No llores por mí, no llores Ya basta el mar lamentarse Por las ondas que se doblan a llorar En arenas que enjugan otros dolores
No sonreías por mí, no sonreías Ya basta un sol a brillar Una luna y un cielo la cintilar Sobre tierras áridas y vacías
No seas por mí, no seas No soy quien sueñas, quien deseas No soy ángel, cabalero, ni héroe
Soy un hombre, un simple ser humano Y ver tus ojos tan llenos de engaño Tanto me alegra el alma cuanto me duele
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Poeta
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