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Saio de casa para pescar a noite... Cardumes de estrelas piscam em meu coração. Um traço de união é a rima que nos separa.
A.J. Cardiais
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Poeta
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Llegas tú: música, relámpago lluvia de armonías como gota de gestos interpretas la vida
tu concierto de indicios enmudece las horas y en el lento interludio de tus ecos-espirales infinitas caracolas me lamen las heridas
me dejan sumergido en la mar de tu pecho binaria partitura donde acallas mis himnos
donde rasgan tus odas umbrosas escrituras y una daga de hechizos cercena mi garganta.
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Poeta
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Meditabundo
Con la melodía de sombras dulces, y las ramas de fuego en la ddddistancia. ¡Se diluye el tttiempo!. El tiempo se evapora, de cenizas y de siglos, donde se escribe al vientoooo, con plumas y con ramas. Y los árboles saltan en la nieve, con el mediodía de combas dunas. Meditaba la metralla los hosannas. Mientras se desploman los pañuelos. Marchitas las espumas y las olas. Meditabundas, meditabundas. ¡Abundan!.
Y Dejan Lejos Al crepúsculo labriego Al cuervo rojinegro Al abrigo herido.
Me Di Ta Bundo... ¡Abundo en meditar!.
Y Queda Cerca El ropaje en llamas El talle en lluvias El coche en llanuras
La meditación en rebanadas La mediación en cucharadas La melancolía en ataduras Abundo, abundo... Meditando.
Entre La Piel Del horizonte... HHHHorizontal, En Donde Ama el campo seda Ama el canto lino Ama el cuerpo nylon... En-La-Bre-Ve-Dad-Vi-Vi-Da. En La Dis Tan-CiAA-Del-A-Be-To... ¡Ave que medita su vuelo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Përez
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Poeta
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INSOSLAYABLE
Alado desvelo al barco velado. ¡Qué naufragó!. ¡Con la raíz de cera!. ¿Será?. Y se subió, cambiando argumentos. ¡Mínimos momentos de general absurdo!. Con la sabiduría del zapato. Y la profundidad de picos redondos. ¡Encañonados alfabetos!. Disecados, búhos y bufones. ¡Con la muchedumbre de cada tema!. Un vocabulario plano. Pleno de planes emplomados. En Carnando Los Derrumbes.
Sacrificio de Consciencia.
El velo un volar de olas. En la casta luna. ¡Blancura algodonosa, carne del cielo!. Alado el barco vuela. A otro mar. ¡Mar, paraíso de otros barcos!. Náufragos a los ojos. De nubes. Ciegas olas mudas. ¡Hierro de flores auroras!. En los velos, velas y vuelos. En los desvelos de cera. ¡Entre velas apagadas!. Linternas perdidas y agua tibia. Con El Hilo Negro.¡Descubierto!.
Esqueléticas Consciencias.
Collar encadenado de recuerdos yertos. La muerte destrozada por la lengua. ¡En montones de basuras insignes!. Las tardes, enmudecen, envejecen. ¡Los pañuelos ahogados en pañales!. En esqueletos, de sordos elefantes. La muerte perpetua, transita cada hora. Collar, azulado de garfios, sangrientos. Alado azulado, gris, seco. Eco, eco, eco. El Yeso ¡Con ecos en la espalda!.
¡Mártires del polvo!.
Mucho pasa que se calla sepultado. Por las manos de cinturas y de nieves. En la consciencia de laureles turbiedades. En el establo de tinieblas renacidas. Por los dedos, sin rostro y falsas torres. Mucho se ha perdido, por el solemne miedo. ¡Qué sufraga su este y oeste!.
Del barco un muelle desembarco. Del arco un fuelle. ¡Qué sufraga de aire al fuego!. Marinos sueños angostos. Los agostos de langostas. ¡Alado náufrago de hundido barco!!. In SOS La Yable. ¡Imposible no saberlo, ni dónde!.
¡Adoración Inútil!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Los clavos doblados saltan al camino empapado de metrallas repentinas, callejero junco del viejo molino con garras de acero cuida la colina.
Oculta morada de un frágil cuchillo la pólvora sangra tachuelas infladas, y soldados de plomo de color amarillo enrejan torcidas botellas enceradas.
La espina descalza, mellada consola al airado fierro le da una estocada, temiendo la tierra ante la parola va y cierra la fuente toda chamuscada.
Ruidosos los gatos chillando las gomas estruendosas bocas de contaminación, en el aire dejan indecente idioma que las tablas tapan sin más condición.
Tornillos clavados cayendo al bolsillo de pan allanado con huecos de miel, con charpas de colcho apañan colmillos masticando el candungo que le sabe a hiel.
Julio Medina 4 de mayo del 2012
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Poeta
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IMPLÍCITO IMPALPABLE
En las medusas caritativas manos hay, cerradas las neblinas mordiéndolas.
Pesadilla__nightmare__cauchemar__incubo.
Sueños añicos hechos, sondeo, oleaje, y arrecife. ¡Cosas del inestable!. Implícito.
Corrupto del paladar, completo. El rostro descompuesto. ¡Con la risa de la oruga!. Del vientre corroído, el ojo. ¡Al cielo destrozado!.
Pesadilla__Alpdrükken__pesadelo. Impalpable. Rama a rama, la raíz seca, y al absurdo en paquetes. ¡Con la voz suspendida!. Del techo pulido con rodillas.
Implícito... Impalpable. En la cáscara del precipicio. En la pesadilla del olvido. ¡Tan prisionero está, el tornillo!. Con las mismas cisternas disecadas.
¡Más impalpable, más implícito!. Al exhumar la lengua. ¡Con la voz del párpado silencio!. Del vértigo submarino. ¡Sólo llama móvil!. Cultivados los cabellos del disimulo. Impalpable implícito. Implícito impalpable. De turbio en turbio noches muchas. Implícito. De claro en claro incontables días. Imposible.
Verdadero__True__Vrai__wahr_vero.
Como se comenta. Vestigio humildemente frenético. Como se dice. Con el alfiler incrustado alambique. En cada ojo ajeno.
En las bayas de los petirrojos. Implícitos. Impalpables. En los juncos hay laureles. ¡Qué no tienen pupilas!. En La Sangre... ¡Perpleja de una gota!. Desde el origen impuesto desde fuera. ¡Hay millones de planes encerrados!. Caóticos panteones, de habitación, estéril. ¡Muy lejos de las conchas adormiladas!. __Rebosantes del meditabundo muslo__
Implícito___En la orilla del cuervo. Amante que llora su luna___Impalpable. ___En el cuello lunar, cada vestido___ Diamante del vendaje que desvanece. ¡El trabajo del abejorro!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Tus lindos ojos se hicieron
De jugo de caña dulce y hojas de higuera
Clavo de olor y ramita de canela
¡Dios, qué color que tienen tus ojos!
¡Si vieras con que alegría
Me quedo cuando me miran
Son panales de luz encendidos
Que llenan de mieles los caminos!
¡Y las formas de tu cuerpo…
Belleza de flores hecha
Con los mejores colores
Y la magia de los albores!
Colmena de oro melada…
“flor de miel y no poder ser tocada”
Deseada por el almíbar que guardas
Para alguna arriesgada avecilla.
Si me tocara morir mañana
Quisiera hacerlo en tus brazos
Con un beso de arrope en los labios…
y mojado, en el caramelo de tu mirada.
Delalma
Jueves, 09 de febrero de 2012
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Poeta
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SIGILOSO
El siglo imperceptible preguntó la hora, al ahora, encadenado, en un segundo, al primer vapor de los trineos. ¡Golondrinas impresas en los aires!. Al mediodía, desprendido de las zarzas, al nido apuñalado de los vidrios.
Sigiloso. Montacargas. Montaraz. ¡Sigiloso repatingarse!. Exordio. Exorbitante. El siglo.
De cabeza, sugiere la sombra, la inscripción baldía de un sin embargo, la luz inclinada por ambas partes. ¡Vestida del momento curvo casto!. EL...Ver...T-I-G-O. Con un pedazo, de tristeza en cada letra.
¡El alfabeto lágrimas cultiva!. ¡El espejo de extintores y de hidrantes!. De mañana trepada en nubes. ¡Con un sombrero!.
Lo mismo, al último principio. Al último, principio. ¡En muletas las bicicletas!. ¡En alarmas las pizarras!. ___Lo mismo, al último, principio__
Si Gi Lo So Si Glo.
Las angustias compartidas en las tortugas, visitan los pasajeros incontables. ¡Los anónimos deseos!. ¡Los después sentados!. En___los___antes___vacilantes. En___los___entes___enloquecidos.
Si Giloso... La hora preguntó, en un segundo, al siglo imperceptible, al vapor por ambas partes. ¡E.L.A.H.O.R.A!.
Con un pedazo. De sombra. Las nubes. Al sombrero. ¡El alfabeto!. Al principio. Pre-gun-taba. ¡El siglo!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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LA OQUEDAD EXHALAN
Muy de cerca mudan las hojas al otoño, en la colina de harina, dejaron las naranjas, los capullos, llenos y agitados los ratones, el corredor herido, por los hoyos, replegados del polvo en tambos.
¡La oquedad, exhalan, la oquedad!.
Ya no tenemos partes, ni herramientas, sensibles, estrangulando las cuerdas. ¡Qué se tambalean sin alquitrán!. Sobre los flecos de una leyenda, al cañón condenado, a la bala desnuda, en la cascada con hiedra, en la pierna del compás, por el ayuno, un armazón, una enredadera, tira la tierra quieta, un desarmador.
La Oquedad Exhalan, la oquedad, exhalan.
Con la tribu de las pipas, dejaron sucumbiendo al humo, entre salvajes, huracanes, un lago, de astros al hundirse, puñados, del paladar abierto, del casco enfriado, ladrando, las cejas tenues, con los trenes, delgados, raquíticos, menudeando con un soplo, al rostro, collar del caparazón. ¡Tímida la salamandra!.
Exhalan La Oquedad, exhalan, exhalan, la oquedad.
En las garras, semidescubiertos, los cobertores, recogen las piñas caídas, de las tuercas enfermas, de las cintas aislantes.
La oquedad. Con la porcelana, rana del mañana. Exhalan Y Es flauta, lengua vana. ¿O despierto el caracol es platillo?. ¡Paupérrima rebeldía de algarrobo!. Engañoso reducto, el alba pinta. Exhalan. Al verdugo imposible de manta. La oquedad. Al hombro canta el cuello. Exhalan. Intoxicando las bicicletas. La oquedad. ¡Pequeñas maravillas en bandada!.
¡LAOQUEDADEXHALAN!.
Al pasar el puerto desplumado. Al calendario caliente y oloroso. La semana de harina. Amasando gente, al ser cuervo. Instrumento del tedio lira. ¡Exasperado, ruiseñor, cambiante!.
¡LAOQUEDADEXHALAN!.
Como ahuyenta la eternidad, al desamparado en cualquier mundo, en cualquier parte, desde el ahora al mañana del tiempo abandonado con toda la infancia de los melocotones y lenguas informes. ¡Insistente, de las cosas corrientes!. Al sobresalto torpe abanderado. ¡Con el mango del zapato y el zacate!. Alardeando de verde al césped. ¡Aguijón delicado entre tinieblas!.
La Oque Dadexhalan...La oque...Dadexhalan.
Y corta muerte a los cumplidos. Y corta muerte a los justos. ¡Arrancando elefantes...Endulce!. ___Y virtud al escorpión___
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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La tártara bota el mote de papel y las mariposas de arena vuelan, con alas de fuego chupando el clavel los pétalos de carbón vidriado velan.
Ya la primavera parpadeante danza en el humo tórrido del terreno aguado, y las hojas con picos de lata y de lanza rebrotan punteando el paisaje situado.
Omitida mueca del árbol acartonado con sus brazos de guano el aire detiene, y sulfura la roca en el recodo apretado cuando pasos de metal sobre ella tiene.
Cantando las aves en nota regida que hablan de palos, de gotas sin montes, el viento desierto le da una barrida a plásticos grillos que son mastodontes.
Los ríos, las aguas, un circo moliente dragan las pestañas del sapo y la araña, vendados los ojos con lotes de dientes la tártara nada y a todos amaña.
Julio Medina 1 de mayo del 2012
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Poeta
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