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Los ecos distantes de cumbres sonoras, las aves en vuelo construyen sus nidos el viento las mece por cielos henchidos con altas montañas que cuentan las horas.
La vida se muestra en sus faunas y floras regala perfumes, colores y fluidos y encuentra deseos que fueron perdidos en un devenir de ocasos y auroras.
Las aves volando en sus suaves demoras la piel se estremece con albos latidos en goce que embiste todos los sentidos y presto a La Tierra por siempre valoras.
Qué bellos y hermosos los sueños prohibidos mezclando ciudades con verde esperanza volviendo a la vida que baila su danza en medio de flores, aromas, sonidos.
Qué bellos los cantos que besan oídos los trinos canoros, y hasta los aullidos concierto de luces, de grata semblanza que llenan el aire de paz y bonanza.
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Poeta
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Balbuceando palabras que no tienen sentido te regreso vehemencias y desplantes sin fin Y si ayer me dolía tu altivez y tu ofensa hoy es causa de risa y sonora alegría.
Yo no sé qué destino te acercó a mí camino ni por causa de qué me obligué a tu querer solo sé que te quise con amor de a de veras como quiere el que quiere que lo quieran también.
Y pasado ya el tiempo curandero y sabiondo te aseguro que nada de lo nuestro reniego y que todo lo bello compartido contigo lo atesoro jocoso y feliz de la vida.
Y las gracias te doy por cruzarte en mi senda por pasear tu hermosura por mi humilde morada. Aunque nada recuerdes de mi paso en tu vida yo por Dios no te olvido aunque pasen mil años.
Yo, por Dios no te olvido aunque nunca recuerdes esos besos amargos que dejaste en mi boca tantas veces, querida, en mi fiel juventud.
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Poeta
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Fantasma si me siento espectro deambulante si vivo en este sueño o sueño de esta vida es algo que aún no entiendo.
Por eso me desprendo de toda despedida y pienso en la partida hacia otra dimensión.
No escucho más canción que aquella que recita "la vida no es la vida la muerte no es tan muerta y en este espaciotiempo el todo es ilusión.
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Poeta
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Tarjetas postales que claman ausencias y el viento no lleva ni trae permanencias si miro a lo lejos, conjunto de esencias dibujan tu rostro bordado con trinos
Tan solo quisiera cruzar tus caminos -rendijas de vida, que uniendo destinos regalan sonrisas y besos divinos- Tan solo quisiera migajas de flores...
Si miro a lo lejos se forjan colores que gritan de risa, que gimen de amores Tarjetas postales que dejan sabores... sabores amargos, distantes andanzas.
Los días se siguen en nuevas labranzas las noches se ajustan con bailes y danzas más no hay alegría, ni fe ni esperanzas que quiten lo triste del rostro que espera.
La vida no para. Mi cara de cera que finge sonrisas de calma certera esconde su llanto, llovizna ligera guardada en los ojos, y esconde su frío.
Tarjetas postales y un aire sombrío temor de perderte, y un cierzo bravío que hiela mi sangre teñida de hastío. Perder la esperanza, perder la cordura...
Perder las razones, soñar tu cintura temiendo una nueva y franca fractura, temiendo que el tiempo me quite tu albura forjandome ahora malos precedentes.
Tarjetas postales son menos frecuentes dejándome dudas, ¿cómo es que me sientes? acaso no quieras que vuelva a tus fuentes de amor y ternura, de afecto y confianza.
Me siento desnudo, mi amor no te alcanza, tal vez tú disfrutas de paz y de holganza y en mi desespero la duda se afianza. Tal vez no recuerdas las tiernas caricias
los besos que fueron valientes primicias, abrazos, miradas y dulces delicias... No sigo esperando palabras nutricias escritas a mano y en otra postal.
Ya quiero que vuelvas, la espera es mortal.
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Poeta
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Me duele en el alma decir que te he perdido, Pero tu amor echó raíces profundas En mi corazón solitario Y en los ramajes de mis pensamientos.
¡Ayyy! Si yo pudiera volver a verte, Si pudiera llevarte rosas, el café y mis besos Cada mañana; como antes, También pondría mi corazón en tus manos.
Estos vientos de otoño calando los huesos, Traen amargos recuerdos, De la que fue una hermosa primavera Florecida en tu piel.
Aquellos hermosos recuerdos me llenan de melancolía Y estrujando en silencio tus cartas, Lágrimas negras de hondos pesares, a mis ojos acuden, Como el fiel amigo, sin esperar un llamado.
Tal vez en mi silente dolor sucumba una noche, Me iré con el corazón marchito, Apagada mi voz para siempre, nada he de llevar, Sólo el recuerdo de la mujer que amé.
Delalma 19/06/2020
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Poeta
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Palabras escritas, teoremas de amor ingenuos placeres de cándida pluma. No todos los seres conocen la bruma ni todas las citas producen dolor.
Tras gozos y cuitas, recuerdos en flor de tantos quereres bañados de espuma y luego te mueres atado a la suma de tantas benditas traiciones al cor.
Audacias asiduas , tenaz osadía repites historias de vanos afectos. Angustias residuas sin clara valía
empañan memorias, producen efectos de penas espurias y vana aflicción. Buscando lujurias hallé perdición.
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Poeta
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Es que yo soy mujer y dama y tu señora y tengo sentimientos, ¡y eso es aquí y ahora! ¿Y mis necesidades?, ¿qué pasa con aquellas? yo soy más que un adorno de entre tus cosas bellas
¿Creíste que estaría diez años sin marido? ¡Diez años sin un clavo que se hunda en mi tejido! ¡Diez años sin la mirra vertiéndose en mi piel! ¡DIEZ AÑOS SON; ULISES! ¿Diez años siendo fiel?
Vinieron a palacio los reyes y bandidos con joyas y regalos, con músculos tendidos a mis hermosos pies. ¡Oh cuánta tentación delante de estos ojos que ardían de pasión.
La carne débil es, mis senos consagrados pedían una mano sobando sus pecados mis muslos casi hervían, mi sangre borbotante cedió más de mil veces ante un guerrero errante.
Mis labios; como el fuego, ardían al no verte y en otros labios fueron dejando beso inerte. Oh cuánto te esperé mi Ulises ausentado mas nunca le entregué mi cuerpo a un nuevo amado.
porque no soy de piedra; porque yo soy la dama que quiere que su amor la abrigue ya en su cama. Porque yo soy mujer y búllenme en las venas la sangre y la emoción , mis ansias y mis penas...
Si no regresas pronto no sé qué pasará la carne es débil ¿sabes?, mi piel no esperará Porque yo necesito caricias y calor y besos que me niegas, mi descuidado amor...
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Poeta
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Pequeños pedazos de fina madera que quema la estufa pariendo calor cubriendo los sueños con todo el amor que vierte caricias en tu cabecera.
La llama se aviva, la llama ligera se crece con creces, calienta mejor calienta la sala y su alrededor Gracias a la estufa el frío queda afuera.
Adentro parece un día tropical, invierno de espanto no causa pesar ni el gélido frío nos puede abrumar. Gracias a la estufa la vida es genial.
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Poeta
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Parajes oscuros y sombras siniestras que rondan las mentes con muecas y gritos y siembran conjuros y dudas muy diestras
Palabras dementes que evocan los ritos de mil religiones curtidas de llantos con sus precedentes de lúgubres mitos.
Perversas tensiones con hondos quebrantos infectan el alma sembrando rencores por tantas traiciones, por tantos espantos.
Se acaba la calma, regresan temores la vida se cubre con fina mortaja la vida desalma sus grises colores.
Y luego descubre su vieja baraja el mismo dilema, de nuevo el calvario regresa y se encubre con algo que ultraja.
El mismo teorema, de vuelta al sudario, volver a nacer, vivir nuevamente y el ansia suprema de un nuevo escenario.
Tener que crecer sin nada en la mente, ni vaga memoria de aquella condena y luego el creer que nadie te miente...
La vida ilusoria que corre y se frena persigue a la suerte en tétrica danza da vueltas la noria, ¡qué pena, qué pena!
La vida se vierte sin luz ni esperanza y vuelve la mente tejiendo lamentos tampoco la muerte detiene su andanza: la rueda inclemente de renacimientos
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Poeta
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Cumbres borrascosas, cielo despejado y un soñar despierto viendo serranías, (sus faldas hermosas con su verde prado)
Su páramo abierto a las bicromías -gualdos frailejones sobre tierra parda- deja al descubierto viejas letanías.
Se oyen las canciones que la brisa guarda en la santa Sierra, en la Sierra fría Tantas emociones en su tez resguarda...
En toda la Tierra, la melancolía llueve su quejido sobre blanca cima y en el suelo encierra triste nostalgia.
El sopor dormido del doloso clima viene y se renueva entre sus glaciares nieve se ha vertido, mi aspereza lima.
Puede que no llueva lágrimas solares vientos solidarios, tiernas cofradías pero cuando nieva sobre los glaciares surgen corolarios de nueva poesía.
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Poeta
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