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Esta noche no estaré contigo Me alejare despacio en medio de tantas dudas. La noche……. Un sepulcro. Velo mortal de ideas. Tormenta sin respiro
Saber tus manos lejos Sentir que te he perdido Consume mis ganas de amante Destruye mis fuerzas Desterrado estoy en tu olvido…
Amor, locura, Es la tormenta que no quiero Un día fuimos solo uno Lloro por haberte perdido.
Lejos la primavera el amor que un día conocimos.
El tiempo nos dará nuestros nombres La propia identidad. Un día quizás comprendas todo lo que fuimos.
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Poeta
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Cabellos de Mujer Para tus cabellos van mis manos Rápidas ligeras como tu sabes. El sol seduce lo silvestre del campo. Mis palabras llenan todo lo que de ti nace. El viento entorno a ti especula. No estoy sordo. Serenatas de pájaros en los árboles componen tus paisajes. A tus océanos voy con los brazos anclados con las redes abiertas para capturar tus soles. A tu voz va mi cuerpo. A tus manos mi corazón. Jardín de invierno. Volcán en llamas me asolas hasta envejecer. Triste viste el otoño con tu lejanía. Bosques espesos de ilusiones levantan alas. El silencio trae tu nombre…. Solo un beso bastaría para mi calma. Para tu adiós van mis manos. Para mi corazón tu voz de naufrago.
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Poeta
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Ojos de mujer te asemejas a la palabra poesía. Poesía es todo lo que tú eres. La voz de tus miradas la luz de tus palabras. Socavan lo profundo de mi alma.
Yo nací para quererte Para ver florecer tus crepúsculos en primavera Para abrazar tus sueños Para enraizar tu fuente y amar el fruto secreto de tu tierra. Yo nací para ti.
Prefiero ser la noche Conquistar tus palabras nostálgicas Prefiero ser la noche
En la oscuridad del silencio tu recuerdo se hace constante. Letras invisibles dibujan palabras olvidadas. No quiero leerlas.... Calla……. Calla……..
Enaltecida bella y concebida te visitan los otoños con sus hojas Un dedo esculpe en el polvo del piano tu silueta latente. Por no estar contigo…. Por no tenerte cerca.
Colmo de mi sangre. Inspiración de mi eterno ser. Bésame, bésame hasta la muerte hasta el último suspiro de tus labios, hasta que la noche acueste los árboles. Hasta que me quede dormido Solo bésame……..
Gonzalo Díaz Bacigalupo
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Poeta
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No te das cuenta cuando la enfermedad comienza siempre eres el último en saberlo, piensas que lo tienes todo sin tenerlo es una posesión de mucha tristeza.
Tristeza de un alma llena de congojas, pesar repleto de amarguras abrumando al corazón, desesperado pierdes la calma, hasta la razón, sentimientos de penas en el pecho alojas.
Cuando tratas de curarlo, de repararlo la ira en contra tuya se abalanza, reproches y sinsabores alcanzas y el amor tienes que cambiarlo.
Surge un dolor que no te deja vivir, estará presente hasta que el doctor tiempo y el hospital distancia te libren del contratiempo, solo así dejarás de sufrir.
Julio Medina 29 de agosto del 2010
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Poeta
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Reflejo de Dios, pequeña criatura Dulce retoño que me llena de ternura Tan lleno de asombro, de vigor y de vida Que si fuera por mí, jamás crecería Como el mas bello angel a nuestro lado Has llegado del cielo como un regalo Nos enseñas el verdadero amor Y tambien nos haces conocer el temor Pues sabido es, los ángeles como tú son alados aunque así lo deseemos, no podemos atarlos Y tú, mi niño, algún día crecerás sin mirar atrás, a vivir tu vida te irás Y como flor que abre sus pétalos Mostrarás al mundo toda tu belleza Yo, con mi corazón en tus manos Debo dejarte ir sin pensar en la tristeza ¡Ay de mí! Me condena el egoísmo Te quiero demasiado, ojalá fueras mío Pero sólo seré la luz en el camino Habrás de andar por ti mismo
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Poeta
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Quiero revivir el ayer sentirte a mi lado acostada, teniéndote de mi pecho abrazada dándote todo mi querer.
Mi corazón está erizado viviendo aquella tierna pasión, llena de encantos y de ilusión de un romance apasionado.
Te percibo en mi respirar eres una exquisita doncella, me estregas de tu vida bella el fuego que no quiero apagar.
Si pudiera regresar al pasado para de nuevo quererte, eres tú a quien más he amado mas hoy no puedo tenerte.
Julio Medina
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Poeta
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Oculto de la luz, el ánfora guarda su tesoro: exquisito aceite perfumado. Mi corazón te guarda lisura que enriquece mis sentidos, regresas, y me cobijo a tu abrigo el tiempo no tiene retorno. Fue tan grande el amor que vivimos que no puedo relegarte al olvido.
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Poeta
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Dónde es que se va la vida Cuando no me ilumina su luz? Cuado los sueños se olvidan Y sin fuerzas ya, debo llevar mi cruz? Dónde se va la belleza del ocaso si mis manos no acarician su piel ni puedo revivir en su tierno abrazo dulce amparo mío en este mundo tan cruel? Alma viajera de un corazón noble Quiero envolverme en tu cálido aliento Donde el ángel del amor se esconde Y me enciendo con tu fuego eterno Llevame a ese punto exacto Donde tu ser y el mío se funde en uno Donde soñar ya no parece en vano Más allá, lejos de la frialdad del mundo. Que pueden querer destruir mi fe Cien veces pueden hacerme caer Que yo me levantaré otras cien si tus ojos me vuelven a ver
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Poeta
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No hables, no digas nada solo piensa en mí, con el amor que siempre te di a mi corazón quedaste atada.
Viaja en la inmensidad del universo, sigue a mi lado y en tus sueños imaginando que a los oídos te voy susurrando, recitándole al amor un verso.
Pero no despiertes, quédate así dormida disfruta esta dulce fantasía, suplico no llegue la luz del día, y no se pierda la felicidad vivida.
Julio Medina 26 de septiembre del 2010
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Poeta
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Fue una noche tibia cuando la luna parecía una reina con su traje plateado de esmeraldas y un lucero resplandecía en la soledad infinita, decorando hermosos paisajes, trayendo luz y alegría.
Fue una noche callada cuando las estrellas brillaban y las nubes regalaban su hermoso manto blanco, mientras el viento cantaba un bello clásico tango.
Fue aquella noche cuando el aire jugueteaba con los terciopelos de oro y los ángeles cantaban y cantaban sin demoro.
Fue aquella noche cuando todo parecía un paraíso encantado, tornándose en arco iris el cielo se enrojecía.
Fue aquella noche en que todas las doncellas vestidas con trajes de seda bailaban a nuestro alrededor la danza de las rosas bellas.
Fue aquella noche en aquel hermoso salón, cuando la luz divina nos arropó con su rayo formando burbujas de algodón.
Fue aquella noche cuando te conocí y la blanca nieve nos regalaba el frío del amor, aquella noche me enamoré de ti.
Julio Medina 1963
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Poeta
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