|
PAJAREANDO AL CARBÓN
Los pájaros inanimados dejan al firmamento, incesante del cobre confuso. Al polvo cauteloso. De la noche caída de un árbol. Del siglo del año anterior, único difícil. De la perla encampanada.
¡Al carbón!.
Recostado el murmullo sobre la lluvia, corre a despertar al sol, delgada hoja con dedos finos, la madera solemne de los abetos. Con un poco del cuarto, traga irrompibles mentiras, cada pared rica de notas, débiles y quiméricas libertades.
Tal vez cada día quede, con un futuro irrepetible signo, en la realidad diluido.
Con la mezcla del bambú, el hierro crece agitado, labios resecos del agradecer, al agresor, las caricias de las nubes.
La mazmorra esparce al grano, diluyendo, de nuevo al campo, humeante, en la pasta, plástica, asimétrica. La pecera ladradora respira, codo a codo, cada peldaño, un rato, robado, al tiempo, fiel oruga, la promesa espigando, entre las uñas del dibujo.
¡Pajareando, quedó pajareado al carbón!. Y Luego... Entregó la cabeza verde a cada rato. desteñida ágata de claro vuelo. las cartas invertidas. del tren de las sombrillas. con la brecha gastada. al temblor caricia, del túnel, al timón de mantequilla. ¡Sitio sacudido con lujo!. A la vista, del salitre, mensajero.
Estando en bandadas las escamas. al color empaquetado. en el forro de visión, un mamut, encuentra el sombrero, un cabaret, desdoblando la rodilla, un valet, la casa de los botines, quitando de las axilas, la desesperada pantorrilla.
¡Pajareando al carbón!.
Allá están los muslos del hacha, la mecha de los papalotes. ¡Escribiendo del rubí al abanico!. Del nivel de la pizarra, sobre la mesa de las bicicletas. ¡Guardando anónimos deseos!. Informando a la caballería. de los rayos ultravioleta, con el eco del bosque, con las caderas del trigo, con el garrote de bobina. ¡Y la___Turbina___En los murales!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
DESFALCADOS COLMILLOS
En el bostezo retorcido, de los años curvos, son las cabras giratorios leones, de vértices concierto del tumulto, del doble reposo inservible, del fondo deteriorado, de las pestañas. Antes que cada sombra flotara, finalmente apagada en blanco, queda un azúcar árido zig-zag.
Insertando al cielo el pecho un disco pululan los tigres un gigantesco sedimento de escombros que hablan con las ventanas estrechas.
Aquéllo. elevando el agobio retorna lento. la solapa que sopla cortada. en la pinza de la panza un vaso excesivo que, no es preciso... ¡Discutir!.
Una vez más, los reflujos, limitan rojos, los claveles del nada, que se disculpan, al cuento harto de razones, y escarabajos pacientes.
Más convencida, quedó alegre, la sensibilidad del automóvil, atrás del columpio recobrado.
Tan torpe, era cada hilo, un prurito, atrapado, merced al miedo, aclarando, de la inexistencia, un mordisco.Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
SEGUNDOS TERRENALES
Despierto muriendo cinco veces. ¡Y perdón me pides!. Ya no. ¡Espero al otoño largo!. Al mar. Salir persiguiendo primaveras. Las humeantes burbujas. ¡Virtud y tarde!. Al otro lado del cristal.
¡Hay nubes qué sueñan!. Ser dulce abeja. ¡Entre lunas qué corren!.
Tal vez el eco sucumba angustiado. ¡Al marchar ecuánimes cóndores!. Con fantasías de colores. Cinco otoños silvestres. ¡En la creación!. De pequeños universos. Al transcurrir millares de palomas. Llevando de compañeras letras.
En el frasco sonrientes. Amistades. Amistades. ¡Sin victimar al tiempo!.
Terrenales solo, terrenales. ¡Lagos secos sabor de leche!. Segundos, sin despertarse. Agrios, vinagres, alegres. ¡Con los insectos de fragua!. ¡Círculos de la infelicidad leyendo!. Ladrando al ojo que cruje. ¡Resbalando al vapor!. Perdones arquitectónicos. ¡Cinco segundos primero!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
TALLA MECÁNICA
En el estanque se retuercen los tornillos. Por el orgullo de las tuercas.
¡Oh!____Insólito misterio del taller.
Mecánica talla. Enorme herramienta deslumbrante. Hierro, zinc, aurora del aceite. Avalancha mejilla con pinzas. En los signos eléctricos perfumes.
Talla del taller. Cintura del pedal en la mañana. Testimonio despierto del gato. ¡Mordiendo el vuelo de abejas!. Triunfo del abanico que enseña. Fábula sonora del espejo mudo. Leyendas del humo amargo canto.
Estalla la canica. Del principio obstinada. La zanja sincero. Exalta incandescentes nieblas. Pálidas, gacelas, en juvenil paisaje. Y de los reproches vacuos sorda. Frígida gloria. Del azul sereno. Tórrido bosque. Dos veces cansado. Del tallar canicas. Los tornillos, las tuercas gozan.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
DESAHOGADO EL ARENAL
Alegre, silbando, el agua, se colocó, bajo el paraguas, la lluvia siempre, atormentaba grises nubes, nu...¡bes!.
Alo lejos el arenal. La calle hormigueaba flotando. Inexplicables lagos. En la taberna de cerveza. Llena de carcajadas adornadas. Silbando en los baños.
Del hilo sudoroso. El estómago se derramó. En un manojo de mañana. De algún modo metálica. ¡Empastada en siete to-mos!. Recién arrancada la montaña.
Un A Mont Aña... Araña...Años...Mañas.
Una punzada___Chasqueando___En la mitad. Incomprensible de la rodilla raspada. Del avión que anoche reía con el boleto. En la ventana con botas negras. Los muros laten-tez-caras. ¡Asaltos, embriagadores!. Aborre--Gados. Cuelgan. De las. uvas. De las. vigas.¡Agotadas de la cosecha!. Hecha Represiva. En la presa de los arroyos. En. La. Sequía de los ignotos. De. La. Cueva... Caba...Corva...Cabran. Los. Barriles beben como escarabajos. Sin agua, sin arena...¡Desahogadamente!. Al. Desierto, arenoso, diluvio, silbando, alegre.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
RonCaba Consternada
Durante unos días una bandeja. Somnolienta. ¡Se incorporó severa!. Hay, severa, severa, Se-ver-ita. Al Caer Los mechones en cuarentena. Y Antes, antes de pensar. Se dijo: ¿Estoy?. ¡Estoy!. Claro que estoy.
Estoy cansada con el Des Ayuno... ¡No, no, no!. Y Sin detenerse, demasiado, fuerte. Con Los pliegues apretados. Con Las dos pequeñas vacaciones. Estaban___¡Cocinados los papeles!. Con-gel-ados. ¡Desviando trenes luego!. Y Luego, luego. Fueron Los tenedores____Sorprendidos. En la cocina.
¡Consternada solo roncaba, mesa y silla lejos!
Durante. La comida telefónica. (Tal vez demasiado). La bandeja, se quedó. ¡Sola,sola!. Vestida de secretaria y vegetal blusa. Hasta el cuarto. Día. ¡Enjabonada!. Y Pensó. (Y claro que lo hizo, añicos) ¡Qué sonaba...Patética...Consternada!. Y sobre todo. Y considerando. Rejuvenecida la olla. ¡Roncaba!. RonCaba. Té,café,quila,Ron ron. ¡Sí, sí, claro qué sí!. _Y sin ningún contrato_ Y solo....¡Porqué nada sabía de relojería!. Y menos...¡Frente al café del frasco!. Ese café vidrioso del sombrero de copa. En Las Microeléctricas flamas apagadas. Por ¡Diez minutos diminutos!.(Solo imagínalo).
Ella La Bandeja, hablaba y ronCaba ConSter-¡Nada!. .¿¡DenTro DeL sSsUUeñño!?.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Anublarse hilando
Desoladas nubes vuelan Con unos centavos Sollozantes Y después los limosneros dentro de un lobo Cultivan El cielo alado ¡Qué comparte las espumas!...
En las bóvedas de lenguas desiertas. Con las agujas de hielo. De los meteoros almendrados. Al borde del abismo clamando. Una vez clavados los clarines. Dos cucharadas de papel. Una vez quizá en exceso. De fuego amargo. De piernas cortas. En los cometas subterráneos.
Anublados crepiten los destinos Y Cultiven sesos en las ortigas Y En las hormigas inexplicables Al Estar Reclinando sombras en las memorias Intratables Hilos demenciales Tapando la boca del follaje...
Hilos anublados y telares. Recolectores sedientos de arañas. En el cántaro de tierra gris. En el murmullo desnudo. Están. Desoladas y fulgurantes. Las tormentas. Del curioso mecanismo. Tempestad. Del mercado. Viendo. La. Orfandad. Del hielo mudo...
Callando. Las faltas. Los neutrales. El. Invierno teje. ¡La tijera del otoño!. ¡La sonrisa del membrillo!. Como. Un grillo brilla cálido. En. La desgarrada realidad. La diáfana viajera. Mentira del ritmo deslumbrado. El invierno. Teje. Hambres y huesos desempleados. Azulenco el cuerno borda. ¡Las nubes en los soles!. Con la mirada fija... Del los sapos sastres.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Azulejos
A lo lejos los cielos tejían las lejanías sin fin Interdictos Intermitentes ¡Tétricos azul sangre! Tripulando las derramadas mareas.
(Creyendo... Que la lengua la historia borra.) En La Cruda carne de promesa____Sencilla fiera sigilosa Con Todo Y al fin___En el cielo___Ilusionado... El tiempo se quedó rodando___Diestro, círculo. Es Pi Ral.... ¡De dalle daifa! ¡Grabado por cielo, mar y tierra! Y por la eternidad... En la progenie...
A Zul Ejos...Al querer desoxidar el desovar ¡Jarcia del jaleo... Jarcia, jarcia vana!
Azulejos enredados En los dados dedos qué desconocen Los destinos qué las sombras tejen Los destinos qué le seguirán por siempre En los relojes transitorios Enredaderas visitantes En__Ar__En__Hados___Reme,di,os...
¡El tiempo de C,a,o,s! ¡El tiempo sin C,r,o,n,o,s! ¡¡El hombre sin cara!!
___Dónde las cosas aparecían desapareciendo___ .......Y eran solo lo que habían sido.......¡En el mismo cielo!
En el mismo cielo___¡Prisionero del infierno! Al Mar... ¡Lanzó en una botella! Si, sí, si... ¡Al mar en una botella! Y Los caminos de mariposas bañados Vidriosa vírgula Las espumas en rebanadas En la cueva cálida del pecho... (Infame y mísero)
A Zul Ejos...¡De usagre, usgo, y el usucapir estorio!.
A lo lejos, en la brújula fallecían, abajo del todavía, los muebles y las paredes, y por la consciencia, nuevas consecuencias.
Esferoides, esgrimas y eslabones ¡Por todo el ripiar pasado! Y el mohín mojado Y el grumo gruñido ¡Dónde la compasión se hizo meras sombras! Y Cada Día...Puede repasarse como el último ¡Bien, sabe, la ira, del amor la lira!.
En la forma sin esencia abadejo y abanto En la esencia sin existencia bagazo y baladrón En La lejanía sin fin... Los cielos, los cielos.
¡Tejían las lejanías a lo lejos tétricos!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Tiburonete Raquítico (Experimental)
Escuálido el es___cualo esculpe La culpa___Rezvala___Ndo abierta ¡Casi manta__Raí__Aljibe huele! Clyenthe_Elespina_Zoomarmóreo. Al fuego Invoca y embals Ama, mu, mu Ros y delfines...[/right] ¡Triunfal esqueleto donde, el olvido....Ya sé!. El antro, submarino, subterráneo, sotánico, teme___rario las timero. ¡Esculpe, el, pulular de los murmullos!.
De los pórticos. De los árboles inverosímiles. Ambáricos cursillos. En la calle (lacayo) que calla. Sombrer___Hoz__¡Atesta...dos!.
Por allá, están ya... Estaladas las hormi gas con la tez, latiendo___Arrepentidas. ¡En los gramófonos....Poliédricas!. Zangoloteadas, refrígidas, mayordómicas.
Por ésa___Jauría del tibu___ronete. Sí, sí____Varita, voraz y clandestino. Del partido posteroanterior. Palacio donde placen los últimos acentos. Desamándose concordiosamente.
Tejedor escual__¡O desdén superlativo!. Cuando huyese y tañere donde le cupiere. Raquíticas raquetas y chaquetas. Allí vestido, huesos empolvados desnudos. Mares, lagos, lunas y lagartos. En la boca muerta de la mosca. ¡Qué grita por la hierba calle!. Ciertamente lame pavimentos. ¿Ocaso, acaso, el oceánico acusa en-va-ye-nado?. Tibuburoncillo ajauriado. Cómodamente. Amontona demasiado. ¡A la ligera!. Aguacates dactílicos topacios. Espumosamente. Desempleados los alientos sin alimentos. Y sin nada ya..Duerme. ¡La furia acostumbrada!. Dueño de la sal que entra. ¡Hiel, azúcar en cada playa!. Cada pierna rosado bosque. Laborioso es cualo__envejece. ¡Enlatado alumbramiento brote!. Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
|
Poeta
|
|
Puedo entender que no lo entiendas, pero no es tan difícil si lo miras como yo. Si espiara a través de un ojo de vidrio, tus mentiras serían casi perfectas.
Hay un amanecer despabilándose torpe y lento más allá del horizonte. Aún nos queda un poco de vida que lastimar con la filosa madrugada.
Tendré que esconderte de todos, alguien lleva mi nombre tatuado. El arma que tengo en mi bolsillo no es precisamente para defenderte.
Nadie me vio cruzar la calle, porque la calle aún no existía. Al otro lado de tu ventana dos siluetas planeaban un engaño.
Ya hace mucho tiempo que escribí los cuentos que ahora me cuentas tú. Le sobra un ángulo a este triángulo, me desquicia esta calma aparente.
No sé cómo llegó su sangre a manchar de celos mis manos. Te debo las disculpas de mi exceso, y el tacto sin tacto de mis dedos.
Algún ansiolítico o tal vez un vino que apague mi desbordada valentía. No necesitamos leyes ni abogados, si el río no vomita sus cuerpos.
Aún puedo entender que no lo entiendas, pero la muerte no tiene vuelta atrás. Descansemos hasta que llegue el día y despertemos de esta pesadilla en paz.
|
Poeta
|
|