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Pon todos tus ángeles en el borde, mantén todas las rosas, no estoy muerto, dejé una espina debajo de tu cama. Yo nunca he ido, ve y dile al mundo que todavía estoy en todo, yo no vuelo, me estoy viniendo abajo, eres el viento, el único sonido. Camino solo, cada paso que doy, cada camino que tomo, lo decido por mi mismo. Estoy fuera de este universo, ausente por años, el tiempo que pasa, seguiré fuera de esta realidad. seguiré mi rumbo, no daré marcha atras, todo el pasado, todo mi presente, está guardados, en un baúl, que solo yo abriré. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Estoy en medio de los mundos de sueños y vigilias, parece tan lejos de donde he estado entre lo real y lo falso, sin miedo a perderme en el abismo, repleto de luz y oscuridad. La imaginación viene y barre las costas de mi mente, dejar que esas visiones pasen, y surgen las emociones, más allá están las puertas que nunca he visto, abriendo una por una. Escucho esa voz, que me llama y me despierta, pero no puedo, estoy en coma. Descubrir una galaxia de planetas y las estrellas, dentro de mí se escucha cada una de ellas, cantando la melodía silenciosa, la canción del silencio, la voz de las sirenas me atraen. Escucho esa voz, que me vuelve a llamar, pero no logro despertar, aún no abro los ojos. Entre dos universos, vagando en ellos estoy, comparando lo real de lo falso, entre dos dimensiones, donde no puedo despertar. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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Te encuentro en la mañana, contemplando el alba, levantada estas, te vas al horizonte. Sabes el camino de vuelta, miras el cielo, completamente gris, el momento de la lluvia, ha comenzado. Decides caminar, abres tu sombrilla, contemplas el cielo, que está llorando. Contemplo el cielo, gris y triste, la melancolía me invade, llevo conmigo tus recuerdos, de aquellas noches de amor, que hemos disfrutado entre los dos. Cada noche, cada momento lluvioso, pienso en ti, no puedo alejarte de mi mente. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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A NECESSIDADE DE UM PORQUÊ.
Dirceu Rabelo (será?)
Releio Nietzsche e me assusto mais uma vez. Relaxo-me com um reconfortante Topamax. Além de sua autêntica e profunda loucura Em busca de explicações de coisas Que ele próprio não sabia explicar, Acusa os poetas (como ele), de serem filósofos. . E por quê? Porque formulam sempre porquês. Diz ele: para um poeta, uma folha que cai, Não é somente uma folha que cai, Como um simples mortal a vê caindo. Vem-lhe a dúvida. . Para o poeta, uma folha que cai Pode ser levada pelo vento, Ou arrastada pela correnteza do riacho, Ou cair revoluteante à margem do regato. . E para Nietzsche a pergunta é, muitas vezes, A antecâmara da dúvida. Ou a dúvida, quem sabe, a antecâmara de uma pergunta? Meio na dúvida, começo a concordar com Nietzsche. Deve ser como partícula e antipartícula, afora o hífen. Entenderam? Nem eu! Nem o antieu. . Tomo meu Seroquel de 100 mg, e fico parado, Sistematizado, nesta dialética trágica, Que me traz o tumultuário para minha mente, Já bastante combalida. . Digo boa noite a Nietzsche, que permanece de pé, Ali na cabeceira de minha cama, Encaracolando com o dedo, seu bigodão, Trajando uma vistosa farda de Napoleão. E no peito, uma suástica, bem ao seu jeito. . Ele sorri para mim e ajeita a minha camisa de força. E eu durmo como um anjo, louco, mas anjo; Pensando ser poeta e, portanto, filósofo. Que isso nunca chegue aos ouvidos de mamãe!
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Poeta
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En declive, todos los colores desaparecen, definiendo, mi tiempo está llegando, anulando, mi inspiración, retirándose la consciencia. Lo que vine a buscar, está muy cerca, mas allá de toda existencia, mas allá de todo. Recordando lo que tuve que pasar, lo que tuve que experimentar, ahora estoy desencadenado, libre de todo mal. Ahora hay una neblina, haciéndome a un lado, ysin dejarme nada que ganar, aislándome, encerrándome, en el frío de la desigualdad. Cuando sea libre, nada me detendrá, mo camino hacia la quietud, no mas errores, no mas lamentos. Erick R. R. Torres (Angel Negro)
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Poeta
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ALMÍBAR DEL PALOMAR
Hilos De hielo Hieles En cada lugar De hielo El fuego ¡Líquido!. De la tormenta que al vacío exaspera. Al regresar, la noche, enseguida. Enorme franqueza, corriente de la vida. Ocupada, sin trabajar el bronce, en la fuente. ¡Con las palomas, mieles, despreocupadas lácteas!. Además. ¡No pueden hacer otra cosa!. Sino esperar, al manzanear, al robledal. En cada lugar Un lunar Amor. . . . Hilo Corriente De la vida. ¡No hace, sino esperar!. Sino pescar. Con las tijeras, recortando, uno tras otro, los absurdos del sueño salido de la bolsa. ¡Qué contestó, gritando!. Estoy quebrada. En las cataratas exclusivas. En la generación, calcetines, exiliados. En los libros traicioneros del destino. . . . Hilo Corriente De la vida ¡No hace, sino esperar!. . . Como Los discos Tocando el silbato. ¡El disco, duro, dando saltos!. Con el talento, un elefante, en dos. Garbanzos en el patio de la vecina. ¡Finos fondos del festival privado!. . . Y. A. Los pulpos cuelgan. Hilos al montacargas. ¡Correos al mando de las películas!. Cambian, cambian, cambian. . . Almíbar Del Palo. Mar. Almíbar. Dejan. Los saltamontes, cigarros, adormecidos De Venus a Plutón. ¡Al hielo, palomas, en su jugo!. . . Pasión. De la inocencia. Tierna pierna. Al núbil perfume del sonido, que gime noble, cada latido, apasionado, agua al desierto ardiente.
Ahí Donde fueron hermanos, los espejos en flor, poliédricos, sangres, de convergencia. Del relato sublime. ¡Aditivos perfumes sin argumento!. En la calle que camina, el bosque lento, una hoja divertida por el otoño, que tiene la sonrisa verde. ¡Aunque suene a primavera!. Y Sentirla El rojo siglo, al tratar, ácida década, más gato dorado, ronda, arrugando, al piso esperado. ¡Solo un ladrido!
Del Palo. Mar. Al. Míbar.
De viernes que se hincha, tiernamente. Tranquilo el abejorro en un guijarro. Y Al Perder peso la dieta, pasa el higo. ¡Más abajo del ombligo!. Con sus diuréticas preocupaciones. En flor, el problema, con sus ingredientes. ¡Al gradiente, ardiente, algodonario!.
Y además El almíbar dulce hace aún a los vinagres Con Su Alameda, en vivo ardiendo, un lecho más reverdecido. aquéllas distancias, de salvaguarda, de energéticos recursos dérmicos, con el ósculo en reserva, sin serlo, penetrante, imperante, plantación azucarera, el adjetivo superficial, arranca, altas cantidades del vital licor, en las cartas internas de los más elementales suspiros.
Almíbar Del palomar. Es de sí, a veces sueño real, miel del dormir despierto, de láctea vía constelaciones, del inicial bing-bang. Del Paraíso Cuatro veces de manzanilla. ¡Qué al aire besa!. Un relámpago, al dormir, la lluvia. La Serpiente ¡Resignada en una cruz!. Enroscada Y Poliédrica Entre los pianos. ¡Al palomar toca!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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CANDADEAR PULSÁTIL
Con la voluntad en el regazo. Ahora mismo se ha dormido. Dónde. La serpiente teje almohadas. Un joven clavo. Y al bosque con praderas envuelve. Un trocito de la mesa. ¡Versátil candadear!.
Pulsátil. En la orilla que se aferra. Candado. Al hierro césped, con las tumbas. Libre. En la presa, gran telaraña, una represa de cristal.
Cándido. De peces emplumados. ¡Caustico!. Abriendo y cultivando cubos, ecuaciones, acuáticas, historias, olas empedrando, un día, pájaros, cándidos acuarios cavernarios diarios.
Pulsátil y candadesco En pena. Los pájaros, dulce molde, vuelan, encrucijadas. Descrucificando. Parajes incinerando. Un plomo al dátil. ¡Versátil y consútil!.
Candadearás alguna vez mañana. En la nieve querubines. ¡Del saber incompleto!. En el fuego cuerdas verdes. ¡Del retrato autor!. En un lazo amoratado. Un candado, en la pared, cuelga pobre al sueño.
Can Dado, caninear felino, allá del barandal. Pulsa. Tildes de mudas letras en frases erosionadas. Con. Paisajes, loma, llano, bucle, picaflor. ¡Manojo de tormentas!. Sutil y candadeado.
Entre Un Cortinaje que duerme campanarios, en el momento, al bajar, intranquilos, unos pobres purgatorios. Al pulsar, de pupilas desteñidas, el alba miel de luna. ¡Pulsátil!.
Encandadoramente. Hablando lejos, al cielo que huye. Mareado entre botones y capullos. Alquilando los ejemplos. al besar la cuna intrépida, el silencio divaga nueve, permanencias, después del entierro, al encierro, impermeable, en el regazo independiente, pendiente, acantilado.
Un Candadero. Sensible junco, arbusto tierno. Espinosamente. Humilde luz mundana, más dulzura, que reclamo, calmo, al dejar la calentura. Simple... ¡Altura, desventura, metalizada!. En La Voluntad. ¡Enfrascada, en un candado, pulsa, pulsa!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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Não ouço nada de novo: uma frase diferente uma conversa eloquente...
Tenho que criar tudo em minha mente: situações, sentimentos, conversações...
É um mundo de loucos. É um mundo para poucos. É um mundo...
Pensamentos, devaneios, ideias grandes no meio... Tudo sem concretização.
É um mundo de sonhos, é um mundo de ilusão.
A.J. Cardiais
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Poeta
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Contemporáneos...
Los Ángulos Vieron ¡Pasar las épocas! Donde... El tiempo largo vaga Manejando, el escote la música, De sol a sol semidesnudo, En la pareja En las culebras liebres En la laguna reflejado con la luna ¡El cuerpo al piso removiendo! Y Hablando duramente de algodones. El filo silbando, el musgo trepando... ¡Arribando! Petrificados...Contemporáneo simultáneos... Vagan, recortando los relojes deteniendo.
Cercanos Al felino de los muslos erguido Entre ¡Calendarios y diccionarios! De fieles tabletas De plegarias intenciones plagadas De presagios, entre, las paredes sinceras.
Con Tempo Ráneos. Alfando eneros de omegas y diciembres ¡Solos ala somos!. (Dicen dijeron diciendo) Como Sal a sol desnudo, con la luna Y la respiración, frunciendo el ceño, recogido, en las botas de las cejas las... Manzanas del gusano merodeaban, el filete conquistando quietecitos.
Con Tempo Ráneos...En la laguna dos tréboles, Volando cuatro páginas, ¡Dos hojas! De la vida, afilan nidos, ¡Somos ala solos!. (Dicen dijeron diciendo) Vuelos vanos y salados...
Con Tempo Ráneos Agarrando el cachete con brotes las uñas del techo enfilando los zapatos en la mano las caras hartas del cansancio las mecánicas membranas trifoliadas ¡Agarrándose, al cartucho, refritos!.
Con Tempo Ráneos... ¡Solos! Vagando por el tiempo ¡Recortado, reflejo, sin espejo! Meses, letras, hojas, nidos, nítricos, ningunos.
Quedándose, trece, tiempos sin espacio. Los Algodones, omegas y diciembres, Petrificados En Los ¡Calendarios!. Diarios desayunando ausencias.
Vagando Largo Y Recortando El tiempo, simultáneos, Como... Diaforética diafanidad en las diademas.
Un... Día...De...¡Más!. ¡Sincrónicos de apódosis!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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Poeta
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HUMANITARIA DESTRUCCIÓN
Con toda la insignificancia del pequeño
mundo vienen haciendo las conjeturas, innumerables quebrantos, pétreos, en las playas de paz, el arco iris que nimba, metas magnánimas. (Subterráneos escombros). Decían, conservadores, más allá del vencimiento, creían ser, omnis-sapienteserpentinos.
¡Humanitarios anhelos, paralelos, desastres!. A Lo lejos, de quienes no lo tienen cerca. Lejos, a las siete de la tarde, se aproximó el invisible trópico, entre las costillas, del gnomo, saliendo nada más. Saliendo un poco. Saliendo del hueco frágil cubierto de secas hojas vidriosas, por encima del mimbre blanco.
Callaban, metódicos, el triunfo del fracaso. ¡Sin saberlo, lo sentían, los retornos afilando!.
La época, opaca, brilla en la turbiedad. Tardía, la siguiente campanada, esperaba, añorando el suceso intrigando al aire, lastimero otra vez, sutil resorte. ¡Empleado de la incredulidad!. En la destrucción, desoladoramente ocultando imposibles evidencias.
La superficie a pintar, libre de polvo, con un trapo que se escurre. ¡De la válvula tapada, el color vertical del aspersor, y la letra en lápidas anémicas!. ¡Sí, sí!.
Había algo menos que una voz, una casi letra, pálida vereda temerosa, escuchando ausentes los pasajeros, silenciosos, acumulando, dispersos, gestos, el muro triunfal, coronado de atropellos.
Decorando, cada detalle, álgido, patético.
Respiraba impregnando lapiceros, oficinas enlatadas, sillones escandalosos. ¡Calles, calles del coraje y antebrazo!.
La humanitaria Des Truc Ccción... Los ventiladores despeinados observan, las armas extremistas del pañuelo en pedazos. ¡Cada uno, prolongando su cada cual!.(Ya verán).
Y En el fondo, al vértice de la sinrazón. ¡Sonreía!. Graciosa, en la blusa equivocada, la brisa víctima, del viejo, desvelo, la opinión de la luna juzgando, tranquilamente.
¡Humanitaria!. (Ella, la destrucción ofendida). Quedó. Anunciando una llamada telefónica, el frente mercantil, el elixir del fracaso mismo. Y sin tacha, justamente, bajo la ley. de los malvados, productos del ozono que no dañan. En la destrucción. Huma-nita-ria. Para entonces, la sopa se puso fría, con tanta ligereza en camarones,
sin dentadura, no cabían en la cubeta de mejillas, las monedas de cuello blanco. La revista mirada con el filo asomando por la ventana, desnuda, al jugo del primer indómito quejido.
¿Lo ves?___Decía con frecuencia al anochecer rompiendo la manera, extrañamente, fuera de tiempo. En la esquina, súbita, anudó el silencio adherido, las uñas recién cortadas, el farol entre bugambilias, sentía, reseco, como cabeza de alfiler, el grupo palabreando, desgraciado (sin saberlo). Solo arrastrando la inconsciencia abundante, la multitud ciega y sorda. ¡Azotada!. Teñida. Por los pesares enormes, entre los rápidos acrílicos, resueltos firmemente, en las tres capas delgadas, perforando las chispas y quemando las llamas, al tacto seco en latas secas.
¡Humanitaria destrucción!. Soledad programada en los dientes del bolsillo, en el hambre inerme de cada poro ajeno, en las ambiciones insaciables del apetito espeso, en las salidas intermitentes del exterminio. ¡Con los ecos en spray, y silicones del no se ingiera, en aerosol en la consciencia!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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