Voy naufragando, en alta mar; el vuelo de una gaviota guía mi destino. Diez noches el sueño y el torbellino. Diez soles muriendo en el hosco cielo.
Mi suerte está echada al mar salatrino. A la ávida ola que azota con celo. Al cielo que ciega con su atroz velo y a la sed calcina por libar vino.
Vuelvo a ti; sobre este ensueño marino ansío el valle de rosa y espino que enciendes en mi alma llena de anhelo.
¿Pues, que Dios, con su yugo adamantino, que mano torpe sobre mi intervino y me aparto de ti, luz de consuelo?
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Autor: Daniel Castillo 11 de agosto del 2020
Es un poema que ya había publicado en otra página. Tratare de publicar otros poemas distintos a los de esa página... Pero para empezar, comenzare con este.
En el interior se fragua, dentro nace y se deshace, por dentro se mezcla y yace, en el exterior ingrávido. Viejos sueños, nuevos hábitos, efluvios de contrabando, mezclados quedan placeres, con el regusto de agravios.
Giran como una peonza, los amables y desabridos sentimientos, que pululan, como latidos al pairo, de corazones de plástico. Como vórtice que abduce, las esencias que supuran, de amores y desagravios.
La flor prendida en el pecho, tormenta que al fin amaina, que remite desde el centro, el centro de las corrientes, de fragorosos deseos. La faz hueca como el eco, de sus infinitos gestos, regueros como serpientes.
En el interior se rompen, ataduras y entrecejos, las bridas y los grilletes, que ahogan la voz que hierve, el sentimiento que nace, el pensamiento que crece y la libertad emergente, de la fuerza que la impele.
Torbellino de emociones, vorágine de recuerdos, arrasadoras imágenes, con la impronta de su celo. Huracán de sentimientos, que se agolpan en el centro, de los corazones ciegos, bandadas de nuevos sueños.
El yunque ordenó al martillo, que golpeara con respeto y los golpes arreciaron, caso omiso a sus deseos. En el cuerpo dolorido, se fue amoratando el nervio y el alma quedo agostada, ante tamaño desprecio.
Amor que fluye cual rayo, de las entrañas del trueno, fogonazo fulminante, en un delirante fuego. Amor que sigue girando, aunque le someta el tiempo. Amor que cruza la sombra, para seguir al lucero.
Mi abuela siempre me lo decía: "Yo esto de la depresión no me lo creo. Si alguien está triste, pues que se levante y trabaje." Alguna vez, le había intentado explicar que la gente que sufría esta enfermedad, no controlaba su cuerpo ni su mente, que a veces había personas que estaban tan tristes y cansadas, que no podían levantarse para ir a trabajar. Ella me decía: Eso son tonterías, todo eso es pereza. Si estás triste y cansada, repasa las cosas que tienes que hacer y te dices a ti mismo: no estoy deprimido porque tengo muchas cosas que hacer. En realidad os diré, que no valía la pena discutir con ella pues en su mundo tenía razón.
Te enteraras que yo te quiero tanto, más que a mi vida Eres el ser mas hermoso del que yo me enamore Que me muero por un beso tuyo Y es que vivo desesperado por tu cariño.
Chiquilla linda si pusieras lo mucho que te quiero Que sorprenderías de saber cuanto puede querer una persona Quizás sea un necio y un terco por quererte a si como te quiero Quisiera que tu entendieras mi amor por ti.
Sabes que soy sincero cuando digo que te quiero solo a ti Aunque no lo comprendas, me muero por ti Sufro por ti cada que me ignoras, y me demuestras tus desaires Pero que mal te puedo hacer con quererte, eres mi sueño más hermoso.
Sabes chiquilla linda yo te adoro con toda el alma Eres el ser mas hermoso mi chiquilla hermosa Me paso la madrugada pensando en ti Si me dieras la oportunidad que tanto anhelo Te enamoraría con mis canciones, Nadia.
Te amo con tu cabello despeinado con la barba sin hacer de tres días con un cigarrillo en tus labios apagado y un teclado donde tus ideas germinan con un café frío o recalentado.
Te amo tontamente en la noche donde bajo las estrellas y las deshojo como margaritas sabiendo que con tu luna versan.
Te amo así, con tus rosas mágicas entre sábanas de hilo blancas en ese espacio del amor forjado lleno de ti, de amaneceres inmaculados.
Te amo amor, en la oscuridad de la noche cuando el profundo silencio apresa nuestras enamoradas voces y la pasión en nuestros cuerpos arrecia.
Te amo en tonalidades fuertes como también en las pasteles pero deseo tenerte en mi regazo para alizar tu cabello alborotado.
Descubrimiento de América, para los navegantes invasores Suplicio y angustia, para los de las tierras vírgenes, la mortificación de sus dolores Hallazgo y gloria para los blancos usurpadores Desgracia y llanto para los ancestros legendarios, llenos de miedos y temores Despojo y muerte de pueblos hermosos, de sus civilizaciones, pisoteando sus honores
Exterminio de nativos, de sus razas originarias de las Américas, sus aniquilaciones Saqueo de sus oros, las minas de sus riquezas, que laten en sus cuerpos y corazones Resistencia de los aborígenes, llenas de caos y preocupaciones Tierras inexploradas de sus montañas y valles, llenas de bellezas y de agradables sensaciones
Esplendor de climas ardientes, el sudor de sus fortalezas Oraciones y ritos a sus dioses, llenas de bailes de sus purezas De flechas y arcos, la caza de animales, el vivir de sus destrezas De sus ranchos y bohíos, la felicidad de sus caciques y sus grandezas
Llegó el día del asalto y del saqueo por mar, de sus aguerridas incursiones Venían en naos y carabelas, perdidos el terror de sus imaginaciones Extraviaron sus brújulas, las angustias y miedos de sus desesperaciones Cubiertas y mástiles, atiborrados de asaltantes y ladrones De riñas y peleas, la muerte presagio de sus embarcaciones
Descubrieron tierra para la alegría y gozo de sus horribles temores Se abalanzaron sobre los nativos, con fiereza de aniquiladores Exterminio de aborígenes, sin piedad ni misericordia, la cobardía de sus terrores Genocidio y matanza, la raza pura y virgen de sus esplendores Caciques y tribus primitivas se defendían de las lanzas y hachas de sus cazadores Curas de otras tierras lejanas, proclamando ser sus salvadores Holocausto y masacres, sin rastro de pudor de llantos conmovedores Exterminio y destrucción de una raza, llena de riqueza y alegría de soñadores Para los historiadores día de la raza, la vergüenza de sus adefesios horrores Violación de mujeres y niñas, el botín de sus macabras depravaciones Cercenaron su lengua vernácula, con espadas y fusiles amenazadores Saquearon y se robaron sus innumerables riquezas, con el beneplácito de reyes inquisidores Celebramos por siempre el día de la resistencia, enarbolando la bandera de sus fervores Para recordar y nunca jamás olvidar, el exterminio de una raza guerrera de vencedores Doblegada y humillada por las atrocidades, de los terribles usurpadores
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga octubre 12-2020