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La Muerte organizó una reunión en un lujoso hotel céntrico, a su arribo, en una extravagante carroza tirada por seis corceles negros fue recibida por un séquito de miserables carroñeros, enfundados en brillosas sedas negras y de galera.
Entró a una sala de reuniones y esperó arrogante el arribo de los principales directores de su negocio.
La primera en llegar fue la Guerra, dejó sus armas a un costado y desplegó un enorme planisferio, mientras el resto de los concurrentes se acomodaron a la mesa, ésta indicó con un puntero luminoso los distintos lugares y países donde estaba generando conflictos y obteniendo los mejores resultados para la empresa.
Luego le tocó el turno a el Hambre, quien se ufanó de estar presente en todos los continentes y con mayor efectividad en África y Sudamérica, no sin dejar de reconocer, la ayuda de algunos incondicionales amigos como la Avaricia, la Desigualdad, el Caos y la Indiferencia, prometiendo seguir utilizando sus contactos políticos para mantener garantizado el éxito.
La Avaricia expuso su proyecto a largo plazo, con sus amigos los incondicionales, proyectaban nuevos paraísos fiscales y mayores burocracias bancarias, también crear nuevos empleos precarios y producir bienes materiales innecesarios, generando dependencia para que, con Desigualdad, el Caos y la Injusticia hagan su trabajo.
La Indiferencia adujo también estar presente en todo el mundo, adaptándose a la idiosincrasia de cada país para camuflarse, aunque no siempre consigue buenos resultados, infiere el Rencor con anuencia del Caos .
Más tarde la Injusticia demostró su beneficiosa participación en el negocio, porque con ella aumenta el resultado final de la Enfermedad, por ejemplo.
La Enfermedad agradeció la colaboración inestimable, de la Injusticia y el Hambre, explayándose sobre sus leales colaboradores de gestión, como el Cáncer, la Cardiopatía, los Virus, unos primos que van anexando variantes en próspero crecimiento, y muchos más…, justificándose, por si se olvidaba de nombrar a alguno.
Sobre el final de su alocución pidió un aplauso para la pandemia, los virus se sintieron reconocidos.
La Guerra refunfuñó, al principio en voz baja y de a poco levantando el tono, (con la agresividad que la caracteriza) nosotros somos los que más invertimos en esta empresa, y no hacemos tanto espamento, a lo largo de la historia siempre fuimos los más constantes y exitosos.
El Rencor y La Venganza avalan esta posición, andan siempre de la mano, se los oye cuchicheando por distintos lados, muchas veces fueron tapa de diarios, están en todos los estamentos de la sociedad, siendo funcionales al resto y por ende a su jefe, La Muerte.
El Temor es un mercenario, a veces trabaja a favor de La Muerte y otras con Prevención, trabajan para La Vida, por eso no estaba, no fue invitado.
Concluida la reunión, soberbia La Muerte dijo..., solo están haciendo lo que hay que hacer y salió con destino a la carroza.
Pero al salir, en la calle se encontró con su enemiga acérrima, La Vida, que estaba en la recorrida diaria por las maternidades, quien sorprendida, le pregunta qué hacía en la ciudad, en un lugar tan luminoso, tan visible, siendo ella tan sagaz en la penumbra.
La Muerte algo contrariada, pero orgullosa, le contesta que estaba haciendo su trabajo. Vengo a llevarme gente como siempre, y ahora ante tu vista, contesta vanidosamente, en mi negocio no perdemos tiempo, le dijo desafiante.
La Vida tranquila expresa, con fina ironía: tu desagradable trabajo hace que todos luchen contra vos, tu esfuerzo no es valorado, cada vez que llevas algunos, otros más se aferran a mí... y continuó, te detestan, te esquivan, en cambio a mi me respetan, me buscan, me aman y siguió caminando erguida. Eso molestó a La Muerte que se retiró en su carroza masticando su propia hiel.
La Vida algo preocupada, pero a sabiendas que a lo largo de la historia, siempre obtuvo mejores resultados, aun con alto costo, se comunicó con la Alegría para que intensifique su trabajo, entonces desarrolló un proyecto, que incluía festejos varios, viajes, cumpleaños y otros eventos.
La Salud fue intimada a mejorar su infraestructura, aunque la Avaricia y la Indiferencia pongan palos en las ruedas.
La Responsabilidad, fue instruida para contactarse, con los políticos no corruptos, con organizaciones que defienden la ecología, para prevenir catástrofes y quitarles recursos a su enemiga.
Entonces la Vida ordenó a su secretaria, la Felicidad, que envíe una circular a todas y cada una de las sedes en el mundo, por más pequeña o recóndita que sea, incentivando el sexo, para que sea parte fundamental de la Alegría y como el mejor de los medios para incrementar la Vida.
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Poeta
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La libertad
¿Y qué es la tan anhelada libertad? La libertad, es el tesoro más buscado y preciado Es el regalo más grande de Dios, por siempre esperado Galopa a su antojo, por los senderos caminados Es la existencia sin miramientos, ni ataduras, soñado Es el grito de rebeldía, de emancipación despertado Es el caballo desbocado, sin controles, ni frenos imaginado Bienestar de la persona, desde la antigüedad, por siempre anunciado Paz y tranquilidad del universo, de guerras y sacrificios, batallado
El caballo, es el símbolo de elegancia, de bríos y libertades Corren y galopan a la velocidad del viento, de praderas y profundidades Siempre sus relinchos son de fortaleza, de valor y de habilidades Son la perseverancia, el empuje y la motivación de sus majestades Representan los anhelos de libertad de una sociedad, que acosa barbaridades
Qué hermoso es presenciar la cordillera de los Andes, la libertad de los cóndores Su vuelo inmenso y hermoso, de paisajes encantadores Del águila arpía, con su mirada y su vuelo desafiante de cazadores Como la golondrina, que atraviesa con su libertad los vendavales amenazadores La ballena, que surca con su imponente majestad, la profundidad de los mares multicolores Como los animales salvajes, que hacen de su libertad, la selva y sus espesores
La vida no es un juego, sino una constante batalla de necesidades Es una lucha diaria de libertad, de tiempos, de cercas, de alambrados y dificultades Es una búsqueda de amores, de pasiones y de soledades Ansias de poder absoluto, de políticos, gobiernos y autoridades Ambición y vanidad, que destruye el valor de las dignidades Tratando de dominar al débil, cercenando sus tranquilidades Es mejo dominar, que ser domado, enclaustrando las comunidades
La libertad, es una prerrogativa natural e imprescindible de los ciudadanos Derecho de la persona y deber del estado, restaurarla del ser soberano Decisiones racionales del individuo, sin pasar la raya del vecindario Sin discriminación de raza, color, credo o político, con gritos de ecos revolucionarios La libertad está en riesgo y en sus manos está defenderla con ahínco Con entrega, con amor de patria, con energías y fuerzas legendarias
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 31-2020
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Poeta
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La diabla De vestimenta negra y capa roja
Una noche de luna llena, de rayos luminosos brillantes Iba raudo y presuroso por la calle real, de sudores sofocantes De repente divisé en la mitad de la vía, una figura de mujer fascinante Toda vestida de negro, con una capa roja y zapatillas brillantes Cubría su rostro con un velo blanco, manchado y sangrante Entré en miedos y pánicos, me paralicé al ver esa figura escalofriante Quedé mudo, los cabellos se me crisparon en forma espeluznante Ella se movía de un lado a otro, en torno de reto amenazante Los ojos se me brotaron, nunca había visto algo igual o semejante Se movía como si estuviera bailando, todo era miedoso y desconcertante
De un momento a otro desperté de la pesadilla, me hice a un lado y seguí caminando Apresuré el paso, miré hacía atrás y me seguía de cerca, en mis espaldas observando Me igualó la marcha y el caminar, el viento soplaba de su capa roja la estaba levantando Se me adelantó, me fue acorralando y orillando, de mis respiraciones silenciando
Mi cuerpo temblaba y sudaba, el corazón latía como si se quisiera salir de su compostura Esta mujer sacó su rastrillo en forma de trinche y lo levantó con su empuñadura De sus zapatillas salían chispas, de jinete sin cabalgadura El viento soplaba fuerte, de su vestimenta negra, sacudiendo su fantasmal figura Se contorsionaba dejando entrever, su esquelética armadura Blandía su rabo con su flecha, direccionando su curvatura Se levantó el velo que cubría su cara, dejando ver las cuencas de su amargura Quedé nuevamente del horror paralizado, como muerto sin sepultura Mostraba su dentadura, como si se estuviera riendo, del demonio su fantasmal travesura
Diabla vestida de negro y capa roja, del mismísimo lucifer del inframundo De mis andares de mujeres y placeres, de cantinas de muladares de vagabundo Buscando otros quereres de amores, encontré esta mujer de alaridos de ultratumba profundos Me rodeo con su vestimenta y capa roja, de olores de perfúmenos de azufre y chivos nauseabundos Succionó la savia de mi vida, dejándome esquelético de estertores de moribundo Sin entierros, sin velorios, sin cenizas, sin despedidas quedé allí tirado Agonizante y muerto, en horas que no llevan minutos, ni segundos
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga sep 06-2020
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Poeta
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La soberbia
Hay seres que vienen a este mundo, llenos de sentimientos De estudios y diplomas, se llenan de ego de sus pobres conocimientos No se bajan de la nube y el orgullo los lleva a ser personas violentas Se creen superiores a los demás y en el interior de sus almas arrastran sufrimientos Se llenan de amargura, llorando a raudales en sus lúgubres aposentos Su prepotencia los lleva a la ira, del caos de sus remordimientos Su vanidad es tan alta, que se sienten vacíos en sus lánguidos aburrimientos Para esos seres no existe la humildad, ni modestia en sus razonamientos
La soberbia los llena a la altanería, el horror de sus vanidades Se llenan de rabia y de ira, vociferando soeces en sus abominables soledades Son arrogantes y van cubiertos de mortajas, que hieden en las oscuridades Su voracidad no tiene límites en la codicia de sus ansiedades Su altanería los carcome de odios viscerales, de sus malditas frialdades Creen que los demás les deben rendir pleitesía en sus porquerías de sus solemnidades En su interior crían cuervos y huracanes, que arrastran relámpagos de sus horribles tempestades
La soberbia, llena a la persona a ser distante, despreciativo, de llantos y lágrimas dolorosas La soberbia, estremece el espíritu, de pánicos y miedos temerosos La soberbia, impide al ser a pedir perdón, sin venias ni miradas piadosas La soberbia, es el ego del menosprecio por los demás, en estupores rigurosas La soberbia, llena al cuerpo de cosas vanas de ínfulas mentirosas La soberbia, es el sinónimo asqueroso de las prepotencias vergonzosas
Hay seres que se creen que, por su condición, los demás son despreciables Miran por encima del hombro, destilando rabias y odios implacables Son indolentes y exigen que sean únicos y por todos venerables Se visten de sacoleva y se creen todos unos seres honorables
Maldita soberbia, que hiere y mata, rompiendo ventanales y cristales Destruye la sociedad, de ambiciones fútiles y mortales Engendro asqueroso, de pánicos y llantos de atrocidades criminales Soberbia terrorífica, repugnante de egos pobres artificiales Soberbia que arrastra la muerte, sin perdón de Dios, ni de los hombres en sus tribunales
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga julio 07-2020
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Poeta
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El seminario del diablo
Una nube densa y oscura, cubría de sombras al caserío Recorrer aquellos pasillos desolados, producía escalofríos El panorama alrededor era un reto y un atenuante desafío Recorrer aquella ruta del misterio, de pánicos y hastío
En El Cerrito, Santander y Servitá su bello corregimiento Se alzan las ruinas de una maravilla, llena de lágrimas y sentimiento El seminario del diablo, de leyendas y mitos de sufrimiento De tierras hermosas y de gentes campesinas, humildes de nacimiento
De un palo de mortiño, alguien talló al mismísimo lucifer Porque al diablo en persona, algún día quería conocer Tallado en madera, alto y delgado, sus caprichos satisfacer Satanás se le presentó a aquel hombre y su cuerpo empezó a fallecer Y abandonada aquella estatua, al seminario alguien quiso esconder
Recogida como un tesoro, al seminario de Servitá la llevaron los seminaristas La gente lloraba y gritaba, que al pueblo se lo habían tomado los comunistas Y el ángel maligno de lucifer, era el amo y el protagonista De miedos y espantos, de curas y estudiantes bromistas
Los tiempos pasaron y los seminaristas huyeron despavoridos Dejando al seminario abandonado, de escombros, de pavores y pánicos permanecidos Edificación colonial española, de tapia pisada y pisos de ladrillo cocido Pasillos y zaguanes donde habita lucifer, con el diablo dormido
Las ruinas del seminario producen tristezas, melancolías y soledades Terror y estupor, al traspasar los aposentos en las oscuridades El chirrido de escaleras y el paso lento de los engendros, adefesios de las curiosidades Voces de ultratumba, que salen de los sótanos del interior de sus profundidades Rezos y agua bendita, riegan en sus alrededores, sin seminaristas, las comunidades
Seminario del diablo, convertido en ruinas de humedad y de excrementos De suspenso y de soledades, de fantasmas, de leyendas del ayer y sus acontecimientos De ambiente denso y lúgubre, tenebroso de alaridos de las entrañas de su convento Joya arquitectónica abandonada del seminario español, que una vez estuvo llena de conocimientos Paredes que guardan secretos de lucifer, de espantos, de sombras, demonios De lágrimas y llantos de sus lamentos
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 24-2020
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Poeta
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“Una loa para el varón.”
En una campiña, digna, como niña, creyó ver nacer justo amanecer.
Preciosa llanura, de fe, de cordura, regada por Benjamín, cual fiel, ideal, jardín.
El sol, por aliado, brillo pulcro, al lado, de su amor sagrado he oído, escuchado.
Cobarde atentado, el mal encarnado, de muerte fue herido, ciclo destruido.
Su vida está muda, se quedó desnuda, cubriose con manto de niebla, de llanto.
Por hoy, la inconsciencia torció la decencia, las almas se pierden, las sombras se ciernen.
Se alaba la mugre y la podredumbre, el mundo global llegará al final.
Solo desvarío, mi cielo al vacío, estoy aturdido, lúgubre, rendido.
El prócer ha muerto, ya, mora en un huerto, la tristeza al viento y, . . . en el firmamento:
Que quede su ejemplo, vayamos al templo, a senda, camino, de Dios, el Divino.
Descifrar las penas, volverlas serenas, sacar perlas buenas de graves gangrenas.
Una loa, . . . para varón, a Benjamín Le Barón, un héroe, un paladín, a su lejano confín.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda México, D. F., a 09 de septiembre del 2009 Reg. SEP Indautor No. 03-2010-032412383400-14
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Poeta
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Fugaces corrientes de aire lanzas sobre nuestros rostros, cálido viento, en días lluviosos te llevas mis tristezas con esos vientos fuertes y amorosos que consigo traen la energía de las gotas de agua que caen perfectamente esparcidas para alimentar cada raíz que esta en esta madre tierra, ya se que sólo soy un niño en mi interior salvaje, se que soy hermano de las nubes y que todo esta vivo con tu aliento y cada respiración, camino a la eternidad, danza que interpretan mi cuerpo, siento tu siluetas a cada giro y aplauso de agradecimiento por esta bendición de vivir. Mi corazón es una estrella y tu corazón es tan gentil, tu te llevas al arrolló a la orilla del desierto para transformarlo y dejarlo caer en los más bellos manantiales que andan en medio del mar de tierra.
Viento, lleva mis oraciones al cielo, de agradecimiento a mi abuelo eterno, que de guía está siempre presente en mi camino y vida ! Llévame con las corrientes que tu elijas, yo estaré feliz de recibir tu aliento, viento que viene de las montañas, viento que llega del bosque nos das claridad y disfrutamos nuestra libertad, volamos contigo, viento que se escucha en el silencio, viento de noche que entremeses hasta los huesos, viento de mañana que corres con el rocío y toda tu claridad con el cantó de las aves compartes con nosotros, gracias Dios por este viento AlcoN
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Poeta
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Llegaban a los puertos bajaban de los barcos con zapatos rotos con maletas de cartón con sueños como prendas. De las ropas que vestían se lucían los remiendos como lentejuelas de pobreza como flecos de ilusiones.
Llegaban a los puertos como hormigas naufragadas y tan sólo la esperanza escondía sus tristezas. Eran hombres y mujeres ya curtidos por la tierra eran hombres y mujeres ya roídos por la guerra o por negras dictaduras que renacen cada tanto.
Bajaban a los puertos desde naves oxidadas con olor a los aceites y al hollín de las calderas. Bajaban a los puertos con dos manos que trabajan con las ganas de vivir una nueva vida buena.
Bajaban a los puertos con las ansias de encontrarse una patria sana y vasta una patria verdadera muy distinta de la otra que se hallaba genuflecta.
Los llamaban emigrantes los musiús, los extranjeros los que roban el trabajo los que cambian las costumbres los que vienen de otras eras.
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Poeta
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“Por Madero, . . . su adorado.”
López, necesita, urgente, un asesor, diligente, un curandero del alma, que lo haga pensar con calma.
Que, lo enseñe a bien tratar, honrar, apreciar, respetar, a víctimas del delito, lo que sucede, aquí, cito:
Varios grupos activistas, colectivos feministas, por varias motivaciones, tomaron instalaciones.
De manera muy formal, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que, más bien son inhumanos.
Ya que sienten que, en la misma, no los protegen del cisma que crímenes les provocan, injusticia, al punto, invocan.
En la toma susodicha, ha imperado la desdicha, se han causado daños diarios, a inmueble y a cuadros varios.
Entre ellos, al de Madero, ídolo, imperecedero, de Andrés que, sin duda alguna, no entiende causa ninguna.
Al contrario, consternado, mucho enojo ha demostrado, porque tal lienzo han rayado y de cabeza han volteado.
Dijo, sin cerrar el pico, que tal asunto es político, sin excepción, pues, a todas, las llamo conservadoras.
Acusó, en fin, a los medios de comunicación, de no serios, salió con el cuento eterno, que se afecta su gobierno.
Mas, no expresó indignación, ni se tentó el corazón, por víctimas del delito, ahí, no se mostró contrito.
No reflejó pena, ni una, por muerta, violada, alguna, ni por niñas, ni mujeres, secuestradas, ¡pobres seres!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Ciudad de México, a 08 de septiembre del 2020 Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
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Poeta
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Tu silueta en el umbral de la puerta
Al final de la tarde que agoniza
Es como contemplar la esperanza,
Como si la poesía regresara a casa
De mirar cansado, entre sudores y olvidos
Toma a sus niños en brazos, para amamantarlos de anhelos
Ahora con sus pechos secos, llora su alma de recuerdos
Escribe poesía en el agua, donde refrescará su cansancio
Evoca la palma en su vientre, la que germinó la simiente
Y llega al final de la noche, para rezar a su santo
Mañana será esperanza, mañana será poesía
Mis pies transitan desiertos, mi espíritu no será vencido
Seré la rosa que brota, seré la rosa que da vida
No habrán puertas cerradas, mi pasión abrirá cerrojos
Mi corazón será pasión para abrazar mis retoños
Aun con mis pechos secos, amamantare y daré vida
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Poeta
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