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LA OQUEDAD EXHALAN
Muy de cerca mudan las hojas al otoño, en la colina de harina, dejaron las naranjas, los capullos, llenos y agitados los ratones, el corredor herido, por los hoyos, replegados del polvo en tambos.
¡La oquedad, exhalan, la oquedad!.
Ya no tenemos partes, ni herramientas, sensibles, estrangulando las cuerdas. ¡Qué se tambalean sin alquitrán!. Sobre los flecos de una leyenda, al cañón condenado, a la bala desnuda, en la cascada con hiedra, en la pierna del compás, por el ayuno, un armazón, una enredadera, tira la tierra quieta, un desarmador.
La Oquedad Exhalan, la oquedad, exhalan.
Con la tribu de las pipas, dejaron sucumbiendo al humo, entre salvajes, huracanes, un lago, de astros al hundirse, puñados, del paladar abierto, del casco enfriado, ladrando, las cejas tenues, con los trenes, delgados, raquíticos, menudeando con un soplo, al rostro, collar del caparazón. ¡Tímida la salamandra!.
Exhalan La Oquedad, exhalan, exhalan, la oquedad.
En las garras, semidescubiertos, los cobertores, recogen las piñas caídas, de las tuercas enfermas, de las cintas aislantes.
La oquedad. Con la porcelana, rana del mañana. Exhalan Y Es flauta, lengua vana. ¿O despierto el caracol es platillo?. ¡Paupérrima rebeldía de algarrobo!. Engañoso reducto, el alba pinta. Exhalan. Al verdugo imposible de manta. La oquedad. Al hombro canta el cuello. Exhalan. Intoxicando las bicicletas. La oquedad. ¡Pequeñas maravillas en bandada!.
¡LAOQUEDADEXHALAN!.
Al pasar el puerto desplumado. Al calendario caliente y oloroso. La semana de harina. Amasando gente, al ser cuervo. Instrumento del tedio lira. ¡Exasperado, ruiseñor, cambiante!.
¡LAOQUEDADEXHALAN!.
Como ahuyenta la eternidad, al desamparado en cualquier mundo, en cualquier parte, desde el ahora al mañana del tiempo abandonado con toda la infancia de los melocotones y lenguas informes. ¡Insistente, de las cosas corrientes!. Al sobresalto torpe abanderado. ¡Con el mango del zapato y el zacate!. Alardeando de verde al césped. ¡Aguijón delicado entre tinieblas!.
La Oque Dadexhalan...La oque...Dadexhalan.
Y corta muerte a los cumplidos. Y corta muerte a los justos. ¡Arrancando elefantes...Endulce!. ___Y virtud al escorpión___
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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La tártara bota el mote de papel y las mariposas de arena vuelan, con alas de fuego chupando el clavel los pétalos de carbón vidriado velan.
Ya la primavera parpadeante danza en el humo tórrido del terreno aguado, y las hojas con picos de lata y de lanza rebrotan punteando el paisaje situado.
Omitida mueca del árbol acartonado con sus brazos de guano el aire detiene, y sulfura la roca en el recodo apretado cuando pasos de metal sobre ella tiene.
Cantando las aves en nota regida que hablan de palos, de gotas sin montes, el viento desierto le da una barrida a plásticos grillos que son mastodontes.
Los ríos, las aguas, un circo moliente dragan las pestañas del sapo y la araña, vendados los ojos con lotes de dientes la tártara nada y a todos amaña.
Julio Medina 1 de mayo del 2012
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Poeta
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Broncebrillante
Broncebrillante... Abbronzatoglänzend...Lohfarbenbrilhante...
La vida ilumina, una sonrisa, núbil, La mano adorable, de un canto, blanco, ¡La fuente de collares y almendros! Libre, paja, sin escaleras... ¡La playa en la piel!
__¡Bronceadabrilla!__
Amiga de mis cabellos, luz del sortilegio, ¡Hay triángulos palpables y profundos! Con la juventud de números estrictos, Un rosario de claveles y de helechos, ¡La nube ardorosa de una niebla!.
__¡Brillabronceada!__ Es la cortina suspendida del infinito, es el extremo dos veces inscrito, en la letra, viviente de los labios. ¡Un atardecer penetrante túnel!. ¡La gracia de la escarcha escala!.
___Brillanthellbraun...Bronzébright___
Joya joven del aguardiente, escrituras del cristal sin hielo, en la piel vertical, un torrente al dorso, la marea infantil de tapiz verde, con la lámpara, de cera, canta.
___Brilhantebronzeado...Abbronzatoglänzend___
La estatua de la playa, sirve una mesa de escaleras, cadena de caderas, chimenea de mármol. Y-¡El torbellino luce festonado!. Y-¡Al itinerario del perfume!.
Bron Ce Bri Llante...Con la llaneza franqueza. ¡Adunar suspiros y latidos!. ¡Al mismo amor amalgamar!. ¡De lo indisoluble a lo disgregable!. Bron Ce Bri Llante...¡Al universo incorporado todo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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PÁLIDA VIBRA
Con el pié, postizo de repente, el papel, en especial del agujero. ¡La seductora, interrogante!. Vibra, vibra... ¡Vibra pálida!. Carga. Una migaja en dos cucharas. Al sabor diurno. Débil parpadeo. De la nada... ¡Vértigo sublime!. Pálida Vi Bra... Y hace... Vibrar al que yace. Desde joven, convirtiéndose. Profunda fundación, rota. (Vibrátil ardiendo). La posibilidad, desfigurada. (Llamarada). Impulsor del último trébol. ¡Hasta morirse un penacho!.
Desmelenando al helecho ancho. Más fuerte que una hora. ¡Débil ángulo disipado!. ¡Al jarro de medianoche!. ¡Un...Domador...De la nada!. En la cabeza encantadora, al brasero descosía el barrio. ¡Víctima del suburbio heraldo!. Con el velo, cilíndrico sin piedras, el freno, al aroma del corcho, escalafón. Carretilla, presa, por la locomotora. ¡Inmensas calderas de jacintos!. Cada noche se queja, la sirena sorprendida, de la virgen, cierva, en selva, salva, alba. Pájaros secos, del papel, estatuas. ¡Sobre los subterráneos edificios!. ¡Sobre los montones escalonados!. Indefinidamente públicos, sujetos de la muñeca, gaseosa. Pálida... ¡Vibra, vibra!. Donde se ramifica el heno, barométricos eucaliptos duermen, en la plaza de gavetas. ¡Hay plantas, de patos de pronto!. Y al jabón le salen cuernos.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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En tres días
Entre sus obscuros cabellos el viento, desenrolló el oculto poblado, de los arbustos de morena cintura, en la parte baja de la tarde, ¡Acuático aleteo!.
En Tres Días
El río, quería llorar y no pudo, la cerveza llena de tarros, la moneda conversando andrajosa, la duda, flor, vende desnuda. ¡Al hotel disimulado!. ¡Al frente enmarañado!. ¡Que amasaban los domingos!. En Tres Días El lunes, moribundo, amaneció tropezando, bajo el espejo, la luna, ondulaba sinuosa, cada correo, agua directa, al manantial de tres fosas. ¡La mejor colección de infamias!. ¡Al mejor precio, del autoservicio!. Los mejores clavados, de computadora.
Luego... El martes aprendió al eco irritado, bajo el mastuerzo, donde el ruido se mezcla. ¡Cada valeriana, con mostaza!. ¡Al salir de mantequilla picada!. La madera, extravagante, irreflexiva. ¡Al cuidadoso desprecio de la vida!. ¡Los efectos del umbral satisfecho!.
Luego... Los viernes de vértebras sin aceite, bajo el mecedor suelo removido. ¡Cada jabón ordinario sofoca!. Al entrar cinco meses de nardos, la impresora, de avidez desgarradora, al menor mástil y espátula. ¡Los regresos del infierno frágil!.
En Tres Días
Donde duermen las gladiolas, y el poblado de los arbustos, las literaturas ambulantes visten, al enorme aletear lejano. ¡Ya!. Oculta la tarde navegando. ¡La cintura del cabello, acuático aleteo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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AL YERMAR...
Y se puso en gotas, unas botas rotas, en un buen par, de ojos, lejos, del espejo las pestañas, al fresno, fresco, un frasco. Al Yer Mar Gota a gota, levantó el coche, un gato, tan poco hidráulico, más allá el aceite, luego gasolina, bebe un rubí al frágil hombro. ¡Latón de picos, paja, la baraja!. Al Yer Mar ¿Está la venganza gimiendo cartas?. En los bermejos gusanos de fuego, interminables temblores sentados, deshilando las tristezas embalsamadas. Al Yer Mar Puso ese mismo frasco, embalsamado, luego, las botas en gotas, el aceite sepultó, al barniz en la silla desecha sin cucharas, y al olfato colgado de las ventanas mudas. Al Yer Mar La voz amarga el aire, de límpidos panteones, al rincón de arañas entre los cojines encalados, al rumor de los báquicos chicotes endiablados, al rompimiento de los deleites y broche famélico. Abun Dosa Mente Yermar con zalamería infantil las lenguas. Yermar samarugo de los topos cíclicos. ¡Desandar al mismo reflujo esculpiendo!. ¡Destruir calamitoso exterminando la consciencia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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FINAL INNATO (Neosurrealista)
Tomando al mar en un vaso los tigres afrontan la horda de países que amenazaron, que de tantas veces asesinaron, los metales atardecidos y el rumor domesticado entre los fantasmas encadenados en el almacén despavorido el tiempo matemático del trágico equilibrio en las guitarras del espanto hundidas deshojando sagrados soles, lunas y tierras indefensas, al ver campanas y motocicletas
Flagelo del mismo azote. Ficción de filantropía. Férvido flanqueo del alma. Innata imagen ilusa. Al insuflar interinatos. ¡Catástrofe negada!. ¡Hay, hoy un mañana, manchado de ayeres!. Entre los nervios orquestales. Una raza de sonámbulos instantes. Y las fórmulas elocuentes del plomo. Al principio del poliédrico sentimiento. ¡Mineral fruto en bruto!. La espiga impávida se aleja.
Con el acuario en las uñas del otoño. Final balumba de los escombros. Innato divieso dividido. Final ignominia ignota. Innato patíbulo patético. Final botaratada brumosa. Innato tobogán y tolvanera.
En las alas de las botellas. Los aceites morenos danzan. Los cuchillos en una gran jarra. ¡En la tonada rodante del viento!. Un suspiro milenario calla. Un racimo de vidas perdidas. Y el hielo de fatigas en desorden. ¡Antes de nacer a las tristezas de tajo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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SOLARIEGO MONÓLOGO
Esa catarata, vida entre pupilas, anida. Por el álgebra sin límites. En la estación del alarma y besos. ¡Hay cuatro excéntricos diamantes!.
Solar Y Ego... Mono... ¡Logo!.
Hoy en el recinto abierto. El vientre se viste con fuego. El cabello corre sin camisa. ¡Las esquinas de los caballos!.
SolaMono...RiegoLog.
Gritos al frente. Gramos al vapor. ¡El barro se desprende a lo largo!. Del... ¡Lago de los cristales!.
___Solar___Y egomono__¡ Logo!.
Un enjambre, un frasco, apacigua. Uno nube retorcida corre. Un estrépito, un avión recoge. Una luz de alfalfa negra.
Riegomono...Solalogo.
Tortugas hacen de bisontes las almohadas. En la salida próxima, una raíz. ¡Ilustra el foro de los hechizos!. Haciendo del maquillaje los arroyos.
Sol___Ariego___Logomono.
En la montaña de los espejos, el vapor usa sombrero de paja, en la balanza sin modales, en la copa desbordante del silencio.
¡Solálogo!...¡Monóriego!.
El cielo nunca fue, más agudo humo. El suelo nunca fue, menos cautivo. ¡Antes, artes, de noche blanca!. ¡Antes, un mar de voz doliente!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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PERLADORIGEN
En La Raíz de la sombra, el futuro teje, su presente. Noches Con Lunas... Lunas de noche. ¡Soles de sombras!. En El Altar de los años. Edad de las campanas. Con el pecho en la cabeza, ¡Coronado el corazón al sueño frágil!.
Origen De Una perla, por el tiempo, el mar de nubes.
Es En las mejillas, de las fisuras rojas, unos claveles excesivos, llanuras, flotantes.
Perlado El horizonte bajo el agua. Origen De nacarada concreción. ¡Peripecia y permanencia!. Perladorigen.
Raíz de muchas otras, perlas, de viva sangre, flor de cuna, esmalte, esmeril, entre disyuntiva y ditirambo, borla y blonda, de aticismo atigrado. ¡Cálida semilla del hogar lejano!. Aroma de leyenda, aferrado a la tormenta. ¡Eslabón al breve regazo!. Al fondo. Al anuncio de intrépidas rodillas, está el guardián de cubos, al bronce del desagüe, con el perladorigen.
Luego, las lentejuelas visten de traje largo. ¡Lunas cuadriculadas!. Donde... La madrugada, desdibuja, las cúpulas, en los muslos húmedos del sueño. ¡Oh!. ¡La oscilación de los espejos!. De tornasol interminable, la jaspeada piel de anís. ¡Oh!. El futuro de abanicos y meteoros. Y Luego... Hace con el dedal, un manantial. Un cofre, lleno de tesoros, y el pasado teje plata. ¡Cada almohada, égida, efusión!.
Perladorigen. ¡Al esplendor de viejas cosas, enmascaradas!. En bandadas, de las vajillas, calmas, de los apetitos, de merluza y mesura, un placer alado.
Así quedó... Perladorigen.
¡El futuro erguido, del centro circular!. ¡Raíz indestructible!. Hoja de arena y mansión de las medusas.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Efímera parcela
Una hora pasado mañana Al ser, momentáneo, hacer. ¡Dividiendo al punto el vaho! Parcelar ¡Fugaz, al polvoso, barro aburbujado! ¿Cuándo?___¡Es uno terreno!. Al enhebrar silencio al pensamiento, aduje.....
Allí se aproximan las calles que sacuden la cabeza desvencijada en la calavera, que acera el polvo que la música derriba el enronquecido revólver alargando al destino el magnético agujero manchando, la tempestad, desnuda...
Aquí los periódicos del flanco engordan, Lo qué una rendija breve apila alberca agranda, en los motores las fauces de los óleos, el capote del bronce al estilo del alba. ¡Al hacer añicos, seis de los escombros! pagado el permiso metálico remojado entre los puños del abejorro... ¡Estéril!.
Por las ancas del sexteto, del barril caído, con los millones agitados y su conciencia evaporada, en medio del cañón destrozado mañana efímero soñando centenas las rectas arañas, los girasoles, edificios en ruinas, huérfanos los desempleados infatigables interrogantes...
Al estar agazapadas las respuestas (imposibles) Allí se aproximan Los millones empobrecidos En parcelas, efímeros, fantasmas miles, Allí en cualquier suelo, ahí, más allá, Siendo polvo___ ¡Dicen los gusanos adiamantados! ¡Del tendón qué ahonda la noche! ___Una nudosa tapia___
Tan efímeros como apáticas parcelas del eco En los hombres esbeltos de la maleta Por el desmadejado faro del cable Ansioso, el telegrama, dice....¡¡No!! Al murmullo impetuoso titilante ¡Foto del pozo qué oscila la humedad hinchada!_____Una hora pasado mañana. Miles Los párpados...
* Efímera Parcela *
Efí Mera Par Cel...A...A...A.
¡Miles, miles, miles! Los hogares del polvo amante de sus fantasmas Efímera Parcela, cada hombre ó familia, es eliminada...
En La Efímera Parcela ¡Cuerpo y vida! Completamente ¡Soterrado subterráneo!
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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