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Passo os dias deitado E as noites também, Já estou bem treinado Para o tempo que aí vem.
Quando a data chegar Já estarei habituado A dormir sem acordar Ninguém fique admirado.
Não precisarei depois Nem sequer lavar o rosto Um só, eu não tenho dois E nisso tenho muito gosto.
O tempo passará, passará, E terei alguns visitantes E o meu corpo servirá Para regalar esses meliantes.
E se houver pescadores, Sirvam-se, estejam à vontade Asticots de várias cores Digo isto sem vaidade
Depois de bem limpinho Levem-me e colem-me à pedra, Bem à vista e coladinho Na velha Igreja em Évora.
A. da fonseca
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Poeta
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De espalda a la gente cantando nostalgias seguidas que vienen a veces cargadas, humedecidas, las huellas del tiempo se sienten aun pasando dejando heridas pendientes de estarse sanando.
Cientos de cuervos hambrientos sobre mí voltean locos por picar el dolor saliéndose del alma, pelean. Es lastimoso el duelo;en la picada sedienta se aprovecha para oler la pena, bebiéndola fresca dentro de la brecha.
¡Y no llega el final que a mi existencia inserte el deseo definitivo de encontrarme con la muerte! La muerte vigila las almas detrás de la oreja -a la mía desecha ni caso le hace, la ve y se aleja-.
¿No queda el infierno más allá del etéreo infinito, o es que está inerte dentro de mi pensamiento maldito? Ardiendo mi cuerpo, lo ha tomado como ejemplo para engendrar sufrimientos, fatídico templo.
Condenada inquietud calvario de la tragedia todo este pesar lo forma cual si fuera una comedia… Riéndose de todo, sarcástica risa, pero riéndose de todo -con risas hirientes lacerando los modos-.
Julio Medina 3 de febrero del 2015
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Poeta
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Entre las ruinas y la arena las oscuras almas torturadas arrastran sus sombras harapientas, inquietas por el susurro de escarabajos y gusanos, que rozando sus fulgurantes élitros quitinosos les recuerdan el peso de su pena Al Azif...Al Azif...Al Azif... el viento invoca voraz en cada granulo de arena esperando despertar al que reclamará la tierra y quemará los cielos
Creado 25/11/2014 Catriel Cuestas Acosta
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Poeta
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Sangra el paranoico corazón en mis extremos derramados, Me dices iluminada hundiéndote en el reflejo azul
Me recoges del remoto murmullo de la sombra y la hierba del origen extenso y la histeria ebrio en el infinito amanecer en la seducción urgente
Sangra el paranoico corazón dices velando la noche sangra, hasta manchar la pared
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Poeta
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La respiración se confunde en su afinación perversa Es tarde, no dejes de tejer mi rostro en la tormenta
Aquí no hay nadie que escuche a pesar de que repaso una y otra vez estas huellas Para el preámbulo nocturno no hay tiempo Es tarde para preguntarse que hacíamos parados al borde de la espera
La higuera se quiebra y no comprende el retorno de mis ojos el inútil intento de romper el silencio
Te digo esto al borde del abismo entre un cielo opaco y un mar olvidado te digo esto en el vacío para que al fin sepas que regreso
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Poeta
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No me visites, cuando mi cuerpo Este en frio reposo, en la cama del sarcófago No cantes mis laureles cuando este muerto No grites por mí cuando no pueda oírte O beses mi cara cuando mi piel no pueda sentirte
Cuando voz hagas esto, no lo aceras por mí Cuando mi cuerpo este frío y no tenga aliento Mis ojos no vean, y mis oídos no oigan Cuando mi nariz no pueda detectar tu olor, Mi piel no pueda presentir cuando te acercas Sera imposible disfrutar tu visita
Pues ven a mí, mientras fluye mi sangre caliente Y canta con migo las viejas canciones Mientras mis ojos todavía puedan verte Y yo pueda sentir tu calor Déjame oír tu risa y cántame felices canciones Entonces, déjame saber que tu estarás bien, Cuando todos mis días de mi vida, estén hechos
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Poeta
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Seductora diosa de arena cristalina Botella que seduce como Venus y Dalila Seductora aroma que invita al olvido Fuente liquida, que nos lleva a la euforia. Ven a mí
Entorpece mis sentidos y déjame en limbo Amoroso envase, que contiene mi delirio Déjame adorarte y besarte sin cordura Según embebo de tu gloriosa aguas, Desahogares mis penas y mi apenada historia
Amargas desventuras Que en mi senda he travesado Deshoje unas margaritas Y las deje muy apenada E Inconsciente, arriesgue mi vida
Amorosa vasija que contiene mi delirio Yo te imparto todas mis dolencias Y tú me imparta el efémero olvido Pater, ad me in limbo bibit (Padre, he bebido hasta que estoy en limbo)
Y cuando Helios haciende en su jornada Y sus rallos desvanezcan el éter de la noche Mi aturdido corazón confrontara tu venganza punitiva Y cargare tus cadenas abrumadoras Hasta que Helios regrese a su reposo
Entonces voz me encontrarás En las sombras de la noche Y comenzaremos de nuevo nuestro gran romance Acariciare tu cuerpo de arena cristalina Y besare tu boca hasta que de nuevo, me lleves al delirio.
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Poeta
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CON SABOR A MENTIRA.
Quiero huir de la noche, porque la soledad es mi compañera, y al despuntar el sol, abrir los ojos no quiero, cambia sendero de limo, mi paso de amor cansado, que decidir mi agonía no quiero, por sopesar mi delirio desmayo, quiero huir de la noche, de oscuridad enferma me encuentro, mas quiero encontrar el consuelo, en tus brazos prestados, con aroma a perfidia, con sabor a mentira, descansar en tu pecho, y soñar que eres mío.
Mónica Lourdes Avilés Sánchez. D.R
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Poeta
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Y después el infortunio contamina el aire, lo respiro cada instante, su aroma se pega a mi piel, y el color etéreo de su dolor cae de las lágrimas del alma perforándome las manos; espinas salen metiéndose en la carne. ¡Y hierven, y arden, y son ácidos carcomiéndome la vida!…
¡Ya no grito, ya no duelen las hincadas, solo siento agrado! Placer llenando el vacío disperso de mi morada ensombrecida, nefasta, pero al final satisfecha de silencio frío, perturbador recorriendo las arterias de mi interior, y después quedo dormido entre los brazos de la soledad.
Si existe alegría, yo no lo sé. ¿A qué le llamamos así? ¿Vendrá alguna vez, o se fue y más nunca volvió?... Yo solo conozco soledad; sé hablar conmigo mismo, contándome historias de grillos y de escarabajos ahogándose dentro del fango. Y repito esos cuentos una, dos… ¡Ya ni puedo recordar cuánto los pude contar! Y después, y después te diré: -Pues no lo sé.
Julio Medina 4 de marzo del 2014
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Poeta
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Bajo La Luz De La Luna. Por Hebert Fayet.
Su ausencia dejó una herida muy difícil de cerrar y entonces llegué a pensar tan solo en una salida, con pensamientos suicidas a la laguna me fui la luna que estaba allí curiosa me recibió y quizás adivinó el dolor que había en mí.
Y esa noche tan aciaga cuando al agua fui a saltar sentí la voz paternal de mi padre que me hablaba quien tenso me aconsejaba que pensara lo que hacía diciendo que las heridas Y sueños hechos pedazos son lecciones,no fracasos que aprendemos de la vida.
Ten en cuenta, me advirtió que el hombre debe luchar pero siempre respetar la vida que Dios le dio, y no pierdas, prosiguió en ti mismo la confianza progresa, lucha, y avanza hacia el sol de un nuevo día que a pesar de tus heridas donde hay vida hay esperanza.
Y en esa noche estrellada cuando el paisaje pintaba con sus fulgores la luna
en una bolsa encerradas arrojé bien maniatadas mis penas a la laguna.
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Poeta
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