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Campesino
El sudor resbala por la frente
morenamente rugosa
y cae junto al arado
como semilla de nostalgia
Crujen las maderas del atardecer,
el surco abierto
se llena se melancolía
Lentos se deslizan
los pies descalzos
por la huella negra
Una alegría triste
lo invade
al fin de su labor
El piar de las aves
suena como péndulo nervioso
en los oídos del horizonte
Ya el viento teje
con huso melancólico
una alfombra en la tierra,
donde el obrero busca
su reposo taciturno.
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Poeta
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LA ESPERANZA DEL PAN
Buenos días, mujer
¿cómo amaneció la niña?
Voy a salir de nuevo
a recorrer mi engaño y mi rutina
Dáme tu silencio, mujer,
No te escandalices de mi rabia…
Circunda con tu beso compañero
la cotidiana desazón de mis semanas
Ya no quedan postigos,
Ya no me saluda el funcionario,
Ya no me otorgan crédito los cementos,
poco queda ya en mi inventario…
Parto a deambular mis muelles,
A formar fila en los pasillos,
a compartir prestados cigarrillos,
a reprimir una vez más mis desvaríos
Cabalgando la aurora soy ripio,
Volátil, reseco,
Errante pasajero del viento,
Extraviado en callejuelas inéditas,
Construyendo una nueva mentira.
Recobrar a mediodía la fuerza
para tejerte un cuento…
la probabilidad azul de un nuevo puesto…
En los astilleros,
En el dique nuevo
que quizás pronto
que ojalá luego…
que talvez nunca…
Buenas tardes , mujer
¿almorzó la niña?
¡Para mí? …no nada…
Me invitó un amigo
que está por instalarse…
trabajaremos juntos ¿sabes?
Y gracias mujer, por tus silencios
Suficiente es mi rabia contenida
Frente a ella, casi altiva
heroica vas siguiendo mis mentiras…
Ayudándome con esa fe sencilla…
“Mañana, si Dios quiere, será otro día…”
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Poeta
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RESISTENCIA
Alerta, poesía, resistamos… Entramos a la era tecnotrónica. Herodes se ha vestido de pragmático, El Poder nos manipula hasta el cansancio.
Desquiciemos su torpe Cibernética, arruinemos sus tácticas esdrújulas. Entra silbando, irrespetuosa, que salten sus fusibles infernales.
Dibuja camanchacas de abedules, conjuga bramante el verbo Océano esparce por pantallas y satélites de tu canto astillas encarnadas.
Enloquécelos con tu cuerpo vital. Encarámate en grito, lamento o carcajada. Rescata las corolas y la melancolía. Exorciza fantasmas de nardo. ¡Raya murallas, sé consigna del alma! ¡Que no nos tecnifiquen la nostalgia!
Vocifera, es tu deber, eres la única. Detrás de ti se alinea la esperanza. Incrépalos, amiga, no nos falles.
En raigambre mestiza usa mil nombres. Proclama a la América asediada Sumérgete en sus fiordos invencibles, recórrela cantando, sube por sus tobillos de ulmos y lanas esteparias.
Rodea su cintura de permanentes aguas, despierta los pregones de la pampa.
¡Cura su dolor absoluto y altiplano! ¡Únete a su voz, sé solidaria! ¡Sé valle, macumba y Pachamama!
Desconciértalos, poesía, resistamos… ¡Inventemos el día indispensable!
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Poeta
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Formularon incómodas preguntas…Los interrogados miraron de soslayo…Luego, siguieron en lo suyo, impávidos, proyectando perfiles, asociándose en la ploma cofradía del silencio…
Les habían asignado a los poetas, estos anárquicos bohemios que rayan la pintura de los solemnes juristas, un rol categórico: Voz de los que no tenían voz, faro guía para que navegaran los faluchos en la noche.
Por justo dieciséis los poetas se la tomaron en serio…Sesionaron por largos manteles clandestinos, concertaron madrugadas y epitafios.
Claro que hubo algunos que prefirieron alardear de herméticos: se tragaron los gritos, se excusaron con crisoles modernistas…
Otros, usando largas botas para el barro, se construyeron palafitos y como los canarios cantaron dulcemente desde sus jaulas…
Pero, los más persistieron. Se pusieron a pintar murallas. Algunos, exiliados, optaron por sesudos análisis sin tiempo y quedaron anclados al dolor de una partida.
Pero, los más, se volcaron a cabezazos, a pura tinta y brocha gorda contra los túneles convivientes…
Fue por dieciséis, acaso menos, los poetas nunca pintaron sus cara, fueron dramaturgos de lo cotidiano. Espartanos gladiadores de la palabra.
Todos ellos, escribiendo, actuando, cantando, grabando o esculpiendo, pintando, gritando o murmurando…También vociferaron. Era la tarea social que les imponían
Y gritaron fuerte. Se tomaron en serio ser voz de los que no tenían voz. Todos ellos estuvieron, a su modo, dándose de codazos para ser vanguardistas. Pero la mayoría, al fin y al cabo en la misma línea…
Se la creyeron: faros. Con la soledad a cuestas como todos los faros. Con rompientes a cada verso, como en todos los faros. Dando a luz esporádicamente, como todos los faros.
Sin pretender avisos luminosos para ayudar al gasto de energía, así son los faros... Todavía, al menos, nadie ha publicitado diet cola en los faros.
Poetas, faros, iluminando a tientas los apagones…Y ellos se la creyeron…
Pero, justo a la salida, con la garganta ronda, faltando varios, ignorados, dispersos, sin la más mínima antología, los poetas creyeron que el gran eco de todas las voces les respondería. Que manaría de las montañas una respuesta casi absoluta: el eco rompiendo los tímpanos de las cansadas ciudades.
Esperaron, esperaron. En vano reposaron sus espaldas sobre los muros que quedaban. Nada se oía, nadie respondía. Sólo empezaron a ver las multitudes, sólo percibieron algunos abrazos, unas pocas lágrimas.
Y, luego, las carreras, las bolsas plásticas de las liquidaciones y el silencio.
Todos pasaron de largo, los escaparates repletos de testimonios se pusieron amarillos. Los trabajadores del arte quedaron cesantes, cambiando afiliados de aefepé en aefepé.
No los antologó nadie, los discursos perdieron vigencia. Resultó demodé tanta nostalgia.
Los silenciosos burócratas de siempre, con su amnésica mirada, archivaron los dieciséis, como si nada.
¡Lástima! Lástima que los poetas se la tomaran tan a pecho.
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Poeta
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En la piel siento vergüenza En los ojos desconfianza En mis manos escondidas sólo siento la distancia.
Soy espejo del decenio, disfrazado de formal Voy mostrando la sonrisa, maniquí de bulevar
Evitando invitaciones, con temores de invitar, restringiendo confidencias, un espécimen normal
Deambulo en mis ciudades al redoble del terror, rehuyendo las miradas oscuro depredador
Encogido en mis pretinas, enclaustrado caracol, disimulo mis espantos, amable componedor
Y me alergian los bullicios Y le escapo a su canción, han logrado transformarme en gentil consumidor
Y al pensar lo hago despacio, me censuro imaginar… ¡Cuánto cuesta sacudirse la doblez espiritual!
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Poeta
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Me sorprenderán demasiado pronto
Creo que tropezaré con ellos
antes que cesen mis escalofríos
Iré de todas formas,
esgrimiendo cubetas de osadía
Seré jardinero epistolar
en noches carentes
Dejarán mis encías partidas
La lengua irritada de gritos
Sé que será violáceo el dolor
(Los ungüentos de la mística
quizás me adormezcan)
Se hematomarán mis secretos
Mentiré una trifulca
Lloraré a gritos,
pero no me astillarán sus electrodos
No gangrenarán mi cuna
Me sumergirán y seré corcho
Saltará la vida por mis pústulas
Me descubrirán demasiado temprano
Iré en pijama apolillado
No se compadecerán de mí
Ni yo tampoco
No seré héroe,
Sólo carne desgajada
Seré baúl de doble fondo
Apenas morderán de mi hojarasca
Mis uñas ya no partirán firmes
la naranja
Dejarán mi frente escarnecida
y no habrá agua bendita
Encaramado a los nardos de mi arena
Volcaré mi impotencia entre ladridos
(Creerán haberme demolido)
Temerán mis miradas en sus ojos
Clausurarán la piedad dentro de un túnel
Estaré desnudo en su parrilla
(No seré vanidoso al enfrentarlos)
Me descubrirán a mediodía,
pero aguardarán la noche, por rutina
Me descubrirán demasiado pronto
no podré calzar ni mis mentiras
Allanarán mi Biblia y mis poemas
Desmantelada quedará mi conjetura
Me sorprenderán demasiado pronto
Humillará mi cuerpo su soberbia
Les absolveré de prisa,
(Dios lo quiera)
para lastimar su mísera miseria
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Poeta
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Estás solo, tiritando Has venido a mi portal Declamados tus derechos ¿quién los vuelve a proclamar?
Son, mi niño, tus derechos convicción universal Tus mayores se persignan Los editan sin parar Es hermoso su empastado Son epístola papal Son poema nerudiano Se conmueve el más truhán
Son discurso recurrido Infalible de apelar Hay consenso, es increíble Saca aplausos, ¡colosal!
Tu derecho, ¡formidable! Tu derecho y otro más…
Pero estás frente a mi puerta -¡si te viera la Mistral!– No te leo tus derechos No se trata de imitar
Simplemente, te convido de mi duro, algo de pan -quizás logres indulgencia consecuente intelectual–
Ay, mi niño, tus derechos ¿quién los vuelve a proclamar?
De Miedo al Miedo, 1983
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Poeta
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Hurguemos en tu historia la savia literaria Ya basta de abstenernos en torpe autocensura Rompamos etiquetas busquemos la cordura
Si fue civilizado ser acero del hambre, Políglota del genocidio, master del absurdo, saltimbanquis del odio o marionetas…
¿Por qué, entonces, no remontar los Andes y vociferar hastiados?
¡Dennos un siglo solo de mayas resurrectos. de incas persistentes, de fuerza mapuche irreverente¡
!Dennos apenas un minuto¡ para libar en greda de Atacama aquella ancestral promesa indiana…
Congreso de Panamá: Bolívar elocuente, pero era madrugada
Matriarcado adolescente de niña americana, intentando ingenua y flaca sentarse a la mesa veterana
Congreso de Panamá: Bolívar y su llama, Pero era madrugada
Y fue el viento del norte El que rasgó esperanzas
Mandaron emisarios A sofocar su fragua - peligroso emblema eso de aunar las chacras -
Quisieron sepultarla: usaron fratricidio los traficantes de armas Tras tórridas alianzas corrió sangre mestiza por desiertos, sierra y pampa
La moral del poder fue crema utilitaria que justificó doctrinas y almas derramadas
Hubo de aprenderlo en fuego la niña americana, tras muchos avatares la intuyo cabizbaja
América temprana, hoy bebo de tu historia que es fuerza renovada
¡Ya es tiempo de campanas! ¡Bolívar vive y clama por sacudir tus llagas!
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Poeta
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Saltas
Con tus alas fantásticas
todo el día
Eres sonrisa
Puente, campana
Me llevas a tu selva de intelecto
Me sorprendes con tu penúltima consulta
Sin dejar que te conteste, vuelas con otra
Escabulles, saltas, mariposa delgada
Tejiendo tus alas, en colores geométricos
Bordas, brincas y escabulles
emerges sorpresiva de tus libros de cuentos
Disfrutas el polen de tus días
y hoy te enamoraste, sonrojada
Delgada noviecilla de árbol navideño
Preciosa princesita que ríe porque ama
Tu sueño deambula y brinca
todo el día
vital y enmarañado
Disfrutando ser libre
Hasta que me preguntas
“¿Qué es libertad, papá?”
Y me sorprendes...
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Poema publicado en Libro Miedo al Miedo, 1983
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Poeta
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Curumim (José Antonio de Souza Gama-Balzac)
Ah ... Curumim Tomaron su hueco Tu bosque Su río
Ah ... Curumim Se llevaron su cultura Su libertad Su orgullo
Ah, Curumim ... Toman su voz Su fe Su poesía
niño indio, niño indio, niño indio ... Ocupan su alegría
Pero para conseguir "justicia" Ellos te dieron un "regalo" "Un día"!
Leopoldina, MG, 19 ABRIL 2011.
(Original) CURUMIM (José Antônio Gama de Souza-Balzac)
Ah Curumim... Tomaram tua oca Tua mata Teu rio
Ah Curumim... Tomaram tua cultura Tua liberdade Teu brio
Ah, Curumim... Tomaram tua voz Tua fé Tua poesia
Curumim, curumim, curumim... Tomaram até tua alegria
Mas para fazerem "justiça" Deram-te de presente "Um Dia"!
Leopoldina, MG, 19 de abril de 2011.
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Poeta
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