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Sola aquí en tu ribera de placer que pequeña me siento ante tu bisturí de eterno dolor que turba mi corazón y ensordece mi cuerpo, cuanta fantasía en mis caderas anonadadas por una sola onda de tu recio movimiento para elevar por siempre el éxtasis de mi cuerpo, sin embargo no es necesario la sal y vinagre, puedo en un instante hacer mías tus inmensas soledades con mis heridas y caricias, provocar en ti tremendas tormentades sobre tu eterno movimiento al impulso de mi solo pensamiento, podrás cruzar mis eternas colinas en el charco de mis movedizas aguas y volar suspendido en las alas de tus sueños más nunca sabrás mi inmortal secreto.
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Poeta
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Não choro por meus mortos... Não me descabelo, nem me desespero... Apenas sinto.
Sei que a morte é só o fim de um estágio. Quem cumpriu sua meta aqui, teve sorte.
Agora irá desempenhar sua tarefa, em outro lugar.
Eu não vejo a hora de ir para lá, onde a alma mora.
A.J. Cardiais 06.05.2009
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Poeta
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CONDESCENDIENTE
Tan poco verde como dulce es el mar, en el hilo del hielo al fuego salado, al recuerdo desnudando mariposas. En el silencio de la esquina. Oye al viento hijo.
Por ser tan gris donde se aferran, y se desviven las nuevas nubes, nieve naranja nave noble naipe. En el silencio de la esquina. Oye al viento hijo.
En el barro mirándole la espalda, en la blanda codicia hecha virtud, en la pérdida, en el llanto, en la noche. Deja al vestir la izquierda diestra, donde la música nace y muere...
En el silencio de la esquina. Oye al viento hijo. En el silencio de las hojas. Mira el último perfume hijo. Desnudando lágrimas al tiempo.
En el silencio de los hielos. Palpa la primera música hijo. En el silencio de las nubes. Teje los sueños olvidados hijo. Entre los ojos puros de tu vacío.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Dios encarnado constantemente Por estar hermanado al hombre Camina incontables veces crucificado para domar las indómitas fieras que despertaron Eligiendo la vanidad el orgullo sin freno de creerse mejor que sus hermanos Y capaces de dar réplica a La Absoluta realidad
Como nada se y nada conozco Dejo que el refulgente ser Asome cada mañana en el sol y a él me doblegó en la aflición para no caer en la angustia ni en la desesperación Que me llevaría al horror y al terror
Piedad y perdón pido a mi corazón que cante desde la mañana hasta la más larga noche aún temblando mi voz
Está en la nada y en el todo ya que lo mismo es Desde la mirada de la fe
En Bhagavad-Gita Quién entiende La inacción en la acción Y en la acción la inanición Ese ya está en Mí Y la inanición nunca le sobrevendra
Derechos reservados 27/10/2019
Dikia
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Poeta
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Ésta es una escena repetida en otro más de nuestros indignados pueblos, contra esa escoria parásita de la élite explotadora, indigna, desalmada, voraz, codiciosa... que no le importa la vida y mucho menos, la justa reacción, ante los dogales impuestos.
Nos represaron tanto las voces, los puños, las calles, la bronca entre todos: los víctimas, que teníamos que explotar y juntarnos en ese: ¡ya basta!, esencial, legítimo, redimidor... así fue que llegamos, desde todos los lados, con la razón, con la historia, como hermanos.
Uno de tantos de nuestros nuevos Quijotes, cubría orgulloso su espalda con la tricolor y esgrimiendo por blasón un retazo de cartón, apisonó sus calles, para sembrar allí su ira, su indómita rebeldía que jamás aceptaría, una nueva agresión del inepto tirano.
Vocear consignas de repudio y algún insulto, tenían por réplica: los Tonton Macoutes criollos, entrenados para matar, a decir del fascista ministroide, que tenía ansias de sangre; cerbero ciego de una inadmiscible, dignidad del estado y su mal gobierno.
Edison Mosquera se llamaba nuestro gladiador, entre otros combatientes por dignidad, por vida, fue presa de un estúpido francotirador, su herramienta de matar, indetenible... acertó a través del escudo de cartón y perforó su cabeza, buscando eliminar su indignación, su valentía...
Edison tuvo en su protesta: valor, integridad, consecuencia, idealismo... llevaba la Patria en su espalda, la defendió con total entereza; éstos son parte de los valores que debían atesorar, esos torpes Tonton Macoutes criollos, que apenas pueden, cual salvajes bestias, reprimir con fiereza, esa fuerza humana inagitable, que no entienden.
Edison, Raúl, José Daniel, Inocencio, Abelardo, Silvia, Marco, José Rodrigo y todas las víctimas que no puedo enumerar, pero los llevaremos muy adentro y para siempre... ustedes son el valor, para el escudo humano de los jóvenes médicos y los cacerolazos que rompieron el insomnio del tirano.
La oscura pesadilla neoliberal no ha terminado, el torpe neronzuelo, aún no apacigua su paroxismo, no aceptará su error y ha remozado sus líneas... Será imposible contener las columnas de guerreros populares, quizás con más escudos de cartón, pero invencibles, motivados por su ejemplar lucha.
La ignominiosa y desigual lucha, aterra, no por las armas, de los Tonton Macoutes criollos, sino por la demencia del tirano, por su irracionalidad, la sinrazón, que en su tozudez, hasta ha admitido que habrían víctimas, el costo injustificable de su mediocridad, imponer a sangre y fuego su estúpida paranoia...
¡No podrán con todas y todos! Es al pueblo a quien debe servir el tirano, y junto a ese pueblo, volveremos a vencer... ¡Con más escudos de cartón!
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Poeta
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En honor a los Maestros de cualquier condición, teoría y enseñanza
Dan lo que saben con la confianza de saber que a ellos les elevó el alma
Fundirse con la energía de Dios Esa fue su meta y su alimento Su poder traspasar su historia viva después de la muerte Como los rayos de sol tormentas de sol les atrapan
Penetrando en su núcleo Diferentes elementos fuerza producen sus efectos pues todos parten del mismo centro
Aplaudamos su gesta que con valor fue hecha Escuchemos su voz que es parte de la nuestra No mancillemos su honor por no entenderla Aspiremos a comprenderla Asi sentido tomará la existencia
Derechos reservados 26/10/2019
Dikia
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Poeta
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SÉQUITO DE PAÑOLETAS
Porque allá el cielo está rayendo, al rayo, que reía al desierto, cada raíz, absorto y acopado, opaco ópalo, bonanza y badajo, cuando alela y aviva y reprende, eso que decrece y perece.
Entre lo que habría raído al mismo viento, en aguas, sangres, arenas inocentes, como si rayese tejidos los sueños, con insomnios almendrados, sin vivir, ni lid justa, sólo áfono sonreír, barato ágrafo y barrancoso.
Aunque degüelle núbiles alientos, engargolando nieblas duras, rapaz atroz, cada tiempo infecto, como degollarían los huesos la muerte, yerta, más que eterna más que tierna dócil flama.
Donde riñó al reino la risa, condecorando infames, panteones, lápidas, plumas, agua, aire, incendios ceniza caminos zapatos gritos silencio amargo vinagre largo.
No es ajeno para la espalda, ni para el llanto del tejado, este amarillento intento, que atraviesa párpado y cabalgadura, ya que puede desnudar al hueco, que desayunan las ventanas, en la nieve incendiada del almidón, del cansancio al primer desfile, huracán con pingüinos y canguros, donde dolores duelen duelas, rauda rueda ruda ronda.
¡Si aquella orilla fuera timón!.
Me devolverían la ceguera los topos, con el pico de la noche, donde anidan los muslos del ojo, y acribillan los cristales.
Enjambres de manzanas, y serpientes bailan al corcho, dormido y empaquetado diluvio, de caimanes candados espinas espumas humo números pedazos incansables jardines tabernas muelles escaleras fusiles.
¡Celeste abismo y despeñadero empeñado empañado pañuelo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Levántate y camina Confianza ciega Imperativo mandato Datelo a ti mismo
Te ofrecen la vida con el abismo escondido Tu debes andar las veredas y beber del fruto prohibido
Cuando por fin te das cuenta del sentido del gran libro El mundo se vuelve pequeño y remotas alas vuelan contigo
Si en el paraíso no encuentras tu lugar que va a ser de ti en la inmensidad que atravesar debes por pertenecer te la eternidad
Fiel testigo soy de mi mismo Y escribo la estela de luz en mi vinilo
Mi forma de comprender este largo viaje mientras pueda y quiera Fuera amuletos, cachabas miles
A tu paso camina pero levantate Lanza tu esencia con tu presencia
Da igual la meta Importante que tu ser aprenda y se divierta
El resto mentiras en bombones envenenados para que no entiendas Nada del fin de tu existencia
Derechos reservados 24/10/2019
Dikia
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Poeta
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Recordarás hermosa mujer el nacimiento de mi primera lágrima en mi primer sollozo femenino, en tus horas de ardiente sombra y nuestra edad primera del amor nacido cantando amores que llegan al alma, ¿recordarás aquel beso que me robaste en la ya lejana playa? Yo si recuerdo esas pupilas de esmeraldas en nuestras horas de pasión y esperanza no vivo de esos recuerdos, vivo de nuestra pasión presente.
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Poeta
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Não tenho mais nada a perder... Uma desilusão me faz sofrer, mas não barra meu caminho. Eu sigo sempre sozinho. Aliás, sozinho não: meus invisíveis me acompanham.
O que tem que acontecer, acontece... Porém muita coisa a gente que tece. Somos aranha da alma.
Nem tudo que plantei, nasceu. Nem tudo que sonhei, aconteceu. Nem tudo por que lutei, valeu à pena...
Mas vivo tudo que quero e que dá para viver. Errei, errei, errei... Se me perguntarem o que foi que eu acertei, ainda não sei...
A.J. Cardiais
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Poeta
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