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Sigues tratando, buscas contacto desde el celular me estás llamando no te hago caso, sigo colgando no te contesto ese aparato.
Esa insistencia me está abrumando no quiero nada con el pasado, me encuentro lejos, bien separado no digo nada, me estoy callando.
Esa sorpresa que estás guardando dásela al que es responsable, no pienses mucho deja que él hable, se pasa el tiempo y va volando.
Me siento bien, tomando un baño en cambio tú sigues buscando a quien ese encargo le estarás dando, nunca aceptaré tu cruel engaño.
Julio Medina
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Poeta
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A escondidas me citas a lugares muy remotos, apropiados y libre de alborotos, con tus encantos invitas.
Atenciones, besos, amor lo que no tengo en la casa porque la mujer se pasa siempre con mucho rencor.
La dulzura en ella brota sin obligación ni contrato, cuando la pareja pierde el tacto hay que pensar en la otra.
Julio Medina
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Poeta
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Varonil, sentando las pautas para vivir con un corazón indomable, muy fuerte, en un enamorado la rosa lo convierte y no sabe que con sus espinas se puede herir.
¡Una herida! Él piensa se va a morir en silencio llora la necesidad de tenerte, desesperado busca la forma de verte, ya nada ni nadie puede calmar el sufrir.
Te suplica porque el dolor no lo puede resistir jurándote que nunca dejará de quererte, te dice: “Solo fue la mala suerte”. La deuda de amor él la quiere asumir.
Julio Medina 11 de septiembre del 2010
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Poeta
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Lágrimas derramadas caen al vacío se pierden en el llanto perenne y seco, sin ruidos ni oídos, no existe el eco de un grito enmudecido y sombrío.
Llora el alma en la penumbra herida, desgarrada sin sentidos ni aliento. ¡Qué ironía decirte que miento! En la nada vaga la esperanza perdida.
Tristezas alumbrando en el camino, silenciadas por una vil mentira, ahora que todo el mundo gira el desamor fija mi destino.
Julio Medina 15 de septiembre del 2010
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Poeta
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Sos el recuerdo imborrable el perfume impregnado en mi almohada esa pagina que no tengo el valor de pasar ese dolor constante que se ha vuelto mi letal compañía... ese desamor que no calla ni se esconde. Sos la sombra que me sigue por mar y tierra mi reflejo en el espejo y el sonido de mi voz cuando te nombro en las noches de desesperación. Sos la bronca contenida que se recicla el sedante que me calma la droga que me incita a seguir consumiendo las lágrimas que queman el ahogo que no me deja respirar sos el miedo a que me dejes y la impotencia de tenerte al lado. Sos la sentencia de mi alma el karma de mi espíritu rebelde el secreto mejor guardado que no pienso revelar sos ese susurro antes de poder despertarme pero por sobre todo sos ese amor que nunca sera...
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Poeta
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Me dejaste sin razón, triste, desconsolado no te preocupó el amor que me decías tener. El tiempo es fiel testigo, mujer de este corazón abandonado.
De tus promesas ninguna fue cumplida de la frágil relación de un amor que se ha muerto, dejaste en mi vida el abismo de un desierto desangrándome estoy por la herida.
Este querer que de la nada surgió en el aire se ha esfumado, te has ido lejos y no has regresado aquel bello sentimiento, el viento se lo llevó.
Julio Medina 23 de septiembre del 2010
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Poeta
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Una mañana como tantas otras Recorría yo los senderos misteriosos Por los que la vida nos lleva a destino La resignación se reflejaba en mis ojos Al encontrarme otra vez con el vacío
Vacío del corazón que añora viejos sueños Aquellos robados por este mundo mezquino Vacío de esperanzas, que han tomado vuelo Y huído cual golondrina cuando llega el frío Al ser de esta realidad aterrorizado testigo
Así me encontraba aquél día Frente a frente con la soledad Cuando te vi ahí junto a mí Y de pronto con tanta naturalidad Al verte a los ojos pude sonreír
Porque con solo una palabra Habías Curado todos mis males Pude confiarte mis mayores temores Me llene de sentimientos loables Y sentí por fin aliviados mis dolores
Pero lo más importante Es que me devolviste la fuerza Las ganas de vivir la vida Descubrí en mi interior la riqueza Que había dado ya por perdida
Hablamos sin decir nada Hasta que sellaste mis labios con un beso Nunca sabrás todo lo que con él me diste Es por eso que en estas líneas me expreso Pues no sé cómo llegaste ni por qué te fuiste
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Poeta
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Estando en el auto sentado el celular comenzó a sonar, cuando lo fui a contestar era número equivocado.
Volvió a sonar mientras caminaba lo contesté con timidez, con buena suerte esta vez pude saber quien me llamaba.
El corazón retumbaba y la inquietud me invadió, tu desamor me marcó porque con otro tú andabas.
Mientras yo te escuchaba decir aquella tontería, pensaste que perdonaría a la mujer que me engañaba.
Julio Medina
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Poeta
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Despertando con mas lágrimas, de las que puedo contar, dejándolas que caigan para poder abortar.
Otro melancólico, triste recuerdo en este valle insólito invadiendo mi sueño.
Deshaciendo las cadenas con las que me atastes, poco queda de la vida plena. y de este arte
Volviéndote a ver sin encontrarte, en esta letra quiero saber cuanto llegue amarte.
Me pregunto la medida de estas palabras, descubriendo lo que significa no estar solo en la cruzada.
No hay príncipes, ni bellas princesas, este es mi índice donde la tristeza empieza.
Ayer me llamastes pero no respondí, no iba a reconciliarme si me pusistes fin.
En un sin fin de sentimientos que me ahogan, olvidando lo que te anhelo con alguna nueva droga.
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Poeta
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Perdí mis añorados días de lujuria, como un ángel caído sin lívido, enamorado de un lago sin lluvia, donde se humedece mi piel y escribo:
el recuerdo de conocernos ayer lamentando como nos perdemos hoy, ya no comparto otro amanecer sin preguntar a donde voy.
No es fácil olvidarte, si te paseas por mis calles, difícil menospreciarte si me resucitas y vuelves a matarme.
No entenderé tu amor por mí, ni la locura que me invade, tampoco la relación sin porvenir, dándole pie para torturarme.
LLoré mis pérdidas en tu pecho mientras fingías estar dormida, abrí mi alma en tu lecho disfrutando de una dulce compañía.
Por este peculiar mundo en el cual hemos venido a parar, una noche de vigilia seguro nos volvemos a encontrar.
Compartiendo algunas miradas, sin nada que poder decir, comprendiendo palabras atragantadas en mi garganta, pudiéndolas deducir.
Abandoné la seducción con algún altibajo, despertándome con tus labios entre mis brazos.
Rectificar es de sabios y yo no rectifico, creció un amor fatídico donde no quedaba sitio.
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Poeta
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