No debemos perder nuestro tiempo, pensando en si apreciamos o no, a nuestro vecino. Hay que actuar como si lo apreciáramos. Actuando de ese modo, descubriremos, uno de los grandes secretos de la felicidad. Cuando nos comportamos como si apreciáramos a alguien, podemos terminar queriendo a esta persona. Por extraño que nos parezca, cuando hacemos daño a alguien que nos desagrada, generamos todavía más aversión hacia esta persona. En cambio, si la tratamos bien, de pronto descubrimos que ya no nos desagrada tanto.
Cuando la realidad entra por los ojos ,se escapan los sueños del alma" me siento cansada " ha entrado una enorme paz a mi alma ¡ me siento triste!. "me dejó la esperanza"
El día comienza y termina igual el trabajo ya no es carga sino desahogo para no pensar . veo con ternura lo vivido aunque río ,siento que no tengo nada que esperar.
No es amargura, pues veo con gusto la felicidad pero, esta paz reflexiva disfruta de lo que ve pasar, aveces un niño risueño u al mismo pájaro volar; y al verlo volar recuerdo; que me sentí gaviota surcando el mar.
Aprendí a que a un corazón herido hay que dejarle sangrar expuesta la herida y cuidarla y no, dejarla infectar " pues la herida sana desde adentro y al final lo superficial" .
Sonreír llorando y dar sin esperar agradecer con humildad recordando lo querido y tratar de no llorar que la vida pasa con prisa...
¡No la dejes escapar!
Tardes de lluvia.. AMANECER⚘
La nostalgia en otoño se hace presente en mis letras tratando de ver el sentido del vivir que tengan un feliz día
Dormiremos juntos haciendo música de amor Repetiremos la tocada “sobre” y “bajo” tu esplendor Mi instrumental favorita serán mis manos tocando tu piano Fanático de la belleza que hay en tus canticos sopranos Soltura y perfección en las notas de nuestra canción La lirica pasional se hizo realidad desde que entraste a mi corazón Sin ti, mi pentagrama estaría vacío, ya que no habría inspiración
Siento la más cálida sonata cuando estoy contigo La presencia de tus latidos mejora mi ritmo sin sentido Solemnes poemas se escriben si esta la presencia de tus labios Fascinado con tu cuerpo, mi único instrumento en el escenario Mis manos son las afortunadas de tocar con fineza, bello arte con el Resplandece la composición si juntamos el alma hasta desfallecer Domadora de mis sentimientos, quédate a mi lado y crearemos la mejor obra musical Enseñemos el verdadero significado de amar.
No tiene tiempo el dolor, donde quiere, viene y va, etéreo y atemporal, se desliza cual áspid. No se rinde el temporal, que emana del desamor, la lluvia lava el desliz, en la pena que se va.
Pace el estro entre embelesos, cabalga sobre la brisa, no rinde culto a la prisa, ronda las notas del verso, en el dolor que no brilla. Versa la tenue sonrisa, frunciendo los entrecejos, impele fuerza y se aíra.
Dolores que van y vienen, como jirones de brisa, entre vapores infames, que ahondan en la heridas, la sangre cuajada grita, alterando las pasiones. La saña nunca da tregua, a la supurante vida.
Temblores entre los miedos, que albergan viejas costuras, abiertas en el dolor, como unas fauces hambrientas, no hay final en los senderos, bloqueados por el temor. Amores como luceros, que se apagan en la pira.
Blanco amor y negra prisa, dolor que unido a la risa, de la mano van los dos, intrigante travesía, forjada en el corazón, que doblega lo que brilla. Blanca mirada sencilla, negra sombra bajo el Sol.
Amor y dolor se abrazan, en fragorosa embestida, no hay tiempo en el corazón, cada latido es la vida, que escapa o vuelve a los dos.
A.L. (ángel l. pérez) NO SOY LO QUE ESCRIBO...SOY, LO QUE TÚ SIENTES AL LEERME (anónimo). NO GUARDO MÉTRICA ALGUNA...SI ASÍ SUCEDE, ES PURA FORTUNA
Tres pasiones suelen gobernar nuestra vida: El anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento, y la insoportable piedad por el sufrimiento de la gente. El amor, trae consigo el éxtasis y alivia la soledad. Con la misma pasión que buscamos el conocimiento, queremos entender el corazón de la gente. Siempre hemos querido saber por qué brillan las estrellas. El amor y el conocimiento, nos conduce a los cielos, pero la piedad siempre nos trae de vuelta a la tierra. Somos muchos más que más, los que tenemos grandes deseos de aliviar el mal, pero no podemos hacerlo en la medida que nos gustaría.