Ahora que me sobra el tiempo,
Con displicencia los recuerdos
Voy pasando, hoja por hoja van
Tomando forma en mi memoria.
La música de los valses quinceañeros,
Las niñas de elegantes vestidos largos,
Los jóvenes todos con terno, obligatorio,
De saco y corbata, como los señores.
Todos entrábamos, con regalo en mano.
Infalible la familia de la agasajada; uno,
Para gozar de la fiesta, otro, para conocer
Al pretendiente de la dueña del santo.
Los padres presentes, celebraban con Baco,
Los jóvenes, damas y caballeros, con soda;
Todos bajo la atenta mirada de los mayores,
Pero los tiempos, ya iban cambiando.
Después del bolero, llegó la balada… y así
Empezamos a bailar cada vez más pegados.
Los señores miraban atentos, que nadie
Rebasara los límites implícitamente impuestos.
Delalma
08/06/2020
