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RONDA DE LOS COLORES
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador.
Cuando el azul se deshoja, sigue el verde danzador: verde-trébol, verde-oliva y el gayo verde-limón.
¡Vaya hermosura! ¡Vaya el Color!
Rojo manso y rojo bravo —rosa y clavel reventón—. Cuando los verdes se rinden, él salta como un campeón.
Bailan uno tras el otro, no se sabe cuál mejor, y los rojos bailan tanto que se queman en su ardor.
¡Vaya locura! ¡Vaya el Color!
El amarillo se viene grande y lleno de fervor y le abren paso todos como viendo a Agamenón.
A lo humano y lo divino baila el santo resplandor: aromas gajos dorados y el azafrán volador.
¡Vaya delirio! ¡Vaya el Color!
Y por fin se van siguiendo al pavo-real del sol, que los recoge y los lleva como un padre o un ladrón.
Mano a mano con nosotros todos eran, ya no son: ¡El cuento del mundo muere al morir el Contador!
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Poeta
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AMO AMOR
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento, late vivo en el sol y se prende al pinar. No te vale olvidarlo como al mal pensamiento: ¡le tendrás que escuchar!
Habla lengua de bronce y habla lengua de ave, ruegos tímidos, imperativos de mar. No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave: ¡lo tendrás que hospedar!
Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas. Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar. No te vale decirle que albergarlo rehúsas: ¡lo tendrás que hospedar!
Tiene argucias sutiles en la réplica fina, argumentos de sabio, pero en voz de mujer. Ciencia humana te salva, menos ciencia divina: ¡le tendrás que creer!
Te echa venda de lino; tú la venda toleras. Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir. Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras ¡que eso para en morir!
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Poeta
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DESPECHO
¡Ah, que estoy cansada! Me he reído tanto, tanto, que a mis ojos ha asomado el llanto; tanto, que este rictus que contrae mi boca es un rastro extraño de mi risa loca.
Tanto, que esta intensa palidez que tengo (como en los retratos de viejo abolengo), es por la fatiga de la loca risa que en todos mis nervios su sopor desliza.
¡Ah, que estoy cansada! Déjame que duerma, pues como la angustia, la alegría enferma. ¡Qué rara ocurrencia decir que estoy triste! ¿Cuándo más alegre que ahora me viste?
¡Mentira! No tengo ni dudas, ni celos, ni inquietud, ni angustias, ni penas, ni anhelos. Si brilla en mis ojos la humedad del llanto, es por el esfuerzo de reírme tanto...
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Poeta
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CUAL LA MUJER DE LOT
Un perfume de amor me acompañaba. Volvía hacia la aldea de la cita, bajo la paz suprema e infinita que el ocaso en el campo destilaba.
En mis labios ardientes aleteaba la caricia final, pura y bendita, y era como una alegre Sulamita que a su lar, entre trigos regresaba.
Y al llegar a un recodo del camino tras el cual queda oculto ya el molino, el puente y la represa bullidora,
volví atrás la cabeza un breve instante, y bajo el tilo en flor, ¡vi a mi amante que besaba en la sien a una pastora!
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Poeta
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ASÍ ES LA ROSA
De la matriz del día se alzó la rosa vertical y blanca mientras todo rugía: la tierra, el aire, el agua.
Tendí la mano para protegerla, criatura de paz y de armonía, completa, virgen, intocable, exacta en la extensión total del mediodía.
Y me llevó el brazo la metralla. Impávida seguía en su serenidad y su victoria, aunque en mi sangre la embebía.
Ni mi alarido hizo temblar sus pétalos ni apagó su fragancia mi agonía. Era la rosa, la perfecta y única. Nada la detenía.
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Poeta
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De equívoco em equívoco, Distanciei-me do Teu habitat. Ignorei tudo que já havias planejado, E sem pestanejar me senti absoluto. Aventurei-me por traçar sozinho outro plano; Idealizei, projetei, executei, fracassei.
De fracasso em fracasso, Abismos atraíam outros tantos. Se as manhãs eram dedicadas aos sonhos, As noites embalavam pesadelos. Excedi-me em excesso, Enfureci-te descomedidamente.
A fúria do Teu amor, Causou-me espasmos em toda musculatura. Meus ossos como que esmagados, Deixaram expostas as fraturas das minhas transgressões. Mesmo depois do Teu socorro, Ainda sinto dores, enxergo cicatrizes.
Em vestígios de estrago Enternecido aceitastes minha contrição. Abrandastes o rigor do castigo, Premiado fui com o Teu perdão. Por toda expressão de Tua grandeza, Me rendo, me prostro, Te exalto, Te adoro.
Por Magno Ribeiro em 17/4/2009 às 00h:50m
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Poeta
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Arrisquei-me escolhendo! Bifurcações se multiplicavam diante de mim. Quanto mais atraente fora a rota escolhida, Tanto mais forte colidi, ao final fracassei. Dos fracassos de ontem, Restou-me a timidez de hoje.
Ainda arrisco-me quando escolho! Nem sempre escolho o que quero, É no que não quero para onde se inclinam minhas tendências. Convivo nesta contínua peleja, Da pertinácia que emerge dos meus tecidos, Com o que busca inovar os meus sentidos.
Agora mesmo preciso escolher! Desde já corro riscos. Se enxergar o que perversamente me atrai, O que é benévolo, o que me encanta, distancia-se de mim. Felizmente já não mais estou só, Fui escolhido, logo pressinto o que devo escolher.
Por Wittembergue Magno Ribeiro em 12/4/2009 às 12h30min
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Poeta
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Às vezes presente, Tantas vezes ausente. Presente ou ausente, Eu tenho fé. Seja do tamanho de um grão, Seja microscópica, Sutil ou intensa, Ela é a minha fé. Se com ela me convenço, sem ela me venço. Se com ela eu falo, sem ela me calo. Se há nela esperança, sem ela nada sou. Nos territórios transitórios da vida, Espero algum dia poder ouvir: A tua fé te salvou!
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Poeta
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Quando chegou, eu ainda Te esperava; A retina já embaçada, Subitamente tornou visível o Teu invisível rosto.
Os meus ultrapassados limites, Passaram entrever doces horizontes, Somente porque Tu chegaste.
Se não fosse a dolente espera, Queria eu Te esperar mais vezes, Tudo para divisar Tua sutil aproximação.
Quando Tu chegas, A imaginação cede lugar ao real, E o silêncio converte-se em euforia.
Porquanto, já não careço saber onde estás, Conquanto a espera cessou. Tu estas bem aqui!
Por Magno Ribeiro em 1/4/2009 (04h45min)
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Poeta
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Foi preciso ver desmoronado o castelo; A areia cedeu ao primeiro sopro.
Foi preciso um novo dilúvio, Para me dar conta que até a fauna sucumbiu;
Foi preciso despir-me por inteiro, Para enxergar sujeira nas minhas vestes;
Foi preciso a reforma; foi precisa.
Precisa pela tempestividade; Precisa em continuidade; Precisa para a eternidade.
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Poeta
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