Lo escrito forma parte de mi vida. Me muestro tal como soy. Y aparte de ello es una prueba de como se escribe en redondilla, primera cosa que me han explicado sobre poesía. Gracias amiga. Y nada, espero que perdonéis mis errores ortográficos. Nos vemos.
Ruedan lágrimas de sangre en el alma del poeta, y se deslizan dejando, regueros de amor y penas. No se detiene la rueda, que engrana cada polea, cada engranaje que mueve al que se apoya en su esfera. La sangre no tiene nombre, lo tiene quien la envenena.
Recuerdos en el morral, ocultos entre los pliegues, de sus recias entretelas. Con las luces encendidas, para saltar cuando quieran. Adornados con las orlas, que les va colgando el tiempo. Adaptándose al deseo, que nace en cada momento. Abrochados al socaire, del miedo y el sentimiento.
Almohadillados sillones, para ricas posaderas. Beneplácitos y loas, para el famoso que medra. Prebendas y sobresueldos, para el zoquete que lame las botas de quien le ordena. Hinchados egos que laten, al ritmo que el amo quiera. De quita y pon sus miserias y unas hojas de laurel, para adornar sus cabezas.
Se quedaron las cunetas, de verdad y valor rellenas. Tierra que abraza los huesos, como una fiera a su presa. Envueltas entre los granos, las vidas que fueron nuestras. Engarzadas al origen, de las madres que las gestan. Sumidas al abandono, de quienes de espalas reptan. En el olvido innombrables, por quien vive en la trinchera.
Cada lágrima se esconde, entre la lucha y la espera. Cada brasa en el rescoldo, que va dejando la hoguera. Que no se apague la sangre, en el fuego de las venas. Que no se sequen las lágrimas, que empapan la seca tierra. Que no se apague la historia, en la triste duermevela. Que silben en las colinas, las almas que siguen presas.
Se fue arrugando el poeta y ensanchando sus fronteras. La mirada entre las sombras, para sentirlo de cerca. Y las luces a su espalda, para que le empujen fuera. A.L. http://alupego.blogspot.es 25/08/2019
En las luces de los ojos, se adivina la nobleza, fiel entrega en su mirada, una dádiva sin reglas, una entrega sin barreras, ojos que brillan atentos, sin esperar recompensa, nobleza pura y auténtica.
El viento rozó la vida, para expresar la existencia, marcó en el gesto la duda, con su infinita destreza y acarició o flageló, la vida en su coyuntura. Así, vive la cordura, reflejada en la conciencia.
Tenues reflejos de Luna, en los vivarachos ojos, en las afiladas sombras, de la curtida mirada. Planean sobre la hambruna, recalcitrantes despojos. Una luz en la ensenada, atrapada entre la arena.
El agua mojó los párpados, que como lágrimas ruedan, como delicados pétalos, que en el rocío se bañan. De guedejas blancas pueblan, las cejas de la nostalgia y luciérnagas sin habla, miran curiosas los gestos.
En las manos la ternura, fuertes y recios tentáculos, que aferran con amargura o agradecen apretando. Como sarmientos los dedos, palpan la verdad buscando y rozan la piel madura, en los atrevidos tálamos.
El Sol bañó de esperanza, la sombra tétrica y dura, resplandor en las pupilas, tornasolando las marcas, de la vívida criatura. La fuente en calidoscopio, convirtió la luz en vida, entre sus destellos mágicos.
Amor, que vas o te quedas, llamando a la estrecha puerta, cruzando el umbral penetras o de soslayo te alejas. Al socaire el corazón, misteriosa vestimenta, que arropa su indecisión.
A.L. (ángel l. pérez)
NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
Muy pocos de nosotros estamos solos alguna vez. Uno puede retirarse las montañas y vivir como un ermitaño, pero cuando esté físicamente a solas, tendrá consigo sus ideas, sus experiencias sus tradiciones, su conocimiento de lo que ha sido. De igual manera el sanyasi que en la India se aparta del mundo viviendo en aislamiento no está solo, porque el también vive con sus recuerdos. Yo hablo de una soledad en que la mente está por completo libre del pasado; solo una mente así, es virtuosa, porque únicamente en esta soledad hay inocencia..Desde esta soledad adviene una virtud que trae con sigo un sentido extraordinario de pureza y bondad.
En el centro de la duda, nace la verdad desnuda, como fagocita el sueño y alerta la pesadilla. Se cubre de nieve el huerto, como un manto que le cuida y en el mar de los deseos, los desamores se agitan.
Se va achicando la luz, que se pierde en las orillas, de la inmensidad azul. El viento torna a ser brisa y en el borde del talud, baja la Luna sin prisa. El silencio cobra vida, en la sombra y en la luz.
Sangra la tierra desnuda, ríos y arroyos circundan, su cuerpo terroso y recio, venas sinuosas la cruzan, como extraños vericuetos, en su núcleo se concitan, brasas, bramidos y fuego, hermosa esfera terrícola.
El humo cegó los ojos, del universo que mira, nebulosa en sus pupilas, bruma cegadora y fría. Mares de sueños circundan, las encarnecidas vidas y van dejando regueros, de tibias gotas de vida.
Las tinieblas se disipan, cuando el amor ilumina, la sombra tétrica y fría. Flotan radiantes las notas, de sus armoniosas rimas, dejando nidos ardientes, en cada cuerpo que anida, con sus sentidas simientes.
Lame el tiempo la ilusión, que entre atajos se desliza, amor que dobla la esquina, para encontrar otro amor. Calma chicha en la pasión, que arde en el corazón, sabor a fuego y cenizas, arrebatos en la voz.
Va abriendo camino el Sol, como se acerca a la vida, el retoño que nació. Sollozos en el amor, cataratas de alegrías, inusitada ilusión, sin control y sin medida, unas lágrimas vertidas.
Entre la noche y el día, los corazones titilan, forjando nuevas pasiones, nuevas y latentes vidas. Se va la sombra suicida, renunciando a su color.