Sucumbió la luz el terco deseo del amanecer y en el lecho entra la niebla por la ventana... ambos abrazados al umbral, al lento retenerse de la contención de un deseo que hace posible la ilegalidad en una calle rota de una ciudad distante bajo una luna córvida con alas de incienso bajo el apéndice inapercibido de un Voyeur distante cuando el fuego sexual arde y nada imposibilita las llamas (el cortejo animal que expande los instintos) un edificio maldito que es como todos los edificios malditos redundantemente góticos y rococó con una simetría negra que habita elegancias oscuras...
Aunque no crea en el destino, si creo en el atardecer, el oscuro anochecer, el final inevitable, al término del camino. No temo el fin de la carne, de cada paso que de, no haré dolor, sino brillo.
Praderas que recorrer, en el despertar y el sueño, en lo vivo y el recuerdo, entre pasiones de ensueño, realidades de papel. Pernoctar en los secretos, transitar entre los huecos, que deja el amanecer.
No llega hasta el infinito, el verbo que carne fue, ni da más de si el reflejo, de la sombra unida a mí. No se extiende en el olvido, lo que se graba al vivir, ni es más sincero el espejo, si no me da lo que fui.
Tenues notas como motas, que como gotas rebotan, melodiosas chispas átonas, que al caminar se transforman, como luciérnagas locas, presas en una mazmorra, que no pudiendo salir, contra las paredes chocan.
Tibios pensamientos flotan, como pavesas sin rumbo, al vaivén que late el mundo, en su errante respirar. Como suspiros se van, no se sabe a que lugar, ni si van a lo profundo, donde habita la verdad.
Aunque en la magia no crea, si hay magia en el corazón, que late sin ton ni son, al albur del sentimiento. La imaginación al viento, que en la magia se recrea, como cambia la visión, la magia de la belleza.
No se alarga lo que medra, en ponzoñosas pasiones, ni es mejor la servidumbre, que levantar la cabeza. Al mirar de frente llega, a lo más hondo del bosque, no va más lejos el Hombre, que se queda en la rivera.
Amor que arde como hoguera, no perdura si las ascuas, mueren en cenizas secas. La mente es una viajera, que se pierde entre las sendas o encuentra el camino a ciegas.
A.L. (ángel l. pérez) NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
Si quieres conocer a una persona en profundidad y entender lo que es, solo tienes que mirar los movimientos de su cuenta corriente. Lo que hacemos con el dinero, como, este entra y sale, dice más del alma de la persona que cualquier otro análisis. Mas allá de constituir una radiografía de lo que somos y queremos, el dinero es un fantasma en el que hemos creído, hasta que alguien ha tirado de la manta y hemos visto que debajo no había nada. Hace más de cien años, Schopenhauer decía, que el dinero es felicidad humana en abstracto; como el ser humano ya no sabe disfrutar de las cosas concretas de la vida, ha puesto todo su corazón en el dinero.
Silencio y las miradas hablan, sentimientos retenidos de palabras, que aún no salen de nuestras bocas.
Profundos pensamientos, guardados por días, , meses, años que un no han sido dictados.
¿Que guardan nuestras miradas? ¿Que verdades callan nuestros silencios?, en estos tiempos de soledades infinitas Y distanciamiento social, cómo nuevo mandato mundial.
tal ves una vos amiga, tal vez un hola del ser querido. para saber que todos están bien
Al cerrar los ojos... Te veo en mis sueños y empieza la diversión. Me llevas a los mas bellos lugares y me dejas ser niña, simplemente una niña. Me regalas helados, tomas mi mano y caminas junto a mí. Me tomas en brazos y me llevas hacia casa, me abrazas y despierto. Y así, me has regalado el sueño mas dulce y más feliz de mi vida. Abuelito eres ese amor que aún después de la muerte llevo en mi corazón. -Joss-
Saludos, hoy recordé al primer amor que tuve, que aunque ya no está sigue viviendo en mi corazón. Saludos
Bajo este mismo cielo que nos cobija, la luna fulgura radiante, paseando así, enigmática, su tan especial compañía, por cada rincón del paisaje y el alma… por los pliegues de lechos y de las rosas, por la memoria e imágenes a media luz.
Como nauta obcecado, he atravesado una a una sus fases, en todos los lugares, con y sin ella, más, con apasionado delirio la he sentido, en la seductora profundidad de tus cafés pupilas, pretendiendo disfrutar dos enigmáticas bellezas en una sola mirada.
Que ¿si he visto a nuestra cenicienta?, sí, la patrullo y aguardo, ella es el mágico toque, conque mi vida, sella cada día y su noche, con nuevos motivos para soñar y volar, a colisionar los ramalazos de luz del alba y disparar más esperanzas e ilusiones…
...y al final del sin final te vas marchando sabes que debe dejarse intacta la alegría que todo debe brillar allí donde un rayo abrio con su lengua incandescente agujeros tibios y sanos porque siempre puede ser aunque te digan lo contrario porque también lo contrario puede ser hermoso allí donde las piedras no se desaniman y las paredes retienen el sabor del sol hasta que el sol regresa a consolarlas y las sombras descansan guardando en su aparente gris todos los tonos de la felicidad
“Soy tuyo, nací en tus entrañas, soy Cenzontle fiel de lo que extrañas.”
Ilumínate, ilustre ciudad bendita, ilumina casas, sus puertas y ventanas, ilumínate, intensa luz necesita la tenue claridad de tus mañanas:
Vuelve a estar en el ombligo de la luna, a venerar la tierra, el agua, nopal y tuna, logra que tu imperial águila, con avidez, dando a oscura ignorancia fatal revés.
La serpiente afín del saber devore, que tu sabia gloria se revalore, que dos nuevas ramas de encino, laurel, enmarquen, coronen, destino de miel.
Retoma la historia de Tenochtitlán, que esa real cultura sea tu talismán, que brille el listón de tres lindas franjas, que, en plazas, escuelas, aromen naranjas.
Cual ave fénix, resurge de tus cenizas, restáurate, serenamente, sin prisas, recupera edificios, fachadas, patios, torna a encumbrarte, ¡oh, Ciudad de Los Palacios!
Bellas Artes, Torre Latinoamericana, arquitectura e ingeniería, mexicanas, reconstrúyete sobre propios cimientos, que, de aquellos tiempos estamos sedientos.
Reinvéntate, metrópoli, magna urbe, se, con orgullo, digno ejemplo en el orbe, reclama respeto a tu Centro Histórico, ajeno de carpas Zócalo simbólico.
Que crezca, al centro, la casta bandera, bajo francos presagios del que espera el renacer memorable de tus hazañas, al mágico tañer de unas campanas.
Que destaquen lo excelso de la Catedral, al lado del regio Palacio Nacional, que brillen Portales, H. Ayuntamiento, Coyolxauhqui saque todo sentimiento.
Del enorme inmenso, serio, idioma náhuatl, invoca a Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, al valle glorioso, al grandioso Anáhuac, águila caída, Cuauhtémoc, Cuitláhuac.
Que los invasores, te rindan sus cuentas, que no tengas guerras, ni tenues, ni cruentas; asume tu condición de ser, con donaire, la otrora región más transparente del aire.
Que, en Chapultepec, alcances los cielos, que la ecología satisfaga anhelos, que mires de lejos volcán Iztaccíhuatl, la cumbre adorada del Señor Itzcóatl.
Vientos cristalinos de mi cielo Azteca, que vuelen veloces rumbo a Amecameca, surcando las nieves del Popocatépetl, tan blancas que asombren al gran Citlaltépetl.
Torna a ser chinampa en un lago escondido, ve que tu cenzontle se instale en su nido, reencuentra el candor de la suave patria, civismo, valores, la moral repatria.
Expía las culpas de malos gobernantes, digiérelas, vuelve a ser lo que eras antes, pero no olvides, aprende bien la lección, que esos errores te sirvan de inspiración.
Haz que mexicanos, todos paladines, siembren con sapiencia tus lindos jardines, que los escritores, poetas, ¡señores!, cultiven con libros a fieles lectores.
Que sus nuevas obras estén en sus mentes, que surjan autores, claros, inmanentes, que Nájera, Rulfo, Velarde, que Paz, que Nervo, Sor Juana, nos enseñen más.
Entronízate, ya, muy noble y muy leal, enseñoréate, al fin, . . . vieja Capital, sacude la conciencia de tus habitantes, los necesitas preparados, . . . pensantes.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda Dedicado a Don Carlos Fuentes (QEPD) México, D. F., a 19 de septiembre del 2017. Reg. SEP Indautor No. 03-2011-090913353800-14