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Laberintos en las almas perturbadas por escenas de vivencias enturbiadas entre fatuas odiseas tempestuosas.
Entre limbos escondidos en las fosas se entretejen, sin pudor, vastos mutismos son silencios que descienden en abismos más profundos que el infierno del demonio.
Y parecen radiaciones de plutonio las victorias cotidianas fraudulentas con las dudas recibidas por afrentas. Laberintos con paredes erizadas y adoquines resbalándose en cascadas de profundas e inquietantes recaídas.
La esperanza con la fe fueron roidas por desaires, por desplantes y despechos y de aquellas sólo quedan los desechos. Los desechos de bondades malogradas por astutas triquiñuelas consagradas a los males que se forjan al azar.
Y preguntas sin reparo si sé amar! Cómo quieres que lo sepa vida mía si me queda solamente la agonía de vivir en una muerte disfrazada de alegría, por la mente fabricada.
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Poeta
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Por sobre un bloque de hielo, a la deriva en un océano de aguas turbulentas ibas llorando con tus lágrimas de escarcha bajo un sol falso con cara de nevera.
Y recordando aquel tiempo en que no estabas (el de esquimales y barcos de vikingos) tú tiritabas de espasmos y temblores mientras vertias tus lágrimas cuajadas.
Mientras la nieve se hundía entre las olas y con granizo juntabas tus errores un cierzo frío te acariciaba el rostro y tú, aterido, pedías una pausa y una moviola para empezar de nuevo.
Una moviola que regresara el tiempo a ese momento de fallo y confusión.
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Poeta
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Ya revisé cada rincón de mis recuerdos y ya no estaba tu carita tan preciada y ya no estaba tu sonrisa peregrina ni las pupilas de tus ojos, golondrina.
Ya revisé cada escondrijo en la memoria pues quiero verte tan siquiera fuera en sueños y ya no pude deleitarme con tu aroma para abrazarne a tu belleza incubadora.
Yo no sé cuánto te he buscado en mis adentros tampoco sé cómo encontrarte en mis plegarias tan sólo sé que nada tiene de bonita la vida vana sin tus dulces remembranzas.
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Poeta
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En las aristas imposibles de la nada están el todo, y su constancia ilimitada de proyecciones futuristas irreales.
De los albores definidos por la aurora surgen matices en siluetas de la flora con los placeres que regalan sus colores.
En los geóides de este vasto multiverso nace la vida con sus auras de energía y su alegría.
Y los amores van sembrando su consuelo cuando las almas se conjugan en un vuelo de fantasía.
Con las aristas invisibles de la nada se forma el todo en la silueta enamorada del Universo
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Poeta
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Gladiolas y jazmines y azucenas, con lirios, tulipanes y verbenas, orquideas, claveles y cayenas que adornan el cabello de sirenas.
Petunias, amapolas y rosales de aromas que parecen irreales hortensias, margaritas, girasoles geranios, crisantemos y las coles nenúfares, camelias y gardenias tan bellas, tan vibrantes, fotogenias las dalias, las violetas, pensamiento que adornan los edenes de tu aliento caléndulas, camelias y azaleas son flores que regalan las aldeas de toda esa hermosura que es tu piel Por eso ya no puedo serte infiel.
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Poeta
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En un nublado instante se forjan emociones paladinas se forjan las miradas clandestinas de amores imposibles de olvidar.
En el brumoso instante que engendra la tristeza se forja la proeza de la empatia piadosa que quiere, presurosa, volver de nuevo a amar.
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Poeta
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Aflicciones que son musas de mis trovas y se expanden y revientan como novas generando tristes, tiernas sus historias.
Algidas voces revolcándose en memorias de tantas muertes con sus nuevos nacimientos de tanta sangre que brotara firmamentos de aquél rocío que nos llueve de los ojos entre alegrías y desgastes por abrojos.
Mis aflicciones me seducen por momentos abatiendo mi alborozo y mis contentos y se deleitan en quitarme la sonrisa poco a poco, sin mostrar alguna prisa.
Pero son ellas las que paren estos versos con sus adornos de vocablos siempre tersos de contrabando entre silencios y murmullos como palabras que se expanden cuál marullos.
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Poeta
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Este teléfono susurra sus desidias y yo esperando un entusiasmo que aparentas al otro lado, negligencia en la bocina junto al maullido de algún gato indiferente.
Este teléfono proclama su desgano mientras atiendo una llamada perniciosa de poca cosa.
Es el poder de este deseo de tenerte el que atenaza mi cerebro sin reparos y una bocina que no deja de sonar me está diciendo que lo nuestro es cuento viejo.
Y no hay remedio para el mal que nos aqueja y no hay futuro para el sol que se me apaga en el silencio de una fosa temeraria tal como ésta habitación insolidaria.
Este teléfono que quiere de tus voces esas caricias que musitan al oído tantos colores de matices fulgurantes y no recibe otra cosa que ese tono repetitivo y aburrido y fastidioso.
Y ya no aguanta este teléfono el vacío que le dejaran soledades angustiosas por las ausencias de tu voz angelical.
Este teléfono que llora para adentro tragando lágrimas que no quieren llorarse y no desata el grueso nudo en su garganta aunque no pueda ni siquiera respirar.
Este teléfono que gime este teléfono que llora este teléfono te quiere y te extraña y te añora
Y el teléfono te llama, mi teléfono te implora que regreses vida mía. Te lo ruega noche y día desde el alba hasta la aurora.
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Poeta
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Sé un beso y conviértete en una caricia, atrapa sin avisar... ¿por qué no hacer del amor una sorpresa?, así sabe a vino dulce y a aroma de rosas; a espectáculo de estrellas y danzas en la nieve.
Bésale con el beso más guardado, el que se hurta sin avisar... ese beso casi amigo, disimulado, pincel de miedo... atrevido inseguro...
Tu hogar será el cielo, sus labios, cómo a la sed el agua... las palabras... solo dos "palpitar"...
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Poeta
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Ya te espero en las esquinas del silencio donde callan su dolor falsos amores donde callan su entusiasmo los fragores de caricias y de aplausos que presencio.
Y te espero mientras hilan los minutos el eterno tegumento acompasado de un tejido cuya urdimbre si ha logrado enredar mi corazón con sus astutos sentimientos de ternura y gracia plena.
Y si aguardo mientras sufro de esta pena tal vez sea porque pienso mucho en ti, en el día prodigioso en que te vi recostada a las pasiones del futuro. Lo que queda finalmente es este muro de pesares y de pleitos como bloques y el sigilo de miradas con retoques.
Las miradas silenciosas del ausente que se esconde, temeroso, entre la gente. y el disgusto prevenido y solitario de los peces en el fondo de un acuario.
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Poeta
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