del humo, postrero. Fe de barro culpable. ¡Enrojecido cada sueño del cielo!.
Semilla y ceniza del tiempo. ¡Solo ceniza de humanos!. Humanos que ya no son. ¡Humanos que ya no existen!. Semilla y ceniza. ¡Bajo la piel!. Seca arcilla enferma. ¡Selvático sueño desangrado!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Final feliz
Destejido por el río Un cangrejo pinta flamas por la hoja que sonríe bajo las esquinas que van entre los huecos negros lagartos extendidos sobre dagas blancas.
Feliz final feliz Final Feliz. Encima de jabalíes que buscan acordeones. Y los niños huérfanos se cosechan.
Encima de gusanos de corbata y lentes. El vinagre corre bajo dermis azulejo.
Encima todo aquél que morirá mañana. En la ceniza carcomida por el vidrio.
Final feliz final. Feliz Final.
Laureado con mil ataúdes distintos. Cada hora, cada día, por mil piratas.
¡Ya gimen los campos y los sapos secos!. Tres ángeles de polilla, visten las nubes. Los colmillos del escorpión limpian las ventanas. Opacando y masticando perlas de carne.
Con el cadáver de sueños marchitos. Y un hogar decapitado por premio.
Feliz final feliz Final Feliz Con las bicicletas de ceniza dulce. Y juguetes hablando solos.
Con cada pañal ahogado sigilosamente. Y las jóvenes esperanzas, engañadas.
Azul y amoratado el futuro agoniza. Y aquél que lo diga, termina, organizado.
En Un Final Feliz, final, final, feliz.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Quiero saber si es real esto que siento me dejo llevar por el aire, pues no sé si aún respiro. La sombra efímera del recuerdo vaga y se va con el viento. Aislado, lo menciono tantas veces que deliro.
Imaginar, percibir, adivinar episodios irreales sufrimientos alucinantes en el silencio se estrellan y me hundo a cada instante en el calvario de esos males, diviso luces fugaces, en la oscuridad destellan.
Me abruma el rugir del inclemente mar que no existe inhalo el aroma de las flores no prendidas, escucho cantar a los pájaros una melodía triste, observo danzar mariposas en la primavera escondida.
De gritos, de torturas y discordias está el silencio plagado, todos me ven, pero siguen, el réquiem no les importa. ¡Estoy muerto, ja,ja,ja, ya nadie me ve amarrado colgando del precipicio cuando el sereno se corta!
Julio Medina 22 de agosto del 2011
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Poeta
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Soberano de la tierra, reinas sobre todo lo que en ella habita y es por tu bondad invicta que gozamos de lo que hoy tenemos, caballero invencible que lucha en pos de la humanidad tu voluntad incorruptible nos ha protegido hasta la actualidad, tu que nos permitiste el don de la escritura y con el permitiste mi poesía y la de tantos otros y escondida en esta el legado de tantos poetas inmortales, nos diste el don del pensamiento y desde ese momento hemos buscado más y más el conocimiento, y es que con lo que nos dotaste pusiste los cimientos y por eso que hoy puedo hablar de sentimientos, imponente rey terráqueo que forjaste las montañas y volcanes con magma en sus entrañas, nos regalaste el fuego y sin pensarlo observaste como este encendía nuestros corazones y se reproducía en la calidez de nuestra alma llenándonos de calma hasta que conocimos el lado del mal que le ha declarado la guerra al lado angelical que no se da por vencido, que nos saca del olvido y que no eleva a otro nivel, y con un leve respiro aspiro la tranquilidad de tu reino y cuando suspiro exhalo la fusión de esta con mi mente y siento como si de repente pudiera verte pero es solo que el sueño me ha vencido y es dormido que te veo a ti y a tu excelsa presencia y a tu ausencia tan solo puedo soñar con tu recuerdo
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Poeta
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Habitas en tu palacio ajeno al aire mas no al oxigeno, lugar mágico al que ningún humano podrá llegar jamás, tu poderoso gobernante de los mares, tú que reinas más de la mitad del planeta, tu soberano de los peces más pequeños hasta las criaturas más grandes que en tus océanos habitan, es tu reino el más bello pues en su superficie puede recibir toda la luz del sol o reflejar la brillantez de la luna, es tu reino aquel que en su parte más profunda no existe ni el más mínimo rayo de luz, es tu reino el más completo contando con una gama de colores que ni el mismo Picasso podría retratar en sus pinturas, que cuenta con animales tan diferentes como hermosos en su individualidad, tu reino rebosante de hidrogeno pero por igual rico en oxigeno, es tu reino el que conjunta todos el que en tus playas y costas acaricia a la tierra amablemente y que en su encuentro con el aire este levanta hermosas olas espumosas para que este se de cuenta de la alegría que le produce su contacto, llamado Poseidón por unos y Neptuno por otros yo tan solo puedo llamaste rey de los mares pues ante tu presencia toda palabra deja mis labios y no puedo sino postrarme y mostrarte mi respeto en una reverencia, y es que tu, fiel gobernante de la Atlántida no posees otra forma de mostrarte ante mi si no es por medio de mis sueños
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Poeta
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MAÑANA TEMBLOROSO
¡Mañana, mañana, oh, mañana!.
En la piel el siglo se fue despacio. Por la sal contagiosa de la esquina. ¡Cómo un accidente poblado en balas!. Con las urnas derramadas de subsuelo. ¡Sueltas las tinieblas luminosas!. En la esfera congelada de recuerdos.
¡Mañana, greña, artificio!.
Pensaba en los mártires perdones. ¡Desatados puñales sin entrañas!. Cuchillos hirvientes, feroz redención. Cada rabia rival, cada trozo turbio. ¡Sin vida los frutos puros!.
¡Mañana, marasmo, consunción!.
Creía sordamente arañando las caricias. ¡Plácidos pellejos de cangrejos olvidados!. En el vientre cobarde de roedores. En el fondo desnudo descarnado.
¡Mañana, desfiladero, angosto!.
Tejía pinceles de místicos ensueños. ¡Mago dramático de vértigos artísticos!. Solemne y cándido disipando abismos.
¡Mañana, temible, tembloroso!.
Vaya mácula, enferma de gloria.. Simple consuelo espigando eclipses.
¡Mañana, trémula, mañana!.
¡Pobre modelo de atormentado Caos!. Caos. Modelo. ¡De tormentas, atormentadas!.
El. Siglo inerte. ¡Sediento espejismo!. ¡Mansión refulgente de rostros falsos!. ...Conciencia de tarántulas amargas. ¡Imperio de lamentos y fracasos!. El. Insano obsceno. Torbellino de tiranos codiciosos. ¡Cultivan y cultivan!. Solo. ¡Espasmos elegíacos!.
¡Mañana, oh, mañana de mañanas!.
Greña de marasmo mañana. Desfiladero de temible mañana. Artificio de trémula mañana.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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