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Hoy no quiero esos recuerdos sentir llenando de nostalgia el pensamiento, solo deseo soñar para vivir las fantasías de ti que son mi aliento.
Mis ojos más no pueden llorar, ya se ha secado el mar del sufrimiento, quiero delirar en la locura al en ti pensar, y viajar en un éxtasis surcando en el viento.
Hoy quiero morir en tu afable sonrisa, así sonriendo contigo siempre estaré. ¡Oh, pero el corazón está hecho trizas, no quiero recordar lo que ayer pasé!
Hoy quiero seguir alucinando por un amor enloquecido, quiero tu rostro seguir imaginando y no saber que te he perdido .
Julio Medina 10 de julio del 2011
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Poeta
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Llueve es noche cerrada, no hay luna tampoco estrellas todo està inmensamente nublado a lo lejos se oye el bramar de la mar. Me asomo a la ventana se me ocurre una idea, salgo y me dirijo a la playa el viento juega con mi pelo el mar baña mi cuerpo todo es como una noche de brujas me adentro a la mar en un momento todo acabara suenan los acordes de la música marina y el mágico canto de las sirenas y ella que se sentia tan sola y no le importaba nada de este mundo se dejo hechizar poco a poco entró en las profundidades del mar y tras un momento ya no se vió, el dolor acabó dejando como rastro la estela del mar. delfin
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Poeta
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Esperar por ti sabia decisión me hizo entender que duele el amor, sin poder hablar ni poder gritar en este corazón, condenado a vivir una necedad sin ningún valor.
Por tu amor lloré en la desesperación muriendo por ti, cruento fue el dolor, conmigo acabó, pero no escuchaste la dolorosa aflicción ausente de ti el fulgor del alma apagó.
No existe traición cuando no hay amor, en la adversidad llegó otro corazón dispuesto a luchar, quien curó el dolor prendida de mí con nueva ilusión.
Serena y sensible tocabas mi ser le diste abrigo y consuelo a quien no tuvo amor, como tenue luz brillas en la oscuridad de mi padecer. ¡Cuánta falsedad tiene el desamor!
Esperar por ti fue una ansiedad pagana sufragué bien caro este inmenso error, no me daba cuenta de que un alma cercana esperaba por mí para darme amor.
Julio Medina 6 de julio del 2011
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Poeta
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ODA A UNA MANSIÓN DE PAJA
Si Pudiese... De las nubes. Haría Una ¡Gran mansión!. De la paja. ¡Qué son!. Son de lágrimas, los ojos. ¡Del tiempo!. Donde moriremos. Todos, dónde y dónde. ¡Duende!. ¿Duende?. Están las risas.
Sólidas, de piedras. ¡Dulces!. Y la paja. Huye con la boca. Seca y dura. ¡Dónde ya nadie, no puede, ni acostarse, ni soñar!. Ni Dormir. ¡La noche!. ¡Qué despierta, con el sol!.
Si pudiese. Ésa... ¡Mansión haría!. Como sueño. Y río, y lago, y las nubes. ¡Usaría!. Secando, cada vez. ¡Cada lágrima!. Que por el tiempo, de los ojos... ¡Han llorado!. Gotas. ¡Como nubes!.
Donde. ¡Son dulces, las piedras!. ¿Dónde la paja ríe?. Con la boca seca. De la noche, nubes empedradas. ¡Muriendo todos!.
Todos, y... Donde ninguno. ¡Dónde ninguno, puede huir!. Ni soñar. Al sol, siquiera, una sola. ¡Noche!. De lágrimas mansión.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Como un loco lleno de dolor, empuje la puerta, habia por doquier gente que lloraba, y en medio de los blandones funerarios, estaba ella...mi amada muerta... ¡se me fue! se la llevó la muerte con su mano de hielo... dejándome destrozado...inerte, solo y triste,clamando al cielo, lloré,grite...y aquel gemido que lanzó mi alma loca, hizo que se apagaran la luz de los cirios, despues...no supe de mi, loco de dolor bese su boca, un beso eterno de amor le dí, todo el llanto de mi alma lo entregué en ese beso, ¡el último beso de amor que le di.
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Poeta
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*** LLUVIOSO RECUERDO ***
Una noche lluviosa murió tranquilamente. Entre mis luchas, en el olvido aquél, hoy pienso. Del astro, melancólico, bajo la lumbre. De su boca, de fuego, con la fiebre ardorosa.
Lluviosa de fuego. Lucha melancólica. De su boca. Una noche. Bajó el olvido.
Iba topando con ella a cada paso, de mis consuelos y la reja, asomaba.
Bajo la lumbre, del astro, sin par, era brisa, en su hermosura. ¡Sentí en el pecho, nubes y sol!. Y hablar al viento, del perfume, ése...
La mirada, cruzaba, por un velo. Y encima el alba, de mí, corazón herido. Esa noche, lluviosa vive. Desde aquél, hermoso día. En la aurora nace... ¡Pienso, siento, recuerdo!. Venturoso, feliz, fui al encontrarla.
En el camino. Áspero de perlas y espinas. ¡La vida!. Y Recordar... Lluvioso, ésa noche.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Siempre pensé que huiría de mi Sin fecha pero sin falta, con garbo y esperanza Con aplomo y sin vislumbrar nada claro. Sin quererlo apareciste y me regalaste la esencia del deseo Como jamás nadie me lo había ofrecido Y ambos, sin reclamos ni explicaciones, Nos entregamos al placer de nuestras caricias. Pronto entendí que no podría retenerte, No por falta de ganas, no por desinterés, Quizá si que por la cruel incertidumbre de los tiempos convulsos, De unos sentimientos alborotados, desordenados, Dañinos al fin y al cabo. Decidí pues exprimirte al máximo, Saborear cada encuentro anónimo, Secreto y lleno de nostalgia, De sentir que te me escapabas, Deslizándote poco a poco por un tiempo imparable, Dispuesto a no volver nunca más. Te pienso desde entonces. Es cierto que soy feliz, vivo sin ti, Y soy feliz pero esto traspasa la frontera de lo desmedido, O de lo comedido, según se mire. Te propongo ahora un encuentro casual e íntimo, Unas miradas y algunos besos, Un atardecer para nosotros donde todo desaparezca. Y me resigno, de nuevo, a tu larga espera.
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Poeta
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Brotan lágrimas de mis ojos Caudal incesante que día a día se renueva Queriendo ahondar en la piel Como si fueran surcos profundos de tristeza Como es de largo el camino de tu ausencia Existe y es doloroso Dibujo en mi mente Recuerdos que perduran Como fue acunarte entre mis brazos Acariciar tus cabellos Entonar una canción de cuna Apaciguar tu enojo Para a tus inquietudes dar calma Necesito llegues a mi Con tu rostro sereno De sonrisa amplia Dándome fuerzas para subsistir Diciéndome yo sé que vos podes Ese será el momento En que podré asumir que no estás Que no puedo verte Pero mi amor por vos no cambia Perdura, se engrandece a través del tiempo
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Poeta
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He perdido la inocencia ante tu instinto que te llevó a sondear por mis caminos, recorriendo sus recodos y sus ríos y almorzando en mis manjares y mis vinos.
He perdido mi inocencia ante tus ansias, imperantes de placeres conocidos, que tomaron como tuyos mis anhelos transformando en pasión, lo maldecido.
Te erigiste como el hombre dominante en el juego de una vida que empezaba, saboreando el placer del caminante.
Y te erguiste ante el sueño complacido de lujurias, ansias locas y favores, soberano de la angustia y lo venido.
Te maldigo pues entonces por mi vida, por mi afán, por mi ilusión, por mi demencia, pues lograste que hace mucho, mucho tiempo, transformaras en angustias mi inocencia.
Marta Díaz Petenatti- 08-02-2010
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Poeta
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Se te olvida que tu amor ha dejado cicatrices yo no las puedo olvidar, y recuerdo cuando antes éramos felices hoy no te puedo abandonar.
Pasé un susto al saber que este amor se termina junto a ti no podré estar, te advierto que no regreses arrepentida tratando de nuevo comenzar.
Más sin embargo estoy dispuesto a escucharte quizás pueda darte una oportunidad, aunque he jurado olvidarte para no llenarme de infelicidad.
Entre los dos hemos fijado un duro destino por no darle tiempo al amor, piedras y abrojos hallaremos en el camino tropezaremos con el dolor.
Pero si insistes y estás dispuesta a intentarlo yo estaré a tu disposición, si alguien te quiere no debes dejarlo sin antes consultar al corazón.
Julio Medina
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Poeta
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